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jueves, 11 de septiembre de 2014

Free at last


A las 15h del día*__________en la ciudad de*__________se congregaron*______ personas en la calle/plaza*____________del país/estado*__________en el continente*_____________manifestando que sentían miedo.

Todos con rostros compungidos por el dolor que les embargaba a causa de sus ya insufribles circunstancias personales, todas de diversa índole. Abandonados, despedidos, deshauciados, olvidados...tod@s reconociéndose incapaces de superar por si mismos y por más tiempo la inconfesa montaña de miedo que arrastraban desde ya no recordaban (por supuesto) cuándo. Por extensión se les añadieron personas cuya dolencia involucraba a la situación global de violenta beligerancia que afecta al mundo. También estos, otrora indignados, sucumbían al estado de ánimo colectivo. Poco a poco el ambiente, hasta entonces enmascaradamente desenvuelto, se fue tornando sombrío incluso para los visitantes (muchos llamados incomprensiblemente extranjeros por el mero hecho de proceder de otros lugares) que pasaban unos días visitando la ciudad. En definitiva todo el que transitaba por allí se veía inundado, contagiado por la pesadumbre colectiva creciente. Incluso quien forzaba una mueca risueña, tratando de maquillar en vano la escena, acababa arqueando las cejas y dejaba irremediablemente escapar alguna lágrima. Una suerte de extraño magnetismo se estaba adueñando del lugar y el momento. Las fuerzas de seguridad, policías que patrullaban la zona, no daban crédito. Desconociendo las atribuciones que la autoridad civil les tenía asignadas en tal caso, no sabían cómo actuar por lo que se sentían confundidos. Y es que no se trataba en ningún caso de una alteración del orden público. Ni siquiera las llamadas a restaurar el oremus por parte de algún anciano (y no tanto) retrógrado anclado en viejas consignas conseguían restaurar el estado previo.
Llegado un momento, algunos de los reunidos, los más compungidos, comenzaron a abrazarse, sin pensarlo mucho. Como si de supervivientes de un naufragio se tratara, quienes habiéndose quedado sin nada, buscaban consuelo en las miradas comprensivas. Dicha actitud comenzó a contagiarse y al poco, docenas de personas estaban consolándose, los más fuertes socorriendo a los más débiles, pero no por ello rechazando el abrazo sentido de quienes en principio aparentaban ser víctimas más desgraciadas. Los murmullos fueron atenuándose hasta prácticamente desaparecer las palabras. Con la excepción de aquellos que comentaban por lo bajo que paralelamente, en otros rincones de la ciudad otras manifestaciones similares se estaban produciendo de forma sincrónica, las palabras estaban desapareciendo. Era como si un idioma común y muy antiguo estuviera retomando su lugar.
A pesar de la llegada de la noche la gente congregada perdió la consciencia del tiempo y continuaron ocupando sus lugares. Poco a poco los lamentos fueron tornándose en aullidos, algunos ensordecedores, proferidos por aquellos cuya tristeza bordeaba el abismo de una incontenible catarata, una catarsis de rabia, acumulada durante años hasta entonces y oculta tras el habitual rechinar de dientes y maldiciones reprimidas. Algunos vecinos más conscientes del calibre y envergadura de los acontecimientos bajaron almohadores y colchones de sus viviendas con los que proveer y habilitar a los casos más desconsolados para que la evidente descarga fuese mas efectiva -y menos nociva para su integridad física y la de los allí congregados. Algunos encendieron una gran hoguera con la que guarecer a la colectividad del frío que las siguientes horas anunciaban. Los objetos acolchados disuadían a los más afectados de dejarse conducir por elementos adyacentes, agentes agitadores y desestabilizadores que, como los buitres sobrevolando la carnada, habían acudido prestos al oir el ruido en busca de carroña a la que dirigir hacia externalizaciones indeseadas. Los noticieros nocturnos por una vez dejaron de in-formar y "formaron" de sucesos similares en los principales núcleos poblacionales del país. Toda la noche fue una catarsis de dolor contenido, de liberación paulatina de represiones. Unos ayudándose a otros en sus evacuaciones emocionales. Como si de una cebolla se tratase, las capas de incomprensión superpuestas durante décadas fueron despegándose unas de otras. Los alaridos en muchos casos traspasaban los rios e incluso las montañas. 
Llegaron animales de todas las especies, procedentes de los rincones mas inimaginados, duendes, hadas y elfos se congregaron trayendo ungüentos y caricias consigo, sin miedo por su integridad puesto que nadie, salvo los hombre y mujeres de buena voluntad se habían percatado realmente de su presencia. Los demás estaban demasiado concentrados en su dolor como para ver a las mágicas criaturas.  En el momento más oscuro de la noche, aquel que precede al alba, se fundieron todos, bestias, humanos y demás seres de la creación en un fraternal abrazo alrededor del fuego. Todos hacían ademán de lanzar a las llamas todo aquello que deseaban desterrar de sus vidas. Y la hoguera crepitó con más fuerza si cabe. 
Poco a poco las primeras luces de la alborada asomaron sobre el horizonte y las fuerzas, ocupadas hasta entonces, empezaron a solicitar un descanso. Quienes sabían tocar algún instrumento empezaron a entonar melodías antiguas, desconocidas por haberse olvidado, canciones de consuelo, de rendición y de redención. Maestros de Reiki y sanadores de toda clase comenzaron a plasmar su sabiduría. Las sonrisas comenzaron a aflorar en los rostros, ahora relajados, a medida que el poderoso sol destacaba incipiente y  lentamente sobre el horizonte. Se empezaron a preparar bebidas calientes sobre las ascuas de la fogata, ya feneciente. Todo los congregados sintieron que, si bien no podían explicarlo, comprendían lo que les había pasado y el alcance de sus repercusiones. Ya no volverían a ser como antes. Las risas abiertas se abrieron paso y hubo bailes matinales. Hubo quien trajo pan recién cocinado y leche recién ordeñada, frutas y frutos secos. 
Desde ese día al lugar lo conocen como plaza Renacimiento, lugar al que mensualmente acuden los que allí se conocieron, junto con otros que que oyeron hablar de lo sucedido. Y lo hacen para no olvidar quienes son, cuál es su origen más allá del lugar donde nacieron y cuál es su destino más allá de sus habilidades y talentos. Desde entonces la palabra amor empezó a usarse con propiedad, sin vergüenza, y cada vez que alguien se ha sentido apesadumbrado o dolorido, siempre ha habido quien ha puesto sus hombro, quien ha ofrecido una palabra de consuelo desinteresada. La ciudad ahora es próspera y la competitividad es un termino hace tiempo olvidado.



* completar según el caso.

domingo, 31 de agosto de 2014

Cocreación

Hacemos y decimos todo para no ser olvidados. En un fuero interno, muy profundo, estamos convencidos que seremos abandonados cuando no tengamos ya algo "interesante" que seguir diciendo o haciendo.
Dirás que tu das desintesadamente. La prueba para discernir la verdad de la falsedad consiste en comprobar si te enfadas o no cuando no te prestan la atención deseada y el centro de atención oscila hacia otro lugar/tiempo distinto (eso crees tu) al "tuyo". Llegados a este punto, precisas poner mucha atención a las reacciones de tu pequeña 'yoidad' (ego lo llaman) en todo lo que hagas o digas. En verdad este es el único trabajo que has venido a hacer y que merece la pena. Todo lo demás carece de importancia (aunque creas lo contrario).
Enfadarse ante una "injusticia" cometida sobre un@mism@, o sobre otros que consideras desprotegidos (lo cual es prueba de soberbia), equivale a considerarlo como un un menosprecio, incluso un ataque flagrante hacia tu dignidad, tu integridad, algo que consideras frágil y susceptible de ser aniquilado. Es cuando te lo tomas "personalmente". Debes defender tu dignidad te dices para tus adentros. Es entonces cuando habitualmente reaccionamos (respondemos a una acción), bien sea mandando acallar a quien nos "roba cámara" (subiendo el volumen o redecorando el escenario para que nuestro discurso vuelva a captar la "merecida" atención) o bien nos encerramos en nuestra caracola, cayendo en la depresión. Oscilamos entre posturas antagónicas con la intención de obtener el mismo resultado. Pocas veces decidimos optar por considerar una tercera vía...la paz, que es lo que en realidad nos aterra, pues desconocemos el verdadero significado de ella. Y ya se sabe que aquello que el ego desconoce, es objeto de sus ataques.

Experimentar ambos extremos, euforia y depresión es una decisión que tomamos hace mucho tiempo, más allá del parto físico de nuestra madre, en los mismos albores de nuestro advenimiento como especie. Cuando te tomas algo personalmente no estás loco. Simplemente estás volviendo a sentirte culpable. La culpabilidad, a diferencia de la paz, sí te es familiar. Y la familia tira...

Vuelves a experimentar un antiguo sentimiento de culpa. Se trata de un sentimiento vago y abstracto, indescriptible con palabras, y que consecuentemente no se sana (esa es la meta) con palabras...

Lo cierto, ya pocos lo niegan (aunque esta óptica sea calificada de retrógrada y pasada de moda) es que la culpa está arraigada en un profundo sentimiento de menosprecio originado en las partes desintegradas de nuestra infancia. Recuerdos inconexos, desconectados de nuestra consciencia que arrastramos ocultamente en el doble fondo del baúl (represión) de nuestra memoria, en el afán de que alguien lo suficientemente sensible e intuitivo -y valiente como para compartir nuestro camino vital (habitualmente creemos hallarlo en nuestra pareja)- sepa leer entre lineas y los reconozca, concediéndoles el crédito que sabemos merece.
Estamos convencidos de que solo cuando ese "otr@" (sustituto de mamá y/o papá) se haga presente podremos permitirnos derrumbarnos, dejando caer la forzosa/esforzada y oxidada armadura sabiendo íntimamente que no por ello estaremos claudicando, sino felizmente rindiéndonos a la fuerza todopoderosa que todo lo ha creado y de la que, oh sorpresa, somos copartícipes, embajadores. De hecho esa fuerza no existe sin nosotros, como no existen las células sin la presencia de átomos, ni éstos sin la cooperación entre protones electrones y neutrones, por lo que 'el otro' tan ansiado salvador no es más que nosotros mismos.
Con todo, sentir el obstaculizante y sempiterno abandono no es algo que debas esforzarte en hacer. Ha estado sucediendo, gradualmente y en la medida en que estabas permeable a que eso sucediera. Sucede ahora que has dilatado tu impermeabilidad hasta extremos inimaginables y esa dilación no ha sido inocua. Cuanto mas reprimes tus sentimientos, más los conviertes en un doloroso Tsunami.


Las fuerzas emergentes, encarnadas en las nuevas generaciones, están provocando que la remembranza haga su trabajo. Tu mayor heroicidad pasa por restaurarte la fe en que todo lo que verdaderamente resta de ti, descartados lo pasajeros vaivenes, es un satisfecho y pacífico faro de luz. Y esa restauración pasa por recuperación la memoria que quien eres, cuál es tu origen y cual es, por encima de los avatares, tu destino, "escrito en las estrellas."
Hasta que el camino, la historia, personal no es integrada, la llamada al camino colectivo es una publicitaria entelequia, una hoja de ruta trazada por la mente colectiva e inconsciente que, cual cortina de humo alberga el potencial de (volver a) generar enfrentamiento y confusión. Antes de regresar al océano del que partió, la gota de agua necesita revisar todo su viaje, asimilar el vertiginoso trance de su voluntariamente escogido curso en la Tierra...El trauma de "haber caído" desde la feliz y plácida estancia en una nube sobre una elevada montaña; de haber tenido que cambiar de estado y esperar, congelada, hasta el deshielo y luego sentir las consecuencias del tormentoso curso del caudal en que se fue convirtiendo, en compañia de amistades peligrosas (otras gotas) hasta finalmente vislumbrar la desembocadura de su travesía. Solo entonces aceptará, se rendirá a la descondensación colectiva, a la sublimación, evaporarse para regresar a la nube, a la que vuelve y de la que partió y volverá a partir cíclicamente en búsqueda de nuevas experiencias cocreativas.

jueves, 28 de agosto de 2014

Accidentes que no fueron (II)

(...procede de Parte I)


A medida que vas consiguiendo dominar tus emociones, tu mente, puesta al servicio del natural discernimiento va paulatinamente viendose capacitada para asumir y asimilar conocimientos que de otro modo hubieras calificado de delirantes y propios de mentes retorcidas. Solo cuando el dolor emocional acumulado que arrastras desde la infancia obtiene la atención que reclama de ti y empieza a ser, como un grifo abierto, liberado, se desata proporcionalmente el potencial de sabiduría, que permanecía en letargo hasta entonces, para discernir lo real de lo ficticio, la verdad de la mentira.
La magnitud de la conocida máxima "La verdad os hará libres" está empezando a ser vislumbrada solo desde hace escasamente 20 años, gracias también en gran medida al advenimiento y popularización masiva del fenómeno llamado 'internet'. Los niños de hoy en día ni por asomo imaginan lo que era vivir desprovistos del caudal informativo (y obviamente también de entretenimiento) que hoy tenemos a nuestra disposición. La Libertad, pues, es consecuencia de la asimilación de la verdad filtrada de entre todo el cúmulo de desinformación con el tamiz del dolor. El acceso a la verdad, oculta durante demasiado tiempo es pues doloroso en esencia (motivo por el que ha sido consensualmente ocultada). Si hacemos caso a la lógica aristotélica tendremos que solo experimentar el dolor reprimido da pleno acceso a la libertad. Y si la libertad es una cualidad propia de los espíritus bondadosos y benevolentes, es obvio que el trance del dolor está siendo servido en bandeja para que el miedo que encierra sea finalmente descodificado y desactivado.
Digo esto a modo de introducción porque ya escribí hace unos años un ensayo respecto de las sospechas, recientemente fundadas, acerca de la posibilidad de observar el hundimiento del Titanic como un atentado de falsa bandera. Encontrarás esta entrada aquí.
Por mucho que este ángulo de visión ofreciese una verdad sostenible (y sin duda incómoda), seguía presentando algunos cabos sueltos que servían demasiado fácilmente de pasto a los debunkers. Hoy años después, los cabos sueltos empiezan a encontrarse y las entelequias empiezan a tomar forma, como los rompecabezas a medida que van tomando forma, de vertiginosa verosimilitud.

Uno de los cabos sueltos era, ¿por qué era tan importante para las mentes conspiradoras de los inicios del s.XX desembarazarse de John Jacob Astor, Isador Strauss y Benjamin Guggenheim, tres prestigiosos pasajeros cuya fortuna personal conjunta quintuplicaba la de cualquier persona en el mundo? ¿Hubiera sido radicalmente inviable la creación en 1913 de la eufemísticamente llamada Reserva Federal Estadounidense (FED), o lo que es lo mismo el banco central privado de los EEUU, sin la desaparición de estas tres personalidades? ¿Ha quedado abiertamente demostrado que un iceberg fue lo que mandó al Titanic al fondo del mar en su viaje inaugural, tal como los titulares de prensa se aprestaron a divulgar sin el más mínimo interés en solicitar una investigación? ¿O fue el impacto calculado de un torpedo procedente de un submarino (alemán?) lo que realmente provocó la insuperable vía de agua? ¿Acaso un explosivo almacenado en las bodegas, junto al casco? ¿Fue el buque que se fue a pique el Titanic o su hermano gemelo, el Olympic?

Un barco como el Titanic estaba diseñado para resistir choques como el que tuvo y seguir a flote, no en vano el apelativo de insumergible (unsinkable) no era gratuito. La teoría oficial es que el iceberg rasgó los cuatro primeros compartimentos  de seguridad lo que causó el hundimiento de la embarcación, pero en las fotos submarinas tomadas por las expediciones de rescate de restos no se ve tal rasgadura por ningún lado. Probablemente los pasajeros oyeran una explosión pero atribuyeran ese sonido al rumor que la tripulación se aprestó a difundir (por supuesto persuadidos por William Murdoch, el oficial que esa noche estaba a cargo del puente de mando del Titanic). El mismo David Icke menciona esta perspectiva...Mucho se ha especulado acerca de la posibilidad de que la marina alemana fuera advertida de que el Titanic portaba un cargamento de oro destinado a financiar la fabricación de arsenal bélico para los británicos. Recordemos que un chivatazo similar puso sobreaviso a la armada nipona quien no dudó en aprovechar la ocasión en bandeja de plata para aniquilar gran parte del contingente de la armada estadounidense refugiada en Pearl Harbour el 7 de diciembre de 1941. Y ya sabemos qué infames consecuencias ocasionó dicho ataque...

¿Fue, por ejemplo, el incendio del Zeppelin Hindemburg causado por una ignición fruto de un sabotaje intencionado? Muchos han sido los dramas marítimos y aeronáuticos que la civilización 'progresista' ha testimoniado desde la revolución industrial. Nada debería sorprendernos a estas alturas…
Todos estamos hoy día al cabo de las especulaciones respecto de las generalizadas sospechas que envuelven los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, donde las torres gemelas del World Trade Centre colapsaron tal como hacen los castillos de naipes. Las voces que afirman que se trató de un auto-atentado con fines propagandísticos en toda regla, cuya autoría difiere ampliamente de la que los medios masivos se aprestaron a difundir, ya no pueden ser acalladas y ya están clamando al cielo. Y el ruido que están provocando hará pronto (si no ya) crujir los mismos cimientos de la sociedad que las vio nacer. Pensar que hace 100 años ese nivel de perversión era entonces no solo posible sino que el nivel de sofisticación tecnológica de esa sociedad ofrecía las herramientas necesarias para plasmarlo, no constituye ya un delirio sino un sólido argumento que todavía no ha sido desautorizado (ni lo será porque el proceso de desclasificación de documentos oficiales que atañen a este y otros asuntos en todos los estados es una tsunami imparable).

Dicho esto a continuación paso a traducir un artículo publicado en 2006 por Marc Seifer (Escritor y Profesor de psicología en la Universidad Roger  Williams en Bristol, Rhode Island, EEUU), en el curso del sexto simposio internacional Nikola Tesla que tuvo lugar en Belgrado en octubre de ese año. Un artículo que desvela los estrechos lazos que unieron al mencionado magnate John Jacob Astor y al entonces eminente científico de origen serbio Nikola Tesla. Unos lazos que, de no haber sido cercenados como consecuencia de la desaparición de Astor a bordo del Titanic, hubieran dado a estas alturas, unos frutos probablemente inimaginados (aunque no por ello desarraigados de base científica). Frutos que ¿quien sabe? habrían dado lugar y estarían en consonancia con una consciencia colectiva sincronizada con el equilibrio y la armonía, cualidades propias de una sociedad pacífica y amorosa.



«La amistad de Tesla con Jacob Astor, por entonces incipiente, se asentó con fuerza en el transcurso de la Exposición Mundial de Chicago en 1893 donde ambos participaban como inventores. Entre otras invenciones Astor había exhibido al mundo su proyecto de autovías multicarriles, mientras que Tesla presentó su huevo rodante, dispositivo que construyó conocido como el " Huevo de Colón " que utilizó para demostrar y explicar los principios de la rotación del campo magnético y el modelo del motor de inducción. El Huevo de Colón de Tesla conmemoró la hazaña de Colón con un huevo de cobre en una rotación. Inicialmente dicho huevo estaba parado sobre una plataforma de madera, que tenia una pequeña depresión en medio a modo de hondonada. Al activar la corriente, comenzaba a girar y girar, hasta ponerse vertical sobre su eje y mantenerse erguido. El efecto se conseguía mediante la combinación del campo magnético rotatorio y el principio del efecto giroscópico.


La Feria Mundial de Chicago, puso en concurso de licitación para obtener el suministro de toda la potencia eléctrica para la feria. Aquí empezó la guerra de las corrientes. General Electric Company, respaldada por Thomas A.Edison y JP Morgan propusieron toda la potencia e iluminación eléctrica realizada en la exposición con corriente continua con un costo de 1,8 millones de dólares. Este fue rechazado inicialmente como exorbitante, pero G.E. volvió a licitar de nuevo los costos y los estimó en 554.000 dólares. Sin embargo, Westinghouse propuso utilizar su sistema de corriente alterna como energía para toda la Exposición por 399,000 dólares. Westinghouse ganó la licitación para cablear e iluminar la primera feria electrificada con el sistema de Polifase eléctrico de corriente alterna de Tesla . Fue todo un acontecimiento clave en lo que se llamó la guerra de las corrientes y una demostración temprana de la seguridad y fiabilidad de la corriente alterna.
Edison y su  empresa General Electric, en represalias al perder el contrato se negaron totalmente a que usaran las patentes suyas  sobre la bombilla y el zócalo en tornillo patentado por Edison.


Era la primera vez que una "villa" era eficientemente iluminada con corriente alterna, lo que le dio a Tesla fama internacional. Mil ingenieros eléctricos se dieron cita en Agosto en el hall de agricultura para escuchar la conferencia de Tesla, quien invitó en numerosas ocasiones a Jacob Astor y a su más que atractiva esposa Ava Willing, a su laboratorio de Nueva York, donde pudo demostrarle muchos de los inventos presentados en esta Feria.

Las masas de gente se agolpaban frente a la puerta del hall en la Feria, reclamando acceso, deseando presenciar la demostración prometida: Tesla dejaría pasar una corriente de 250 mil voltios a través de su cuerpo. Los asientos se pagaban a 10 dólares. En vano. Solamente los miembros del Congreso de electricidad, junto con sus esposas, eran admitidos al recinto. El decano de los congresistas, Elisha Gray, escoltó "al esbelto y demacrado joven" hasta el escenario. Este sonrió complacido aunque modestamente mantenía la vista fija en el suelo. "La aplicación continua e intensa de su trabajo ha minado su energía al punto que sus amigos dicen que casi ha alcanzado el punto de disolución. Tesla realizó una demostración enganchándose a una linea de alta frecuencia de entre cien mil y un millón de voltios. De resultas se produjo una tremenda aura alrededor de su cuerpo. Fue la primera vez que el efecto Kirlian era producido en el mundo.
"Le nombro a Ud., Nikola Tesla, ", exclamó Gray ante la muchedumbre que aplaudía enfervorecida, "el mago de la física".
-"He aceptado con gran renuencia sus cumplidos, porque no tengo el derecho a interrumpir el caudal del discurso de nuestro Director", Tesla contestó con su característico humor. Uno de los experimentos más inusuales de Tesla, similar a su 'huevo de Colón", era otro anillo que exponía no solo los principios del campo magnético rotativo sino su teoría del movimiento planetario. En este experimento utilizó una gran bola de latón y varias bolas más pequeñas. Tras energizar el campo las bolas empezaron a rotar, las pequeñas alrededor de las más grandes, como lunas alrededor de planetas.
pero la demostración que más impresionó a la audiencia fue el experimento simultáneo con numerosas bolas, peonzas y otros dispositivos colocados en todo tipo de posiciones y a considerables distancias del campo de rotación. Cuando Tesla encendió la corriente todos los objetos se pusieron en movimiento, presentando un espectáculo inolvidable. El Sr. Tesla sostenía muchas bombillas de vacío en las que pequeños y ligeros discos metálicos eran dispuestos de modo que pilotaban sobre joyas, las cuales empezaron a dar vueltas por todas partes del hall allá donde el anillo de hierro hubiese sido energizado.

J.J. Astor IV, graduado en 1888 de Harvard a los 22 años, era uno de los hombres más ricos del planeta, apestosamente rico según sus coetáneos, con activos que rondaban los 100 millones de dólares, algo que para la época era desorbitan. Para que nos hagamos una idea, la riqueza de John Pierpont Morgan, el magnate que daría lugar a la Banca Morgan Stanley, era por entonces de 30 millones.
Al igual que Tesla, Astor, en su juventud, había sido inventor, patentando un freno de bicicleta y una acera neumática que ganó un premio en la Feria de Chicago. Otra invención fue una batería autorrecargable, un motor de combustión interna y una máquina voladora. Durante sus años universitarios había asistido a clases de astronomía con el inimitable profesor William Pickering. Uno de los proyectos de estudio de Astor consistió en un modo de crear lluvia bombeando aire caliente y húmedo desde la superficie de la Tierra hasta capas altas de la atmósfera, pero la oficina de patentes se la denegó. Entonces, cuando Pickering le mencionó que las estaciones del año se debían a la inclinación del eje de la Tierra respecto de la ecléctica (plano orbital de los planetas alrededor del Sol), Astor quedó intrigado. "Si la Tierra no estuviera inclinada con respecto al Sol, sugirió su profesor, en la Tierra habría un clima moderado y uniforme incluso en los polos.

Como parte de su expediente curricular, Astor fue introducido en el observatorio de Harvard. Allí, junto con recién llegados como Perceival Lowell, hermano del Presidente de la Universidad, Astor pudo mirar por el gran telescopio y mirar maravillas tales como los cráteres de la luna, los satélites de júpiter y los espectaculares anillos de Saturno.
En abril de 1890, el profesor Pickering obtuvo titulares de prensa cuando fotografió lo que afirmó era una tormenta de nieve en el planeta Marte.. calculó que la superficie cubierta era casi igual a la de los EEUU. Dos años después, en 1892, durante un viaje al observatorio de la Universidad de Harvard en Arequipa, perú, el profesor de poblada barba Pickering anunció que había muchos lagos en Marte. Los "Canales"  tienen regiones oscuras y luminosas. También hemos observado nubes y las nieves deritiéndose, confirmándose la hipótesis de herschel de la existencia de vegetación en las regiones húmedas. "Si hay habitantes inteligentes en Marte o en otros planetas, me parece que podemos hacer cosas para atraer su atención" afirmó Tesla.
La idea de mandar señales a los 'marcianos' (como se decía entonces) era ya una ambición propia de aquellos tiempos, que cautivaba, como no, a Astor y a Tesla. En 1894 Perceival Lowell publicó en Nature su descripción de los canales de Marte. El mismo año, Astor, de 30 años, completó una novela de ciencia ficción sobre viajes espaciales. Titulada, "Un viaje a otros mundos" (A journey in Other Worlds) su libro describía una visión futurística ambientada en los albores del siglo XXI, es decir ahora mismo. Adornada con ilustraciones etéreas del espacio exterior realizadas por Dan Beard, el relato de Astor empezaba en el año 2000 con una reunión, en el restaurante Delmonico de Nueva York, de la Compañía de Enderezamiento del eje terrestre, con la tarea encomendada de crear buen clima alrededor de todo el planeta, concluyendo con ello el ciclo de las estaciones del año. Nikola tesla recibió una copia  del libro, prometiendo a Astor estudiar su viabilidad...17 años después Jacob Astor desapareció bajo las gélidas aguas de Terranova tras haberse negado a dar el visto bueno y financiar la creación de la FED.

Fuente: http://www.notafreemason.com/images/Tesla-Sympo06_Seifer.pdf

sábado, 23 de agosto de 2014

Euforia (II)

Parte I: http://hoyxtiredefavores.blogspot.com.es/2012/10/euphoria_19.html

Tengo una hija que adora a Violeta (si tienes hijas preadolescentes sabrás de quien hablo). Ayer me preguntó qué es Euforia (el título de uno de los "hits" de la famosa serie). Tras refrescar su etimología en Wikipedia, le resumí en un lenguaje más llano que era lo que les pasa a las personas, generalmente jóvenes, cuando toman algo excitante como por ejemplo Coca Cola. Más o menos lo contrario a lo que le pasa a su abuela, la depresión.
-¿Por qué lo toman?
-Pues, a ver,...para poder memorizar datos incomprensibles y rendir en un examen, para parecer contentas en una fiesta, para...
-¿por qué? ¿es que no están contentas?
-Llegado a este punto de franqueza que solo un niño puede desencadenar, aproveché para hacerle observar que si bien la euforia se parece al sentimiento de la alegría, no es lo mismo. -Puedes despertarte alegre una mañana sin motivo, le dije, sin que nada externo lo provoque, pero no te despiertas eufórica...la alegría sale "de dentro" digamos. La euforia es un estado que se provoca cuando la alegría no "sale" naturalmente. Y la alegría solo sale cuando tu tristeza es comprendida. En este mundo, si no estás alegre, no eres aceptado. Los mayores también necesitan estar eufóricos para poder soportar todo lo que no comprenden pero ya no se atreven a preguntar por miedo al ridículo. Por eso toman café y buscan estar ocupados en cualquier cosa o contar cosas emocionantes, todo con tal de despertar una comprensiva mirada de aceptación y olvidar, de paso, lo que les motiva a comportarse así. Pero como nadie va a comprenderles porque casi todos esperan que la suya propia sea comprendida, entonces solo queda que cada uno comprenda la suya propia y tenga compasión, por extensión, de la de los demás.
Me di cuenta de que, aunque con dificultad, iba comprendiendo. La idolatría pasará, pero la reflexión que tuvimos quedará.

[Etimológicamente Euforia proviene del griego εὐφορία, donde εὖ eu, significa "bien", y φέρω pherō, "soportar, cargar".
Euforia es un estado que permite realizar una actividad o bien soportar algo que de otro modo sería insoportable. Semánticamente opuesta a disforia, médicamente está reconocida como una condición física, mental (psicológica) y emocional en virtud de la cual la persona "afectada" se ve embargada por una mezcla incontrolada o exagerada de redundante bienestar, excitación, felicidad y alegría. En psicología se usa el término afectividad para designar la susceptibilidad que el ser humano experimenta ante determinadas alteraciones que se producen en su entorno. Técnicamente la euforia es, pues, un afecto arrollador (naturalmente las dopaminas conducen a tal estado cuando nos aproximamos al orgasmo sexual, necesario hasta ahora para perpetuarnos como especie). Igual que para entrar en euforia hace falta un agente externo, para salir de ella se precisa de un antídoto: una "mala" noticia, el regreso de la rutina, tabaco, marihuana,...el "problema" radica en la dependencia que generan tanto los antidepresivos como sus antídotos, en la adicción a la que aboca, por no hablar de la intención que las grandes corporaciones farmacéuticas y alimentarias despliegan para mantener a la gente subida en la montaña rusa de la depresión (Valium) y la antidepresión (Prozac) si el Ser eterno que Somos más allá de todo estado transitorio, no le pone límites, como el buen jinete que domina a su caballo . Ellos no crearon el parque de atracciones pero se han ocupado de mantener la maquinaria engrasada.]

Afortunadamente los castellanoparlantes y los francófonos, a diferencia de quienes utilizan el inglés o alemán como lengua vehicular, distinguen entre ser y estar sin necesidad de que medie un contexto explicativo.
Le dije a mi hija que se "es" alegre, pero "estás" eufórico.
A riesgo de aproximarla demasiado pronto al mundo de la retórica, me atreví a decirle que no la quiero, sino que la amo.
-¿Cuál es la diferencia? me preguntó.
-El amor sale de dentro, no precisa de condiciones. No necesito que hagas algo bien (sacar "buenas" calificaciones escolares, portarte bien, ser educada...). Amar, un verbo del que se abusa (habitualmente en las sentimentales telenovelas caribeñas por ejemplo), no es una necesidad enmascarada tras un "te quiero". Tras decirle eso me di cuenta de que en realidad me lo estaba diciendo a mi mismo y la usaba como testigo de una profunda convicción, esas que no puedes callarte y que ninguna amenaza puede censurar.

lunes, 11 de agosto de 2014

El origen del miedo (I)

Quizá creamos que la fuente de toda disputa este plano/Planeta entre facciones opuestas se debe al interés de unos, más privilegiados materialmente, por dominar a otros menos favorecidos, o al menos para perpetuar cualquier desigualdad ya existente. Pero eso no dejaría de ser una perspectiva un tanto maniquea, en cuya adhesión se ha fundamentado la llamada lucha de clases, aceptada desde el advenimiento del marxismo. En el fondo esta lucha estaba destinada a perpetuar precísamente las desigualdades que afirmaba combatir. Para que alguien necesite someter a otro, es preciso que esa intención esté arraigada en la desconfianza. Y quien desconfía de alguien, necesita fabricar argumentos sostenibles mediáticamente con los que sustentar sus ocultas y verdaderas acciones dominadoras.

Detrás de la falta de confianza se esconde ineludiblemente el secretismo, la tendencia planificada a ocultar algo cuyo alumbramiento desestabilizaría el statu quo imperante.

Cuando sientes confianza en alguien todos los acuerdos son posibles, pero si hay desconfianza puedes apostar la vida a que alguna de las partes (si no ambas) tiene algo que ocultar. Y quien algo oculta siente vergüenza, habitualmente maquillada con los ropajes del orgullo, ese recurrente comodín al que nos hemos acostumbrado a apelar cuando nos sentimos entre la espada y la pared.

Hay muchas emociones involucradas en la olla diaria de la convivencia, y la madre de todas ellas, la raíz que engloba todos los ocultamientos y censuras, la que no entiende de razonamientos o análisis es una y muy clara: el miedo. Pero ¿Miedo a qué?

Ya sé, dirás que no tienes miedo. Y mentirás. Y agradecerás que te llame mentiroso porque es mejor que llamarte psicópata. Todos tenemos miedo. Si no seríamos unos alegres suicidas (por no hablar del dolor que probablemente ocasionaríamos al exponer a seres queridos a situaciones de riesgo real). Pero hay dos tipos de miedo. El miedo a lo conocido, mejor dicho lo recordado/consciente y el miedo a lo olvidado/inconsciente. La diferencia entre ambos es básicamente una. El miedo a lo que conoces no "desata" tu violencia. Esa respuesta es solo propia de quien no comprende algo y reacciona con lo último que le queda, como los gatos acorralados.

El miedo ante el riesgo conocido, ergo asumible, te permite adaptarte a las circunstancias. Es un mecanismo que alerta acerca de las amenazas reales, poniendo automáticamente en marcha un mecanismo propicio de supervivencia ("el cielo se oscurece y se avecina un vendaval=me refugio"; "un virus irrumpe en mi aparato digestivo=relajo mi dieta y permito que mi sistema inmunológico se ponga en funcionamiento sin obstaculizarlo", etc...). Si estás convaleciente, no tienes miedo, simplemente estás tomando medidas para reajustar tu cuerpo físico al entorno.

Pero hay un miedo que derriba, en lugar de fortalecer, tus defensas naturales. El miedo a lo desconocido, mejor dicho, a lo olvidado, pues nada es desconocido, tan solo vamos recordando, poco a poco, lo que siempre hemos sabido pero una vez "decidimos" olvidar...)

El miedo a lo olvidado es muy poderoso y se nutre de todas las pequeñas circunstancias que la vida te presenta. ¿Pero por qué se nutre? ¿Por qué necesita crecer? Muy sencillo, porque en un nivel profundo de tu psiquis deseas reactivar tu memoria. El miedo a lo desconocido es un mecanismo natural para adquirir conocimiento. Un mecanismo que acepta el riesgo en su decidida búsqueda de pistas en el camino, símbolos que despejen la confusión inicial y rescaten el "recuerdo madre", un episodio o conjunto de ellos que son responsables de la activación de la sensación de desamparo que inunda la cotidiana exstencia. Por paradójico que suene (y por mucho que nos inflemos a azúcares refinados y alcohol (via habitual de escape de las personas depresivas) o a alimentos con exceso de sodio (propio de las personas coléricas), en el fondo no queremos olvidar sino recordar.

Huir del miedo (negarlo) es la prueba de que lo "tenemos". Digamos que estamos programados para activar la solución aunque parezca que huimos de ella. El miedo a lo desconocido paraliza bien toda capacidad de respuesta (incluida la risa) o bien desata, como decimos, un frenético y desproporcionado despliegue de medios para impedir que tal amenaza fructifique. Temer a algo intangible (la suciedad doméstica, la inseguridad ciudadana, un atentado terrorista, el hambre, un meteorito, el alzheimer...), que en pura lógica no pone en peligro nuestra subsistencia ahora, es la prueba de que hubo una vez un evento, olvidado obviamente, que sacudió inesperadamente nuestra capacidad de salvaguarda. Un evento vinculado al abandono emocional, el confinamiento o abiertamente a una agresión física en una etapa de nuestra existencia lo suficientemente frágil como para no estar lo suficientemente provistos de las adecuadas defensas (la mayor de ellas precisamente la confianza). Una etapa que naturalmente ya habrás ubicado en el tiempo: la infancia.

 

domingo, 25 de mayo de 2014

A veces, solo a veces...

Todos nos sentimos derrotad@s alguna vez, Probablemente ahora más que nunca, al comprobar que aquello a lo que llamamos 'progreso' ('evolución' para los darwinistas), se ha revelado como una publicitaria cortina de humo de la que, realmente, no hemos participado. Una cortina, por otra parte, ya conocida por las antiguas civilizaciones (māyā/hinduismo o 'velo de Isis'/Egipto) que la denominaron 'ilusión'.

Si lo piensas bien, si te vuelves cartesiano por un instante y piensas dos veces lo que ibas a decir, es decir 'reflexionas', te darás cuenta de que aquello que se siente derrotado no eres tu, sino tus pensamientos. Tuyos porque los pensabas tu, pero una posesión a fin de cuentas. Igual que cuando sientes dolor, dices 'me duele aquí o allí' estás describiendo el lugar en donde a ti te duele. Un lugar que es tuyo,...luego, no eres tu. Y todas las posesiones son tuyas hasta que decides que dejen de serlo...

Cuando hasta un simple comentario escuchado se convierte en fuente de ira y cualquier desdén sufrido en algo apabullantemente pesado, hay que reconocer que ha llegado el momento de hacer revisión de daños. Es el momento de examinar (no analizar, ojo) qué heridas abiertas olvidadas, congeladas/cristalizadas, por el desmemoriado ego reclaman de una vez por todas ser observadas, dolidas y amablemente suturadas.

Y este es el momento y el lugar. Estés donde estés, sea cual sea la edad que refleje el documento que las autoridades competentes (menuda vaguedad) hayan ideado para que tu identidad sea fehacientemente acreditada (menudo dislate, convengamos), aqui y ahora es el lugar y el tiempo de hacer balance de existencias, inventario de lo que sirve y lo que no sirve, de los lastres acumulados que precisan ser liberados. Te lo debes. Tu vales. Yo valgo. Todos valemos. Siempre hemos valido. Tan solo lo habíamos olvidado...

Cuando escuchas que no es bueno acumular rencor asientes y te vuelves inmediatamente el más enconado apóstol de la no violencia. Eso sucede, claro está, hasta que algo te saca inesperadamente de tus casillas y todo tu castillo de naipes se derrumba.

Ser honesto con uno mismo es, no resignarse, sino aceptar que la ira sigue siendo una asignatura pendiente. No con tu presente, sino con tu pasado. Y 'regresar' a él no es retroceder, sino un ejercicio de higiene emocional. Una higiene que sin duda incomoda sobremanera a quienes hacen apología del progreso, a quienes juzgan las debilidades ajenas, y viven alimentando frenéticamente la euforia del mañana, en la inconsciente esperanza de poder huir de la insoportable levedad de su hiriente presente, en la ilusión por cambiar su destino. Pero no se dan cuenta de que el mañana ya es hoy. Hoy, el mañana de ayer...y no lo están viviendo tal como se prometieron, como te prometieron, de acuerdo a sus prometidos principios. Y eso sucede porque siempre están viviendo de proyectos, proyectando ideas colosales, ideas mastodónticas, desconectadas de la realidad, planes que nunca terminan de plasmarse porque...al destino que aguan siempre se obstina en cojear. A la mesa ideal acaba siempre faltándole una pata. Una pata sin la que todas las ilusiones, legítimas sin duda, se desvanecen. Una pata que permanece oculta de los flashes, arrinconada en sótano donde habitan los atemorizantes fantasmas del pasado. Es ese recurso creativo que necesitas para que todos tus proyectos puedan plasmarse. Un recurso que, para tu sosiego, está escondido en un lugar/tiempo perfectamente accesible, sin necesidad del permiso de ninguna autoridad externa. En ese íntimo baúl de los recuerdos olvidados, habita tu niño/niña interior, el único faro con el que puedes contar y en el que estás destinado a convertirte.

"A veces, sólo a veces

hay instantes en que...

Retirarse no es rendirse,

ni discrepar es agredir.

A veces, atreverse a dudar

no es veleidad

ni variar el rumbo hipocresía

como tampoco permitir

que algo se derrumbe

implica desear destruirlo.

Hay momento en que estar a solas

no es misantropía,

ni el silencio no tener qué decir.

Quedarse quieto no es por pereza,

ni cobardía es dejar de combatir.

Sumergirse no es ahogarse,

ni retrocedes para huir.

No se desciende trastabillando,

ni el cielo ganas por bien sufrir.

Ninguna condena es eterna,

ni por perdones vas a morir.

A veces, de vez en cuando...

Hace falta soltarse,

arriar las velas, abandonarse,

dejar que la corriente te lleve,

a la espera de que el viento cambie,

cerrar los ojos y enmudecer."

sábado, 10 de mayo de 2014

Mascarada

¿Juzgarías y condenarías a alguien en el transcurso de una fiesta de máscaras simplemente porque, habiendo acudido a la misma disfrazado de cazador –y tu de Caperucita Roja–, su personaje te incomodase e incluso atemorizase hasta el punto de verlo amenazante? Y si ya lo has hecho ¿no sería más cabal detenerte a recapacitar, reflexionar (recuerda «Cogito ergo sum...») y re-conocer que esos disfraces no eran sino las vestimentas de los personaje que ambos pretendíais parodiar cuando aceptásteis libremente la invitación de acudir a la fiesta? ¿No sería más sabio recordar (re-cordare/re-ligare=religion) que tras esas máscaras se halla/se oculta (te hallas/te ocultas) alguien que se vistió de tal guisa para acudir a la fiesta de la vida porque así lo deseaba, porque esas eran las convenciones mutuamente aceptadas? ¿No pensarías que su disfraz cumple un rol tan respetable como el tuyo, ambos libremente escogidos? En la variedad está el gusto, el disfrute, no? Y si alguien se enfada en el transcurso de la fiesta porque has manchado su disfraz por un descuido tuyo, ¿no lo disculparías por la reacción desproporcionada que pudiese tener? ¿te disculparías a ti por tu torpeza? Y si te irrita alevosamente el lenguaje que un invitado utiliza (que, al igual que tu, apropiadamente decidió utilizar para representar al personaje que LIBREMENTE ha escogido), ¿acaso no considerarías disculparle por las consecuencias que su exceso de elocuencia hubiesen tenido en tu sensibilidad particular? ¿No serías indulgente con él igual que contigo mismo por haber reaccionado airadamente y no haberle 'seguido el juego'?...

La esclavitud, ahora más que nunca, está en la mente de cada uno. Igual que la belleza está en los ojos de quien mira, también el juicio respecto de lo que crees justo o injusto, válido o inválido, bueno o malo tiene raíces en el subconsciente (memoria reprimida) de cada uno, es decir, en lo que es la única verdad, el AMOR, ¿Por qué el amor, que es verdad, permanece oculto, reprimido en los bajos fondos de nuestra memoria? ¿No será acaso que no queremos recordar? ¿Y no será que no queremos recordar porque el recuerdo despierta algo de lo que huimos? ¿Y de qué huimos sino de algo que nos atemorice, nos dé miedo, nos resulte insoportable de presenciar/atravesar, SENTIR...? ¿Y qué es eso sino el DOLOR?. 

Sucede que el subconsciente de cada uno de nosotros SE PARECE MUCHO porque las vivencias de cada uno son similares. No en vano hemos convivido durante muchas vidas en un mismo teatro. Y aunque éste haya estado formado por múltiples y distantes escenarios, en apariencia (cultura/creencias, idioma, raza, sexo,...) dispares, ciertamente se parecen mucho en lo esencial, no es cierto?…
Hablamos de ser libres y ciertamente hemos alcanzado hitos en nuestra conciencia al respecto (las mujeres saben mucho de esa lucha). Pero todos sabemos que existe una Libertad con mayúsculas, una que tod@s anhelamos más allá de los derechos y conquistas sociales alcanzadas. Una Libertad que no se alcanza batalllando en el sentido acostumbrado, sino tomando PERSPECTIVA respecto de la Realidad de nuestra Esencia, más allá de las condiciones de vida. Una perspectiva que solo se vislumbra cuando se es capaz de hacerse la pregunta clave: ¿Quién soy?...

"Los importante es no dejar de hacerse preguntas"
(A. Einstein)

Eres Libre cuando SIENTES y consecuentemente SABES, que eres Hijo de una inteligencia creadora, fuente sin duda de todo lo que es. Una inteligencia que no puede tener principio ni fin, una inteligencia que SIEMPRE ha sabido, sabe y sabrá lo que es mejor para ti. Observa tu cuerpo: hay un orden orgánico, genético, innegable dentro de ti. Ni siquiera aquello a lo que tu llamas caos es independiente de ese orden. Como el efecto del batir de alas de la mariposa, nada es independiente, TODO (lo acepte o no tu ego) es INTERDEPENDIENTE. Como fue, ha sido, es y siempre será. No puede ser de otro modo...

No tienes que luchar para SER algo. Sí para PARECER algo. Ya eres perfecto tal como eres y por supuesto tal como has decidido mostrarte/enmascararte. Eres parte indisoluble de esa inteligencia creadora de la que procedes, es decir, que has participado de esa Creación por lo que eres co-creador de todo lo que te rodea y por supuesto de las circunstancias. Eso es lo que significa que eres Dios. Igual que un hijo comparte los genes de su padre y madre biológicos, también tu compartes la esencia de la inteligencia padre/madre de todo lo creado.
No eres esclavo sino de tu creencia en la esclavitud. Eres eterno. Cual turista comprometido con la preservación del entorno que visita, estás de paso por esta fabulosa experiencia en la que, tal juego de rol, tu mism@ decidiste enfrascarte. Tuya es la decisión de comprometerte a hacer de este espectáculo interactivo una experiencia amable. ¿Cómo ibas a echarte la culpa de algo que no es sino la consecuencia de tu libre decisión de experimentarte estando separado de tu naturaleza creadora?. No eres esclavo, eres LIBRE y nada, salvo tu propia convicción y testarudo apego/afección/afectividad respecto de tu reclusión, puede postergar tu despertar a la visión de lo que no tiene principio ni fin. No eres fruto de una circunstancia aleatoria. No estás aquí/ahora por azar. La cíclica fiesta de disfraces está siendo dada por concluida. El teatro precisa remodelación hasta el inicio de la próxima función.¿Oyes el aviso?

jueves, 8 de mayo de 2014

Fin del combate

Atreverse a ser valiente, sin mirar atrás...Dicen que la duda es madre de la pereza e hija del miedo. Y claro que soltar el miedo conlleva a la felicidad. La cuestión para tantos apesadumbrados dubitativos es ¿cómo dejar de mirar atrás? ¿Por qué mirar atrás a pesar de todas las voces (progresistas por supuesto) insistentes en que la vía de la felicidad está en el mañana? De hecho ¿qué es realmente mirar atrás? ¿Por qué es algo tan aborrecible para las "fuerzas progresistas"? ¿Por qué incomodan tanto esas personas, generalmente ancianas ya (a pesar de la juventud que delatan sus documentos de identidad) que permanentemente viven recordando tiempos pasados? ¿a quiénes incomodan? ¿qué se halla verdaderamente tras la etiqueta "progresista" y "conservador"? Habrá que convenir que cuando se "mira atrás" es porque quien lo hace se siente a gusto recordando y quizá se albergan esperanzas de revivir pasados laureles u oropeles ya caducos...Se espera bien que:

-algo que fue, vuelva a ser.

-algo que no llegó a ser del todo, sea.

En todo caso son personas para los que la palabra "mañana" no existe en sus diccionarios.

Por otro lado está quien vive permanentemente en el mañana, planeando, siempre vaticinando futuras conquistas (sociales por supuesto) venideras glorias, parabienes por llegar, juzgando por supuesto el presente de caduco, y huyendo del pasado como de la misma peste. Son personas que esperan que (y se esfuerzan para que) lo que lamentablemente fue y, según ellos, nunca debiera haber sido...no vuelva a suceder.

Todos, independientemente del extremo al que basculen, esperan algo: Reverdecer a toda costa viejos laureles o...que no reverdezcan.

Por supuesto que están quienes te dirán que vaya estupidez tanto una tendencia como otra. Que ni ayer ni mañana. Que la verdadera inteligencia radica en vivir el aquí y ahora. Y ahí se plantan, sin darse cuenta de que ellos también huyen de ambos extremos creyendo estar experimentando el hoy desvinculado del ayer y del mañana.

Pero, ¿y si la verdadera paz radicase en incorporar ambos extremos en lugar de huir de ellos, en integrar polaridades en lugar de combatirlas?

lunes, 21 de abril de 2014

Sueños y pesadillas

"¿Qué significa soñar? Te lo diré. Significa que el sistema límbico*  se halla procesando activamente los sentimientos** Lo hace también de día, durante la vigilia, cuando nuestros sentimientos entran en juego (felicidad o tristeza básicamente). Es solo que durante la noche el sistema revisa los sentimientos no integrados (no sentidos) desde nuestro pasado haciendo lo que su naturaleza le impulsa a hacer ¿que comprendamos el sueño? No. Que integremos el sentimiento censurado, desintegrado de nuestra realidad. Si alguien nos acusa falsamente de algo y decidimos reaccionar/contratacar externamente ante esa agresión (ya sea juzgando/condenando al agresor con argumentos similares, ya sea riéndonos públicamente de nosotros mismos) lo que estamos haciendo es restarle importancia a la herida de que hemos sido objeto. Todo con el propósito de mantenernos 'fuertes' e incólumes, de que quede bien claro de que nadie va a conseguir desestabilizarnos. Lo que ocurre es que toda re-acción, en tanto que sucede, significa una necesidad de defensa. Quien tiene sus sentimientos integrados no precisa de ninguna estrategia para mantenerlos protegidos. Cada vez que disuadimos a nuestro cerebro límbico en su tarea de procesar los sentimientos que afloran, estamos dejando una herida abierta que negamos ver. Estamos perpetuando un irresponsable atentado hacia nuestra integridad, nuestra dignidad. Una herida que nos exigirá permanente anestesia, como ese perro del que se huye y al que en la huida hay que distraer con golosinas para que no nos alcance. Sucede que el perro tiene por meta mordernos si no lo miramos a la cara.
El sistema límbico trabaja arduamente por la noche. Busca en nuestro archivo histórico aquellos eventos en los que estuvieron involucrados nuestros sentimientos. Y se remonta hasta momentos en que los traumas sentimentales (heridas) no pudieron ser integrados (suturados/cerrados) debido a que éramos demasiado jóvenes y frágiles, incluso en etapas preverbales de nuestra existencia. Etapas en las que no pudimos acudir a un sistema defensivo (intelecto) con el que comprender y contextualizar la agresión. El sistema límbico se zambulle de noche, mientras 'duerme' la razón (neo-cortex), a tientas en un mar de sensaciones vagas y de incomodidad. Sensaciones que emergen al responder al llamado del cerebro límbico que acude, cual caballero a su doncella retenida en su torre, a su rescate, a su sanación.
El cortex provee las imágenes y los pensamientos desde el presente. Y el límbico las utiliza para montar un storyboard, una secuencia que de coherencia al sentimiento, que 'ilumine' el descenso a los infiernos que constituye toda pesadilla. Eso es lo que hace el Dr. Janov en su terapia. 
Los procesos del sueño ponen al descubierto el sendero evolutivo que debe ser desandado en el transcurso de la terapia. No acude directamente al pasado emocional. No fuerza la conexión con el dolor acumulado, sino que  se sirve del anclaje del paciente en el presente y se enfoca en la hoja de ruta que delatan sus sentimientos.

* nota: recuerda tenemos tres cerebros en uno: 1. Encéfalo (cerebro reptil); 2. cerebro límbico (sistema nervioso simpático y parasimpático); y 3. Cortex cerebral (cerebro cognitivo), aparecidos evolutivamente por este orden.
** ya escribí aquí con anterioridad acerca de los sentimientos y las emociones. Desde ahí el mismo cerebro límbico guía al terapeuta en el descenso del paciente hacia las profundidades de su memoria. Las ideas, los pensamientos, las creencias van al encuentro de su hacedor, allí/cuando el sentimiento fue cimentado.

Durante años soñé que los nazis me perseguían y no podía escapar. ¿El sentimiento? Desde muy pequeño mi padre era implacable conmigo en sus correctivos y no me daba ni un respiro: "Siéntate con la espalda recta", "no hables con voz nasal", "¿por qué estás ahí tumbado sin hacer nada productivo?" En el momento que sentí esos sentimientos de acoso, de ausencia de amor por su parte, la pesadilla cesó. Los nazis me perseguían en mis sueños, alguien trataba de hacerme daño, porque mis sentimientos lo hacían, buscando liberarse de su confinamiento en mi mente ignorante de ellos (inconsciente). No se trataba de los Nazis. Ellos solo eran un símbolo recurrente de la época (yo tenía apenas 8 años durante la 2ª Guerra Mundial). Para un niño de hoy quizá lo hubieran sido los terroristas islámicos (arquetipos violentos incrustados en el inconsciente de la sociedad estadounidense actual). Así es como desarrollamos símbolos oníricos. Es el mismo proceso. No supe que tras el símbolo (los nazis) se ocultaba mi padre porque mi sistema solo conocía los sentimientos, no la fuente/evento que los forjaba. Hasta que no hube desarrollado una corteza cerebral no pude saber qué era lo que iba mal.
Los sentimientos anteceden a la cognición por lo que esa memoria solo se puede registrar 'límbicamente'. Debemos tomar nota de esta evolución durante la terapia: Atender los sentimientos y su necesaria descarga emocional y luego comprender el contexto (y eventualmente perdonar).
Los traumas logran que distorsionemos (reprimamos) la realidad inasumible de nuestros sentimientos y al mismo tiempo nos proporcionan la clave para sanar: un sueño simbólico ("me persiguen los nazis") para reintegrarla. Volver a experimentar el dolor grabado y soltar la fuerza represora que nos protegía en un principio (pero que a la larga y de la mano del cerebro pensante/cognitivo se ha convertido en nuestro carcelero.."quién te querrá más que yo", "Aquí nunca te pasará nada"...) acaba por reducir la distorsión: se terminan las pesadillas y se da por terminada la asunción de ideas descabelladas acerca de la necesidad de asumir/contratar sistemas de protección respecto de amenazas infundadas. 

La neurosis es sistémica. No está determinada por el sueño. La arrastramos y no nos soltará hasta que le hagamos frente, la encaremos, la integremos...Entonces los pacientes tienen sueños más reales, lúcidos y abiertos.

Tengo pacientes pre-psicóticos que sueñan que están atrapados en una lavadora y que no pueden detenerla...O también: "Estoy en una cueva oscura y no encuentro una luz que me indique el camino de salida". Se trata de pacientes anegados en traumas acontecidos en etapas prematuras de la existencia, etapas pre-verbales, incluso intrauterinas. Sus manifestaciones son delirantes porque el recuerdo no puede ser explicado con palabras pues en el momento de acontecer el trauma no había palabras para explicarlo. A estos delirios los llamo 'de primera linea' pues se vinculan al primer cerebro, el encéfalo, el que gestiona estos recuerdos.

Los sueños de segunda linea son más intrincados y elaborados que los anteriores y tienen una estructura (relato) más coherente desde una perspectiva racional, digamos. Se sostienen con algunas palabras. Sin embargo son más difíciles de comprender porque su elaborada trama esconde 'mejor' (con más astucia) lo que ocultan. Por ejemplo: "Soñé que iba a ver a mi antiguo profesor e intentaba hablar con él, pero no había modo de que me comprendiera". El sentimiento real es: "Nunca pude acceder a mis padres ni conseguir que me comprendiesen."

En resumen, tener sueños no simbólicos es un buen índice de que un paciente se está recuperando. Lo corroboramos comprobando los signos vitales: niveles de cortisol, cambios conductuales y muchas otras medidas.

Nos sanamos sistémicamente."

Arthur Janov
Primal Center
Los Angeles, Ca. USA

domingo, 6 de abril de 2014

El origen de las emociones

 

Todo lo que necesito

Esta errabunda humanidad que entre todos conformamos (confío que hay otras menos primitivas) y que no deja de enjuiciarse se obstina en mantener vivo un eternizante debate entre las polaridades hasta el extremo de nutrirlo cuando, exhausto, el debate da muestras de fenecer. Un debate entorno a las fuerzas antagonistas (femenino/madre-padre/masculino) cuya danza ha gobernado, alternativa y cíclicamente, los procesos vitales sobre este planeta y sin cuyo roce este mundo literalmente no hubiera sido posible. No hace falta remitirse a los tópicos en materia de insultos (femenino/coñazo vs. masculino/cojonudo) para darse cuenta de que la dualidad se reviste de semánticas polarizantes muy arraigadas en la dialéctica cotidiana:

· diestro/positivo-siniestro/negativo
· conservador-progresista
· versátil/flexible-pragmático/obstinado
· intelectual/racional-ideal/intuitivo
· singular/individual-colectivo/plural
· fracción-entero
· disperso-conjunto
· divisorio-multiplicadora
· propiedad-alquiler
· acción-pasión
· sístole-diástole

...facetas de nuestra naturaleza aparentemente enfrentadas pero que en realidad corresponden a dos caras de una misma moneda. Dos caras simbólicas que representan claramente las dicotomías entre:
· Los dos hemisferios cerebrales/corticales, heredados cuando nuestros parientes homínidos más cercanos (homo erectus) mutaron a humanos (homo sapiens).
· Las dos caras de la Luna. Al igual que el reprimido hemisferio derecho/femenino reprimido por la sociedad patriarcal, también nuestro satélite orbita alrededor de la Tierra mostrándonos tan solo una cara visible y luminosa, quedando oculta otra a la vista. Una circunstancia que pronto va a ser 'corregida'.

La eterna pugna de la coexistencia entre el bien y el mal que habita en cada un@ de nosotros no consigue no obstante opacar nuestro profundo anhelo de alcanzar la redención y la paz tras el sempiterno conflicto. Comprender que, víctimas de las circunstancias que nos hemos creado, la solución no pasa, como bien descubrió Mandela (tras su particular noche oscura del alma en su confinamiento de Robben Island) por derrotar al enemigo, sino que está en la síntesis/unión de los opuestos. Todas las legítimas batallas ya han sido batalladas. No hay ningún conflicto nuevo bajo el cielo. Muchas generaciones han nacido y muerto sin 'resolver' esencialmente sus disputas. No resta ya nada por lo que combatir, nada por lo que realmente luchar o defender o rescatar salvo la consciencia universal acerca de nuestra naturaleza. Comprender nuestro destino en un contexto más amplio que el de 'de la cuna a la sepultura'.

El debate acerca de nuestro origen y las causas de nuestra presencia sobre la faz de la Tierra ha conducido al enfrentamiento entre evolucionistas y creacionistas y todas sus ramificaciones político-religiosas. Un debate que ha empantanado la consciencia y que no puede seguir ya infectando la convivencia. El dolor es demasiado grande como para permitirnos el lujo de seguir intentando tener la razón incluso, en último término, acerca del misterio de la vida, pues éste probablemente nunca nos será revelado en su totalidad, ni falta que hace, verdad?.

Reemplaza en esta canción de Melody Gardot las palabras "Boys/Chicos" por "hemisferio izquierdo" y "chicas/girls" por "hemisferio derecho", y destaparás una importante clave. Es el amor, lo que pide definitivamente paso...

Boys like to think they can have it all
-Los chicos gustan de creer que lo pueden conseguir todo
Well they don't know they're still so small
-Me parece que no saben que en sus mentes son tan pequeños...
All that they see is live is opportunity
-Todo lo que ven es vida, oportunidad
Guys like to think they'll get any girl
-Los chicos gustan de pensar que pueden tener a cualquier chica
That just one look, one quick twirl
-Que tan solo una mirada, una pirueta
That these acts alone will buy him a way into my home
-que la mera comisión de estos actos les abrirán las puertas de mi casa
No well they don't know, no they don't know
-No, no saben, no saben...
All that I'm dreaming of
- todo en lo que estoy soñando
They don't know you know that they don't know
-No saben, ya sabes, no saben lo ignorantes que son
That all that I need is love
-No saben que todo lo que necesito es amor.
So much of these times have been physical
-Tantas veces le he dado importancia a lo físico
Well all the love now where'd it go?
- pero, ¿a dónde fue todo el amor?
Could it be my words are all together totally absurd
-Podría ser que mis palabras son en conjunto totalmente absurdas
All of the men I know laugh at me
- Todos los hombres de ríen de mi
They don't listen, they can't see
-No escuchan, no pueden ver,
I'm falling apart 'cause no one will acknowledge my heart
-que me estoy resquebrajando porque presta atención a mi corazón
No they don't know, no they don't know
-No, no saben,
All that I'm dreaming of
-todo aquello en lo que sueño
They don't know, you know that they don't know
- No saben, ¿entiendes?, que no saben
That all that I need is love
-que todo lo que necesito es amor
So I'll take my thoughts and just walk away
-Así que me iré con mis pensamientos a otra parte
Well I've said all that I can say
-Ya he dicho todo lo que podía decir
But I'm still dreaming of
-Pero todavía sueño
The day that I will find my love
-con el día en que encontraré mi amor



Afortunadamente las cosas están cambiando (no sin dolor) y la balanza otrora descompensada está recuperando su natural equilibrio. Aunque parezcamos navegar sobre las procelosas aguas del irremediable caos ("nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio" J.M. Serrat) toda crisis no es más que la antesala de un salto cualitativo vertiginoso hacia un nuevo escenario. La escuela de la vida renueva sus instalaciones para acoger a un número creciente de alumnos.

viernes, 7 de marzo de 2014

Todos los caminos acaban conduciendo a...

¿Cómo fue que llegamos aquí?, ¿de dónde brota la difusa pero incontenible sensación de que el verdadero extraterrestre no es un ser exterior a nosotros sino el mismo ser humano?

Las generaciones se suceden una tras otra entregándose el testigo de su frustración por no saber resolver el enigma que atenaza a la misma humanidad: su creciente sensación de desubicación respecto del resto de especies y formas de vida que, pueblan este mundo al que llamamos planeta Tierra, y que demuestran estar, a diferencia de nosotros, equilibrada y armónicamente integradas en él. ¿Somos producto de millones de años de lenta evolución o Darwin estaba completamente equivocado y las teorías creacionistas están en lo cierto y la presencia humana sobre la Tierra no va más que los 6000 años que separan Babilonia de Hollywood?. Ambas teorías, hoy más enfrentadas que nunca, si cabe, exponen la cúspide del neurótico conflicto existencial que padece la especie humana. ¿Merecemos habitar este planeta?

La muy lastrante -y ya insoportable para muchos- sensación de culpabilidad cargada desde el advenimiento de la consciencia ecológica que nos acusa (y condena) como indiscutibles alteradores del ordenado y armónico ecosistema que nos rodea reclama una liberación, una solución, que ahora va más allá del freudiano psicoanálisis e incluso las terapias sistémicas. Una solución que -por mucho que se repita nunca tendrá el suficiente eco- pasa por reorientar la focalidad para "redescubrir el universo interior" alejado de (taponado por...) los narcisistas aspavientos de nuestro secular narcisismo. Una propuesta que sin duda lleva casi 70 años en cartel desde aquellos maravillosos años 60 del pasado siglo, y que altera sobremanera y consecuentemente puso desde entonces en modo defensivo a la parte pragmática (intelectual) de la que el hombre "desarrollado y civilizado" está dotado: el ego.

El hombre moderno (homo sapiens sapiens) ha sembrado desde su patente desconexión/inestabilidad física, mental, emocional (y consecuentemente espiritual) caos y desorden sobre la realidad del mundo en el que reside. Un delirio que los últimos 50 años ha visto alcanzar picos inverosímiles con el advenimiento de la tecnológica virtualidad cargada de dispositivos destinados a favorecer la desconexión. Una desconexión que lejos de suponer un alivio a su desequilibrio lo empantanan más si cabe en su intento de evadirse de su particular infierno. Una febril carrera a otros mundos desde uno que el hombre civilizado presiente como ajeno, un lugar al que íntimamente considera que no pertenece, donde considera haber "sido puesto" contra su voluntad. Un mundo extraño con cuyas amenazantes y fascinantes diferencias (biodiversidad) ha experimentado y manipulado científicamente, pero con las que todavía no ha logrado confraternizar. Un mundo que aún no termina de percibir como enteramente familiar en virtud del vago anhelo de querer "regresar a casa"...

El drama del despertar a la conciencia unificadora de nuestra pertenencia ancestral por parte materna (evolución) a este mundo y al mismo tiempo por vía de la intervención puntual y escalonada por parte masculina (Creación) pasa inevitablemente por sentir (femenino/hemisferio cerebral derecho) en toda su magnitud la agresiva repercusión (masculino) generada al siempre agradecido y generoso entorno que nos aloja (aloha). Un sentimiento que pesa sobremanera en la aturdida mente de una creciente parte de los individuos, entre los que te encuentras sin duda tu, querido lector. El despertar del sueño/pesadilla y el consecuente acceso a la consciencia completa no está siendo fácil. Nadie dijo que fuera a serlo, verdad?...

Del amplio abanico de ramificaciones que se derivan del conflicto existencial emerge uno, por no decir el principal, entorno a los que orbita el crítico drama que como especie nos compete: la sexualidad.

El mismo conflicto actual respecto del significado de las relaciones sexuales entre los individuos testimonia fehacientemente la confusión de la especie humana entorno a su verdadero origen y su "razón de ser". Un conflicto que lejos de apaciguarse afortunadamente parece converger hacia el mismo epicentro del seismo, cuya realidad, por censurada que haya permanecido, no puede seguir ya más oculta. Y ya sabemos que el único lugar y momento donde se está "a salvo " de los vaivenes y desequilibrios que el despetar a la verdad oculta conlleva es el mismo vórtice del huracán. Y hacia allí/aquí (adentro) nos estamos dirigiendo indefectiblemente.

El drama de la Creación y los relatos/registros pasados de tiempos de revelación futura están ampliamente descritos, aunque a penas están siendo adecuadamente atendidos ni mucho menos comprendidos o asimilados. De todas maneras "la comida está servida". Sólo nos falta, por así decirlo, decidir ocupar el lugar que nos corresponde en el banquete de la revelación (Apokalypsis) y recordar qué cubierto corresponde a cada plato...

En la actualidad, si bien existe un hilo de luz haciéndose paso en la oscuridad en lo que concierne a las relaciones sexuales, éstas siguen siendo estrictamente físicas. Se conciben como la unión de dos cuerpos físicos. A veces, cada vez con mayor encono, entran en juego las naturalezas (bagages) emocionales de ambos individuos, lo cual acaba generando conflictos que disparan la tensión de dicho encuentro. Conflictos de intereses que son o bien combatidos o bien eludidos pero rara vez integrados. En cualquier caso el sexo se asume como una vía de liberación de tensiones que de otro modo ciertamente amenazan con implosionar.

En muchas ocasiones, durante el encuentro de dos cuerpos físicos, una de las polaridades implicadas permanece impávida, como inerte, fría (frígida) y desinteresada físicamente (frigidez, flaccidez) si bien su plano emocional está altamente activo, mientras que su compañero/partenaire se halla emocionalmente desconectado y lógicamente concentrado en exclusiva en su descarga (liberación) física. Ese es el perfecto y habitual caldo para encender la sempiterna chispa de la discordia ("tu no me quieres/respetas/buscas lo que todos...). Sin embargo rara vez sucede que la danza de los cuerpos y las emociones armonizadas dejen paso al encuentro sexual de las mentes, lo cual es el anhelo de ambas mitades (masculino/empírico-femenino/sentimental) por fundirse en el perfecto abrazo, integrador del eternizante conflicto que los distancia. Rara vez se unen dos mentes durante el acto de la cópula sexual, en fusión realmente coordinadora y colaboradora de los tres planos esenciales (físico, emocional y mental...hay muchos más) , lo cual es, a estas alturas, verdaderamente triste. Una perspectiva que astrológicamente tiene ya una fecha de caducidad. Está llegando el tiempo en que esa idea caduca de concebir la fusión sexual sea desterrada. Y nos estamos dando cuenta. Las relaciones están cambiando pues los paradigmas pasados ya no se sostienen. La respuesta está flotando en el viento...

Cuando la unión de las dos mitades (padre-madre, vida-forma de vida, Yan-Yin, pragmatismo-intuición, intelecto-sentimiento...) sean correctamente integradas en los tres planos esenciales y concluyamos que creacionismo y evolucionismo no son sino las dos caras (no opuestas sino ocultas y enfrentadas hasta ahora) de la MISMA moneda, entonces tendremos resuelto no solo el problema sexual sino que testimoniaremos la restitución de la relación marital sagrada, la auténtica unión de las mitades separadas. Mientras tanto "la nave va" y discurrimos por los (inevitables?) y finales meandros del río de la vida decididos irremediable-mente a abocar al mar de la integración anhelada: el amor.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Por mucho que te empeñes...

Hay veces que un video resume todos los cientos de palabras que has utilizado en la vida para explicar algo. Bueno, éste es el caso.



gracias, delika tesse.

viernes, 14 de febrero de 2014

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¿En qué estación estás?

Hay momentos para todo en la vida, verdad?

Hubo un momento en que no teníamos alforjas y nuestro único equipaje, si así se le puede llamar, era la inocencia. Eramos. Simplemente. Nadábamos en las tibias aguas de la desinteresada aceptación. Conocíamos el amor incondicional. Sucedió hace miles de millones de años.Todavía me acuerdo...

Viajar y vivir experiencias no era concebible dentro de esos parámetros, no figuraba dentro de nuestros rango de opciones.

Le siguió una toma de DECISIÓN: despedirnos de la inocencia. Mejor dicho experimentar que nos abandone. Esa fue la 1ª fase de nuestra apertura de CONSCIENCIA. Por supuesto que aceptar desprenderte de algo esencial e incuestionablemente tuyo solo es posible si decides reemplazar la pérdida del 'calor' de la seguridad y perfección con algo suficientemente 'motivante'.
¿Qué podía ser?...mmm...Eureka!, será algo cuya naturaleza sea 'opuesta' a lo conocido: la inseguridad. Decidido. Pero ¿cómo hacer para que la inseguridad y todas sus DOLOROSAS consecuencias sean experimentadas plenamente sin riesgo de abandonar esa voluntaria experiencia a las primeras de cambio? No va a ser fácil ser consciente y a la vez aceptar ser arrancado de la REALIDAD. Mmmm...veamos, necesitábamos una herramienta que nos permitiera anclarnos a la sin duda dolorosa experiencia elegida por el valiente turista. ¿Qué puede ser lo suficientemente efectivo como para impedirnos VER lo obvio (la inocencia). Una venda en los ojos!, la ficticia e 'ilusoria' percepción (Velo de isis, Maya...) de ser ignorantes en una dosis lo suficientemente potente como para poder aceptar la experiencia de la CULPABILIDAD.
Negar la Realidad (ceguera voluntaria) e incorporar la creencia en la esclavitud como algo no solo inevitable sino deseable fue todo uno. Ese momento duró muuuucho tiempo (ríete de tus calendarios...Vamos, hazlo! te ayudaré: jajajaja).

Cuando has olvidado (borrado de tu memoria) tu eterna comprensión de lo esencial, TE CREES ignorante. Ahora empezamos a comprender que ese era el único modo de aceptar fácil/dócil-mente las falsas/irreales directrices del programa matricial que consensuadamente decidimos jugar.

Pero como todo viaje programado (vía crucis) que -lo creas o no– ya ha alcanzado su perigeo, siempre llega el momento de 'regresar'. Un regreso sin duda doloroso, no porque ahora haya zarzas en el camino que antes no hubo. Se trata de algo paradójico: llegar al destino desandando la misma senda, pero esta vez sin anestesia, es decir SINTIENDO el dolor negado en la huida/exploración.
La estación que se avecina y en la que forzosamente hay que detenerse (aunque ojo, no apegarse porque obviamente no es el final de la Odisea) es obviamente el abandono de la ignorancia.
¿Con qué reemplazamos la ignorancia, la inconsciencia? ¿Qué estado anímico es imprescindible abrazar/sentir en nuestro 'regreso' a la inocencia? Veamos,...si una primitiva olla, que un día sirviera para cocinar lenta y apacible-mente, fue repentinamente 'mejorada' incorporándole un dispositivo que implica ejercer 'presión sobre el vapor (por supuesto con la mejor de las intenciones =para que los alimentos se cocinen más rápida/efectivamente) y esa presión te ha acabado por volver loc@ (algo perfectamente normal), habrá que convenir en que recuperar la salud original pasa ineludiblemente por LIBERARSE de esa presión. Restaurar la conexión con la inocencia precisa de la liberadora expresión de las emociones (estallidos de incomprensión), estupefacción, indignación, ira, cólera... ¿En qué contexto/escenario? ¿Qué mejor y más idóneo escenario que el de la misma crisis que provoca ese 'estallido'?. Un escenario catárquico necesario...que puede volverse adictivo hasta el punto de obnubilarte tu condición de viajero. sacar la rabia y no quedarse empantanad@ en el proceso de expulsión...Ese es el dilema, verdad? Un dilema al que solo la especie humana está abocado, si te sirve de consuelo (será que allí radica nuestra grandeza como especie?). Si te atascas en esa obnubilación serás tentado a evadirte de la escena por una puerta falsa/atajo/trampilla (todos los escenarios tienen 'trampa') por la que lamentablemente no se accede a la seguridad de los camerinos.

Tras el tránsito por la estación de 'indignad@s' (y a menos que decidamos quedarnos en ella) continuaremos hacia la estación final: la paz, que no es sino la recuperada inocencia original, con el aditivo de la experiencia acumulada, lo cual le confiere un sabor especial. ¿En que estación estás?