En esta sociedad que hemos creado, la gente 'espiritual' o con ideales de un mundo mejor y más justo o mejor repartido suele experimentar problemas con el flujo de la energía del dinero.
El dinero es considerado hoy en día algo pervertido o corrupto en su esencia, una energía de orden inferior que conviene aniquilar, o en todo caso obviar y reemplazar por otra nueva energía (una nueva moneda, o cualquier forma alternativa de reemplazar al dinero). Quien tiene esta percepción del dinero suele asociarlo con el poder, asumiendo que la riqueza es básicamente administrada por determinados poderes fácticos a cuyas expensas está el pueblo, siempre llano e 'inocente'. El dinero prácticamente ha llegado a ser sinónimo de poder. Este pensamiento asociativo es una de las razones por las cuales el flujo de la abundancia material ha sido bloqueado.
Pero el dinero, en si, es completamente inocente. El dinero es un flujo de energía que realmente encierra en si pura potencialidad. El dinero ofrece oportunidades; no hay nada malo en el dinero. Sentirse culpable porque se recibe dinero cuando otros no lo están recibiendo es un error de percepción de gran magnitud. En definitiva, sentirse culpable por ganar dinero es un error. Quizá esto parezca una obviedad, pero hay gente que alberga estas emociones.
El dinero encierra una vasta potencialidad. Con el dinero uno es capaz de crear cosas que benefician a otros. En este aspecto, recibir dinero es contribuir a crear más. Esta espiral creativa siempre genera un flujo de natural y recíproca generosidad. Así, dar y recibir se equilibran. Así se funciona desde el corazón, desde el sentimiento de libertad. Por lo tanto, no temáis recibir dinero. No pienses en todos los potenciales riesgos que conlleva, implícito, el recibir dinero. Temer a lo que no ha sucedido te predispone a padecer las consecuencias.
Asume, por el contrario, la responsabilidad que se te brinda cuando lo recibas. Responsabilidad de hacerlo circular equilibrada y armónicamente.
Sé que esto puede molestar al ego de quien se sienta herido al leer estos párrafos, pero es necesario dejar claro que quien tiene dificultad en recibir dinero, muy probablemente no es consciente del hecho de que está bloqueando el flujo de la energía del dinero, de que tiene una tácita e inconsciente aversión hacia el dinero. Ningún agente externo es el causante de la crisis financiera de nadie. Cada cual es responsable del flujo de cualquier energía. Y el dinero es energía.
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Tómate un tiempo para examinar lo que piensas con respecto al dinero…y las emociones que afloran como consecuencia de esos pensamientos…
…fácilmente podrás intuir cómo dichos pensamientos están obstruyendo el flujo de la abundancia en tu vida. Por paradójico que suene, a menudo existe en ti una tendencia a no permitirte tener dinero. Y digo paradójico porque probablemente dediques muchos minutos de tu jornada a manifestar que quieres que te toque la lotería, por ejemplo. Pero probablemente tienes ideas negativas aceptadas tácitamente en un nivel muy profundo de tu Psiquis acerca de cuál es la verdadera naturaleza del dinero y qué es lo que representa.
Si eres alguien con tendencias solidarias y conectas empáticamente con los 'desterrados' del mundo y los que sufren, probablemente asocies el dinero con lo trivial, si no directamente con el concepto de corrupción. En definitiva, por activa o por pasiva, puede que pienses que el dinero es algo que sería mejor que no existiese, en vista del caos que impera alrededor de él. Puede incluso que pienses que el dinero, como concepto, debería ser trascendido.
Si así es, es probable que persistan en ti, como fuente de estos paradigmas anquilosados, muchas convicciones activas pertenecientes a épocas de vidas pasadas, llenas de austeridad y abstinencia en el mundo material. Vidas que a menudo hayas pasado en soledad, consagrado exclusivamente a tu liberación espiritual. La energía de estas vidas aún resuena por todo tu campo de energía. Esto da como resultado un cierto tipo de ‘rigor’ que te está limitando.
Sea como fuere, lo cierto es que la abundancia material es algo natural: estás destinado a disfrutar de la vida en la Tierra en todos sus aspectos. Es algo natural amar a la Tierra y a todo fruto que te ofrezca, complacerte con las cosas preciosas y encantadoras que la vida te brinda. Amar a la Tierra, a la realidad material y a las circunstancias que te encuentras en tu día a día –por difíciles que se muestren– crea y alimenta un flujo de abundancia. La Tierra quiere proveerte de todo lo que necesitas. Como decía Paulo Coelho, "El universo conspira para que tus sueños se hagan realidad". Tan solo se te pide que tengas la valentía de soñar…
Y no sólo se trata de crecer y evolucionar como un ser espiritual, sino también simplemente disfrutar de la vida como Ser Humano.
Considera tu actitud común hacia la abundancia material desde un nivel más profundo, y siente cómo este flujo te ofrece la posibilidad de construir una nueva Tierra, de cumplir tus sueños en el plano más denso de la realidad que es la vida en este planeta. Este no es ya el momento de que te apartes de la sociedad –como si ella fuese algo aborrecible y ajeno a ti–, de meditar quizá solo en la cima de una montaña. Es el momento de participar e interactuar. De ser copartícipe y cocreador de la realidad. Es el momento de permitir que tu energía fluya en este mundo y de estar abierto a recibir, libremente, todo lo que regrese a ti en justa y recíproca recompensa. No tengas miedo de recibir abundancia. Mientras este sea el sistema de retribución en vigor, honra tus propios ingresos, pues –lo creas o no– tú que estás leyendo esto, recibes lo suficiente a cambio de tus esfuerzos, y eso es parte de la experiencia humana de todo espíritu bien equilibrado. Y tu, no lo olvides, eres en esencia, Espíritu. Eterno.
Cuando las cosas salen bien y aparecen espontáneamente en tu camino, ésa es la señal de que te estás moviendo naturalmente con el flujo de tu corazón. Otro flujo de energía que pertenece al corazón es el flujo de lo suficiente.
‘Suficiente’ significa: todo lo que necesito 'aquí y ahora' está disponible para mi y lo disfruto. Vivir en el flujo de lo suficiente significa sentirte satisfecho y agradecido con todo lo que tienes o te rodea, ya sea en el nivel material, emocional, mental o espiritual. Eso es la abundancia. Eso es tener lo suficiente.
La cuestión con la abundancia material es que la cantidad (lo mucho –o lo poco– que tengas) no está necesariamente relacionada con la cantidad de placer que probablemente desearías experimentar. La clave aquí es descubrir el tipo de abundancia material que te hace sentir satisfecho y completo. Para algunas personas, esto puede representar el vivir independientemente en una cabaña apartada donde puedan disfrutar de la naturaleza al máximo. Para otros, esto implica un lujoso apartamento donde poder disfrutar de la actividad y del bullicio de la ciudad. Nadie debería juzgar los lícitos anhelos de nadie, bajo ninguna circunstancia. Vive y deja vivir.
La clave, digo, radica en encontrar el flujo de abundancia que te hace feliz a ti, que te confiere el sentimiento de que vives la vida al máximo (que no es sino el mejor modo de vivirla). Ése es el flujo de lo suficiente. Lo ‘Suficiente’ es un sentimiento, no es una cantidad de cosas o circunstancias. Si de eso se tratase, esa 'cantidad' siempre sería discutible en función de tu estado de ánimo.
Una vez aceptado lo anterior, y cuando sientas que estés desequilibrado y fuera de este 'flujo', echa un vistazo a todas las cosas que te rodean ahora y ve en ello un mensaje energético dirigido a ti mismo. Afirma lo siguiente: ‘Así es como yo creo la presente realidad ahora. Esta es la realidad que he creado’. No te juzgues. A continuación siente la energía de tu ambiente actual (tu hogar, tu vida social o de pareja, o tu parcela laboral) y compara este ambiente con los lícitos y calmos anhelos que siente tu corazón (ojo, no confundir con los deseos de tu ego, que siempre te generan desasosiego, compruébalo). Al hacer esto te vuelves consciente de la ‘carencia’, de la 'falta' de aquello que anhelas y que no está ahí. Un consejo: no te empantanes ni regodees en la emoción de la insatisfacción o frustración que aflore naturalmente. Esto no es un ejercicio para hacerte sentir mal. El propósito es que te permitas sentir, profundamente, que hay objetos, tipos de personas o circunstancias que anhelas atraer a tu vida. Esta comprensión silenciosa es el imán más poderoso y efectivo para el cambio. Ahora bien, no tienes que actuar en virtud de esto. No tienes que hacer nada. No tienes que hacer afirmaciones. El conocimiento, la toma de conciencia, de qué es lo que anhelas es suficiente. No es necesario forzar nada para que se produzca el cambio en el nivel material. La clave es sentir profundamente (repito, no desde el trastorno emocional) qué es lo que anhelas y luego dejar esto en manos de tu corazón. En esto consiste abrazar el río de la vida. Tan sólo libera la emoción y confía. Las cosas comenzarán a cambiar en tu vida abandonándote a la experiencia de los sentimientos, y otorgándoles el crédito que merecen.
El primer efecto que inevitablemente constatarás es que los viejos modelos, los trabajos, las relaciones personales cohercitivas y dañinas hasta entonces, desaparecerán. Puedes confiar en que lo que estés perdiendo simplemente estará retirándose para dar lugar a todo lo que tu corazón haya soñado, algo que aparecerá luego espontáneamente en tu camino. Entrará en tu vida con suavidad y elegancia. Es tu honestidad y coraje de ‘permanecer leal a los anhelos del corazón’, lo que te liberará de las cadenas de la esclavitud y te entregará en recompensa la ‘realidad de lo suficiente’.
Hay suficiente para todos. ‘Suficiente’ es el estado natural del ser que tu y yo somos. Todos estamos aquí para experimentar lo suficiente; el flujo de lo suficiente está disponible para todos. No tiene ningún sentido conformarse con menos. No es verdad que nos volveremos mejores (mental o espiritualmente) por medio de la abstinencia o de la pobreza auto-impuesta. Tampoco nos volvemos mejores por dedicar nuestras vidas y volcarnos hacia los demás. Por extraño que suene, el empecinamiento en tener actitudes como éstas últimas –socialmente aceptables y hasta ahora políticamente correctas–, podrían incluso generar emociones, nada aconsejables, de amargura, frustración u hostilidad que, a la larga, ocasionan reacciones violentas y autolesivas. Por favor no trates de buscar alguna clase de justificación espiritual para tu falta de abundancia. No le eches la culpa a las circunstancias externas tampoco. Todos estamos aquí –porque lo hemos decidido– para disfrutar de la vida al máximo, para permitir que nuestra energía creativa fluya en el mundo y para recibir riquezas en justa reciprocidad.
Pronto no te hará falta el reloj…
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