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lunes, 7 de febrero de 2011

un nuevo amanecer

La cosa está que arde. Hace tiempo que se sabía que llegaríamos a este punto. Cualquiera podía predecirlo. Tecnócratas sin corazón a los que se les concede el Premio Nobel; continentes (Africa, Sudamérica, Oceanía…) sometidos a sobreeexplotación; millones de personas exterminadas en Holocaustos por decisión de reducidas élites manipuladoras (Vaticano, Banco de Inglaterra, Reserva Federal…) de megalómanos advenedizos (Hitler, Stalin, Pol Pot…); secuestros sistematizados de patentes de dispositivos que potencialmente deberían haber estado proveyendo a toda la humanidad de energía libre, gratis y limpia desde hace más de 100 años (Tesla, etc…); Corporaciones que se lucran manipulando la salud de la población mundial modificando genéticamente las semillas de los alimentos de los que se nutre la gente y los animales…;Organismos supranacionales (ONU, OMS, FMI,…) corruptos que promueven el caos financiero; gobiernos ficticios que se dedican a robar a sus ciudadanos con impuestos que acaban siendo destinados a sufragar presupuestos negros que dan luz a proyectos armamentísticos que, a su vez, tratan de desestabilizar determinadas naciones (o continentes) en función de los recursos energéticos que posean; Iglesias que no se dedican sino a fomentar la ignorancia entre sus 'corderos' manteniéndoles ajenos a todo el conocimiento verdadero que atesoran y que se niegan a compartir con aquellos a quienes llaman hermanos.

Soy de la opinión de que difícilmente podamos caer más bajo. No es necesario que te desglose todo el dolor que hemos padecido y sembrado los humanos. En 1945 tiramos 2 bombas atómicas en Japón, a parte de todas las pruebas y tests que han hecho las potencias con capacidad para ello.

Pero soy optimista porque para mi, todo el caos, desconsuelo y destrucción de que estamos siendo testigos es el signo evidente de que algo termina. Un ciclo se está dando por concluido. Se va a producir una limpieza energética de un calado inimaginado. Tras lo que algo nuevo aparece. Y no hablo del llamado Nuevo Orden Mundial, una meta diabólica para cuya consecución hubo que exterminar, a millones de personas (soldados, civiles y etnias marginadas) lo que pasó tras las 2ª Guerra Mundial y la aparente euforia desatada no fue más que el inicio de la Guerra Fría a la que siguió más muerte y destrucción.

Todos los que siguen pensando que el caos socioeconómico pronto pasará y volveremos a como estábamos en el s.XX son unos ilusos. Iluso es el que cree que antes del 2001 vivíamos mejor. Afortunadamente la caída de las Torres Gemelas del World Trade Center ha abierto muchas conciencias. Antes éramos más ignorantes. Vivíamos más en la inopia propia de una sociedad adicta al 'progreso', a cualquier coste, sin tener ni idea de hacia dónde se quería progresar.
Una época en la que la gente no se hace preguntas básicas como ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿cuál es el origen/destino de la humanidad? ¿Qué es la muerte? ¿Hay vida inteligente en otros mundos? ¿Por qué, si es así, no se muestran abiertamente?…
Somos una especie inteligente (?) que ha degenerado para delegar todo cuestionamiento filosófico-metafísico a eminencias científico-mediáticas actuales como Hawking o a viejas glorias que nadie ha sido capaz de cuestionarse seriamente (Darwin). Una época de consumo rápido donde la gente se llena la boca de 'democracia' pero nadie conoce el significado del término corresponsabilidad. Una época donde más que nunca se trata de someter a unos cada vez más inadaptados y díscolos niños con sistemas educativos anacrónicos y obsoletos. Padres que prefieren ser colegas de sus hijos antes que enfrentar la cruda realidad de que desconocen por completo lo que implica la paternidad.
El tapón de la bañera hace tiempo que lleva abierto. Lo que sucede es que ahora ya oimos claramente el rumor del efecto de succión que produce el desagüe como consecuencia de la poca agua que queda.

Y sin embargo se viene un nuevo y glorioso amanecer. Alguien dijo (creo que Khalil Gibran) que 'nunca es más oscura la noche que poco antes de que amanezca'. Obviamente el caos y la destrucción –tanto los causados por el hombre como por eventos geológicos– son los efectos naturales de un proceso de renovación que no solo el planeta sino todo el sistema solar e incluso la galaxia están atravesando. Pero claro, todo esto solo es comprensible para aquél que tenga incorporada, de serie (o la haya adquirido voluntariamente) la perspectiva de la eternidad en su sistema operativo. Todo aquél/aquella que siga creyendo que lo que ve, toca, huele, oye y saborea exclusivamente con cinco de sus sentidos, es todo lo que hay, va a verse sorprendido y sobrepasado por una realidad más vasta y sobrecogedora de lo que ningún Tsunami haya podido significar para su consciencia. Es todo un privilegio poder ser testigo de el nuevo amanecer. Despertar y aceptar. Es básicamente todo lo que hace falta para estar presente con TODOS los sentidos en este momento tan maravilloso de la historia de la humanidad.

"Creo en el Dios de Spinoza, que nos revela una armonía de todos los seres vivos. No creo en un Dios que esté ocupado determinando el destino y las acciones de los seres humanos."
Albert Einstein


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