miércoles, 14 de diciembre de 2011
Los niños de la Nueva Era
Esta canalización se presentó ante una audiencia en vivo el 21 de mayo de 2006, en Oisterwijk, Holanda. La palabra hablada ha sido ligeramente editada para que sea más legible.
Traducción del inglés al español por Sandra Gusella
Queridos amigos,
Os doy una cordial bienvenida. Mi energía fluye entre vosotros y es percibida como la energía del hogar, un Hogar hacia el cual estáis yendo y una Fuente de la cual están viniendo. Mi energía no es solamente la energía de un hombre que vivió en la Tierra hace aproximadamente dos mil años. Yo represento la energía de la Fuente de la cual todos formáis parte y en la cual vuestros Seres Superiores están presentes como uno, como un grupo de energía.
En este nivel de unidad hay una supra-alma a la cual podríais llamar la energía Crística y la cual nos abarca a todos nosotros como un paraguas, yo, Jeshua, incluido. Es desde esta energía que nosotros traemos mensajes para vosotros en la Tierra y que sostenemos un espejo para vosotros cuando temporalmente os sentís perdidos y no encontráis el camino. Es la energía de vuestro propio Ser Superior, de vuestra familia del alma, de vuestra super-alma, la que queremos mostraros. Os recordamos la Fuente de la cual vosotros descendéis y de la cual proviene vuestra inspiración más profunda.
La inspiración que os une tiene que ver con traer Luz a la Tierra. Tiene que ver con la llegada de la Nueva Era. Vuestra encarnación aquí y ahora en la Tierra está sumamente conectada con los tiempos de transición que estáis viviendo. Ahora, de lo que quiero hablar hoy es sobre la llegada de una nueva generación de niños a la Tierra. Estos niños muestran otras cualidades diferentes a las que estáis acostumbrados en los niños del pasado. ¿Cómo sucede esto? ¿De dónde viene este fenómeno? Para esto, tengo que llevaros atrás en el tiempo y mostraros en qué medida vosotros fuisteis los pioneros de la nueva ola de energía que estos niños están ahora introduciendo.
Ha habido tiempos en la Tierra en los cuales la energía era pesada y densa. Todo era ordenado por normas y reglamentos, con poco espacio para la imaginación y para los poderes intuitivos, portadores siempre éstos de una energía amorosa y juguetona. Durante eras, esta energía pesada tomó posesión de la Tierra. Yo fui un pionero en quebrar el baluarte, de poner en cuestión el trono de esta sofocante energía, en traer Luz a una realidad oscura en la cual el poder y la opresión prevalecían.
En el curso de esta historia, la segunda Guerra Mundial significó un punto de cambio. Inmediatamente después de este periodo de guerra nació una nueva era, un tiempo mágico del espíritu, que habéis conocido como la revolución de los años sesenta del pasado siglo XX. También significó una revolución espiritual. La energía del corazón renació en aquel tiempo y aunque la energía de los sesenta en algún punto fue naïf (ingenua) y no tuvo un propósito o dirección definida, abrió una brecha significativa. Pregonó en una nueva y vibrante energía.
Todos los que habéis nacido aproximadamente durante este periodo, así como los que llegásteis desde la segunda Guerra Mundial habéis sido pioneros de la nueva era. Y es desde una capa espiritual creada por vosotros que una nueva generación de niños ha aparecido ahora, quienes reconocen la canción de su corazón y la conducen aún más lejos. Sobre estos niños quisiera hablar ahora.
Estos niños llegan con una energía que es más pura y más elevada que nunca. Por ‘más elevada’ quiero decir que ellos son capaces de mantener más intacta su energía del alma cuando llegan a la Tierra. Con otras palabras diría que el velo entre su realidad material y el reino espiritual se ha vuelto más fino e intangible debido al trabajo pionero que vosotros y muchos otros habéis hecho durante las décadas posteriores a la segunda Guerra Mundial.
En aquellos días, muchas cosas fueron puestas al descubierto: las autoridades tradicionales fueron puestas en tela de juicio, nuevos conceptos salieron a la superficie e influenciaron a la conciencia colectiva de la humanidad a nivel mundial. A primera vista, esto trajo confusión y caos, pero la energía del corazón siempre trae confusión y caos a los ojos de aquellos que quieren mantenerse adheridos a las normas y las estructuras y esperan siempre oír ‘la verdad’ de una autoridad externa resuelta. Esos días han pasado. Todos vosotros estáis anhelando sentir y basaros en la energía de la verdad dentro de vosotros mismos. Este trabajo interior pavimenta el camino para una nueva era en la Tierra. Todos tenéis un pie en la vieja era y otro pie en la nueva. La transición a lo nuevo es una transformación a largo plazo, gradual. Los niños que están naciendo ahora, ya están dentro de la nueva era más de lo que vosotros jamás lo hayáis estado. De todos modos, hay una importante conexión y reconocimiento entre ellos y vosotros.
Para aclarar esto, dejadme deciros algo más sobre los diferentes grupos de niños que están entrando a la Tierra ahora. Todos aquellos que estáis presentes aquí, y todos los que se os sentís particularmente atraídos hacia este mensaje, sois almas trabajadoras de la luz. En canalizaciones anteriores he hablado sobre las características de las almas trabajadoras de la luz y sobre su historia a lo largo de las eras (ver la Serie de los Trabajadores de la Luz). Vosotros sois almas viejas e introducís la sabiduría y la experiencia atesorada tras muchas, muchas vidas. Debido a todo lo que habéis atravesado, vosotros habéis desarrollado una sensibilidad en vuestra alma, que os hace sabios y compasivos, pero también vulnerables. Muchas veces os habéis sentido ‘diferentes’, que no encajábais muy bien en vuestro entorno familiar y social. Especialmente en épocas donde el orden, la disciplina y la represión de los sentimientos eran lo normal, esto causó profundo sufrimiento y lastimó vuestros centros sensibles. Pero la sensibilidad que es característica en vosotros, ahora la podéis ver claramente reflejada en los ojos de los niños trabajadores de la luz que están naciendo en la Tierra.
Este es el primer grupo de ‘niños de la nueva era’ que quiero distinguir. Ellos son almas trabajadoras de la luz, básicamente lo mismo que vosotros, pero ellos entran a través de una puerta o velo diferente en la Tierra. Ellos están menos cargados con la energía de la vieja era, de lo que vosotros lo estuvísteis. Vosotros tuvísteis que tratar con viejos métodos educativos, bien intencionados sin duda, pero a menudo métodos sofocantes de educar niños, que con frecuencia reprimían la capacidad de maravillarse, la imaginación y la autoestima original en los niños. Todo eso ha estado cambiando a lo largo de las décadas pasadas. Hay más libertad, más espacio para los sentimientos, más comprensión de la importancia de las emociones, más respeto por la naturaleza individual de cada persona.
Las almas trabajadoras de la luz que ahora están entrando son de este modo recibidas de manera diferente, en una nueva energía, y esto les permite traer más de su energía del alma y de su luz cósmica a través del velo. Su sensibilidad, por lo tanto, es claramente visible y también puede provocar desequilibrios en su entorno. Hablaré de esto más adelante.
Quisiera distinguir un segundo grupo de ‘niños de la nueva era’. Ellos son las almas terrestres. No pertenecen históricamente a la familia de las almas trabajadoras de la luz de las cuales hemos estado hablando antes (ver la serie de Los Trabajadores de la Luz para una distinción entre almas trabajadoras de la luz y almas terrestres). Su desarrollo está profundamente entrelazado con el desarrollo de la vida en la Tierra. Ellos ahora como grupo están atravesando las primeras etapas de soltar una conciencia basada en el ego y moverse hacia una conciencia basada en el corazón. Las almas terrestres que han entrado en tiempos recientes muestran una mayor sensibilidad. Esto se debe a su propio desarrollo interior pero también porque el velo es más delgado y hay más espacio para la propia expresión emocional. Ellos también son parte de la nueva ola de energía que está ahora entrando a través de los niños.
Luego hay un tercer grupo que quisiera distinguir. Ellos son comúnmente llamados (por su literatura espiritual) los niños cristal. Estos niños son relativamente nuevos en la Tierra; ellos no han pasado muchas vidas aquí, aunque tienen una rica experiencia en otras dimensiones o planos de existencia. Ellos se han encarnado en esos otros planos (mundos) en otras formas diferentes al cuerpo humano. También podríais llamarlos los niños de las estrellas (Starkids) o niños indigo. Su energía a menudo es soñadora y también se caracterizan por tener una gran sensibilidad. En estos niños puede también haber síntomas físicos como alergias (a alimentos) o problemas de piel, que tienen que ver con tener dificultades en lograr habituarse a la energía de la Tierra, a la densidad y crudeza de la realidad material. Estos recién llegados a la Tierra llevan consigo una energía muy etérea, refinada, y necesitan una amplia protección y seguridad para ser capaces de arraigarse totalmente.
Hemos nombrado ahora tres grupos de niños que son los niños de la nueva era. De este modo, podríamos decir que todos los niños que se están encarnando actualmente son parte de la Nueva Era, conforme a su propia naturaleza.
Vosotros que estáis escuchando y leyendo esto estáis especialmente familiarizados con las almas trabajadoras de la luz, porque vosotros mismos sois una de ellas. Todos vosotros estáis profundamente inspirados y deseáis traer Luz dentro de la Tierra. Al mismo tiempo tenéis dentro viejas heridas de rechazo y de soledad. Debido a esto, no siempre es fácil que sintáis una conexión amorosa y segura con la Tierra. Pero es este punto precisamente el de mayor importancia para poder ayudar a los nuevos niños a arraigar su energía y a llevar vidas satisfactorias. Experimentar vosotros mismos una conexión amorosa con la realidad terrestre, es una condición previa para que seáis capaces de prepararlos a ellos y apoyarlos y ofrecerles la seguridad emocional que ellos necesitan.
Ahora mencionaré algunos de los problemas que estos niños podrían encontrar y qué podéis hacer vosotros con respecto a esto, en cualquier momento que estéis en contacto con ellos, como padres, como maestros o como terapeutas. Algunos de vosotros os sentís llamados a trabajar con ellos, y esto es muy apropiado, ya que sois especialmente expertos en reconocer vuestros motivos implícitos e inspiraciones. Reconocéis aspectos de esos niños que fueron reprimidos y sofocados en vosotros mismos de pequeños, durante vuestra infancia o más tarde. Esta es la razón por la cual encontraros con estos chicos puede afectaros a un nivel emocional profundo, porque vosotros veis en ellos un reflejo de vosotros mismos, vuestro propio amor, vuestra originalidad, y también vuestro dolor. Lo cierto es que estos niños pueden también acabar experimentando el mismo dolor de no sentirse bienvenidos en la Tierra. Incluso si los tiempos han cambiado, no está establecido que ellos vayan a encontrar en la Tierra formas de manifestación equiparadas con su vibración y nivel de conciencia. Esto tiene varias razones.
La primera es que su energía o vibración (aún) no se iguala a la energía de la Tierra y a la de la conciencia humana colectiva. Ellos están…'adelantados a su tiempo'. Esta ‘falta de entendimiento’ entre lo viejo y lo nuevo os es familiar a vosotros mismos debido a vuestra propia experiencia. Hay una astucia y profunda y genuina sabiduría en vosotros, la vieja generación que no ha estado encajando muy bien en la realidad social. Ésta va en contra de algunos valores y conceptos tradicionales profundamente arraigados, y ha chocado con el escepticismo y la desconfianza. Los actuales niños también tienen que tratar con esta resistencia, porque aún no se ha ido. Más aún (segunda razón), la realidad material en la Tierra tiene una lentitud intrínseca, debido a su densidad. Los sueños y los deseos no se manifiestan ni rápida ni fácilmente. Para verdaderamente ver realizada vuestra inspiración más profunda, tenéis que ser capaces de conectaros con la Tierra en todos los niveles: emocional, físico, mental y espiritual. Sólo entonces vuestra energía puede encontrar suelo fértil y las semillas de vuestra alma pueden brotar y florecer.
Para los niños de la nueva era, va a ser muy importante que sean capaces de arraigarse, es decir que sepan cómo conectar su energía cósmica, la cual puede ser arrolladora, apasionada e inspirada, con la realidad terrestre. Es importante que ellos cultiven la paciencia para canalizar su energía del alma a la lenta realidad energética de este planeta. También es vital que ellos tengan paciencia con aquellas partes de la humanidad y de la sociedad que caminan detrás y que aún no son capaces de comprender la sabiduría que ellos ofrecen, incluso interpretan su comportamiento como obstinación y rebeldía.
Tiene lugar aquí una colisión entre lo viejo y lo nuevo que puede causar problemas. La energía de los nuevos niños a menudo va a ser malinterpretada por las personas que forman parte de la vieja mentalidad, la cual dice que la disciplina, el orden y la obediencia son los requisitos previos para el total desarrollo de las habilidades y de la personalidad de los niños. Ahora, en realidad vosotros sois aquellos que os encontráis aquí entre lo viejo y lo nuevo, y los capacitados para construir un puente entre ambas orillas. Vosotros habéis sufrido porque tuvísteis que controlar y mantener dentro mucha de vuestra verdadera energía espiritual. Y sabéis cómo es sentirse bloqueados y censurados en vuestra más genuina expresión. Por lo tanto comprendéis muy bien a los nuevos niños, comprendéis su necesidad de desatarse de las normas basadas en la autoridad y en la opresión de los sentimientos.
Estos niños necesitan tener espacio para la autoexploración y para la individualidad, y al mismo tiempo necesitan comprender el valor de la disciplina amorosa (como opuesta a la disciplina autoritaria). Ellos tienen que aprender cómo canalizar y manejar su energía sin reprimirse y sin miedo a soliviantar las estructuras mentales ajenas. Éste es el punto que precisamente vosotros mismos estáis tratando en vuestro propio camino interior. Para todos vosotros es vitalmente importante ser capaces de canalizar vuestra energía cósmica, vuestra chispa interior de luz, a través de vuestro cuerpo hacia la realidad terrestre. Esto significa, especialmente, que tenéis que tratar con las emociones que os bloquean la capacidad innata y el poder para estar verdaderamente presentes en el aquí y ahora y expresarse en la realidad material.
Atesoráis mucha energía espiritual en la parte superior de vuestro campo de energía (hombros y cabeza) gestionada por los tres chackras superiores, pero se estanca y no puede encontrar su camino 'hacia abajo'. En este contexto la energía no puede unirse adecuadamente a la Tierra y arraigarse en ella, lo cual es lo mismo que decir que mantenéis vuestra energía oculta dentro sintiéndoos incapaces de expresarla satisfactoriamente. Éste puede ser el caso tanto en vuestras relaciones privadas como en vuestro ambiente laboral o cualquiera que sea la forma en que os ‘ganéis la vida’, ambientes en definitiva donde es posible que os sintáis menos satisfechos y creativos de lo que podríais. Todo esto tiene que ver con no estar completamente arraigado. Y la razón por la cual la energía no puede descender y encarnarse totalmente es que hay traumas emocionales localizados en el área del abdomen, los cuales bloquean o interrumpen el flujo energético normal. Por lo tanto es de suma importancia que enfoquéis vuestra atención y conciencia en estas partes de vosotros que están necesitando sanación emocional.
Es vital que adquiráis una espiritualidad plenamente encarnada, arraigada y que no mantengáis esta energía retenida (protegida) en la parte superior de vuestro campo áurico. De ese modo, esta energía puede ocasionar una expresión naïf (ingenua) y por tanto desequilibrada de la espiritualidad, que de vez en cuando podría concederos sentimientos extáticos y un gran entusiasmo muy localizado, pero que carece de ‘cuerpo’ y entidad suficiente para anclarse verdaderamente con la Tierra y manifestarse con ello, exteriormente (como un trabajo satisfactorio, una relación estable, amorosa y/o abundancia material). La energía espiritual debe vincularse al cuerpo emocional y, desde ahí, a la realidad física. Lo que bloquea el flujo son las viejas heridas: emociones tales como miedo y cólera, sentimientos de inferioridad, desilusión y amargura con respecto a la vida. Éstos son los obstáculos contra los que chocáis una y otra vez. Y yo os digo que tratar con estas cuestiones emocionales básicas es la clave para encontrar maneras de apoyar a los nuevos niños. Vuestra sanación emocional os proveerá de los medios para ayudar a los niños a arraigaros de un modo amoroso y a la vez disciplinado. Porque al ocuparos firmemente de estas cuestiones, estaréis determinando una ‘senda energética’ para ellos.
¿Qué significa la sanación emocional?
Me gustaría hablar de esto nuevamente –aunque ha sido tratado más detalladamente en canalizaciones anteriores (ver especialmente “Tratar con las emociones”).
Todos vosotros habéis conocido épocas en las que vuestras emociones fueron reprimidas y en las que su expresión fue considerada más o menos tabú. Especialmente los de mayor edad de entre vosotros, crecísteis en una generación para quienes esto era la norma. En los años sesenta, siguió una reacción en cadena y las emociones fueron liberadas, a veces hacia el otro extremo, el de la exaltación. Se antepusieron las emociones sobre la razón. La racionalidad tuvo que dejarse a un lado por un tiempo, para investigar libremente y transgredir los límites de la tradición. Y por un tiempo fue fructífero hacerlo así, pero la libre exploración de las energías emocionales suprimidas también acarrea ciertos peligros. Uno no transforma y sana las emociones simplemente dándoles 'rienda suelta' y dándoles un libre reinado, permitiéndoles así que asuman el control sobre uno mismo. Es un modo de alimentar otra cierta tiranía. Y los tiranos gobiernan allí donde la población lo permite.
La esencia de la libertad espiritual, la verdadera conexión con ella, consiste en reconocer todo el espectro de emociones, y permitirles estar, y al mismo tiempo permanecer plenamente consciente, es decir, abrazando su propia conciencia angelical. Las energías emocionales irresueltas dentro de vosotros son como pequeños niños, confundidos, tristes o asustados, viniendo a vosotros para recibir consuelo del ángel que se aloja en vosotros, vuestro Ser Superior. De esta manera, vuestro ser angelical superior desciende hacia vuestro propio cuerpo emocional para hacer el trabajo de sanación, su misión. Y cuando hacéis esto, vuestra Luz fluye hacia abajo, a través de los centros de energías inferiores (chackras), a través de los brazos y piernas y hacia afuera, hacia el mundo. Esto es lo que significa anclar y arraigar vuestra energía angelical (alma).
Es un proceso que requiere disciplina. Yo empleo la palabra disciplina no con un matiz autoritario, sino para remarcar que una actitud disciplinada no ocurre automáticamente. El proceso de autosanación requiere un enfoque firme e íntegro en vuestra vida interior y buena voluntad para enfrentar todas las emociones que hay dentro, sean las que sean. Se trata de reconocerlas como propias, tomando responsabilidad por ellas y no sentirse como una víctima del pasado, de otras personas o de la sociedad. No, vosotros sois el ángel quien ha absorbido estas emociones y quien tiene el poder para transformarlas. Esta es la razón por la cual vinisteis a la Tierra: para transformar vuestro miedo, ira y tristeza en amor, perdón y comprensión. Haciendo esto, crearéis para vosotros mismos una vida de alegría y de satisfacción, y estaréis en paz con la realidad de la Tierra. Y así establecéis una huella energética para los nuevos niños que están (y seguirán) llegando. Ellos están entrando con una energía elevada, gracias a vuestro trabajo pionero, pero sin la seguridad de que esta energía encontrará tierra firme donde pisar.
Para preparar este terreno, todos vosotros, la sociedad en general, tendréis que abriros a los aspectos nuevos y diferentes de estos niños. Necesitamos darles la bienvenida y permitirles expresar su energía libremente, y al mismo tiempo enseñarles a desarrollar el enfoque y la paciencia para canalizar su energía a la realidad terrestre. Ellos necesitan expresar su energía del alma, su inspiración cósmica, en formas materiales que pertenezcan a la Tierra. Entonces ellos deben sentirse capaces de expresarse emocionalmente, mentalmente, creativamente y espiritualmente en el lenguaje, en la comunicación y en la organización. Es importante que ellos se sientan invitados a traer su energía dentro de esta realidad, incluso si esto implica que tengan que pasar por la resistencia (interna o externa) y las dificultades.
El mensaje de los nuevos niños, su energía clara, cristalina, sólo puede caer sobre tierra fértil cuando nosotros les ayudamos a establecer una amorosa conexión con la Tierra. En relación a esto, vosotros mismos estáis atravesando un proceso de transformación fundamental, en el cual el cuerpo emocional es la clave. Todos vosotros estáis en el proceso de tomar responsabilidades por vuestras emociones más profundas y liberarlas gradualmente en la luz de vuestra propia conciencia angelical. Vuestro ser-ángel tiene compasión por el miedo profundo y la tristeza que podéis experimentar en este reino terrestre. Pertenece a la esencia de la energía Crística que desciende al punto más bajo, donde la oscuridad parece estar por todos lados, y da a conocer la presencia de Luz. No es una gran hazaña esparcir luz en un reino cósmico donde ya impera el amor y la seguridad. Lo es hacerlo en un mundo donde la densidad obstaculiza la expresión del amor.
El verdadero poder de la energía Crística es que se abre paso a través de las células más oscuras, que trae amor donde abunda la desesperanza. Sobre la Tierra, un planeta tan encantador y rico y aún tan apartado de la unidad y del amor, la energía Crística prepara una cama de semillas y da a conocer nuevas perspectivas. Todos vosotros sois los brotes de estas semillas y los pioneros de la nueva era. Incluso si vuestro camino parece difícil y pesado, todos vosotros habéis realizado mucho y por vuestros propios cambios internos habéis ayudado a abrir una puerta para la nueva ola de energía de luz que ahora está vertiéndose sobre la Tierra.
Incluso ahora, no va a ser fácil. Incluso ahora, mucha oscuridad viene a la superficie: abuso de poder, miedo, vieja energía. Por lo tanto, yo os pido que mantengáis la fe en vuestra misión: llevar la luz de vuestra energía Crística rebrotada hacia vuestra propia oscuridad interior. Los niños de la nueva era van a estar agradecidos con vosotros. Ellos os necesitan, pero ellos también os dan algo a cambio. Ellos llevan felicidad a vuestros corazones, una frescura encantadora y un vivo recuerdo del Hogar. Ellos brillan con la alegría y el amor como una flor que se abre, llena de promesa. Esta energía puede hacer accesible vuestro corazón y agitar una sensación de travesura y de despreocupación en ustedes. Todos vosotros que os sentís viejos y cansados, quienes habéis pasado por muchas cosas: ¡extendedles vuestras manos a los recién llegados! Ellos necesitan vuestro apoyo y experiencia y ellos traerán amor y júbilo a vuestras vidas. Este es un proceso que os toca a todos vosotros, estéis o no tratando con estos niños directamente. Os concierne a todos vosotros.
Quisiera concluir con un momento de silencio en el cual os pido que os conectéis con la Tierra. La Tierra misma es una inteligencia, un ser con un alma quien está esperando la llegada de los nuevos niños. Ella se sonríe cuando os mira, porque cuando llegásteis aquí, en otro tiempo, vosotros también fuisteis estos mismos hermosos niños, los pioneros y los mediadores. Sentid la gratitud de la Tierra hacia vosotros. Estáis tan relacionados con este enorme proceso. Sentid la llegada de los nuevos niños, llenos de esperanza y de inspiración. Ellos también están aquí para ayudaros. Su vivacidad y sabiduría os reanimarán y os recordarán que la nueva era está realmente esbozándose, que el kilómetro más largo es en verdad el último tramo de la vuelta a casa y que las flores del amor y de la paz verdaderamente brotarán.
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