Buscar este blog

viernes, 2 de diciembre de 2011

Relaciones sanadoras


Hay relaciones que son sanadoras y otras que son destructivas. Una característica de las relaciones sanadoras es que las parejas se respetan uno al otro como son, sin tratar de cambiar al otro. Sienten mucho placer en su mutua compañía, pero no se sienten intranquilos, desesperados o solos si el otro no está en la proximidad. En esta clase de relación, ofrecéis comprensión, apoyo y aliento a vuestro ser amado sin tratar de resolver sus propios problemas. Hay libertad y paz en la relación. Por supuesto, puede haber desacuerdos de vez en cuando, pero las emociones que surgen son efímeras. Ambos en la pareja estáis preparados para disculpar. Hay una conexión del corazón entre ambos como resultado de lo cual ellos no tomaréis las manifestaciones emocionales o los errores de la otra persona como algo personal. Y eso es debido a que no destapa en vosotros una capa más profunda de dolor. Emocionalmente, ambos en la pareja sois independientes. No obtenéis vuestra fuerza y bienestar de la aprobación o de la presencia aseguradora de vuestro compañero. Él o ella no siente un vacío en su vida sino que agrega algo nuevo y vital a la relación.

En una relación sanadora, las parejas pueden también conocerse uno al otro de una o más vidas pasadas. Pero en estos casos, casi nunca hay una carga emocional kármica como se describió anteriormente. Las dos almas pueden haberse conocido en una vida pasada de un modo que fue esencialmente alentador y sustentador. Como amigos, pareja o como padre e hijo, ellos se han reconocido uno al otro como compañeros de alma. Esto crea una unión indisoluble a lo largo de varias vidas.

Os pondré otro ejemplo.
José, un hombre joven crece en una familia pobre en algún lugar en la Edad Media. Él es bondadoso y sensible por naturaleza, y no encaja muy bien en su ambiente y entorno. Su familia está formada por gente trabajadora, más bien gente ruda que resta importancia a la naturaleza ensoñadora, y ‘poco práctica’ de José. Cuando es adulto entra a un monasterio. No es realmente feliz aquí tampoco, porque la vida está estrechamente regulada y hay poca calidez humana o compañerismo entre las personas que viven ahí. Sin embargo hay un hombre que es un poco diferente. Es un sacerdote que tiene un alto rango pero que no tiene aire de autoridad y está verdaderamente interesado en él. De vez en cuando él pregunta cómo están yendo las cosas y le asigna varios trabajos placenteros como jardinería. Cada vez que se miran hay entre ellos una sensación de reconocimiento, algo de la misma mentalidad. Hay una conexión silenciosa desde el corazón. Aunque ellos no se encuentran muy a menudo o hablan mucho, el sacerdote es una fuente de esperanza y de aliento para el joven José, un faro en un mar tormentoso.

En una vida posterior este hombre es una mujer. Una vez más, ella tiene una naturaleza bondadosa y soñadora. Ella tiene dificultades en sostenerse por sí misma. Cuando es adulta ella se empantana en un matrimonio con un hombre que es autoritario y dominante. Al principio, ella se vio cautivada por su notable, poderoso carisma, pero más tarde se da cuenta de cómo su autoridad la limita y la oprime. Sin embargo, es muy difícil para ella poder liberarse de él. En su trabajo a veces ella habla del tema con un colega, un hombre algo mayor que ella. Él la alienta a sostenerse por sí misma y a permanecer fiel a sus propias necesidades. Cada vez que ella habla con él, ella intuitivamente sabe que él tiene razón. Luego, después de un gran conflicto interno, ella se divorcia de su marido. El contacto con su colega cambia ahora. Ella siente cariño por él. Él resulta ser soltero. Ella se siente tan cómoda con él que parece como si se conocieran desde hace siglos. Ellos comienzan una relación que es amorosa, relajada y alentadora para ambos. La simpatía que estuvo fluyendo entre ellos en una vida anterior ahora toma forma como una relación satisfactoria entre un hombre y su esposa.

Esta es una relación sanadora. La mujer ha tomado una decisión esencial al dejar a su marido y al elegir por ella misma. Con esto ella ha afirmado su independencia emocional. Esto ha creado las bases para una relación amorosa bien equilibrada con un alma conveniente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo deseas puedes compartir algún comentario...