¿Cuántas veces hemos pasado ante un mendigo que pedía unas monedas para un bocadillo y, en el mejor de los casos le hemos esquivado, con la mirada huidiza? (en el peor le hemos humillado miserablemente enfrentándole con su improductividad)
¿Cuántas veces nos hemos saltado un paso de cebra ante la atónita mirada del peatón
En un accidente de tráfico, ¿cuánto nos ha costado reconocer sin rechistar que quien cometió la infracción fuimos nosotros?
¿Cuánto hemos robado?
Qué fácil mirar la paja en el ojo ajeno sin percatarse de la viga en el propio…
De aquellos polvos estos lodos…
Que cada cual haga examen de conciencia, porque el azar no existe. Nada es aleatorio en el Cosmos.
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