F, mi 'hermano' del alma, me manda esto: "El método Tomatis paliaría un tercio del fracaso escolar". Entrevista a Cori López i Xammar. Especialista en el método Tomatis. Extraído de La Contra de la Vanguardia (21/01/11)
Quién era Alfred Tomatis?
El doctor Tomatis (1920-2001) era físico y otorrinolaringólogo, nacido en París de madre cantante de ópera y padre intérprete de bajo.
¿Qué descubrió?
Que las vibraciones percibidas por el embrión en el útero materno... lo codifican.
¿Con qué consecuencias?
A la tercera semana de gestación aparece en el embrión un preoído que irá madurando con el sistema nervioso: el embrión escucha, y reacciona a esa escucha.
¿Qué aconsejaría a la mujer gestante?
Uno: que procure sentirse bien emocionalmente. Dos: que cante (aunque desafine). Su voz –vía columna vertebral y filtrada por el líquido amniótico– llega al embrión. Eso activa su escucha: le será muy útil afuera...
¿Qué más descubrió Tomatis?
Lo que formuló en la ley Tomatis: “La voz sólo contiene las frecuencias que el oído es capaz de analizar”.
¿Qué entiende por analizar?
Equivale al concepto de escucha, más allá del de audición: por razones diversas podemos dejar de atender, de escuchar una frecuencia sonora determinada.
¿Cómo llegó a esa conclusión?
Su madre le enviaba cantantes de ópera que habían comenzado a desafinar: Tomatis detectó que cada disfunción afectaba a un registro tonal determinado. Y, mediante tests auditivos, descubrió algo inesperado.
¿El qué?
Que la audición de esa persona tenía desactivada la escucha justamente en ese registro.
¿El oído puede hacer eso?
El cerebro lo hace: la escucha es voluntaria, selectiva y de base neurofisiológica. Y ciertos detonantes pueden inhibir la escucha... en una determinada frecuencia sónica.
¿Qué detonantes son esos?
Si está usted encerrado en un cuarto con alguien que empieza a insultarle gravemente, usted bloqueará su escucha. Otro ejemplo: si una madre chilla mucho a su niño, la escucha de ese niño bloqueará ¡por autodefensa, por autoprotección, por reflejo de supervivencia! la escucha de la frecuencia más agresiva e hiriente para él, ese registro sonoro.
¿Y eso es grave?
¡Ese niño tendrá problemas de aprendizaje en la escuela! Su escucha falla en algún punto... y no comprende bien a la profesora.
¿Y curó Alfred Tomatis a sus pacientes cantantes de ópera?
Sí. Ideó una terapia: un oído electrónico. Este aparato amplifica una grabación de voz o de música justo en esa frecuencia en que al paciente le falla la escucha. Y mediante unos auriculares se le hace escuchar esa rabación durante varias sesiones...
¿Y luego qué?
¡Eso activa la base neurofisiológica de la escucha! Al cabo de esas sesiones, la escucha queda restaurada: el cerebro recupera capacidad para analizar esa frecuencia, tenerla en cuenta, ¡escucharla! Y, entonces, esos pacientes volvían a cantar bien.
¿Así de fácil?
¡Sí! Y entonces el doctor Tomatis se dio cuenta de algo extraordinario...
¿De qué?
Esos cantantes, tras las sesiones de restauración de la escucha, ¡mejoraban también psicológicamente, recuperaban su armonía anímica! Así creó la audiopsicofonología.
¿Oído y psique están vinculados, pues?
Tomatis comprendió algo que hoy la neurociencia constata: la inhibición de la escucha en una frecuencia concreta expresa un trauma psicológico, un conflicto anímico.
¿Qué tipo de conflictos?
La ansiedad sobre todo: ¡el método Tomatis es un potentísimo ansiolítico! Y disfunciones conductuales, tics, miedo a hablar en público, algunas depresiones y psicosis... El método Tomatis los sana mediante la reparación de las disfunciones de escucha.
¿Cómo funciona este método?
Una vez localizado –mediante ciertos tests diseñados al afecto– el registro que el paciente no escucha, se le somete a sesiones de escucha de una música o voz amplificada en ese registro. Y así se activan los enlaces neuronales inhibidos... y entonces vuelve a escuchar bien el mundo, a armonizarse, a tomar plena conciencia de sí mismo.
¿En qué casos es especialmente recomendable el método Tomatis?
Si se aplicase sistemáticamente en nuestros colegios..., el actual 30% de fracaso escolar español ¡descendería a la mitad!
¡La mitad! Eso es muchísimo...
¡Por eso es escandaloso que no lo apliquemos! En Polonia se aplica en 200 escuelas, con grandes resultados y a un coste bajísimo. Tras varias sesiones de escucha, el niño con dificultades se centra, mejora su comprensión oral y lectora..., ¡solventa sus dificultades de aprendizaje!
¿Qué se le hace escuchar?
Música de Mozart o la voz de la madre, filtrándolo todo en las frecuencias convenientes en cada caso.
¿Por qué Mozart?
Los compases de su música coinciden con el ritmo neurológico humano. También es útil el gregoriano, que nos acompasa con el correcto tempo fisiológico respiratorio.
Si este método es tan útil, ¿por qué no está más extendido?
Por resistencias por parte de psicólogos convencionales. ¡No puedo entenderlo! Me indigna, porque esas reticencias están frenando unas mejoras colosales.
Esta es mi respuesta:
Querido F,
En la entrevista dice: "¿Qué aconsejaría a la mujer gestante?"
Respuesta: "Uno: que procure sentirse bien emocionalmente."
……
Como consejo, está bien. A estas alturas nadie en su sano juicio negaría que una embarazada feliz tendrá un hijo más sano emocionalmente que una madre infeliz. La intención es, pues, muy loable. Pero como decía el sabio y te demostraré: "de buenas intenciones están llenos los cementerios".
Haciendo un símil, diría que es como si alguien que no sepa nadar le diga a alguien que se está ahogando, que nade. Es probable que se esté ahogando porque no sabe nadar. Y bien, ¿Cómo le enseñas a nadar a alguien que se está ahogando si tú mismo no sabes nadar?
Es decir, es muy fácil decir que una mujer gestante debe sentirse bien emocionalmente. Todos sabemos que estar feliz emocionalmente es bueno, faltaría más. Pero si por mucho que se lo proponga a esta mujer gestante no le sale de natural ser feliz…(y me sé de muchos casos) ¿qué es lo que concretamente debe hacer la mujer gestante para conseguirlo? A eso, Tomatis no da respuesta. Y allí es donde falla el método y se desmorona como castillo de naipes.
El tal Tomatis, lo que hace es tirarle un tronco al náufrago para que pueda coger un respiro. Es decir, podrá (o no) devolver la capacidad auditiva de las frecuencias acústicas bloquedas. Pero ¿quién dice que esos síntomas desaparecerán para siempre?
Se puede detener la expansión de un tumor utilizando fármacos o compuestos químicos capaces de destruir (citotóxicos) o frenar el desarrollo (citostáticos) de las células cancerosas. Pero si el evento (causa) psicosomático que ha originado la bajada de las defensas de las células –y consecuentemente su infección– no es tenido en cuenta y traído a la mente consciente, manifestando y liberando las emociones que se ocultan tras él, el cáncer o cualquier otra patología, volverá a manifestarse. Y esta vez lo hará con más virulencia, porque los virus, una vez combatidos con quimioterapia, por debilitados que aparenten haber quedado, se atrincheran y resisten, 'aprenden' a protegerse de ulteriores tratamientos antígenos. Y salen reforzados porque han aprendido a defenderse de los ataques recibidos.
El descubrimiento de sustancias químicas hipotéticamente más potentes y desconcertantes para el virus en cuestión no conduce sino a una escalada bélica entre antígenos y el propio virus, que a la postre acaba –si el enfermo lo resiste– por fortalecer y hacer más invulnerable si cabe al virus.
Lo que sucede con un tumor que ha detectado que no es aceptado y se le quiere 'combatir' es que trata de escapar hacia otros rincones del cuerpo para así poder manifestarse sin obstáculos. Es entonces cuando se produce la metástasis. Entonces el cáncer, en un 95% de los casos, se vuelve mortal de forma irreversible.
Los niños con discapacidad auditiva que menciona Cori López, decidieron –inconscientemente– censurar su capacidad auditiva de ciertas frecuencias, como resultado de un trauma imposible de integrar a una edad demasiado tierna.
Utilizados como cobayas, el método Tomatis 'obliga' a estos niños a escuchar algo que ellos decidieron ocultar. Como consecuencia, puede que aumente su capacidad auditiva, pero en la práctica totalidad de los casos, el insoportable dolor del trauma original –que está grabado en su subconsciente y que deja desnudo (destapa) a la fuerza el método Tomatis– va a obligar a estos niños (quizá ya no tan niños) a 'taparse los oídos' de otra manera.
Al igual que hacen las células ya infectadas por el virus cancerígeno, las células que reprimen la percepción de los sonidos perturbadores, van a instalarse en otra parte del cuerpo, desencadenando con mucha probabilidad un tumor más veloz y fuertemente manifiesto. El método Tomatis y cualquier tratamiento analgésico con fármacos sintéticos que trate de rebasar las atribuciones de las endorfinas que naturalmente segrega el cuerpo, está consecuente e ineludiblemente destinado a agravar la enfermedad.
Es por ello que la solución más cabal ante cualquier patología física (no solo un tumor cancerígeno) es, por contradictorio que suene, aceptar la enfermedad. Eso es el 50% (si no más) del proceso de sanación definitiva.
A continuación, se precisa conectar con la responsabilidad interna del enfermo de conectar con el origen del bloqueo que genera el patrón interno de conducta autosaboteadora (acceder a la parte subconsciente de la mente DESDE LA CONSCIENCIA, no desde la hipnosis). Y luego identificar y liberar la emoción secuestrada en esa parte de la mente.
La presencia y colaboración CONSCIENTE de los familiares y amigos más íntimos incrementa exponencialmente la efectividad de este proceso.
La catarsis pretendida tiene efectos no solo en el enfermo sino en el nucleo familiar. Hermanos, padres e hijos han sanado de dolencias menores o similares –en todo caso íntimamente asociadas a la del enfermo en cuestión– al participar de esta catarsis consensuada.
Con todo mi corazón,
L
Me he inspirado en la suite de Forrest Gump para escribir esto.
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