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martes, 12 de julio de 2011

El Poder de tu propia Esencia

Hoy he venido para hablar con todos vosotros. ¡Yo os conozco tan bien! No sabéis cuánto os conozco. Yo muchas veces estoy con vosotros porque mi corazón está conectado con vosotros. Yo veo vuestras penas; yo presencio vuestras alegrías, preocupaciones, sufrimientos. Y me gustaría mucho hablaros sobre el poder que reside en vosotros. El poder de vuestra propia conciencia. El poder de vuestro propio ser. El poder de vuestra propia alma. 


Con mucha frecuencia vosotros todavía sseguís buscando. Una y otra vez, estáis buscando soluciones fuera de vosotros. Pero en cuanto tratáis de ‘calzar’ estas pseudosoluciones dentro de vosotros mismos, ellas ya comienzan a esfumarse. 
Comprended que sois el centro de vuestro ser, el sol de vuestro propio universo. 
La dirección de vuestra conciencia y lo que está a tono con el deseo decide cómo os váis a sentir; cómo pensáis, cómo actuáis. Dirigís estas cosas desde vuestro profundo interior, como un sol dirige sus rayos hacia fuera. 
Si creéis que hay aspectos/cualidades de vosotros mismos sobre las que este sol interno no debe hacer brillar su luz, lugares que no merecen ser iluminados, que hay atributos vuestros que no merecen ser entibiados con sus rayos, cualquier situación o circunstancia que encontréis en vuestro camino os confirmará estas creencias.
Si os consideráis desmerecedores de la gracia divina que portáis en vuestro interior, ésta no solo no se manifestará y se retirará, sino que desgraciadamente esa actitud comportará una inevitable bajada de ‘defensas’ , situación que aprovechará el lado oscuro de vuestro subconsciente (Ego) y el de otras entidades, para acosaros igual que hacen los que se han endurecido y necesitan mutilar la integridad de los débiles. Estos egos (propios y ajenos) han descartado, en un nivel inconsciente, ser merecedores de los parabienes que residen latentes en su interior, a la espera –cual paquetes de regalos navideños– de ser desempaquetados. Ese acoso al que voluntariamente aceptáis veros sometidos genera en vosotros dos posible reacciones como respuesta que van ambas desgraciadamente de la mano: la agresividad (psico-física) para con vosotros mismos (negación de autoestima, acumulación de culpa, masoquismo…) y para con los demás, como consecuencia de la violencia sufrida. Violencia que se manifiesta especialmente para con aquellos que más proximos se hallan en vuestro entorno (familia), aquellos con los que interactuáis con un tácitamente pactado código de conducta cuyas reglas permiten la agresividad y la violencia en niveles psíquicos y consecuentemente físicos.
Es de esa rueda de confusión de la que necesitáis salir. 


Del mismo modo, la ayuda o el consejo de algún otro sólo dispuesto/a a ayudaros solo puede tener efecto en vosotros si permitís que su propia luz interna haga brillar su luz sobre el aspecto acera del cual necesitáis ayuda. 
Siempre es decisión de vosotros poner estos aspectos a la luz, y abrir la puerta. No hay nadie más quien pueda forzaros a hacer esto. De hacerlo estaría transgrediendo una de las leyes universales más inquebrantables: la ley del libre albedrio. Ésta es la razón por la cual nadie puede ayudaros si ustedes no os permitís ser ayudados. Y esto vale para la ayuda procedente de seres ‘terrestres’ como para la ayuda disponible desde nuestro lado/dimensión. 


Las convicciones están vivas, latentes dentro de vosotros, y os hacen pensar que carecéis de la fuerza necesaria para encontrar vuestro propio camino, para sentir de nuevo vuestro propio destino. Estas convicciones están ligadas a un pasado en el cual habéis estado perdidos durante mucho tiempo. Y estoy hablando en particular sobre un pasado aquí en la Tierra, un pasado de muchas vidas terrestres en las cuales habaéis experimentado mucha oscuridad. 


Debéis ahora saber que esta historia no ha ocurrido sin sentido. 
Es una historia en la que habéis sido enfrentados a mucho miedo y en la cual el miedo ha ensombrecido vuestro sol/luz interior. 
Pero ahora todos estáis lentamente despertando. Partes de vosotros ya estáis nuevamente en la luz, pero también hay muchos aspectos y facultades que permanecen todavía en la oscuridad, ensombrecidas por el miedo y la inseguridad en vosotros mismos. Quiere decir que muchos ya sabéis que la violencia no conduce a nada. También sabéis que la violencia es una actitud que habéis adoptado tras muchas vidas sufriendo como víctimas. 


Podéis comparar esta oscuridad interior con la de un niño que está perdido. Una parte de vuestra alma es un niño perdido. Ha perdido su camino en un pasado de dolor. Pero el pasado no es una cosa estática. Como Gerrit ha dicho (en su introducción esta mañana) el tiempo es en cierto modo una ilusión. Nada está irrevocablemente perdido en el tiempo. No hay puertas cerradas e infranqueables. 
Ese niño perdido está dentro de vosotros, aunque fragmentado en el pasado. Pero puede ser llamado para que vuelva. Y ¿quién lo va a invocar?
Esa es la buena noticia. Vosotros sois sus padres, los únicos que podéis querer a ese niño, que podéis abrigarlo y traerlo nuevamente a la vida de la que un día decidió ocultarse. 
Porque hay algo que también quiero deciros. Habéis olvidado cómo vivir. Sois muy buenos en técnicas de supervivencia, pero vivir realmente, eso es mucho más excitante, inspirante y maravilloso. 


Y es justamente la parte de vosotros, la que posee más habilidades en vivir, la que ha sido perdida.
Perdida en una clase de laberinto del pasado. Perdida en una acumulación de hechos que fueron traumáticos para la conciencia.
En todo ese tiempo os habéis encarnado aquí, en la tierra. Al nivel del alma habéis estado desarrollándoos como lo hacen los niños hacia la edad adulta. En ese sentido vinísteis a la tierra como niños, haciendo propias muchas experiencias, y muchas experiencias no han sido totalmente comprendidas. Ahora estamos llegando al final de un cierto período de tiempo, un cierto ciclo en vuestro desarrollo, y es tiempo de elevarse sobre las experiencias que no han sido comprendidas: de llegar a ser padres. De ser el padre y la madre de vuestro propio niño interior. 
Y sobre esto es que quiero hablaros: el poder en vosotros de elevaros por encima del niño interior herido. 


Vuestro niño interior es la víctima de muchas experiencias que no han sido comprendidas por vosotros. 
Yo os estoy diciendo: la herida más profunda es la herida interna del niño abandonado que lleváis dentro. 
El niño que no sabe qué le está sucediendo, el niño que ha sido abandonado, que está asustado, que no tiene el marco de referencia para ser capaz de comprender. 
En cierto modo, comprenderéis que este abandono fue una experiencia consecuencia de vuestra más profunda elección, y un acto de creación verdaderamente divino. 


El dolor profundo que ustedes habéis sentido cuando comenzásteis solos vuestro viaje –un viaje de experiencia– fue, al mismo tiempo, un acto creativo. 
Porque al soltaros vosotros mismos, como almas de la gran totalidad, del Padre-Madre-Dios que todo lo ampara, os estáis permitiendo experimentar el descubrimiento de una gran cantidad de situaciones, de sentir muchas cosas. 
En la etapa actual de vuestro viaje, donde aún persiste un fuerte dolor interior, es difícil ver cuál es el significado más profundo de este largo viaje a casa. 
Pero quiero aseguraros que sois hermosos seres de luz, con gran coraje y una gran confianza en el creador, de otro modo nunca hubieran iniciado este ‘viaje’. 
Lo que quiero recordaros es esa chispa de coraje, creatividad y luz que se aloja en vosotros mismos. Sentid esa chispa otra vez en vuestro corazón, reconectaos con ella. Sabed que tenéis el poder de permitir que el niño/niña interno/a vuelva a la vida otra vez. De permitirle cantar y jugar. 
Éste es un símbolo muy fuerte, el niño interior. 


El viaje comenzó con un niño perdido y abandonado, dejado solo en la oscuridad. 
El viaje finaliza con un niño que brilla repleto de felicidad y luz. La única cosa que necesita para llegar ahí, es un adulto que le inspire confianza, lo tome de la mano y lo quiera. 
Y eso es lo que ya sois: guardianes del niño/niña que está dentro de vosotros. Y sabed que ese mismo niño es el fruto más grande, el regalo más grande de alegría que podéis daros a vosotros mismos.


El tiempo ha llegado. En este punto cronológico de la historia es momento de recuperar y juntar las partes perdidas de vosotros mismos. Es tiempo de estar en el centro de quienes sois. 
Deberíais daros cuenta de que este centro no es algo viejo, a lo cual regresáis, sino algo nuevo.  


Estáis, a vuestra manera en una nueva realidad; un nuevo nivel del ser que sois que no estuvo ahí antes. Como una espiral que vuelve a pasar por un mismo punto pero en un estadio superior. Y sin embargo tiene una apariencia de retorno, de regreso, en el sentido de que reconocer vuestra propia divinidad se siente como ‘regresar a casa’, agita una memoria de la antigua sensación de unidad y armonía que conocísteis antes. 
Pero es la primera vez que encarnaréis esa sensación de unidad puramente y solamente desde vuestra propia conciencia. Retornaréis a la Luz sin tener que ‘entregar’ vuestra individualidad. 


Una vez restituida la unidad en vuestro interior, una vez recuperada la conexión con vuestro niño interno, caminaréis juntos: ser Divino y ser individual, ser Uno y ser único. 




Llegados a este punto me gustaría invitaros a hacer vuestras propias preguntas. 






Pregunta 1 
–¿No está la historia de Jeshua en desacuerdo con la idea de que el tiempo es una ilusión? Todo el tiempo se habla aquí de una historia y una evolución. Por lo tanto debe haber un movimiento, una marcha hacia delante. (Explicación: Gerrit ha hablado, en su introducción, acerca de cómo todas las experiencias son parte de y permanecen en la existencia en un gran momento del Ahora, y en ese sentido nada se pierde para siempre en el tiempo, ver también su sitio web Life and Consciousness) 


–Ciertamente hemos hablado acerca de un pasado y una historia, lo cual es realmente una acumulación de experiencias que acumuláis dentro de vuestras almas. Aquello de lo que estamos hablando, en términos de una cronología, es simplemente una herramienta; y es también una manera humana de hablar para dejaros claro que os halláis en un proceso de transición. Un proceso siempre tiene una línea de tiempo. A la vez es verdad que la conciencia, vuestro ser más profundo, no está ligada al tiempo ni al espacio, al igual que vuestro ser más profundo no está ligado a un cuerpo sobre la tierra. 
En el movimiento hacia vosotros mismos, al reencontraros nuevamente con vuestra divinidad, vosotros, como quien dice, trascendéis el tiempo. En ese sentido, no interesa y carece de relevancia si la experiencia traumática que os victimizó, sucedió ayer, un siglo atrás, o en qué vida. La energía del trauma está presente dentro de vuestro ser, en vuestro aura o campo de energía. Eso es lo importante. En el momento en que sanáis un trauma, estáis transformando el pasado. Y el pasado alterado genera un nuevo presente. 


Por lo tanto quisiéramos deciros que el pasado está presente tal como un campo de energía. 
Imaginad que estáis en el centro de un campo que os rodea, que vibra y que es influenciado por el uso que dáis a vuestra conciencia. Estáis interactuando con el pasado: en ese sentido no es fijo. En ese sentido no hay contradicción al hablar acerca del pasado y al hablar acerca del momento del Ahora en el cual aún todo está presente. 
Podéis hablar acerca del pasado, en el sentido de un número de experiencias que habéis acumulado. Con todo, ese mismo pasado sigue siendo un campo de energía que todavía es accesible libremente. Por lo tanto podéis decir que todo está aquí, ahora. 
Espero que esto lo aclare de alguna manera. 






Pregunta 2. 
–Tú estás hablando acerca de nuestra alma y nuestro ser y nuestro cuerpo. Me gustaría tener un poco más en claro la diferencia entre estas cosas. 


–Es muy difícil separar la realidad de la conciencia en pequeñas partes y etiquetarlas. Pero uno podría decir que en el medio de todo está el sol. Usamos el sol aquí como un símbolo de vuestro centro más profundo. Podéis llamarlo también vuestro Ser…no tenemos una preferencia por términos específicos. Este sol irradia hacia fuera y se manifiesta en la materia, en el espacio y en el tiempo, dentro de la limitación de la forma. 
Las formas se pueden nombrar. Podríais decir que el cuerpo es la forma que tiene la mayor densidad en la cual un alma se puede manifestar, en la cual se revelan sus cualidades, matices y aspectos. 
Podríais decir –aunque esto queda sujeto a las definiciones– que el alma es una entidad que permanece inmutable a través de diferentes vidas, pero que ‘vive’ experiencias nuevas en el proceso. Además el alma es la parte de vosotros que se reencarna una y otra vez, como alumna que regresa al aula de aprendizaje. En tal sentido el alma es, en parte, una entidad o forma susceptible de desarrollarse con el tiempo, de ‘cambiar’, de crecer, independientemente del cuerpo. Pero también hay una chispa Divina habitando en el alma, desligada del tiempo y sin forma. Es la Conciencia pura. A esta parte suelta la podríais llamar vuestro Ser o Espíritu. 
Recordad la imagen del sol que irradia vuestros rayos. El sol junto con vuestros rayos sois vosotros. Cuando los rayos se alejan más del sol se tornan propensos a la ilusión y al miedo. En estos rayos podríais dibujar divisiones y ponerles un nombre: ‘ser’, ‘alma’, ‘cuerpo’.  


Algunas veces eso cumple un propósito, aclararos las cosas. 
Pero no estamos tan atados a definiciones específicas. 






Pregunta 3 
–Yo frecuentemente trato de propagar las cosas que yo sé y siento dentro de mí, pero me encuentro con que no soy comprendido por las personas que me rodean. ¿Cómo debería tratar con esto? 


–Cada persona tiene su propia realidad de conciencia. Tú podrías imaginar aquella realidad, si usamos una vez más la imagen del sol, estando a un cierto punto o paso en el rayo del sol. 
Si tú sientes dentro de ti la chispa de la conciencia de Dios y la unidad de todas las cosas, tu energía, tu radiación energética, puede estar confrontando a otros. 
Específicamente a las personas que obtienen su seguridad de las ‘leyes de la limitación’: los reglamentos de la comunidad que dicen qué puede o no puede ser, o qué es permitido o posible. Estas leyes (modelos de pensamiento colectivo) están basados en el miedo. 
Cuando tú rompes esas leyes con la luz de tu conciencia, tu radiación energética le dice a la gente que tú puedes trascender las leyes de la limitación, y esto podría despertar celos, rencor e incomprensión, porque tú estás hablando y radiando desde una fuente que es desconocida para los otros. 
También, puede haber temor en las personas que te rodean, porque ellos no comprenden cómo tú eliges tus caminos en la vida. Cuando tú estás viviendo realmente a través de tu intuición, a través de tu propia fuente de verdad, las decisiones que tú tomes en tu camino podrían ser vistas como impulsivas, caóticas, increíbles. La voz de tu alma no se mantiene atada a sistemas o reglas. Esto pude tener un efecto contradictorio en tu entorno. 
Es importante que no te dejes perturbar por esto, y mantente volviendo al silencio de esta fuente interior, porque ahí yace tu propio poder. 
También es importante, cuando tú estás recibiendo mensajes desde esa fuente interior silenciosa, intuitiva, realmente arraigar esos mensajes; conectarlos a la tierra. Tú consigues esto permitiendo a la energía que sientes en ese momento (la energía de: ‘ésta es mi verdad’) fluir toda a través de tu cuerpo e imagínate a ti mismo realmente firmemente conectado a la tierra. Esto te da la fuerza para vivir realmente desde aquellas intuiciones e impedir que te desconcierten las opiniones de los otros. 
El campo de la energía colectiva, o lo que yo llamo ‘las leyes de la restricción y el miedo’, puede estar presente de un modo penetrante en tu entorno. Es un campo colectivo de conciencia que es sostenido por una masa de personas que aún no han elegido vivir desde su propia luz y desde su propia verdad.  Debido a la presencia de esta influencia, es realmente importante facultar a tu propia verdad arraigándola profundamente dentro de tu cuerpo y a la tierra. 






Pregunta 4 
–¿Es realmente posible que yo haya visto la imagen de Jesús? ¿Qué la radiación de su corazón me haya capturado tanto? ¿O fue sólo un sueño? 


Tú eres tan amada por mi y yo estoy tan cerca de ti. Tú siempre me has visto y me has sentido, incluso si no fuiste consciente de eso todo el tiempo. Estamos fuertemente conectados. 
Tú siempre puedes sintonizarte a mí, a mi energía, al estar de buen ánimo. Solo confía en tu intuición, en tu percepción. 
En el momento en que tú tuviste esa experiencia, y ahora mientras la estás teniendo, tú estás en el centro de tu poder. En cuanto empiezas a dudar, la pierdes y se vuelve más oscura, y comienzas a dudar de todo. 
No te cuestiones a ti misma. Tú eres la fuente de poder en tu propia vida. 
Por supuesto que fui yo quien estuvo contigo. No deberías pretender que es extraño para mí estar contigo, porque yo estoy profundamente conectado con el camino de tu vida, con tu camino hacia la luz, hacia la verdad. Y donde quiera que sea posible, yo estaré contigo y estaré a tu servicio. 
Yo soy un campo de energía. Yo he sido un ser humano, pero también soy de una realidad que no está unida al cuerpo, al tiempo y al espacio. Por lo tanto yo puedo estar ahí siempre para ti. Tú siempre puedes sintonizarme. 
No es algo que tengas que aprender, no es algo que tengas que estar iluminada para hacerlo; simplemente está ahí. Al igual que el amor siempre está ahí. Tú no tienes que trabajar para eso. No tienes que hacer nada. Sólo permítete recibir. 






Pregunta 5 
–¿Cómo podemos contactar esa nueva forma de conciencia de la cual tú estás hablando? 


–Vosotros ya estáis en contacto con esa forma de conciencia y también la estáis sintiendo. 
Sois todos como abejas, zumbando alrededor de un panal, y vuestros corazones están bulliendo. Algo en vuestro interior está murmurando y vibrando, algo que sentís fuertemente que os está diciendo: dejadnos ir allí, tenemos que estar allí. Por lo tanto el reconocimiento ya está allí. 
Sólo podéis reconocer algo que, en cierto modo, ya conocéis. 


Sólo que vosotros sois como un ser partido por la mitad. Por una parte conocéis la verdad y la realidad de la luz, del ser real que no está velado, obstruido por el miedo y la inseguridad. Pero la otra parte de vosotros aún está en el frío, aún está en la oscuridad. 
¿De qué se trata? Se trata de tener el valor de identificarse, de ser uno, con esa parte de luz de esa nueva realidad; la parte de vosotros que ya es consciente de aquella nueva realidad. 
Si todavía os identificáis con la parte que todavía está detrás, la que necesita ser sanada, os sentiréis como una víctima; pequeños e inconsolables y siempre en busca de ‘algo’ fuera de vosotros mismos. 
Eso que estáis buscando ya está ahí, en vuestro interior. Sólo es cuestión de confiar en que lo que estáis sintiendo es correcto. 


La pauta más importante es la siguiente: confiad en eso que se siente como luz dentro de vosotros mismos. Y con luz no queremos decir ‘sagrado’, sino regocijo y alegría e inspiración. Así sentís el entusiasmo. Sintiendo que vuestra energía se eleva. 
Os sentís obligados respecto a muchas cosas, y ese sentimiento de obligación no es una buena guía para encontrar la luz interna. 
Esa nueva realidad de la que estamos hablando es la de la auténtica libertad para volver a ser vosotros mismos. El hecho de que estáis añorándola indica que ya tenéis conocimiento previo de ella. Esa parte de vosotros que sabe de esto, que se eleva y alcanza aquella nueva realidad, esa parte está, va por delante. Tratad de identificaros con ella. Intentad dejaros guiar por ella, incluso si parece extraña o sobrenatural. Si hacéis esto, el resto os seguirá. 






Pregunta 6 
–Las personas frecuentemente son clasificadas, según los meses como en la astrología solar, o según los años como en la astrología China. A veces las personas hablan de los niños de luz. En otras palabras, toda una generación de personas. ¿Cómo se adapta esto a la totalidad? 


–Tú estás realmente en un dilema. Tú quieres comprender la realidad de la luz desde una realidad que aún está en la sombra, y tú estás tratando de usar las herramientas de tu realidad corriente para comprender otra realidad. Eso está bien. Siempre que te ayude. 
Si utilizas herramientas que te elevan éstas siempre serán correctas. Ya sea astrología o psicología, o lo que sea que utilices. 
Las caracterizaciones de aquellos sistemas están perfectamente bien. 
Si un sistema te ayuda a ganar perspicacia, para contactar, en tu corazón, con la realidad de tu ser superior o tu propia luz, entonces ese sistema es perfecto para ti. 
Por lo tanto no hay nada malo en aquellas clases de sistemas en sí mismos. 
Empiezan a ser un problema cuando ellos comienzan a limitarte, cuando son propagados como la última verdad y son ubicados sobre la realidad, limitándola. 
Cuando tú comienzas a experimentar a un cierto sistema de conocimiento como restrictivo, es muy importante que seas capaz de alejarte de él. Es sólo cuestión de encontrar tu propio poder. 
Es el poder de ver que esos instrumentos pueden ser muy útiles por un cierto tiempo, para un determinado problema, y tener la capacidad de abandonarlos nuevamente, sin sentir la necesidad de juzgarlos. 
Muchos sistemas psicológicos, incluyendo algunos espirituales, son una combinación de intuición y pensamiento racional. Siempre existe una mezcla de (ese es el aspecto humano de todos los sistemas) por un lado, la chispa de impulso verdadero desde la realidad de luz interior y por el otro lado, la mente que necesita ordenar y categorizar. Y desde el interior de la mente, los aspectos menos iluminados pueden entrar cautelosamente (porque la mente frecuentemente quiere tener a la realidad sometida a ella en lugar de ser capaz de ‘dejarla ser’). 
Siempre es muy importante permanecer consciente de la subjetividad de una doctrina y estar en contacto con tu propia intuición. 


Hoy en día se habla mucho acerca de los niños de luz o de los niños índigos. Y en verdad, con la llegada de estos niños, una ola de luz corre dentro de tu mundo. Desde vuestras mentes, os inclináis hacia toda clase de ideas o teorías, con la intención de comprender esto, definirlo, clasificarlo y calificarlo desde el intelecto. ¡Pero la luz simplemente corre a través de ellos! 
Esta luz también puede ser una fuerza abrumadora. Estos niños pueden, con su presencia, derrumbar muchas ideas grabadas en piedra. Ellos pueden trastornar muchas ideas, de las cuales ustedes (la conciencia colectiva) pensaron que estaban muy seguros. La llegada de estos niños es una realidad. 
Podéis debatir acerca de cómo nombrarlos o también acerca de varias interpretaciones psicológicas. 


Pero su llegada es realmente el anuncio de una nueva clase de conciencia, y ellos están aquí para traerla. 






Pregunta 7 
–La búsqueda para hallar el propio ser es muy solitaria. Mi familia no es grande y yo a menudo siento soledad. ¿Qué puede hacer el poder interior contra esta soledad? 


Pamela: siento una respuesta de Jeshua que parece ser mucho acerca de ti. ¿Está bien así? Es realmente más una respuesta personal que una general. 


–Está bien. En cuanto emprendes el camino de buscarte a ti mismo y te vuelcas al interior, encuentras una parte muy difícil: una soledad interior que puede ser paralizante. 
Tu camino en este momento, el camino que ha elegido tu alma, es realmente el de intensificar cosas desde el fondo hacia arriba dentro de ti mismo. Me refiero a tu propio poder, tu propio cimiento. Y para hacer esto tienes que ir a través de la soledad interior, en la cual tú serás totalmente arrojado atrás hacia ti mismo. Pero de este modo, encontrarás el poder dentro de ti. 
Este proceso está conectado con permitir que la cólera y la rabia se expresen dentro tuyo. Esto concierne cólera en relación con tu entorno actual y en relación con tu pasado. 


En general, podríamos decir que, en los momentos en que te vuelcas hacia dentro para realmente sacar la fuerza de adentro tuyo, y no de afuera de las ideas u opiniones de otros, tu conciencia hace un giro de 180 grados. Debido a esto, inmediatamente encuentras dentro ti las partes con las cuales estás teniendo problemas. Éstas pueden ser una profunda soledad o ansiedad por separación. Pero también pueden consistir en sentimientos de inquietud, ira o tristeza. 
Por lo tanto no es inusual que justo cuando te estás entregando al camino del crecimiento hacia una conciencia mayor, inicialmente te vuelvas muy consciente de aspectos desagradables dentro de ti. En ese momento es muy importante, no apartarse, sino estar con eso. Acompañarte y guiarte a ti mismo, como un padre lo hace con un hijo. Esa es la parte de la cual hablé al comienzo. 


Tal vez hayas oído de personas que trabajan con los que agonizan. Ellos nos cuentan que ayudan a alguien principalmente sólo estando allí. Sentándose al lado de alguien, sin decir nada. 
Lo que tú puedes hacer por ti mismo en los momentos que sientes la necesidad más profunda, tu soledad más grande, es estar allí contigo mismo. 


Estando presente sin tener que hacer nada. Eso es verdadero consuelo, eso es verdadero valor. 
Eso es también el poder de tu conciencia. 
En el momento en que eres capaz de estar verdaderamente presente contigo mismo en tu mayor necesidad, en tu mayor soledad, algo sucede dentro de ti. Tú transformas algo dentro de ti, y en consecuencia la soledad se vuelve más pequeña y tú te vuelves más grande que tu soledad. Ese es el poder del ser conciente. 

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