Buscar este blog

jueves, 15 de septiembre de 2011

Vivir sin miedo (I)





En la letra de esta canción, Rosana nos insta a no tener miedo, apelando a todos los beneficios que se derivan de vivir una vida sin temores.
Suena muy bonito y es verdaderamente un canto a la libertad que todos reconocemos como digno de seguir.
¿Es posible deshacerse del miedo? ¿cómo se deshace uno del miedo? y en todo caso ¿Es el miedo algo que haya que perder? Y si hay que perderlo ¿es entablando un combate contra él hasta exterminarlo o se va a ir solo? Imagino que antes de despojarte del yugo de algo será conveniente reconocer que ese 'algo' existe. ¿Qué es, pues, el miedo?

Muchos libros de autoayuda hablan de aceptación. Aceptar y abrazar el miedo parece ser el primer peldaño, aunque como veremos un peldaño en una escalera ascendente que te lleva hacia adentro.
Nos han dicho que el miedo es una energía que todo ser humano tiene y que nadie está íntima y honestamente en condiciones de negar, aunque de cara a la galería lo 'políticamente correcto' sea declarar lo contrario: no tengo miedo. Incluso los psicóticos (¿quién no lo es en alguna medida en algún momento?) no son más que individuos que han llevado la negación hasta el extremo de adoptar (someterse) personalidades imaginarias que manejan diccionarios en los que no está incluido el término 'miedo'. Y es que la negación de algo implica necesariamente su reconocimiento.

Pero pongámonos en la tesitura de un individuo (tal vez tu?) que, como yo mismo, ya reconoce que alguna vez ha experimentado miedo, alguien que no lo niega y que desearía no tener que convivir con él ni ser víctima de su presencia. Siguiendo la lógica del argumento, convendremos en que dicha persona hará bien en preguntarse ¿a qué tengo miedo? y ¿Cuándo empiezo a sentirlo?

¿Dónde se origina el miedo? 
¿Tengo miedo exclusivamente en determinadas circunstancias? ¿O se trata de una sensación que me invade, como a muchas otras personas, y atenaza invariable y permanentemente desde que me levanto hasta que me acuesto?
El sentido común (el menos común de los sentidos, verdad?) esa vocecita a la que muchos llaman intuición, nos dice suavemente que el miedo es cada uno de esos pensamientos (proyecciones) de temor que nos 'invaden' en el momento presente y nos atenazan ante la amenaza que supondría una hipotética situación que 'en realidad' no existe, ergo es irreal.

Las estadísticas de los barómetros oficiales dicen que el principal miedo es el paro, seguido del terrorismo (inseguridad ciudadana, etc ). Sin embargo una vez que te has quedado sin trabajo, ya no se puede tener miedo a eso, pues ya ha sucedido. Solo se puede tener miedo a un ataque terrorista si te informan pormenorizadamente de los supuestos ataques terroristas que otros individuos han sufrido. 
Convendremos que el miedo es una energía que puede tener consecuencias paralizantes o bien degenerar en hiperactividad, una compulsión frenética a reforzar los muros defensivos (negación) frente a la hipotética amenaza externa. Si bien los muros pueden ser reforzados continuamente, incluso los psicópatas pueden despertar de su trance por medio de un impacto violento. Hay personas que han recuperado el acceso a recuerdos que su memoria mantenía bloqueados en el 'doble fondo' del inconsciente como consecuencia de un trauma físico en forma de accidente de tráfico. Recuperar la memoria les ha devuelto la consciencia. Como consecuencia ya no necesitan seguir escapando del miedo. 
Recordar es sanar. Pero no es necesario tener que pasar por un acontecimiento traumático para despertar del sueño, igual que no debería ser necesario que la Humanidad se vea al borde de la extinción como consecuencia de un evento cataclísmico de carácter geológico.
Es posible acceder a la memoria oculta de un modo más paulatino. La regresión consciente (no hipnótica) y sistemática al origen y epicentro de nuestros miedos y fobias actuales, es el camino para renacer a la verdadera naturaleza de nuestra esencia.


Afirma Rick Steves, un periodista-reportero de viajes, que cada vez que oye en los medios que un país es 'peligroso', acepta la primera oportunidad que se le ofrece para viajar allí. Una vez 'sur place', es capaz de ver la realidad tras la cortina de humo.
Una vez se ha hecho efectiva la pérdida de la ocupación laboral habitual es recomendable:
· aceptar: luchar contra lo que sucede es contraproducente porque solo conduce a retrasar la manifestación de los beneficios que perder el trabajo pueda reportar.

Todo depende de la actitud adoptada frente a un evento.

"Un niño al que sus hermanos siempre trataban de herir y humillar, corrió una víspera de Navidad raudo a inspeccionar todas las habitaciones de su casa.
–¿Dónde está??
–¿Dónde está 'qué?¿Qué buscas hijo? preguntó su padre extrañado por la actitud incomprensible de su hijo
– Busco mi caballo.
–¿Tu caballo?
–Sí, mi caballo. Debajo del árbol, junto a los otros regalos, hay una mierda con mi nombre.

Este niño obviamente vio el vaso medio lleno. Su forma de ver las cosas le generaba entusiasmo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo deseas puedes compartir algún comentario...