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lunes, 20 de junio de 2011

Liberando lo viejo

La transición desde la conciencia basada en el ego a la conciencia basada en el corazón progresa a lo largo de un número de etapas.


1. Insatisfacción latente con lo que la realidad ilusoria de la conciencia basada en el ego tiene te está ofreciendo. Anhelo de ‘algo más’: el comienzo del final.


2. Comenzar a ser conscientes de vuestras ataduras a la conciencia basada en el ego, reconocer y liberar las emociones y pensamientos que van con ella: la mitad del final.


3. Permitir que mueran dentro de vosotros las viejas energías basadas en el ego, eliminando el capullo, siendo vuestro nuevo ser: el final del final.


4. El despertar dentro de ustedes de la conciencia basada en el corazón, motivada por amor y libertad; ayudar a otros a hacer la transición.




A continuación hablaremos de la etapa tres. 
Pero antes de hacerlo, queremos señalar que la transición no ocurre a lo largo de un camino recto y lineal. Hay momentos en los que retrocedéis a una etapa que ya había sido dejada atrás. Pero ese retroceso puede más tarde conduciros hacia un gran paso hacia delante. Por lo tanto, los desvíos pueden resultar ser atajos. Además, cada camino espiritual del alma es único e individual. Por consiguiente, este esquema que os estamos proporcionando, de cuatro etapas diferentes, debería concebirse simplemente como un modo de resaltar algunos de los puntos transformadores en el proceso. Los esquemas y las categorías son meros instrumentos que hacen visible una realidad que no puede ser capturada por la mente (la parte mental de ustedes).


Después de haber aceptado vuestras heridas internas y haber sanado las partes traumáticas de vuestra conciencia, como hemos descrito en el capítulo previo, vuestra energía cambia. Estáis liberando lo más viejo y obsoleto de vosotros. Estáis creando espacio para un modo de ser y de experimentar completamente nuevo. En este capítulo, nos gustaría explicar qué sucede energéticamente cuando liberáis la conciencia centrada en el ego. Lo que sucede energéticamente cuando os trasladáis desde la dominación del ego a la conciencia basada en el corazón, es que el chakra cardíaco toma preponderancia sobre el deseo del tercer chakra.


Los Chackras


Los chakras son ruedas giratorias de energía localizadas a lo largo de vuestra espina dorsal. Estos centros energéticos están todos relacionados con un tema de vida particular, por ejemplo ‘espiritualidad’ (chakra de la corona), ‘comunicación’ (chakra de la garganta), o ‘las emociones’ (chakra del plexo solar, situado en el ombligo). Los chakras, en cierto punto, son parte de la realidad material, ya que están relacionados con lugares específicos en vuestro cuerpo físico. Pero no son visibles al ojo físico, por lo que se podría decir que se extienden entre el espíritu y la materia; ellos tienden un puente en la brecha. Forman el punto de entrada del espíritu (vuestra conciencia de tener alma), permitiéndo al alma tomar forma física y crear las cosas que están sucediendo es vuestras vidas.


El chakra del corazón, localizado en el centro de vuestro pecho, es la residencia de la energía del amor y la unidad. El corazón rige las energías que unifican y armonizan. Cuando ustedes prestan atención a este centro por un rato, pueden sentir calidez o algo abriéndose. Si ustedes no sienten nada, simplemente déjenlo y tal vez traten en otro momento.


El chakra situado debajo del corazón es llamado ‘el plexo solar’ y está localizado cerca de vuestro estómago. Es la residencia del deseo. Es el centro que enfoca vuestra energía a la realidad física. De este modo, es el chakra que está conectado con cuestiones de creatividad, vitalidad, ambición y poder personal.


El ego y el deseo están muy relacionados uno con otro.
La facultad del deseo os permite enfocaros en algo, ya sea interno o externo. Vuestras percepciones de la realidad, tanto de vosotros como de otros, está muy influenciada por lo que queréis, por vuestros deseos. Vuestros deseos a menudo están distorsionados por el miedo. Frecuentemente queréis algo porque sentís necesidad de eso, bajo lo cual subyace un sentimiento de carencia o necesidad. Debido al miedo que está presente en mucho de vuestros deseos, el plexo solar está, a menudo, dirigido por la energía del ego. El ego especialmente se expresa a si mismo a través del plexo solar.


A través de la facultad del deseo, el ego literalmente presiona la realidad.


La realidad tiene que ser forzada para que encaje en aquello que el ego quiere que vosotros creáis. El ego trabaja desde un conjunto de presunciones básicas acerca de cómo trabaja la realidad, las cuales, repito, están todas basadas en el miedo. El ego os presenta un cuadro de la realidad altamente manipulado y selectivo, ya que su modo de ver está lleno de prejuicios en virtud de sus propias necesidades y miedos. Además, tiene que juzgar todo lo que observa. No concede espacio para simplemente observar las cosas. Todo tiene que ser clasificado, definido y dividido en categorías, tiene que ser etiquetado como correcto o incorrecto.


Cuando vivís desde el corazón, no hay un conjunto firme de creencias con el cual interpretéis o valoréis los hechos. Ya no tenéis fuertes convicciones acerca de algo. Os habéis convertido en meros observadores, y postergáis las críticas morales de cualquier clase, ya que sentís que podríais no haber comprendido todo lo que hay para comprender de la situación. Las críticas tienen siempre algo de sentencia definitiva; El corazón, no obstante, no está interesado en definiciones. Siempre trata de ir más allá de lo que parece definir y definido. El corazón es abierto, explorador, y dispuesto a re-examinar, dispuesto a perdonar.


Cuando utilizáis el poder del deseo centrado en el ego, podéis sentir algo presionando en vuestro chakra del plexo solar. Usar el deseo de este modo es un suceso energético, del cual podéis ser conscientes, si lo queréis. Siempre que sintáis este empuje, acompañado de un fuerte deseo de que las cosas sean como deseáis, estaréis tratando de moldear la realidad a vuestra conveniencia y deseos. Estáis tratando de forzar vuestras creencias sobre la realidad.
Cuando actuáis desde el corazón, sseguís el flujo de las cosas tal como se presentan; no estáis empujando o forzando.
Si trabajáis muy duro para lograr algo, y falláis en alcanzar vuestras metas una y otra vez, por favor preguntaos desde qué chakra, desde qué centro energético, estáis haciendo eso. También, podéis inclinaros hacia el corazón y preguntar por qué esto o lo otro no está funcionando como deseáis, o por qué tenéis que invertir tanta (demasiada) energía en esto.
A menudo tratáis de lograr ciertas metas, sin haber indagado verdaderamente en las motivaciones internas revisando desde vuestro corazón si esto realmente os sirve en vuestro camino interior hacia la sabiduría y la creatividad. También, incluso si vuestras metas representan a vuestros deseos más profundos sentidos desde el corazón, podéis desarrollar expectativas irreales con respecto al marco de tiempo en el cual los acontecimientos esperados sucederán. Podéis estar en una línea de tiempo que no es la del corazón sino la del deseo personal. Y eso acaba siendo decepcionante.


Hay un ritmo natural en todas las cosas, y éste no necesariamente tiene la velocidad que ustedes piensan que es la conveniente. La realización de vuestras metas necesita cambio de energía. El cambio de energía frecuentemente lleva más tiempo de lo que esperáis o deseáis para eso. De hecho, el cambio de energía no es otra cosa que vosotros en el proceso de cambio, de metamorfosis.


Cuando hayáis alcanzado vuestras metas, no seréis nunca más ustedes. Llegaréis a ser una versión expandida de vuestro ser actual, llenos de más sabiduría, más amor, y más poder interior.
El tiempo que lleva cumplir vuestras metas es el tiempo que lleva cambiar vuestra conciencia de tal modo que la realidad deseada pueda entrar a vuestra realidad actual. Por lo tanto, si queréis acelerar los acontecimientos, enfocaos en vosotros, y no tanto en la realidad.


Con frecuencia, necesitáis liberar vuestras metas, para abriros a recibir. Esto suena paradójico. Pero en realidad solo estamos diciendo que necesitáis aceptar completamente vuestra realidad actual, antes de que podáis avanzar a una nueva realidad. Si no aceptáis vuestra realidad actual, y os estáis ‘apegando’ a vuestras metas de un modo tenso, no estaréis avanzando.


Nada abandonará vuestra realidad, a menos que decidáis abrazarlo, amarlo. Amar es igual a “dejar en libertad”.
A menos que abracéis vuestra realidad actual y la aceptéis como vuestra creación, el origen de su existencia, ésta no podrá dejaros, porque estaréis negando parte de vosotros mismos. Estáis diciendo “no” a la parte de vosotros que ha creado esta realidad para vosotros. Quisérais cortar esta parte indeseada de vosotros y moveros hacia delante.
Pero no podéis crear una realidad más amorosa partiendo desde una premisa corrupta: el odio a vosotros mismos. No podéis “desear estar” en una nueva realidad apartando partes indeseadas de uno a un lado. El poder del deseo no os sirve aquí.
Lo que precisáis es entrar en contacto con vuestro corazón. Las energías de la comprensión y la aceptación son los verdaderos bloques de una realidad nueva y más satisfactoria.
Cuando interaccionáis con la realidad desde el corazón, permitís ser a la realidad. No tratáis de cambiarla; simplemente y cuidadosamente observáis lo que es.


Cuando el corazón pasa a ser el administrador de vuestro ser, el centro del deseo (el plexo solar) lo seguirá. El ego (o la facultad del deseo) no será eliminado, ya que éste, naturalmente, cumple el rol de trasladar la energía desde el nivel de la consciencia al nivel de la realidad física. Cuando esta traslación o manifestación es guiada por el corazón, la energía del deseo crea y fluye sin esfuerzo. Ningún empuje o esfuerzo está involucrado. Aquí es cuando ocurre la sincronicidad: una remarcable coincidencia de sucesos, que favorecen mucho la realización de vuestras metas. A vosotros os parece milagroso cuando las cosas trabajan juntas de este modo. Pero en realidad esto es lo que sucede todo el tiempo cuando creáis desde el corazón. Sin esfuerzo es el rasgo de crear desde el corazón.




Creando vuestra realidad desde el corazón


La verdadera creatividad no está basada en la determinación y fuerte voluntad en ser creativos, sino en un corazón abierto y libre de atadauras. Estar abierto y receptivo a lo nuevo y desconocido es vital para ser un verdadero creador.
Una clave para la verdadera creatividad radica en la capacidad de no hacer nada; rehusarse a hacer, fijar, focalizar. Es la habilidad de colocar vuestra conciencia en un modo de alerta y, no obstante totalmente receptivo.
Únicamente no sabiendo, dejando las circunstancias abiertas, podéis crear un espacio para que algo nuevo entre en vuestra realidad.
Esto es, paradójicamente, contrario a lo que mucha literatura de la llamada ‘nueva era’ afirma acerca de ‘crear su propia realidad’. Es verdad que creáis vuestra realidad todo el tiempo. Vuestra conciencia es creativa seáis o no conscientes de ello. Pero cuando queréis crear vuestra realidad conscientemente, tal como muchos libros y terapias os enseñan, es esencial comprender que la forma más poderosa de crear no está basada en el deseo (siendo activo) sino en el autoconocimiento (siendo receptivo).


Todo cambio en el mundo material, por ejemplo en el área de trabajo, relaciones o vuestro entorno material, es un reflejo de cambios a nivel interno. Es sólo cuando se completan los procesos de transformación interna que la realidad material puede responder reflejándooslos a vosotros cambiando las circunstancias de vuestra vida.
Cuando tratáis de crear desde el deseo, focalizándoos o visualizando vuestras metas y anhelos todo el tiempo, ignoráis la transformación interior que se requiere para el cambio. De ese modo estáis creando de un modo artificial, con lo que estáis destinados a desilusionaros. No estáis así creando desde lo profundo de vuestras almas.
El alma os habla en momentos de silencio. Escucháis verdaderamente vuestra voz cuando no sabéis nada más. A menudo el alma habla muy claramente, a veces cuando os entregáis y os dáis por vencidos.
Lo que sucede cuando os entregáis es que os abrís a lo nuevo. Libreando todas vuestras expectativas, os volvéis verdaderamente receptivos a ‘lo que es’.


La desesperación es causada por la fuerte creencia de que sabíais lo que debía suceder en vuestras vidas. Cuando la realidad falla al no corresponder a las expectativas depositadas en esta creencia, os desilusionáis e incluso os desesperáis en algún punto. De todos modos, si entregáis las fuertes expectativas y os atrevéis a estar abiertos a lo nuevo, no tendréis por qué alcanzar nuevamente este punto de desesperación antes de entrar en contacto con vuestra alma. Vosotros todavía podéis volveros receptivos y abiertos a lo que vuestra alma os comunica, sin tener que desilusionaros con antelación.


Siempre que ‘sepáis exactamente lo que queréis u os conviene’, estáis con frecuencia limitando las posibilidades que energéticamente se hallan disponibles para vosotros en el universo. Esta nueva realidad que estáis ansiando, ya sea un trabajo, una relación personal-afectiva o una mejor salud, contiene muchos elementos que desconocéis. A menudo pensáis que lo que deseáis es algo que ya conocéis (un lindo trabajo, una pareja amorosa), proyectado en el futuro. Pero esto no es así. Lo que ustedes estáis realmente haciendo al crear una nueva realidad es ir fuera de vuestras propias fronteras –psicológicas–. Y no podéis saber ahora lo que existe más allá de dichas fronteras. Podéis percibir claramente que hay algo muy deseable ahí, pero no tenéis que limitarlo focalizándolo o visualizándolo. Simplemente podéis buscarlo con un sentimiento de apertura y curiosidad.


Realmente, para generar la manifestación de la realidad que más anheláis, la auto-aceptación es mucho más importante que focalizar vuestros pensamientos o deseos. No podéis crear algo que no sois. No podéis desear circunstancias que no sabríais gestionar. Podéis recitar mantras miles de veces y crear muchas imágenes positivas en vuestra mente, pero si éstas no reflejan lo que realmente sentís (por ejemplo ira, depresión, intranquilidad, desaprobación…), no creáis nada más que duda y confusión: 
“Yo estoy trabajando muy duro pero nada (de lo que espero) sucede”.


La auto-aceptación es una forma de amor. El amor es el imán más grande para los cambios positivos en vuestras vidas. Si os amáis y aceptáis por lo que sois, atraeréis circunstancias y personas que reflejen vuestro amor propio. Es tan simple como eso.
Sentid vuestra propia energía, todos vuestros sentimientos. Sentid cuán hermosos y sinceros sois ahora mismo, con todas vuestras luchas y pesares. Sois hermosos, con todas vuestras ‘imperfecciones’ y ‘faltas’. Y esa es la única realización que cuenta.
Abrazad lo que sois, relajaos con vosotros mismos, puede que veáis ‘vuestros muchos desperfectos’ con sentido de humor. La perfección no es una alternativa que se os sea dada a conocer. Es solo una ilusión.


Crear vuestra realidad desde el corazón es reconocer vuestra Luz, aquí y ahora. Al reconocerla, al volveros concientes de ella, estáis sembrando una semilla que crecerá y tomará forma en el nivel físico.


Cuando Dios, todo lo que es, os creó como almas individuales, no ejerció su Voluntad. Simplemente fue El/ella mismo/a y en algún punto sintió que había algo ‘ahí afuera’ que merecía ser explorado. No sabía exactamente qué era, pero le hizo sentirse un tanto…’enamorado/a”. Y asumió sin expresión desproporcioanada de júbilo, que merecía experimentar esta nueva y provocativa realidad. Dios también estaba un poco enamorado/a de si mismo/a.
Fue entonces cuando tomásteis forma como almas individuales y Dios comenzó a experimentar la vida a través de vosotros. ¿Cómo sucedió todo esto? ¿Cuáles fueron los detalles del proceso de la creación). Realmente Dios no se preocupó por eso. Simplemente se amó a si mismo/a y estuvo abierto/a al cambio. Y estos son realmente los únicos elementos requeridos para que creéis vuestra propia realidad perfecta: amor propio y buena voluntad para aventuraros a lo nuevo.




Adaptándose a vivir desde el corazón


Crear desde el corazón es más poderoso y requiere menos esfuerzo que crear desde el ego. No hay necesiad de preocuparse por los detalles; sólo tenéis que permanecer abiertos a todo lo que es, tanto externa como internamente.


Con esta apertura, podéis de vez en cuando sentir un cierto tirón. Podéis sentiros conducidos hacia ciertas cosas. Este tirón es realmente el silencioso susurro de vuestro corazón; es vuestra intuición. Cuando actuáis desde la intuición, estáis siendo llevados, en lugar de empujar. No actuáis hasta que sentís en el nivel interno que es apropiado actuar.
Puesto que estáis mucho más acostumbrados a forzar situaciones, por ejemplo usando vuestro deseo para crear cosas, el cambio energético del ego al corazón supone un total desafío para vosotros. 
El cambio, para que lo entendáis, requiere una notoria ‘desaceleración’. Para realmente entrar en contacto con el flujo de vuestra intuición, vuestra conciencia tiene que hacer un esfuerzo para “no seguir haciendo”, para dejar que todo sea. Esto se opone mucho a lo que ustedes pensáis y estáis acostumbrados. Estáis mucho más habituados a basar vuestras acciones en los pensamientos y en la fuerza de voluntad. habaéis siempre dejado que vuestros pensamientos determinen vuestras metas y utilizáis vuestro deseo para realizarlas. Esto es totalmente lo opuesto a crear desde el corazón.


Cuando, sin embargo, vivís desde el corazón, escucháis a vuestro corazón y luego actuáis conforme a sus dictados. No pensáis, simplemente escucháis, con una conciencia alerta y abierta a lo que vuestro corazón os dice. El corazón habla a través de vuestros sentimientos, no a través de vuestra mente. La voz de vuestro corazón puede ser mejor oída en estado de sosiego, tranquilos, relajados y arraigados.


El corazón os muestra el camino hacia la realidad más amorosa y alegre en este momento. Vuestros susurros y sugerencias no están basados en el pensamiento racional y lógico. Podéis reconocer la voz del corazón por su delicadeza y el inequívoco toque de alegría en ella. La delicadeza está en ella porque el corazón nunca pretende imponerse; no hay condiciones vinculadas a sus sugerencias. Su entrega es incondicional. Vuestro “propio corazón” os ama hagáis lo que hagáis.


Vivir desde el corazón no significa que acabéis volviéndoos pasivos o sumidos en estado de letargo. Dejar que las cosas sean, sin calificarlas como correctas o incorrectas, sin definirlas ni forzarlas, requiere mucho tesón y convicción. Esa es la fuerza de estar totalmente presente en el ‘ahora’, de afrontar todo lo que hay y solo observarlo. Podréis sentiros vacíos, depresivos, o nerviosos, pero no trataréis de evitar las situaciones que se presenten, sino que las experimentaréis sabaiendo que simplemente hay que vivir esos momentos en toda su magnitud y extraer un aprendizaje de ellos.


Vosotros no comprendéis el verdadero poder de vuestra conciencia. Está hecha de Luz. Cuando vuestra conciencia abraza cualquier cosa o situación, ésta cambia en virtud de ese ‘abrazo’. Vuestra conciencia es una fuerza sanadora, siempre que no la maniatéis con vuestros pensamientos y vuestra inconsciente y enfermiza adicción/compulsión a ‘hacer’.


Vuestras vidas están gobernadas desde la dictadura de la mente y el deseo, desde donde prima el pensar y el hacer. Notad que tanto la mente como el deseo trabajan con normas generales. Existen normas generales de pensamiento lógico: son las normas de la lógica. Existen estrategias generales para materializar: existen normas de “dirección de proyecto”.
No obstante todo ellos son dogmas generales. Las pautas generales y las normas siempre tienen un componente mecánico, y son aplicables a todos o a la mayoría de los casos individuales; de otro modo serían de poca utilidad.
Ahora bien, la intuición trabaja de manera diferente. La intuición siempre está hecha a la medida de una persona, de un momento particular. Es altamente individualista. Por lo tanto no puede ser sujetada al análisis racional o a reglas generales.


Por lo tanto, vivir y actuar de acuerdo a la propia intuición requiere un elevado nivel de confianza, porque vuestras elecciones están basadas solamente en lo que sentís que es correcto, en lugar de lo que las normas que otros han establecido digan que es correcto.


Vivir desde el corazón entonces requiere no sólo liberar el hábito de usar excesivamente la mente y el poder del deseo, sino que también os desafía a verdaderamente confiar en vosotros mismos. Se produce, pues una transferencia de Responsabilidad.


Os llevará tiempo sin duda aprender a escuchar el corazón, en confiar en sus mensajes, y a actuar de acuerdo a ellos. Pero cuanto más hagáis, más vais a entender que sólo abandonando vuestras ‘pre-ocupaciones’ y dudas, confiando en la sabiduría del corazón, es como encontraréis paz interior.


Una vez toméis este camino, y entréis en la tercera etapa de la transformación desde el ego al corazón, hallaréis paz interior por primera vez. Os daréis cuenta de que lo que los pone inquietos y ansiosos es el impulso irrefrenable a controlar la realidad a través del pensamiento y el deseo. 
Cuando dejáis de ejercer el control sobre todo lo que os rodea, liberando el miedo atenazante al juicio ajeno (‘qué dirán’), el miedo a no saber qué pasará, estáis permitiendo que se despliegue la magia de la vida que hasta entonces permanecía oculta. Todo lo que tenéis que hacer es escuchar. Estad alertas a lo que está sucediendo en vuestras vidas, a qué sentimientos tenéis sobre otras personas, a conectar con vuestros sueños y anhelos. Cuando permanecéis alertas a lo que está sucediendo en vuestro interior, la realidad os otorga toda la información que necesitáis para actuar apropiadamente.


Podéis, por ejemplo, ser conscientes de un anhelo de una relación amorosa, en la que exista verdadera comunicación con la otra persona. Si sois capaces de detectar y aceptar este anhelo, sin tratar de hacer algo para conseguirlo, os sorprenderéis de la respuesta que el universo os tiene preparada. Pero sólo sosteniendo el anhelo en la Luz de vuestra conciencia, sin vaticinar ninguna conclusión, tan solo entonces vuestra ‘petición’ será escuchada y respondida, por decirlo en términos coloquiales. Este proceso puede llevar más tiempo del que esperéis (si tenéis expectativas, por supuesto), pues sabiamente el universo sabe que hay cambios energéticos que deben tener lugar antes de que ciertos anhelos puedan ser satisfechos. 
Y es que vosotros mismos sois los maestros, los creadores de vuestra realidad energética.
Si vivís con miedo proyectaréis una realidad desde esa premisa, y la realidad creada será la respuesta a esa proyección inconsciente. Si ustedes creáis desde la confianza y la entrega, recibiréis todo lo que deseáis… y más.

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