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lunes, 23 de enero de 2012

Liberando el esfuerzo en tu vida


Queridos amigos,
Hoy estamos reunidos aquí para traeros un mensaje de amor y de esperanza, mientras vemos cuántas dificultades estáis experimentando en esta época. Yo, quien está hablando, soy Jeshua, pero hoy represento mucho el aspecto femenino de la energía Crística.
En esta época, comenzando desde hace aproximadamente cuatro meses, hay una enorme afluencia de energía femenina en el reino de la Tierra. Esta ola de energía ayuda a originar un nuevo nacimiento, un renacimiento de vosotros así como también de la Tierra. Quisiéramos hablar un poco más acerca de los acontecimientos actuales, los cuales a menudo crean resistencia, disonancia e inseguridad dentro de vosotros.
Todos vosotros estáis envueltos en una profunda transformación interior. Ésta ha sido vuestra elección consciente. Había un deseo en vuestro corazón, incluso antes de que naciérais, de eliminar el pasado y de abrir paso para que una nueva realidad energética naciese en la Tierra. Vosotros sabíais de antemano que esta vida os iba a ofrecer las mayores oportunidades para el crecimiento y la sanación. Sentísteis, antes de que comenzárais esta vida, que la Tierra iba a llegar al final de un largo ciclo de abuso de poder y destrucción.
Vosotros habéis sido parte de este ciclo, en muchas vidas pasadas en la Tierra, y ahora vosotros, así como también la Tierra, habéis alcanzado un punto de partida, una oportunidad para completar el ciclo y seguir avanzando. Es por esto que quisísteis nacer en esta edad y tiempo, porque esta oportunidad sólo podía ser tomada mientras se viviera en la Tierra. El ciclo sólo podía llevarse a fin encarnándoos una vez más e integrando las energías de todo este ciclo en esta vida. ¡¿Os preguntáis por qué es difícil a veces?!
Antes de que pudiérais incluso comenzar esta misión de un modo mínimamente consciente, primero teníais que nacer en un cuerpo humano, dentro de una personalidad, algo que es inevitable. Y parcialmente sería moldeada por influencias externas tales como vuestros padres, vuestra comunidad más cercana, ya que quedáis influenciados y parcialmente hipnotizados por las convicciones, paradigmas, dependencias y las ansiedades de quienes os crían. Generalmente, estáis rodeados por energías viejas y sofocantes, procedentes de una tradición de miedo y de inconsciencia. Vuestra energía del alma original se ve limitada y con frecuencia se esconde por algún tiempo.
Ahora, ha sido vuestra intención para esta vida el alzaros por encima de estas restricciones y liberaros de esto, y no sólo por vosotros mismos, sino también para ser el puente viviente hacia un nuevo nivel de conciencia en la Tierra. Vosotros estáis aquí por vosotros mismos, pero a medida que vayáis creciendo y evolucionando estáis ayudando a elevar la conciencia de la humanidad. Estáis sosteniendo el movimiento de la Tierra como un ser espiritual y contribuyendo a desarrollos que afectan a todo vuestro sistema solar y más allá.
Pero para ser parte de esta transformación y realizar una contribución a esto, primero tuvísteis que encarnaros en una personalidad/papel terrestre, con todas las cargas arrojadas sobre su falda, que la tradición implica, para que tratéis con ellas. Sois valientes guerreros en verdad. Nosotros os amamos. Y ahora habéis llegado a un punto en el que verdadera y profundamente deseáis soltar lo viejo. Ya no podéis tolerar más la energía del pasado. Estáis en pleno trabajo de parto, naciendo nuevamente en este verdadero cuerpo en el cual habéis vivido por décadas, pero como un nuevo Yo. En realidad estáis en el proceso de reencarnaros otra vez mientras estáis en este cuerpo, pero ahora como el ser superior, el yo expansivo que conscientemente quiso estar aquí para tomar esta oportunidad de finalizar el ciclo.
Ahora es vuestro deseo permitirle a vuestro conocimiento interior más profundo, vuestro verdadero ser, nacer en la Tierra y manifestarse con alegría y creatividad. Este deseo radical y aún ‘predeterminado’ os ha traído al lugar en el que estáis ahora y nosotros sabemos que es difícil. Estáis volviéndoos –como un calcetín– del revés, no dejando ni una piedra sin dar vuelta, y para los demás puede parecer que estéis marchando al ritmo de un tambor intangible.
Una enorme batalla entre lo viejo y lo nuevo está teniendo lugar dentro de vosotros. Estáis llevando lo viejo a la tumba, pero antes de que podáis hacerlo así tenéis que poder mirarlo a los ojos y hacer las paces con eso. De otro modo no descansará en paz. Tenéis, pues, que enfrentar y aceptar la oscuridad en vosotros y en el mundo, antes de que podáis alzaros victoriosos sobre ello y ser libres. En realidad, no existe tal cosa como la oscuridad, pero mientras os sintáis amarrados a pesadas emociones de aflicción, miedo e ira, parecéis estar tratando con los demonios de la oscuridad. Sin embargo, estáis tratando principalmente con vuestra propia resistencia de mirar a estos demonios a los ojos, de enfrentarlos y aceptarlos como presencias viables. Ellos son una parte de vosotros, vuestra parte herida, frustrada y extraviada. ¡Ellos están llamándoos para que los reconozcáis y los comprendáis, para que así puedan irse! ¡Vosotros sois sus guías, no sus enemigos! Mientras os resistáis a ellos, ellos golpearán a vuestra puerta incluso más fuerte. Sólo cuando sean abrazados por vuestra amorosa compasión ellos podrán encontrar paz y ser puestos a descansar.
A medida que pasáis por este inmenso proceso purgatorio de enfrentaros a vuestros propios demonios internos y hacer espacio para lo nuevo, vuestro cuerpo se va viendo afectado por los movimientos de vuestra conciencia. Puede reaccionar de extrañas maneras, ocasionándoos molestias y dolor, pero generalmente todo es pasajero. Es parte del proceso purgatorio. Emocionalmente, pasáis por altos y bajos y os enfrentáis con profundos miedos y dudas a medida que todo lo familiar parece desmoronarse como un castillo de arena entre los dedos, en cierto momento. Tenéis que soltar todo eso. No hay equilibrio entre lo viejo y lo nuevo. Esto es un verdadero nuevo comienzo. La única brújula que podéis seguir es vuestra propia alma. Especialmente los trabajadores de la luz, quienes sois los pioneros, encontraréis poco o ningún apoyo y reconocimiento de vuestro entorno. Tenéis que confiar en vosotros mismos. En el fondo sabéis hacia dónde estáis yendo. Planeásteis esto antes de vuestro nacimiento. Vuestro conocimiento innato e instintos en esta área os llevarán a casa.
Como un ser humano en la Tierra, habéis sido hipnotizados por los sistemas de creencia colectivos y la energía traumatizada que rodea la Tierra. El concepto humano colectivo de vida fomenta la idea de que vivir consiste en esforzarse y sufrir. “Tenéis  que luchar para sobrevivir, no podéis confiar e vuestros compañeros humanos, necesitáis estar atentos todo el tiempo”. Todas estas creencias y estructuras emocionales ahora asoman a la superficie, especialmente ahora que vosotros pretendéis desanudarlas. A medida que queréis confiar y rendiros, vuestros hábitos de desconfianza y control elevan sus cabezas y protestan. A medida que queréis abriros y expresar vuestra inspiración más profunda, el miedo al rechazo parece bloquearos y dejaros mudos. Un montón de conflicto interno está teniendo lugar, causando confusión en vuestros corazones. Los viejos patrones de pensamiento no mueren fácilmente cuando están incrustados en vuestra forma de ser. Éste es un proceso gradual y estáis avanzando. 
La clave para recordar es que no podéis superar lo viejo esforzándoos o luchando.

Soltando el esfuerzo


Habéis pasado por muchas vidas en la Tierra en las que el esfuerzo era vuestro segundo nombre. Muchas veces habéis tratado de encender la luz de la conciencia en la Tierra y muchos os visteis inspirados por la conciencia Crística en cualquier forma que haya tomado. Os emocionásteis profndamente por vuestra inherente visión de un mundo mejor, basada en la igualdad, la paz y la armonía. Al mismo tiempo os encontrásteis profundamente envueltos en la lucha: a menudo sentíais que erais diferentes, y teníais que encontrar vuestro propio modo en la vida. Tuvísteis que luchar para comprenderos a vosotros mismos, y luego para expresaros en un mundo que, nuevamente, parecía marchar al ritmo de un tambor diferente. Vosotros érais los “extraños” para decirlo de algún modo, adelantados a vuestro tiempo, y en muchas vidas fuisteis perseguidos y rechazados violentamente por vuestra forma diferente de mirar las cosas. Por lo tanto, la espiritualidad y el esfuerzo parecen ir de la mano para vosotros.
Lo que se os pide ahora es que liberéis ese esfuerzo. Ésta es una época diferente. Éste es vuestro momento. No estáis aquí para luchar o para defenderos o para convencer a nadie. Están aquí para liberaros y rendiros a vuestro renacimiento, al de vuestro Ser superior que ha estado esperando que esto suceda.
Muchos de vosotros ahora sentís que en vuestra vida hay mucho esfuerzo y resistencia, como que las cosas no están fluyendo fácilmente. Lo que realmente necesitáis hacer es ir incluso más adentro de vosotros mismos y relajaros dentro de ese Ser Interior infinito que no es de este mundo. Vuestra energía del alma está disponible para vosotros y puede ayudaros a recordar por qué estáis aquí. Recordad cuán claramente sabíais, antes de lanzaros a esta vida, que ésta sería una vida profunda y significativa, incluyendo las frustraciones y dificultades. Recordad que vinísteis aquí no para luchar sino para liberar todo el esfuerzo y volver descargados del mismo al Hogar. Y el Hogar está en el aquí y ahora, allá donde habita vuestra conciencia. Estéis donde estéis, yace la posibilidad de liberar y soltar el esfuerzo. Podéis aceptar el lugar donde estéis en este momento, y desasiros de las expectativas. Esto es lo que sois ahora. Colocáos detrás de vosotros mismos y consolaos con el conocimiento de que estáis muy cerca de lo que vinísteis a hacer aquí.
Para triunfar, sólo necesitáis renunciar a vuestra resistencia, la idea de que tenéis que progresar a través del esfuerzo. Estáis tan limitados con la idea de crecer a través del dolor que en realidad pensáis que estáis haciendo un buen trabajo cuando en realidad estáis sufriendo y trabajando duro en vuestro crecimiento espiritual. Sin embargo, especialmente cuando os enfrentáis con energías pesadas y densas del pasado, la solución es encontrar un punto de quietud interior. No es “hacer algo” sino refugiarse en un punto de neutralidad, conciencia neutral, “sólo ser”. Desde ese punto, seréis capaces de observaros y no trataréis de cambiar lo que sois. Sólo os permitís ser.
Admitir la energía femenina dará lugar a la pregunta de cómo el flujo de dar y el flujo de recibir se relacionan uno con otro en vuestra vida. ¿Podéis hacer lo que sentís que es correcto para vosotros sin preocuparos por las expectativas de las otras personas o por vuestras propias exigencias interiores? ¿Podéis realmente cuidaros a vosotros mismos y daros todo lo que verdaderamente anheláis en vuestra vida? Esta no es la pregunta típica de un trabajador de la luz. Vosotros habéis estado enormemente enfocados en el mundo externo, queriendo cambiarlo, mejorarlo, etcétera. “¿Cuál es mi misión en la Tierra?” os habéis dicho y “¿Cómo puedo contribuir para mejorar el mundo?” – éstas son vuestras preguntas favoritas. Y a menudo abordáis estos temas con una actitud guerrera que se ha vuelto una segunda naturaleza. La idea de que estáis aquí también para nutriros a vosotros mismos, para disfrutar y moveros con el flujo de la vida, ¡es difícil de asimilar para la mayoría de vosotros! La culpa hace estragos en vosotros. Si reconocéis esto, significa que hay un desequilibrio entre dar y recibir en vuestra vida. Estáis dando demasiado.
Si estáis dando mucho, trabajando para el bien de los demás y sintiéndoos muy responsables por sus necesidades, con frecuencia estaréis esforzándoos dando demasiado. Tenéis problemas en recibir y estáis perdiendo de vista vuestro propio aspecto humano. Probablemente terminaréis frustrados y vacíos. Para equilibrar la energía masculina y femenina, necesitáis captar ese flujo de vivir en el cual os sentís inspirados y alegres por lo que hagáis sin sentiros presionados a hacerlo así. Cualquier tipo de presión indica falta de libertad, que estáis atados a las expectativas de resultados. Cada vez que sintáis presión, apartaos y entrad en la quietud.
Especialmente en estos meses, en realidad durante toda la segunda mitad del 2007, mucho se está moviendo a nivel interno en los trabajadores de la luz, y ahora puede ser difícil encontrar el modo adecuado de expresarse o de manifestarse. En tales momentos, en lugar de tratar, esforzarse y empujar, es más fácil, más liviano, más sabio permanecer calmos y no hacer demasiado en absoluto. Tan sólo sentid lo que está sucediendo dentro de vosotros. Este nuevo nacimiento por el que estáis pasando pide mucho de vosotros en todos los niveles, emocionalmente, mentalmente y físicamente, por lo que tal vez éste no sea el momento de expresaros y volcaros en el mundo externo. Rendirse es la clave aquí. Eso es todo de lo que trata la energía femenina.


Vais por buen camino y podemos aseguraros que los cambios por los que estáis pasando difícilmente puedan ir más rápido de lo que están yendo ahora. Especialmente cuando os sentís atascados y parece que ya nada suceda de manera fluida, grandes cambios están teniendo lugar a nivel interno. Confiad en esto esta vez, ¡dejad de analizaros constantemente! Acompañad el flujo y confiad.
Pensad en el proceso de nacimiento físico de un bebé. Las fuerzas fundamentales de la naturaleza van guiando este proceso. Como madres –si es el caso– no podéis controlar estas fuerzas, no podéis decidir cuándo vais a tener la próxima contracción. Lo que podéis hacer es, bien resistiros a eso o bien acompañarlo. Acompañarlo significa permitir que el dolor de la contracción pase por vosotros y confiar que se calmará en un rato y que podréis recuperar vuestra respiración de nuevo. Lo que podéis hacer es alinearos con el flujo interior de vuestros sentimientos y por lo tanto hacer que todo el proceso sea más fácil y apacible. Entonces, en lugar de juzgaros desde un punto de vista externo, de poneros a la altura de toda clase de expectativas y demandas, sentid lo que realmente está ocurriendo dentro de vosotros. Sentid la verdad de eso y ved cómo vuestra realidad externa refleja esto adecuadamente.
Ahora quisiera invitaros a viajar conmigo por un momento. Me gustaría llevarlos a una realidad futura la cual puede ayudaros a sentiros más relajados y confiados en el Ahora. Tan sólo viajen conmigo con su imaginación. Vamos a visitar la Nueva Tierra.

Visitando la Nueva Tierra
La Nueva Tierra es una realidad energética que gradualmente está encontrando más apoyo, gracias a vuestro trabajo interior. Ahora entremos en ese mundo y transportémonos a esa energía. Sólo imaginaos caminando por un bosque encantador con hermosos árboles centenarios y una suave brisa sobre vuestra piel. Sentís cómo las cargas del pasado, las cargas de vuestro presente actual, se han caído de vuestros  hombros. Sois diferentes. Ya habéis nacido a la Nueva Era. Os sentís ligeros, con un claro conocimiento interior, y os dais cuenta de que todo ha tenido sentido. Habéis aprendido de todas las situaciones y circunstancias por las que habéis atravesado y vuestra alma se ha vuelto profunda y sabia debido a ello. Os sentís ligeros y cómodos y vuestro corazón está abierto en alegre expectación. Disfrutáis de la naturaleza y a medida que sentís la Tierra bajo vuestros pies, sentís paz y calma. Algo ha cambiado en el planeta. Las personas ahora han aprendido a vivir en armonía con la naturaleza.
Ahora os estáis acercando a un poblado, una pequeña comunidad, en un área abierta que armoniza naturalmente con el bosque. Aquí es donde vivís. Sentís vuestro corazón abrirse al daros cuenta de quiénes viven ahí con vosotros. Ellos son vuestros amigos y compañeros de alma. Vuestros lazos mutuos son viejos, os habéis encontrado en muchas vidas anteriores y ellos son como hermanos y hermanas para vosotros. Siempre es una bendición estar con ellos. No tenéis que aparentar nada o esconderos en su presencia, simplemente podéis ser quiénes sois. Os sentís uno al otro fácilmente y habláis entre vosotros casi telepáticamente, usando muy pocas palabras.
Ahí también tenéis vuestra propia casa. Echadle una mirada. En alguna parte en aquel lugar hay un sitio sólo para vosotros y vais ahí ahora y os percatáis de algunos de los detalles de vuestra casa. ¿Es grande o pequeña, de qué materiales está hecha, y especialmente… cómo os sentís en la casa? La Tierra os ha ofrecido los materiales para construirla. Sentid cómo los colores, los materiales y la vista os nutre. Esta casa es una extensión energética de vosotros. Siempre que sintáis la necesidad de apartaros, acudid a esta casa. Os permite entrar en una profunda conexión con vuestro propio Ser, mientras sois sostenidos con seguridad por la Tierra.
Ahora vamos a echarle una mirada más de cerca al grupo de personas con el que estáis involucrados. En el centro de este poblado hay una plaza, donde la gente se encuentra y se reúne para realizar actividades mutuas. Este lugar sostiene la “energía de juntos” y ahora mismo está sucediendo algo ahí. Veamos de qué se trata. Os aproximáis a la plaza con una sensación de curiosidad y la gente os da la bienvenida con una sonrisa abierta y amorosa. Hay un gran círculo de personas tomados de las manos, y dos personas inmediatamente os hacen un lugar de modo que también podáis participar. Sentís una energía muy vibrante pasando por este grupo de la cual formáis parte. Sentís la unidad, la confraternidad y la alegría de que lo habéis hecho juntos. Ahora sois los habitantes de la Nueva Tierra y tenéis mucho por hacer. Participáis en varias actividades, en el área de la construcción, de la producción de alimentos, de la comunicación, de la vuestra área de experiencia. Pero todas las actividades son ejercidas en un ambiente de armonía que lo impregna todo. Sin esfuerzo, solo paz. Os dejáis guiar por vuestra intuición, en el momento e instante presente. También hay mucho espacio para el juego y la relajación.
Aquí estáis vosotros, juntos, y podéis sentir cómo cada uno de vosotros ha pasado por este proceso de nacimiento que describimos hoy. Una vieja identidad ha hecho sitio para una nueva presencia. Habéis nacido dentro de la luz de la Nueva Tierra.
Y ahora oís una llamada. Mientras estáis ahí, unidos con vuestros hermanos y hermanas, oíss una llamada de la vieja Tierra gritándoos. Es su llamada, desde el presente, mientras estamos sentados aquí hoy. Mientras estáis reunidos aquí, sintiéndoos a veces cansados y agotados por la intensidad del proceso de nacimiento, podéis pedir “allá” a vuestro futuro ser y a vuestra familia del alma amor y apoyo. Vosotros, en el futuro, podéis sentir esta llamada y podéis enviar amor y sabiduría a vuestro ser actual. Y podéis sentir que la energía de grupo en aquella realidad futura sabe exactamente lo que todos vosotros necesitáis ahora mismo, porque ellos han sido vosotros y han pasado esa noche oscura del alma.
Ahora cambiad la perspectiva y volved al presente. Estad en el lado receptor. Aceptad el amor y el consuelo de svuestra familia del alma, y regocijáos con el hecho de que vosotros en verdad “lo conseguísteis”. Sentid  el respeto que os estáis teniendo, porque sois en verdad aquellos que perseveraron y mantuvieron la fe en vosotros mismos mientras daban nacimiento a la Nueva Tierra. Preguntaadle a vuestro futuro ser si ella o él tiene un mensaje para vosotros. ¿Qué es importante que debáis saber ahora mismo? Dejad que la respuesta venga a vosotros, fácilmente, ligeramente. No tienen que ser palabras, o imágenes, sólo sientan la energía. Visualicen cómo vuestro ser futuro os toma de vuestras manos y os mira profundamente a los ojos, transmitiéndoos esperanza y confianza. Sentid cómo podéis verdaderamente liberar, acompañar el flujo del trabajo de contracciones y tomaros vuestro tiempo para integrar y arraigar las nuevas energías.
¡Nosotros creemos en vosotros! Tomadlo de a un día cada vez y atreveos a ser verdaderamente dulces y tiernos con vosotros mismos. Tan pronto como os volvéis duros y exigentes con vosotros mismos, al ser impacientes y críticos con respecto a vosostros mismos, os deslizáis hacia atrás, hacia la vieja energía del esfuerzo. Podéis liberarlo ahora, el tiempo está maduro para la dulzura y la bondad hacia vosotros mismos. Sed el rostro de la compasión para con vosotros mismos, y vuestro resplandor también bendecirá a los demás. Sed el ángel que sois y todo lo demás hallará su lugar.

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