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sábado, 8 de octubre de 2011

Comprender todo

Una dinámica de huelga política masiva lleva conjugándose en los EEUU desde las movilizaciones habidas en Wisconsin y Ohio en febrero y marzo pasados. Ahora están teniendo lugar movilizaciones y protestas en las partes bajas de Manhattan y Boston dirigidas contra los bancos de Wall Street. Otras manifestaciones de protesta están programadas en Washington DC a partir del 6 de octubre.
Los manifestantes del movimiento "ocupa Wall Street" aparecen inicialmente como grupos sin líderes, comprometidos en un proceso de discusiones orgánicas asamblearias, del que supuestamente deben surgir un consenso respecto a las demandas que vayan a ser expuestas. El ambiente está muy caldeado por usar un eufemismo. Sin embargo, los manifestantes todavía no han logrado plantear un decálogo de demandas específicas, reformas o medidas concretas, que puedan servir de hoja de ruta en el camino al desmantelamiento de Wall Street. Mucha gente está indignada allí también, y su indignación, arraigada en un malestar que tiene raíces psicológicamente muy profundas, difícilmente encuentra una satisfactoria receta que genere el resarcimiento que la corrupta connivencia entre gobernantes y sistema bancario mundial han creado. Se oyen voces que claman vagamente por la 'abolición del capitalismo', eslóganes que claman 'libertad'. La inclasificable naturaleza del malestar, que ya no se contentaría con el encarcelamiento de tal o cual banquero o un cambio ideológico en la cancillería de tal o cual país, está irremediablemente cocinando un tsunami emocional global de incalificables proporciones cuyos rumores están a la vuelta de la esquina. Nadie quiere tomar la batuta, nadie quiere de momento erigirse en portavoz. A pesar que figuras reconocidas del show business como Susan Sarandon o el polémico Michael Moore se dejan ver entre las masas de manifestantes solidarizándose con los movilizados, lo cierto es que las movilizaciones de indignados norteamericanos corren el serio riesgo de caer presas de los operativos financiados por fundaciones adscritas al ala izquierdista del partido demócrata. Uno de dichas fundaciones está bajo el paraguas financiero de George Soros.

Hace unos días un manifestante en la calle fue ungido como caudillo del movimiento manifestante por parte de Keith Olberman quien trabajó anteriormente para general Electric y ahora para Al Gore. Su nombre, Kelly Heresy (trad. 'herejía', en castellano). Si un movimiento se presenta carente de líderes es verosímil que sus postulados se expresen confusamente y que el mismo movimiento acabe mediatizándose hasta el punto de acabar siendo dirigido por los mismos medios de (des)información que a su vez están controlados por los banqueros de Wall Street. Cuando la indignación no comprende su naturaleza y simplemente se deja arrastrar por una marea de emociones, las posibilidades de acabar siendo teledirigido por las fuerzas oscuras, que han urdido la intrincada telaraña de manipulación de conciencias, son muy elevadas (por no decir insoslayables). El sistema atacado acabará encontrando un 'cabeza de turco' al que encumbrar, mediatizar y dirigir sibilinamente hacia la meta deseada. Hitler, Lenin, Robespierre y Murat, interpretaron inconscientemente ese papel en su día…

Las manifestaciones aparecen como espontáneas, pero no es difícil comprobar como oportunamente surgen los agitadores. El movimiento 'Ocupa Wall Street' está mostrando una fuerte influencia de burócratas sindicalistas, procedentes de sindicatos como SEIU (Sindicato internacional de servicios al trabajador) así como Acorn, la asociación de organizaciones comunitarias que reclaman reformas inmediatas en temas como discriminación, educación, vivienda y mejora de servicios públicos). Estos dos sindicatos, ampliamente subvencionados, forman parte de la 'maquinaria de Obama'. Todo queda en casa…

La meta de dichos operativos sindicales 'oficiales' es mantener vago y difuso el foco de las protestas, de modo que no solo ninguna demanda concreta pueda ver la luz –e incomode con ello a la marioneta de Wall Street, Barack Obama, durante su inminente campaña de reelección en 2012, sino que incluso dicha nave se convierta en el estandarte del programa del actual presidente estadounidense –un programa que busca decantarse ya sin tapujos hacia tendencias de extrema izquierda.
Todo encaja a la perfección. Es el momento para que el sistema tome el timón de la nave de los manifestantes para dirigir su navegación hacia el puerto deseado, colocando a dedo a mimetizados ejecutivos de Wall Street en los puestos clave de dicha nave inicialmente populista. Una vez reelegido, otro gallo cantará.


La realidad supera la ficción y estás despertando a la realidad de una sibilina maquinación perpetuada a lo largo de los siglos por las élites oscuras del verdadero poder que dirige los destinos del mundo entre bambalinas, detrás del escenario en el que los corderos han interpretado sus papeles, generación tras generación, viéndose envueltos en una incomprensible marea de emociones propia de este mar de lágrimas cuya puerta de salida solo unos cuantos lúcidos maestros elevados aparecidos a lo largo de la historia acertaron a insinuar la puerta de salida.

La libertad no es 'algo' que se halle ahí afuera, en 'alguna parte' del exterior, fuera del alcance físico, algo que como un objeto, podamos alcanzar o reclamar de alguien por medio de manifestaciones. La libertad está en el interior de cada uno. La insumisión real que subyace bajo las demandas de las protestas populares, tiene un objetivo: liberar la luz atrapada en nuestro 'interior' bajo capas y capas de sentimientos mancillados y auto-censurados. Sí, suena paradójico. Pero lo cierto es que Todos, sin excepción estamos clamando al cielo por el advenimiento de nuestra libertad definitiva. Pero pocos aciertan a detectar los barrotes de la prisión, que no es otra que la propia mente individual, desnaturalizada a nuestro pesar desde que vinimos al mundo. Una mente que nos vimos forzados a escindir, abandonando la intuición, prostituyendo la ingenuidad, claudicando en nuestro amor y paz interiores, cimientos del sentido común necesario para transitar con integridad por este mundo infestado de miedo, rencor y violencia…un mundo de desamor. 


La clave para la genuina libertad radica en mirar hacia adentro, en ser capaces de detener el tiempo en nuestra mente y armarnos del coraje necesario para observar las propias actitudes inconscientes, mecánicas y automatizadas y detectar en ellas las agresiones soportadas y repercutidas –sobre nosotros mismos y sobre nuestros hermanos– por acción y omisión. Ese coraje, lejos de ser algo de lo que uno deba avergonzarse, el la llave para despertar y salir de la holográfica ilusión que es este mundo perceptual. Una vez comprendido que la permanente vendetta no contribuye sino a alimentar la espiral de inconsciente dependencia de la máquina (matrix) –una máquina a la que todos hemos contribuido orgullosa e inconscientemente a engrasar–, habiendo recuperado el dominio de los sentimientos, erradicado el miedo a la asertividad, podremos alcanzar la serenidad para recuperar el tesoro del niño o niña que portamos en nuestro interior, y desde esa espontánea honestidad trabajar con alegría en equipo, positivamente, amorosamente, disfrutando de dar sin medida, compartiendo la abundancia en la convicción de que no estamos solos, de que nunca lo hemos estado y de que cada uno constsituimos la chispa de esa energía que todo lo ha creado y que sigue explorando los confines del universo conocido, una energía que unos han llamado divinidad y que no solo es eterna e inmutable sino muy Real. 


Eres hijo/hija de Dios y a la vez su mensajero/a. Simplemente lo olvidaste, como has olvidado tantas cosas. La solución al enredo es simplemente recordar. Y para recordar con claridad algo que solo te atañe particularmente a ti, convendrás que es preciso hacer un acto de sosegada introspección, algo que solo hallarás tomando distancia de cualquier vorágine o vórtice de colectivizadas y asamblearias protestas, dirigidas a domar democráticamente tu particular e intransferible indignación,  confundiéndola, entremezclándola con la de tus hermanos, mareando la perdiz de tu indignación para así otorgarle, en el momento que las próximas elecciones estimen oportuno, la receta global que los manipuladores de opinión tienen preparada para estos momentos particulares de la historia. Así lo han hecho antes, en cada punto de inflexión ante el que la humanidad se ha visto confrontado. 


Tuyo es el poder de desengancharte del tren asambleario que tienen preparado para ti y tuya es la decisión de zambullirte en tu peculiar explosión de incomprensión. Tomar el toro de tus emociones por los cuernos y hacerte cargo del epicentro de tu particular indignación es tu responsabilidad para contigo y para con las generaciones venideras. Solo combatiendo la esclavitud que te autoimpusiste para no decepcionar a tus padres, hermanos, tíos, docentes, empleadores, parejas, etc…hallarás tu paz, Libera emociones y serás libre. ES TU RESPONSABILIDAD. ES LA DE TODOS.
Todo va a ir bien.

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