A veces te preguntarás que en qué se diferencian estos momentos de la historia de otros anteriores, también igualmente caóticos.
No es fácil analizar los acontecimientos, pues la historia ha demostrado que cíclicamente el ser humano acaba viéndose contra las cuerdas en su propia búsqueda de salidas a situaciones globalmente atenazantes, situaciones que responden a necesidades de liberar patrones encorsetantes que llegado un punto, quedan obsoletos y son francamente molestos. Yo diría que existen motivos para percatarse de que algo es intrínseca y radicalmente diferente respecto a eventos como las revoluciones americana y francesa.
De golpe nos hemos despertado con las quiebras de gigantes especuladores como Lehman Bros. que han puesto sobre el tapete algo que nadie quería ver, un incómodo bulto que a fuerza de barrerlo bajo la alfombra generación tras generación, arrinconado, ha acabado por desenmascararse: el dinero es deuda.
Una sociedad soportada sobre unos cimientos financieros que no eran los que creíamos. Nuestro gozo en un pozo. Países enteros endeudados porque no pueden devolver lo que se les prestó. Y deuda comprada por gobiernos (a cargo de los caudales públicos por supuesto). Quizá el recurso del referendum hubiera sido válido especialmente para que la opinión pública se manifestase respecto a la conveniencia o no de recibir crédito, de endeudarse. Es fácil hablar a toro pasado, lo sé. Ahora lo que mandan son los hechos y la realidad de que la deuda no se puede pagar, o que quien hasta ahora la compraba ya no está tan seguro de que eso sea a la larga una operación beneficiosa. Y es que ahora, más que nunca, se respira que todo, incluso el futuro está en el aire. nadie sabe lo que va a pasar. Por eso nadie quiere invertir.
Quizá fuese interesante aclarar que si hay pueblos endeudados (es decir, sus bancos centrales) porque personas particulares han tomado decisiones sobre el destino de las finanzas de millones de personas, se debe a que hubo un momento clave en la historia en que el acto de endeudarse fue observado con ojos receptivos.
Esta serie de videos explican el proceso:
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