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lunes, 3 de octubre de 2011

Sexualidad y Espiritualidad

Esta canalización fue presentada a una audiencia en vivo el 17 de Abril de 2005 en Haaren, Holanda. La palabra hablada ha sido ligeramente corregida para facilitar su lectura.

Queridos amigos,


Me alegro de estar con vosotros nuevamente. Cuando yo os veo, no veo tanto vuestros cuerpos físicos del modo en que os miráis en el espejo. Es vuestro interior lo que yo veo y siento: los movimientos internos de sus pensamientos, sentimientos y emociones. Yo estoy aquí para apoyaros en vuestro camino.


Hay un tema que me gustaría discutir hoy. Un tema que ha tenido un gran impacto en vosotros a lo largo de vuestra historia en la tierra. Se trata de la sexualidad y de cómo es experimentada por hombres y mujeres.


Este no es un tema fácil. La sexualidad ha llegado a cargarse con muchos juicios, miedos y emociones. Difícilmente algún aspecto de ella sea aún espontáneo y manifiesto. Esto es lo mismo que decir que el aspecto ingenuo de la sexualidad, el aspecto del niño inocente libremente explorador, se ha perdido. Os cargáis de miedo y de tensión cuando se presenta la oportunidad de expresaros sexualmente.


En esta canalización quiero hablar sobre esta carga, pero antes me gustaría decir algo sobre lo que significa la sexualidad desde una perspectiva espiritual.


La sexualidad es la danza mutua de las energías masculina y femenina. En principio, la sexualidad es más que un acto físico. Su destino era ser una danza en la cual participaran todos vuestros niveles o aspectos y los de vuestra pareja.
Voy a distinguir entre cuatro niveles o aspectos que (podrían) jugar un rol en esta danza de energías.
Cuatro aspectos de la experiencia sexual


1. Primero está el nivel físico, el aspecto del cuerpo físico.


El cuerpo es inocente. El cuerpo conoce el deseo sexual y la lujuria, y esto es algo que está presente espontáneamente dentro del cuerpo. El cuerpo busca la satisfacción de sus deseos, y es el ser humano, o la conciencia del alma en el ser humano, el que determina el modo en el que el deseo sexual es utilizado y manifestado. Nuevamente, el cuerpo es inocente. El conoce la lujuria y el deseo. No hay nada malo en esto. Puede ser una fuente de regocijo, juego y placer. Pero el cuerpo no puede elegir por el mismo de qué modo se va a expresar su energía sexual. Sois vosotros, seres humanos, quienes estáis a cargo, y el cuerpo necesita de vuestra dirección y guía.
Para experimentar la sexualidad del modo más amoroso, el punto de dirección reside en el corazón. Cuando dejáis que vuestro corazón se haga cargo de vuestra energía sexual, ésta encontrará su expresión más gozosa.
La alternativa es dejar que o bien sean vuestros pensamientos (juicio intelectual) o vuestras emociones los que dirijan el flujo sexual. Veréis que esto causará varios bloqueos en vuestra energía, pero luego hablaré de esto.


2. El segundo aspecto de la danza sexual que yo quiero distinguir es el nivel emocional. 


La unión sexual es un acto profundamente emocional. Si ignoráis este aspecto, no estaraéis completamente presentes en el acto y os estaréis separando del verdadero significado de la sexualidad.


En una canalización anterior llamada ‘Tratar con las emociones’ hemos ahondado en el tema de las emociones extensamente. Señalamos las poderosas energías de miedo, cólera y tristeza y discutimos cómo ellas pueden sacaros de vuestro centro. Cuando cualquiera de estas poderosas emociones está trabajando en una relación entre dos personas, y dichas emociones no son conscientemente reconocidas y tratadas, éstas surgirán cuando ellos estén juntos en intimidad. Estas emociones pueden causar reacciones psicológicas de resistencia o de encierro cuando alcancéis la intimidad física, y el cuerpo puede ser incapaz de sentir deseo o excitación.
Cada vez que aparezcan estos bloqueos psicológicos o físicos, es importante tratar con ellos en el nivel en el cual ellos han surgido: el nivel emocional. Cuando tratáis de eliminar estos síntomas físicos, sin observar la dinámica emocional implícita, estáis siendo irrespetuosos con vosotros mismos y con vuestro cuerpo físico.  Cuando el cuerpo se resiste a la intimidad, os está mandando un mensaje, puro y claro, de que hay un bloqueo emocional. Esto puede deberse a un problema entre vosotros y vuestra pareja, o puede ser una herida emocional que acarreáis desde el pasado. Sea lo que sea, necesita ser tenida en cuenta y ser atendida de una manera tierna y amorosa, antes de que la energía sexual pueda fluir libremente.


3. Próximo al nivel emocional está el nivel del corazón, el cual es la morada de los sentimientos.


En la misma canalización que he mencionado anteriormente (“Tratar con las emociones”) hemos distinguido entre emociones y sentimientos. Los sentimientos pertenecen al dominio de la intuición y el conocimiento interior. Vuestro lado sensible os habla a través de susurros calmos, llenos de sabiduría y compasión. Las emociones son más dramáticas en naturaleza y nosotros las llamamos ‘reacciones de incomprensión’, porque esto es lo que ellas son esencialmente: explosiones por no comprender lo que os está sucediendo. (Ver la canalización para mayor esclarecimiento).
Cuando el corazón se abre entre parejas sexuales, hay verdad, amor y seguridad entre ellas. Cuando el corazón está presente en un encuentro sexual, permitís que vuestra intuición registre lo que está sucediendo entre vosotros cuando estáis en intimidad física. No esconden vuestras emociones, sino que habláis abiertamente sobre ellas. Puede surgir algún viejo temor, pero es aceptado como tal. Sois aceptados tal como sois y esta clase de aceptación es el poder de sanación más grande que hay. Cuando conectáis vuestra energía del corazón con vuestra energía sexual, puede ocurrir una gran sanación en un área que tiene mucha necesidad de ésta.


Sin embargo, el corazón también puede jugar un rol sutil privándoos de experimentar la sexualidad de un modo gozoso y amoroso. El corazón puede haberse cerrado al goce de la sexualidad por diferentes razones.
Primero, puede haber un deseo en el corazón de elevarse y trascender sobre la realidad física de la tierra, huyendo de ella. Segundo, puede haber dogmas religiosos funcionando que impiden al corazón abrirse a lo que la sexualidad realmente es.
Trataré estos dos temas ahora.


El corazón puede tener una fuerte tendencia a elevarse sobre el plano denso de la realidad material. Es una clase de añoranza. Puede haber ahí un anhelo de unidad, que no es es satisfecho en la unión sexual, pero que en realidad acarrea dentro un sutil rechazo al reino terrestre (y a la sexualidad también). Muchos de vosotros conocéis el deseo de trascender esta realidad. Muchos de vosotros recordáis la energía de amor y de armonía que habéis experimentado en los reinos inmateriales, antes de que os encarnárais en la tierra. Vuestro corazón llora amargamente por la comodidad y la luminosidad de esta vibración. Tratáis de beber de esta energía amorosa cuando meditáis. A menudo los chakras superiores son activados de esta forma, o sea el corazón, la garganta, el tercer ojo y el chakra de la corona.  Ellos se abren, mientras que los tres chakras inferiores (el plexo solar, el vientre, y el sacro), los cuales son vitales para el equilibrado desarrollo de vuestro ser terrenal, quedan más o menos abandonados.


De un modo más artificial, esto también sucede cuando ingerís drogas. Cuando toman sustancias psicotrópicas, los chakras superiores son abiertos violentamente de un modo artificial y podéis temporalmente experimentar éxtasis y arrobamiento que os hace olvidar el aspecto denso y pesado de la realidad terrestre.


Aunque el deseo y el anhelo de trascendencia son comprensibles, es importante hacer las paces con la realidad terrestre. De otro modo estaréis alentando y cisma y creando una separación artificial entre la parte superior y la parte inferior de vuestro campo global de energía. Otorgar prioridad a estar con su consciencia en la parte superior de su aura, y desarrollar una sutil o evidente resistencia a la realidad del cuerpo, a las emociones y a la sexualidad, crea un desequilibrio en vuestro campo de energía.


Cuando, por ello, sintáis nostalgia, tratad de sentir la razón y el propósito de estar en la tierra en este momento. La razón por la cual estáis aquí no es trascender la tierra sino traer el Hogar abajo hacia la tierra. Este es un viaje sagrado.


La segunda razón por la cual el corazón huye asustado de la sexualidad son los dogmas religiosos, a menudo de vidas pasadas. Puede haber habido vidas pasadas en las cuales tomásteis voluntariamente votos de castidad u otras en las cuales se os enseñó a sentiros avergonzados o culpables con respecto al placer corporal y la sexualidad. Estas energías aún pueden persistir, arraigadas, en vuestro corazón. Debido a esto, podéis tener pensamientos negativos relacionados con la intimidad física, o una sutil resistencia a ésta. Estos juicios y sentimientos no tienen sustento en la verdad. Nuevamente quiero remarcar que el cuerpo por si mismo es inocente. El placer, el deseo y simplemente todos los procesos físicos que os hacen anhelar la unión sexual, son procesos naturales y saludables. Los desequilibrios que ocurren en el área de la sexualidad son casi siempre debidos a los niveles no físicos, de los cuales ahora he discutido dos.


4. El cuarto y último nivel es el aspecto de la mente. 


En el nivel mental, puede haber creencias morales o espirituales que os impidan disfrutar de la sexualidad. La mayoría de estas creencias son de índole religiosa.


En el nivel espiritual, podéis sentir que el cuerpo físico es una clase de prisión. La realidad no física de los ‘reinos superiores’ (como lo llamáis, no yo) es tan glorificada, que genera un menosprecio por la realidad física. Esto ocurre frecuentemente entre los Trabajadores de la Luz. Especialmente entre ellos, a menudo hay resistencia al placer y al goce que la sexualidad puede proveer. Esto proviene en parte de las creencias religiosas y morales, en parte de una total inexperiencia con este aspecto de la vida. La mayoría de las almas de los Trabajadores de la Luz han pasado muchas vidas como sacerdotes, monjas o en roles similares, retirados de la comunidad, sin una pareja o familia. Ellos se enfocaron tanto en lo espiritual, que el área de la sexualidad quedó descuidada. Por lo tanto, al nivel mental o espiritual, también puede haber una especie de falta de costumbre que os impide explorar la energía sexual.


En las personas espirituales o religiosas suele haber una falta de respeto por el cuerpo en su expresión natural. Esto es verdaderamente lamentable, porque es la expresión dentro de la materia que desde nuestro lado es considerado el viaje más sagrado que un alma puede proseguir. Sembrar y cosechar las semillas de vuestra divinidad tan lejos del hogar, en la realidad de la materia y de la forma, es un emprendimiento sagrado. Es un acto creativo, divino de un orden supremo.


Tal vez hayáis estado alguna vez presente en el lecho de muerte de alguien, o hayáis presenciado un nacimiento. En esos momentos, el alma entra o sale de la danza con la materia. Ambos momentos están rodeados de una atmósfera sagrada. Podéis sentir esto como un profundo silencio envolvente, lleno de honor, que anuncia la llegada o la partida del alma. No existe otra cosa sino el más profundo respeto, desde nuestro lado del velo, por lo que hacéis en esos momentos. La danza con la materia es sagrada. ¡Una danza que con tanta frecuencia detestáis!


La sexualidad en su verdadero significado es una danza en la materia, la cual al mismo tiempo se eleva sobre la materia. En una expresión sexual equilibrada, trascendéis la realidad material, sin ignorarla o reprimirla, sin abandonar los tres chakras inferiores ni buscando éxtasis solamente a través de los chakras superiores. La sexualidad completa integra todos los niveles de vuestro ser. La sexualidad puentea la brecha entre la materia y el espíritu.


Cuando dos personas están en intimidad física de una manera amorosa, todas las células en sus cuerpos vibran un poco más rápido… ellas comienzan a danzar un poco. Se abre una puerta a una realidad energética con una vibración ligeramente más elevada y un sentimiento más alegre. Después de una unión sexual en la cual participa todo lo que sois, cuerpo, alma y mente,os sentís serenos y regocijados al mismo tiempo. Hay un tranquilo éxtasis. Las células de vuestro cuerpo han probado la energía del amor y en ese momento habéis traído la realidad del Amor un poco más cerca de vosostros. Habéis canalizado la energía divina del Amor, que tan profundamente desea fluir a través de vosotros y que sólo alberga el mayor de los respetos por vuestra naturaleza sexual.


Si en una unión sexual la energía fluye al mismo tiempo en todos los cuatro niveles, es un acto de creación divina. Que los niños nazcan de semejante acto, es tan solo natural. Cuando la danza de lo masculino y de lo femenino es llevada a cabo de tal manera alegre, sólo lo bueno y dulce puede venir de eso. Si un niño es concebido de tal modo, entonces entra al reino terrestre en un alud de luz y amor. Es la bienvenida más amorosa que un alma puede tener en la tierra.


Debido a que las energías sexuales son tan preciosas, nosotros os pedimos: por favor tratad vuestra sexualidad respetuosamente. Cuando haya problemas, miedos o tensiones alrededor de ésta, no juzguéis a la sexualidad misma, ni renunciéis a ella, porque es una parte natural de vosotros, y una parte sagrada.





Problemas sexuales y la batalla de los sexos




Ahora quisiera examinar la historia de la sexualidad y luego me gustaría decir algo acerca de los problemas específicos que las mujeres y los hombres actualmente experimentan en su expresión sexual.


Mucho ha sucedido en el área de lo sexual. En su esencia la sexualidad acarrea un gran potencial de luz, pero debido a esto, también existe el potencial de un gran mal uso. La historia de la cual quiero hablar trata de la lucha de poder entre hombres y mujeres. La historia es antigua y en realidad comenzó en la época en la que los imperios galácticos extraterrestres comenzaron a interferir con la vida en la tierra. (Ver la “Serie de los Trabajadores de la Luz” en este sitio web para una descripción detallada de este proceso). Antes de esto, la tierra era una especie de paraíso, un Jardín del Edén en el que prevalecían la belleza y la inocencia. No discutiremos esta era aquí, pero simplemente sabed que vosotros estáis en la fase final de una batalla de poder, que es mucho más antigua que los 5000 años de la historia escrita.


En la última etapa de esta historia, los hombres claramente jugaron el rol de victimario y opresor. Pero no siempre fue así. Ha habido épocas en las cuales la mujer fue mucho más poderosa, tanto en el ámbito público de la vida como en el privado. Ella también oprimió a la energía masculina de forma sádica y cruel.  La mujer no es naturalmente el sexo oprimido y suave, lo sabéis, tampoco es ella el sexo más apacible. Vuestros estereotipos de la mujer como dulce pero incapaz y del hombre como fuerte pero insensible, hablan más sobre la última fase de la historia mencionada anteriormente que sobre el hombre y la mujer como tales.


Ha habido épocas, anteriores a la historia escrita, en las cuales las sociedades maternales eran consideradas la norma. En aquellos tiempos, las mujeres también han usado sus energías de un modo destructivo, siendo irrespetuosas con la fuerza de vida individual y con la creatividad en cada ser humano. Hubo una época en la cual las mujeres tuvieron poder sobre los hombres. Las mujeres controlaron y manipularon a los hombres usando los poderes de la emoción y de la intuición, con los cuales ellas tienen una natural afinidad. Ellas también utilizaron sus habilidades psíquicas para controlar a los hombres. Ha habido, por ejemplo, sacrificios y rituales donde los hombres fueron torturados y asesinados.


Quiero resaltar este aspecto, porque vuestra historia oficial dibuja un solo lado de la imagen sobre la relación entre el hombre y la mujer. La opresión de la mujer por el hombre ha sido evidente durante todo el período abarcado por vuestra historia escrita. Pero el rencor y el odio que los hombres han mostrado (y aún muestran) contra las mujeres no ha venido por nada. Además de las tradiciones culturales y hábitos que los influencian, también hay profundas heridas emocionales en el alma masculina colectiva que provienen de una era mucho más antigua.


Sin entrar en detalles sobre esta era, me gustaría invitaros a que sintáis (si os es posible) por vosotros mismos. Para las mujeres la pregunta es: ¿podéis imaginar que alguna vez ejercísteis poder sobre los hombres y que conseguísteis con éxito controlar su energía? Y para los hombres la pregunta es: ¿podéis imaginar que esto tuvo lugar a una gran escala y quefuísteis el ‘sexo débil’? Tal vez recibáis ciertas imágenes o fantasías al haceros estas preguntas internamente. Permitan que vuestra intuición os muestre y observad las emociones que emergen. Esto puede ser sorprendente.


Dentro del alma masculina colectiva, el odio y el resentimiento han surgido debido a esta historia antigua. Esta opresión de la energía femenina se ha manifestado en el área de la política y en el área de la religión, particularmente por medio de la Iglesia. La idea de que la sexualidad es pecaminosa o a lo sumo un mal necesario, es una línea de pensamiento masculina que fue influenciada por la aversión y el rencor resultantes de la represión de la sexualidad masculina en otra era. La sexualidad masculina en aquella época era considerada ser un instrumento de procreación, sin respeto por el lado sensible del hombre y las vinculaciones emocionales entre el padre y sus hijos. Con frecuencia, los niños eran educados por la madre, distanciados del padre, y difícilmente se prestaba alguna atención a lo que el padre pensaba y quería. Los valores importantes pasaban por la figura de la madre y la inferioridad de los hombres era uno de esos valores. El hombre era más una persona que servía por su trabajo que una pareja de igual condición.


Además de ser la Iglesia un baluarte de la energía masculina frustrada, el mundo de la ciencia también mostró hostilidad por la energía femenina. Aunque la ciencia y la religión son, bajo muchos puntos de vista, enemigos naturales, están unidas en su resistencia al aspecto intuitivo, fluido de la energía femenina. Los dogmas de la Iglesia son rígidos y sofocantes, pero el método científico también es limitante, de un modo diferente. Mientras que el ímpetu detrás de la ciencia moderna fue esclarecedor e innovador (en el deseo de derrocar a la falsa autoridad), se ha quedado atascado en una estrecha clase de pensamiento racional que no permite que participe la energía femenina. El pensamiento científico es analítico y lógico, pero no se abre lo suficiente a la imaginación y a las fuentes extrasensoriales (intuitivas) de observación. La aversión que muchos científicos tienen por ‘lo paranormal’ y por todo aquello que no pueda ser explicado por el pensamiento racional, se debe sin embargo parcialmente a un recuerdo de dolor y humillación en el alma, remontándose a una época en la que las mujeres abusaron de sus poderes psíquicos y los usaron contra los hombres como un instrumento de manipulación.


Hablo de esta historia antigua porque me gustaría dejar aclarado que en la ‘batalla de los sexos’ finalmente no hay víctimas ni victimarios, que no hay ‘chicos buenos y chicos malos’, porque todos habéis sido ambas cosas. Ha sido una lucha entre las energías masculina y femenina, en la cual estas energías se volvieron opuestas, cuando en su origen son complementarias una con otra. En estos días y época, tanto hombres como mujeres son invitados a unir fuerzas otra vez y a encontrar nuevamente el júbilo y el honor de la danza original de lo femenino y de lo masculino.


Esencialmente, la energía femenina es guiadora e inspiradora, mientras que la energía masculina es servicial y protectora. La energía femenina es la inspiración detrás de la creación; el aspecto masculino se encarga de la manifestación en la forma y en la acción. Ambas energías trabajan juntas a través de cada ser humano, a través de cada individuo, ya sea masculino o femenino. Que seáis un hombre o una mujer no es lo que realmente viene al caso; es el equilibrio y la relación entre ambas energías dentro de vosotros lo que cuenta.
Bloqueos en la sexualidad femenina


Ahora hablaré de los bloqueos energéticos en el área de la sexualidad, los cuales se aplican específicamente a mujeres u hombres. En las mujeres, el área del primer y segundo chakra (sacro y ombligo) es la más apaleada y herida como resultado de opresión sexual y violencia a lo largo de los recientes siglos y milenios. Realmente por unos cuantos milenios, las mujeres han sido enmarcadas en un rol subordinado en casi todas las áreas de la sociedad, y esto aún prosigue en muchos lugares de la tierra. Con respecto a la sexualidad, esta inequidad se manifestó como violación, agresión y humillación a una gran escala. Como resultado de esto, muchas mujeres –en verdad el alma femenina colectiva– ha sufrido increíblemente. Hay profundas heridas emocionales, las cuales necesitan tiempo, amor y sumo cuidado para sanarse.


A menudo, el impulso para la unión sexual es sentido por las mujeres como una añoranza del corazón, o como un sentimiento espiritual. Pero cuando ellas logran la intimidad física, ellas pueden encontrarse con que no pueden expresar su energía sexual libremente, debido a bloqueos energéticos en el primer y segundo chakra. Hay recuerdos (en el alma) en esos centros energéticos de haber sido obligadas a tener experiencias sexuales humillantes y vejatorias. Estas experiencias fueron tan dolorosas, que la mujer retiró su energía, su consciencia del área del vientre. Cuando ahora esta parte del cuerpo es abordada otra vez de un modo sexual, los músculos instintivamente se contraen o el cuerpo emocional automáticamente indica resistencia. Las células físicas son conscientes del trauma y no siguen tan fácilmente con la invitación a danzar. Ellas quieren aislarse y crear una barrera para protegerse de más agresión. Esta reacción es totalmente comprensible y siempre debería ser tratada del modo más respetuoso. Usar cualquier clase de fuerza para eliminar la resistencia, es una manera de violar nuevamente los centros heridos.


Cuando vosotras, como mujer, tenéis estas emociones, es muy importante llegar a estar completamente consciente de ellas: puede haber ira ahí, resistencia, o miedo relacionado con la intimidad física. Y frecuentemente todas estas emociones son más antiguas que la relación sexual presente, aún más antiguas que esta vida. Puede haber traumas muy antiguos en aquellos chakras inferiores que han dejado profundas cicatrices emocionales.


Quisiera recomendar, específicamente a las mujeres que reconocen este dolor, que ‘regresen’ a las vidas en las que ellas fueron la ofensora/agresora (lo opuesto a la víctima). O, si os es difícil para acceder a vidas anteriores, entrad en contacto dentro de vosotras con la ‘energía de la agresora o mujer poderosa’. Esto puede sonar muy extraño, pero ésta es la razón. Cuando habéis sido víctima de la violencia sexual, esto ha generado mucha ira en vuestro campo de energía. Puede haber cólera ahí de varias vidas pasadas. Esta ira os bloquea y os mantiene aprisionadas en un sentimiento de impotencia y de victimización. Para liberar la ira necesitáis comprensión. Comprender por qué y para qué; Necesitáis adquirir una perspectiva más amplia de los acontecimientos. Cuando podéis imaginaros a vosotras mismas como una mujer poderosa que pudo ser despiadada y cruel con los hombres, y sentís por dentro que también esto es parte indisoluble de vosotras, entonces la ira se puede desintegrar. Al abrazar un entendimiento más completo, emerge un conocimiento interior de que formáis parte de una historia kármica mayor, en la cual jugásteis tanto el rol de agresor como el de víctima. Es prácticamente imposible liberar las emociones de dolor, impotencia y victimización, sin mirar también el otro lado de ustedes, el ‘lado oscuro’.
No necesitáis necesariamente volver atrás hacia vidas pasadas para reconocer esta parte oscura dentro de vosotras. También podéis volveros más conscientes de ésta observándoos a vosotras mismas en el día a día de sus vidas. Cuando sentís esta energía (por ej. el deseo de ejercer poder o herir a otros), podéis notar en ello que no habéis sido solamente la víctima indefensa de las circunstancias externas. Hay ligazones kármicos entre el agresor y la víctima que os vinculan en esta vida: ambos roles reflejan aspectos de vosotras mismas.


Tan pronto como sepáis, aceptéis e integhréis vuestra hisstoria oscura, podréis entonces observar vuestras propias heridas internas de un modo diferente y comenzar a perdonar. Cuando hay comprensión la cólera se puede disgregar, y podéis entrar en contacto con la capa de emociones que subyacen: la tristeza, la angustia, el dolor que está ahí en muchas capas, también en el cuerpo mismo.


Es muy importante para las mujeres reconocer el aspecto agresor en ellas mismas y trabajar con él. Cuando hay aversión y rencor en vosotras con respecto a la sexualidad, comprended que cuanto más aversión y rencor sintáis, más os identificáis con el rol de víctima, y más os despojáis de vuestra libertad. Tratad de sentir dentro de vosotras que en el terreno de la sexualidad se está representando un juego kármico, en el cual vosotras habéis interpretado ambos roles, víctima ay verdugo. Entonces podréis acceder a la fase de las disculpas (el perdón): disculpándoos a mismas así por la vejación que inconscientemente os habéis ocasionado interpretando ambos roles, y disculpando a otros por lo mismo. Todo sucede por alguna razón. Nada sucede por azar. Nada es aleatorio. Los actos de violencia y represión pueden parecer sin sentido, pero siempre hay una historia detrás de eso. Por ello, inculpar a alguien por sus acciones o culpabilizarse por lo que a uno le sucede no conduce a nada. Y cada vez que está implicada la violencia sexual, ésta deja profundas huellas en todos los cuatro niveles del ser humano. 



Bloqueos en la sexualidad masculina




Con respecto a la experiencia masculina de la sexualidad, los bloqueos que ocurren están mayormente al nivel del corazón y de la cabeza. En estos niveles, puede haber un miedo a entregarse, un miedo a la intimidad profundamente emocional. Este miedo la mayoría de las veces se extiende hacia atrás más allá de lo que ustedes pueden recordar. Pertenece a la era en la cual las mujeres dominaron a los hombres. Esto hizo que el juego de la atracción sexual, que inicialmente era inocente y espontáneo, se volviera amenazador. Los hombres aprendieron que era peligroso mostrar abiertamente sus emociones y abrir su corazón a su pareja.


Dentro de los hombres hay profundos miedos arraigados relacionados con entregarse a su lado sensible, y estos miedos no se van a manifestar necesariamente en el nivel físico. Ellos pueden participar en el acto físico del sexo mientras mantienen sus sentimientos separados. Entonces el hombre puede estar físicamente presente en el nivel físico, mientras que su naturaleza sensible está (parcialmente) ausente. Sus emociones se cierran continuamente debido a este temor a abrirse y volverse vulnerable al rechazo una vez más. Ha habido ahí en el alma viejos recuerdos de ser abandonado y lastimado emocionalmente.


Paciencia y amor


En general, los bloqueos energéticos son un poco diferentes en los hombres y en las mujeres. Por lo tanto, es muy importante comunicarse abiertamente uno con otro acerca de lo que ustedes sienten y perciben cuando están juntos. Cuando ustedes verdaderamente confían en su pareja, pueden investigar sin avergonzarse dónde se atasca su energía sexual cuando están en intimidad. Esto ustedes lo pueden hacer simplemente volviéndose conscientes, cuando hay un flujo de excitación y contacto íntimo surgiendo entre ustedes, en qué medida se están permitiendo sentir y expresarlo. Observen si se sienten atascados o bloqueados en alguna parte de su cuerpo o en alguna parte de sus emociones y sentimientos. ¿Sienten una sensación cálida en su corazón cuando están juntos? ¿Sienten una apertura espiritual hacia el otro; están ustedes preparados para recibir al otro en su totalidad?


Suena extraño, pero le teméis al contacto íntimo real. Todos deseáis fuertemente tener una relación satisfactoria. En las calles, casi todos los anuncios publicitarios aluden en sus campañas al ideal de una relación emocional y sexualmente gratificante. Pero el verdadero contacto íntimo os atemoriza. Cuando alguien se os aproxima y solicita que eliminéis todas vuestras máscaras, emergen toda clase de inhibiciones de las que no os habíais percatado.
En los momentos en que ellas emerjan, tratad de no juzgaros por esto. En lugar de ello, observadlo como una oportunidad para investigar aquellas inhibiciones y bloqueos que ocultamente se esconden en vuestro interior.


Nadie está libre de ellas. Casi todas las personas tenéis bloqueos que os privan de experimentar la sexualidad en todo sentido como he descrito al comienzo. Es por esto que quiero pediros a todos que observéis el flujo de la energía sexual dentro de vosotros con amorosa consciencia – ya sea que estéis solos o en una relación- y que tratéis los bloqueos que aparezcan con cuidado y respeto.
La fuerza es el peor consejero en estas cuestiones. La paciencia y el amor son esenciales.


¡Mantened vivo el anhelo por una experiencia sexual verdadera y completa! No necesitáis desechar al niño con el baño de agua. El deseo es sano. El camino hacia una completa y gozosa experiencia de la sexualidad puede ser largo y sinuoso. Pero a lo largo del camino desarrollaréis amor y compasión tanto hacia vosotros mismos como hacia otros, y esto también es inmensamente valioso en vuestro mundo humano.


Estáis sanando una historia antigua de lucha entre el hombre y la mujer. Las energías masculinas y femeninas quieren juntarse otra vez y unirse en una danza de alegría y creatividad. Todo aquello con lo que contribuyáis a esto en un nivel individual, tiene una influencia positiva en el alma colectiva del hombre y de la mujer. Vuestra egolatría hace que las energías de paciencia y amor estén disponibles para otros.

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