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jueves, 13 de septiembre de 2012

Una nueva perspectiva (I)

Este texto (originalmente en inglés) ha salido a mi encuentro y he decidido compartirlo contigo.

Durante muchos años ciertos "maestros espirituales" han estado transmitiendo un mensaje aparentemente 'secreto' acerca de que tu eres "el creador de tu propia realidad", que puede constituir una enseñanza peligrosa si no es debida y completamente explicada. Hay dos cosas que debes saber acerca de esta enseñanza:

1. Debe ser aclarado que tu no "creas" nada (desde un pastel de chocolate hasta la independencia de una nación) por el mero hecho de pensar en algo y enfocándote en ello, "atrayendo" su presencia, deseando que se manifieste, por medio de repetidas afirmaciones, desde el campo dimensional de infinitas posibilidades que es el eterno Aquí/Ahora. Lo que estás haciendo es recordar, rememorar en tu consciencia algo que siempre ha sido y siempre será. El chocolate siempre ha existido, incluso antes de la aparición de la vida biológica sobre la Tierra. La independencia es algo que siempre ha existido y siempre existirá. Nada se 'crea' y nada se extingue. Todo es posible. Simplemente estás reacomodando tu perspectiva previa –y tu consecuente actitud, (es decir, tu "realidad interior") cambiando tu óptica respecto de la posibilidad de que esa realidad "externa" se pueda manifestar. Una vez adoptada la nueva perspectiva (el nuevo pensamiento/actitud) las consecuentes acciones (incluyendo el dejarte llevar por las sincronicidades: conexiones no necesariamente razonables) irán encaminadas a hacer realidad ese pensamiento. Es en este sentido que la expresión "tu creas tu propia realidad" es cierta. Reemplaza el término realidad por el de perspectiva (ángulo de visión) y la frase cobra un renovado sentido. La fe mueve montañas. Lo extraordinario no es que se muevan las montañas, sino la voluntad inquebrantable de "tener fe" más allá de la nube de pensamiento global consensuado del que comúnmente nutrimos nuestra despensa particular (mental).

2. Tienes que comprender que incluso aquello que llamamos "el acto de crear" [atraer] los eventos/acontecimientos "exteriores" no puede ser accionado por alguien en solitario. Ningún acontecimiento [materialización física] "exterior" puede ser creado por un solo individuo. Tal cosa es imposible. Toda manifestación es factible en virtud de la cadena de acontecimientos desencadenados (y las personas involucradas, no por azar) como consecuencia de la "tenencia" de la mencionada fe.

Estos dos "pequeños puntos" anteriormente mencionados no son, en absoluto, tan solo pequeñas aclaraciones. No es éste sin duda un asunto nimio. Comprender y asimilar la combinación de estos dos puntos es clave para conseguir la liberación del stress emocional y mental, de la frustración, de la presión y de los problemas derivados de imaginar que eres responsable de todo lo que debe hacerse para solucionar una situación externa en apariencia "insostenible" o "indignante" o bien culpable de todo lo que está sucediendo en el mundo, o como mínimo en tu vida personal. Estos puntos constituyen maravillosas herramientas con las que poder navegar por la vida a través de las diversas circunstancias que nos tocan (problemas, situaciones complicadas etc.) desprovistos de la culpa, la bola de hierro más pesada con la que cargamos desde que empezamos a desplazarnos exclusivamente "a dos patas". Incorporar esto, nos permite, repito, integrar las circunstancias que acontecen más fácilmente en nuestra experiencia terrenal observándolas como lecciones en un camino vital y eterno de aprendizaje. Es entonces cuando la pesada losa del perfeccionismo y de la autoexigencia, padres putativos de la culpa (que a su vez es madre de la rabia, la ira y en último extremo, la cólera) caen por su propio peso. No hay necesidad de juicio y condena cuando todo lo que sucede es una posibilidad de experimentar algo enriquecedor y no una "prueba" para evaluar nuestro rendimiento y prestaciones frente a determinadas situaciones. Esto no le va a gustar al sistema paternalista. Que le den por c...jejeje.

Así pues, echemos un último vistazo a estos dos puntos.

Punto nr.1: Puesto que todo lo que siempre ha sido, es, y por siempre será, es también lo que ESTÁ SIENDO AHORA, el acto de "pura creación" (partiendo de cero) es imposible. Aquello que llamamos "creación" es en realidad un acto de "toma de consciencia" de algo que siempre ha sido y siempre será. Es el acto de volverse consciente de una particular porción de todo-lo-que-es...

La toma de consciencia se consigue poniendo, en primer lugar, la atención en algo. Ves que algo está ahí. Pero si reconoces que está allí por –lo que parece ser– la primera vez, la observación que realizas produce la impresión de que tú has "colocado" eso ahí, de que lo has "creado". En eso consiste la Ilusión (impresión) de creer que el acto de crear es posible.

Tal como me he esforzado en aclarar aquí en múltiples ocasiones, existen dos tipos de acontecimientos en nuestra experiencia en este planeta. Los físicos y los metafísicos [meta=más allá de…]. Más sencillamente, existe "lo que está pasando", y "lo que pensamos acerca de" lo que está pasando.

Este es el modo en que pasamos por la vida: 1) algo sucede en nuestro entorno: o bien reaccionamos para defendernos, o bien permitimos que ese algo nos impacte (frecuentemente porque carecemos de las armas (el ingenio) para eludir el impacto. 2) tenemos un pensamiento acerca de lo que está sucediendo. Nuestro pensamiento persigue y caza lo que ocurre a tal velocidad que a menudo fundimos los dos primeros pasos en uno. Imaginamos entonces que lo que sucede "afuera" y lo que sucede "dentro" [nuestro pensamiento] son los mismo. De hecho no hacemos conscientemente ninguna distinción entre lo que sucede y lo que pensamos que sucede. Lo cierto es que no son lo mismo. Y este es uno de los más grandes secretos nunca ocultados a la humanidad. No se nos enseña esto en la escuela. No se nos facilita el acceso a este "secreto" en nuestra cultura. Nadie quiere que lo sepamos. ¿Por qué? Porque si lo supiésemos, si diéramos con la clave para gestionar nuestros propios pensamientos, instantáneamente tendríamos control sobre nuestra nuestra realidad. Dejaríamos de ser víctimas del "inconsciente colectivo". Todo el sistema manipulador basado en pastores y corderos se derrumbaría (esto ya está sucediendo)

¿Cómo puede una sociedad, como grupo, ser controlada si cada miembro de dicha sociedad tiene absoluto control individual sobre su propia realidad a cada instante? La meta de toda jerarquía gubernamental totalitaria es que permanezcas sumido en un mar de pre-ocupaciones. Que evites caer en la tentación de tener pensamientos propios acerca de lo que sucede. Por eso te bombardean con titulares mediáticos y desacreditan (e intentes borrar del mapa) a todo el que ose cuestionarlos. La meta es convencerte de que "adoptes" su pensamiento, arraigado por supuesto siempre en el miedo a las situaciones amenazantes que fabrican permanentemente. Todo con tal de que compres la estrategia de seguridad que el sistema trata de (y sin duda ha conseguido) proveerte, en lugar de abrazar tu propio (e intuitivo, recuerda) pensamiento.

La primera libertad, contrariamente a lo que el sistema ha tratado de adoctrinar, no es la "libertad de expresión", sino la "libertad de pensamiento". Y el acceso y disfrute de esa libertad tan solo precisa de un íntimo acto de voluntad, de una meditada toma de conciencia, a la que, por duras que hayan sido las circunstancias vitales que hayas experimentado, siempre tendrás libre acceso. Pueden disuadirte muy sutilmente para que no abraces tus propios pensamientos (Para eso tienen multitud de estrategias, a cada cual más refinada y perversa). Pero no pueden, por mucho que se esfuercen, arrebatarte esa capacidad, ese potencial que yace, latente en tu interior, anhelando ser despertado. Tu libertad de pensamiento no es algo que debas reclamar, porque no pueden robártela. Simplemente es un derecho eternamente inherente que puedes (y deberías, créeme) asimilar. Tenlo siempre presente. Esta libertad es la que te convierte en un ser divino. Es lo que te hace soberano en tu propio reino. Eso es lo que te hace "Dios". Eso es lo que significa "tener el poder de crear tu propia realidad", interiorizadamente, respecto a, y en función de, cualquier situación externa que acontezca. No tienes que luchar por tu libertad cuando integras que naciste libre y que ese es tu estado natural a menos que decidas olvidarlo y entregarle tu soberanía a algo/alguien que necesite convencerte de que debe ser protegida.

Puedes pensar lo que quieras pensar acerca de lo que sucede a tu alrededor, acerca de lo que sucedió en tu vida. Incluso acerca de un futuro que imagines pueda ocurrir. Si tienes dominio sobre este potencial, estás asimilando tu divinidad. Tus pensamientos son tus herramientas más poderosas y nadie puede impedirte que las uses.

Nelson Mandela fue la manifestación viva de que eso es posible, durante los 26 años que duró su encarcelamiento por parte de un régimen minoritario de raza blanca que había largamente controlado Sudafrica. No reaccionó contra su presidio, sino que licuó de esa experiencia la santidad que le condujo a pacificar una nación antes segregada racialmente. San Juan (también conocida como Juana de Arco) probó eso durante las invasiones y saqueos francesas en Inglaterra. Y Jesus, el Cristo, probó eso durante la segunda mitad de su vida. Otros lo probaron así mismo: Winston Churchill lo probó cuando cuando los acontecimientos provocados por la Luftwaffe (fuerza aérea nazi) podrían haberle conducido a creer que Inglaterra estaba sentenciada a ser conquistada. Jonas Sal lo probó cuando la ciencia médica ortodoxa tenía toda la intención de conducirle hasta el pensamiento de que no había cura posible para la poliomielitis.

Martin Luther King Jr., Beta Friedan, Gloria Steinem y Harvey Milk lo probaron cuando la sociedad estadounidense dijo que los negros, las mujeres y los gays no eran iguales que los hombres blancos y heterosexuales y por tanto no se les debía conceder igualdad de oportunidades, salario o derechos.

Y tu lo pruebas cada vez que decides que la sabiduría convencional acerca de cualquier cosa puede estar equivocada –o, al menos, incompleta– y de que tu, y solo tu, decides lo que es Real y Verdadero para ti. Haces eso usando los mecanismos de la mente. Así es como tu realidad interior es creada.

Nadie sumerge a nadie en un bidón de cloroformo contra su voluntad. La anestesia –por mucho que sea contraproducente– siempre es voluntaria y solicitada cuando el miedo al dolor embarga a los corderos. Cuando las ovejas despierten de su entumecedor aborregamiento, ningun pastor podrá ya domesticarlas. De hecho el "pastor", en su fuero interno (no consciente) quiere ver a sus ovejas independizarse. El tirano utiliza ahora a sus esbirros para presionar a sus súbditos para que despierten de su aletargamiento y , una vez despiertos, escriban la fecha de caducidad de ambos eternizantes y desgastantes roles.



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