Abraza tus miedos (I)

Abrazar los miedos (=aceptarlos) no consiste en expresar que uno ha sido víctima del miedo a lo largo de la vida. El reconocimiento intelectual no libera de la carga reprimida del subconsciente. Lo liberador es identificar y permitir que se manifiesten, se descarguen en la intimidad y bajo la contención de un terapeuta empático y equilibrado (es decir, que ya haya pasado por esa fase liberadora) las emociones atascadas.


Esta a meditación, si la haces correctamente, debería conducirte paulatinamente a dejar de contener (soltar) los nudos que atenazan la capa más superficial del sistema represivo que hemos construido y mantenido activo desde la infancia. La capa más externa de la cebolla normalmente es la pena. Si se trabaja repetida y constantemente la pena conducirá irremisiblemente hasta la rabia, el epicentro donde se ha gestado la ira.
Arthur Janov lo explica muy claramente en su libro, El Grito Primal


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http://hoyxtiredefavores.blogspot.com/2011/09/hermanos-de-la-oscuridad-i.html