La crisis que condujo al estallido de la Iª Guerra Mundial (La llamada Guerra Europea del 14) empezó con el asesinato de Sarajevo. Gavrilo Princip, un miembro del grupo nacionalista Joven Bosnia (oMlada Bosna), asesina al archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero de la Corona del Imperio austrohúngaro, así como a su esposa, la condesa Sofía Chotek. El Imperio austrohúngaro acusó a Serbia del asesinato y, durante las deliberaciones del Consejo de la Corona del 7 de julio de 1914, impuso un ultimátum. Uno de los puntos incluidos en dicho ultimátum era particularmente de imposible realización, hasta el punto de que Serbia no podía aceptar el conjunto de las condiciones en él contenidas. La redacción del ultimátum únicamente contó con la oposición del conde Tisza, el primer ministro de Hungría. Al día siguiente, 8 de julio, escribió una carta en la que prevenía de este modo al emperador Francisco José: "Un ataque contra Serbia comportaría casi con toda seguridad la intervención de Rusia, con lo que tendría lugar una guerra mundial." El 25 de julio, apoyado por Rusia, el Gobierno de Serbia rechazó la participación de policías austriacos en las investigaciones a realizar en territorio serbio. Las relaciones diplomáticas entre ambos Estados quedaron inmediatamente interrumpidas. El 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia lo que, debido al juego de alianzas, provocó el estallido de la Primera Guerra Mundial. En el diario Wiener Zeitung del 29 de julio, Francisco José declaró al respecto: "He examinado y sopesado todo; avanzo con la conciencia tranquila por el camino que me indica mi deber."
Transcurrió, pues, un mes desde el asesinato hasta la declaración de Guerra por parte del Imperio Austro-húngaro. Durante ese mes de Julio de 1914, una gran parte de la opinión pública europea se mantuvo en un estado de placentera, autocomplaciente y elegíaca ensoñación, en un trance idílico, a pesar de que la crisis real, como la onda expansiva de una erupción volcánica que avanza por debajo de la superficie del mar –invisible a la vista– hasta que emergió, repentinamente en la costa, en forma de devastador Tsunami. Algo similar, afirma el historiador Webster Tarpley, podría estar viviéndose en la coyuntura actual mundial. La intención subyacente entonces estaba en el interés del Vaticano (Jesuitas, el verdadero poder fáctico del mundo occidental) en provocar la entrada de la Rusia Zarista (y ortodoxa) gobernada por los Romanov, en un conflicto mundial. El cristianismo ortodoxo salvaguardado en Rusia y opuesto al catolicismo romano del papado, suponía una amenaza para la hegemonía y liderazgo religioso de Roma entre los crsitianos del mundo. Un cristianismo escindido era un inconveniente que había que eliminar. El emperador Francisco José, organiza un complot para asesinar a su primo, que debía sucederle en el trono y acusa al movimiento Joven Bosnia, sabedor de que Rusia no se quedará cruzada de brazos ante la declaración de Guerra a la pequeña Serbia. Mucha gente está convencida (sobretodo en los EEUU) de que la escenificada muerte de Bin Laden marca el fin de la guerra contra el terrorismo y la ocupación en Afganistán. Sin embargo todo apunta a que Obama está interpretando el papel del entonces emperador austrohúngaro, y que Pakistán juega el papel que entonces tuvo la frágil Serbia. EL paralelismo entre la entonces Rusia y la actual China se antoja más que obvio, con la excepción de que finalmente Rusia, que gracias a Putin, ha recuperado sus valores ancestrales, sigue siendo un escollo para los planes sionistas-jessuitas de establecer un imperio mundial bajo la autoridad del ostentador de la Tiara papal, tras quien se oculta el verdadero 'Papa Negro' (Hans Kolvenbach)
El departamento de estado de la Casa Blanca se halla en abiertas negociaciones con los representantes del Mullah Omar, el legendario lider tuerto de la Shura Quetta (Consejo director Taliban). Aparentemente los EEUU están ofreciendo a los Talibanes una alianza contra Pakistán, según informes del Washington Post. El enviado norteamericano para la región Grossman, percibido como un elemento hostil por los pakistaníes, ha sido apodado por los talibanes como 'Mr. Reconciliación'. Parece todo encajar. Anunciada la muerte de Bin Laden, se ofrece a la opinión pública una imagen conciliadora de la Casa Blanca para con Al Qaeda. Los antes vilipendiados integristas islámicos ahora son los mejores aliados…Las vueltas que da la vida.
A todo ello, los EEUU han afirmado que harán todo lo posible para asesinar a Sirajuddin, hijo de Jalaluddin, el cabeza del grupo islamista insurgente Haqqani (¿Quiénes son?), acusado por los EEUU de la autoría del los asesinatos de 7 agentes de la CIA en Camp Chapman, Afganistán, en 2009. EEUU acusa a Pakistán de dar cobijo y financiación al Grupo Haqqani –cosa que Islamabad niega rotundamente– En esta tesitura, Pakistán ha decidido amparar a los Haqqani y aliarse con ellos.
Si China se posiciona detrás de Pakistán, entonces Rusia sin duda respaldará a China. Si a eso añadimos que Rusia lamenta el despliegue del programa de Misiles ABM en Rumanía (obviamente apuntando a Rusia)…podríamos hallarnos ante un escenario de nueva Guerra Fria. Medvedev, Presidente Ruso afirma, vistas las oscuras intenciones de Obama en Libia, que no apoyará una resolución del Consejo de Seguridad de las ONU contra Siria.
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