Sábado, 21 de mayo 2011
LA VANGUARDIA
No faltan quienes consideran que la historia cumplirá un propósito predeterminado. Es lo que podría estar pensando ahora Nicolas Sarkozy, aunque no haya tenido directamente nada que ver con lo que le sucede a Dominique Strauss-Kahn (DSK, para los franceses), que será juzgado por intento de violación, acto sexual delictivo y retención ilegal. Pero la historia no deja de ser un enigma. La detención de Strauss-Kahn, quien el pasado jueves no tuvo más remedio que dimitir como director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha precipitado los acontecimientos en el proceso de la difusión del poder global.
La historia debe ser más bien casualidad y necesidad, como la naturaleza. A primeras horas del sábado, Strauss-Kahn era el director gerente del FMI y, según los sondeos, también era el candidato socialista con más posibilidades de convertirse en el presidente de los franceses en las elecciones del 2012. Pero ese día estaba alojado en la suite 2806 de un hotel de Manhattan. Hacia el mediodía, una camarera de color de 32 años entró en la suite, empujando un carrito con productos de limpieza, y poco después, según denunció, Strauss-Kahn salió desnudo del cuarto de baño e intentó violarla. [un guión que ni el mismo Hitchcoch hubiera imaginado] Ahora, la inesperada caída del político francés no sólo satisfará las necesidades de Sarkozy, [que ya se relame ante la más probable posibilidad de verse reelegido], y de François Hollande, a partir de aquí el socialista con más posibilidades de ser candidato a la presidencia. También sacudirá el orden económico.
La difusión del poder global se hace cada vez más patente. En abril del 2009, el G-20 (el grupo integrado por los países industrializados y los emergentes) escenificó el nuevo estado de cosas en Londres. Y dos meses después, cuatro miembros del G-20 y de lo que se conoce por BRIC (Brasil, Rusia, India y China) pidieron, en una cumbre en suelo ruso, un nuevo orden de cosas en los organismos financieros internacionales. Ahora, la dimisión de Strauss-Kahn permitirá que las potencias emergentes por lo menos pongan a prueba el liderazgo de Estados Unidos y Europa.
El orden económico internacional presente procede de la década de 1940, cuando Estados Unidos era la potencia hegemónica y se fundaron la ONU, el FMI y la OTAN. Ahora, los emergentes piden otro reparto del pastel, incluido el cargo de director gerente del FMI, que tradicionalmente ha ocupado un europeo, historia que se repite con los estadounidenses al frente del Banco Mundial. Los BRIC suman ya el 22% de la economía mundial; Estados Unidos, el 25%. Por eso piden unos mecanismos de toma de decisiones "más justos".
Una serie de casualidades hizo que Strauss-Kahn, tras la inesperada renuncia de Rodrigo Rato, accediera al cargo de director gerente del FMI en noviembre del 2007. Y la necesidad hizo que el francés rescatara al FMI cuando desfallecía en medio de una tormenta económica histórica. Quizá hizo de la necesidad virtud, pero lo cierto es que, con él, el FMI pasó de ser el guardián de la ortodoxia neoliberal a reclamar una regulación de los mercados financieros. Y lo que no fue un tema menor: Strauss-Kahn restó peso a Europa en el organismo en beneficio de los países emergentes.
No todo han sido casualidades, sin embargo, en esta historia. Hace tres años, Strauss-Kahn mantuvo una relación con una empleada del FMI que fue archivada por considerarse que había sido consentida. Pero la mujer, Piroska Nagy, escribió algo que debió alertar al FMI. "Me temo que se trata de un hombre con un problema que le convierte en una persona no apta para dirigir una institución en la que haya mujeres trabajando bajo sus órdenes", afirmó Nagy, según The Wall Street Journal. Todos tenemos un punto débil…El de DSK es probablemente el sexo. (que tira la primera piedra quien esté libre de pecado). La puritana yu doblemoralista legislación norteamericana se ha encontrado con un caso para enmarcar…Probablemente Anne Schwarz, la esposa de Strauss Kahn, harta de sus desvaríos conyugales e infidelidades, haya tenido algo que ver en esta trampa que le ha sido tendida al economista más visionario del momento.
Francia se ha indignado por el impúdico maltrato judicial y mediático dado a Strauss-Kahn, humillado públicamente y cortapisada su presunción de inocencia. Pero también ha sido llamativa la reacción francesa al dar pábulo a todo tipo de teorías conspirativas. La presidenta del Partido Demócrata Cristiano, Christine Boutin, ha dicho que "probablemente le tendieron una trampa y cayó". Y a la pregunta de quién pudo hacerlo, respondió: "Pudo venir del mismo FMI, de la derecha o de la izquierda francesas". Henri de Raincourt, ministro de Cooperación, ha asegurado que "no se puede descartar que le hayan tendido una trampa". Y Jacques Attali, asesor presidencial, ha hablado de "manipulación". El resultado es que la idea de la conspiración ha calado en la opinión pública, que en un 57% considera que todo ha sido un montaje para desacreditar al candidato mejor posicionado para destronar a Nicolas Sarkozy de la Presidencia de la República Francesa.
William Shakespeare hizo que Macbeth sentenciara que "la vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que no significa nada".
Dominique Strauss-Kahn tendrá que contar al Tribunal Supremo de Nueva York el fondo de su parte de la historia.
Strauss Kahn tuvo la decencia de decir que en España los sueldos son bajos, no como Jean Claude Trichet (director del banco central europeo) que dijo lo contrario.
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