Quien soy (II)

El otro día recibía un mensaje. Era de alguien saturado de malas noticias. La desesperanza que contenía embarga por su sinceridad:

"¿Con qué ganas me tengo que levantar yo cada día para ir a trabajar y seguir tirando para adelante este mundo lleno de caos y sinsentido? ¿Tengo que mirar para otro lado? ¿Hacer como si todo esto no sucediese y pensar en el proximo Barça-Madrid? Son demasiadas noticias INACEPTABLES."

Intentar comprender el modo en que este mundo funciona, tratar de hallarle un sentido a tanto galopante sinsentido, puede convertirse en un rompecabezas que solo conduzca al pozo sin fondo de la descorazonante depresión. Nada tiene sentido en este mundo según los parámetros de lógica que tanto eres proclive a aplicar. Quiero decir que si recortar gastos en sanidad es contraproducente para la salud, ¿Por qué persisten? Es incomprensible, ¿verdad?. Sobre el papel se trata de ajustar las cuentas, de solventar el déficit presupuestario, de 'cortar por lo sano' en una situación descontrolada de deuda insolvente en la que nos acusan de habernos zambullido de modo irresponsable y que ahora el sistema prestatario está tratando de reequilibrar a marchas forzadas. Sin duda que tomar una decisión así solo puede provenir de unos gestores carentes totalmente de escrúpulos y sin la menor consideración por el sufrimiento ajeno. Unos sociópatas que consideran al 'rebaño', antes sumiso y manipulable, ahora incontrolable en virtud de su magnitud demográfica. Un rebaño que debe a su juicio, ser, de algún modo 'depurado'. El balance de la deuda es, en el fondo, tan solo una excusa, cuando la crisis financiera está demostrando ser a fin de cuentas, producto de un 'fallo humano' intencionado y premeditado, aunque de cara a la galería lo muestren como un caso de falta de diligencia y previsión por parte de las instituciones financieras y políticas involucradas.

Las instituciones, a fin de cuentas, están constituidas de personas. Seres humanos como tu y como yo. Con sus defectos y virtudes. Una serie de personas con índices de megalomanía sin duda muy por encima de lo común (en virtud de la herencia emocional recibida) que se han atribuido la potestad para dirigir los designios del planeta y decidir quien cumple o no con la hoja de ruta que han establecido. Personas que secretamente han concebido unos planes sobre el nuevo ordenamiento social en los que se incluye una soterrada intención eugenista. Reducir el incontrolable índice demográfico.

Quizá seas de aquell@s que hayan pretendido hallar alguna suerte de redención a sus frustraciones condenando a alguno de los actores situados en las proximidades de la cúspide de la pirámide. Quizá hayas identificado a los causantes del colapso financiero occidental, esas "hienas de las finanzas y la diplomacia internacionales" (Soros, Rockefeller, Brzezinski, Kissinger, Morgans, Stanleys, Buffet,...). Pero te seguirás equivocando de objetivo, pues, con todo, ellos no son sino los reyes tuertos en el país de los ciegos (eso habla del nivel de ceguera entre las masas). Su responsabilidad es mayor que la del prototipo de infeliz humano adicto a las noticias de la tele y a difundir rumores. Mayor incluso que la del indignado de sala de estar o de cafetería matutina. Mayor que la de cualquier cacique o incluso político electo de quita y pon que se cambia de chaqueta según sople el viento de sus intereses personales. Mayor incluso que la de los ilusionistas de las altas esferas políticas y mediáticas como Hillary Clinton, Barack Obama o Bill Gates. No, ellos a quienes me refiero, y la estirpe de la que proceden (cuya mención aquí no haría sino distraer la atención del propósito de este escrito) fueron consignados con la responsabilidad de gestionar el monumental atasco de identidad en el que la humanidad entera ha estado empantanada desde hace cientos de generaciones. Fueron ellos a quienes se confió la responsabilidad de transmitir paulatinamente los conocimientos necesarios para trascender la densa experiencia en este mundo y comprender el origen y destino de la humanidad. Pero se apropiaron de ese privilegio y gestionaron inapropiadamente el caudal de conocimiento que se les confió, confundiendo y tergiversando claves de acceso, elevando listones y sobretodo distanciando a la humanidad a base de perpetuar el estado de alarma social, de los compasivos cimientos sobre los que se sustenta todo lo creado: el amor. Cerraron el grifo cuando era necesario abrirlo y lo abrieron a destiempo y con cuentagotas cuando las carencias generadas por dicha escasez hacía imposible para la humanidad su asimilación.

Con todo, repito, no son más que los reyes tuertos en el país de los ciegos (acaso tú eres uno de esos ciegos?), actuaron así pues fueron tentados por inteligencias psíquicas más avanzadas, provenientes de otras dimensiones que les ofrecieron el acceso a conocimientos deslumbrantes a cambio del permiso para convertir a la humanidad en un campo de acotado de observación y experimentación genética, un interés que acabó demostrando no ser altruista sino oscuramente interesado en crear una despensa genética.

"El propósito global de la política en la práctica es sumir y mantener a la población -por supuesto que con la connivente ayuda de los medios informativos de masas- en permanente estado de alarma. Un estado de alarma que impacte en dichas masas de tal modo que genere un reclamo clamoroso por ver intensificada la sensación de seguridad. Y ese estado de alarma es fácilmente fabricado por medio de las llamadas "operaciones de bandera falsa", esas amenazantes escenificaciones (sin duda acompañadas de daños colaterales ciertamente lamentables) que periódicamente nos tratan de sacar de nuestro centro, de nuestra paz, de ese equilibrio que buscamos.

Pero tu sabes que tu equilibrio no llega desde afuera sino desde el interior. Y el viaje interior al pozo de tu inconsciencia es todo lo que necesitas para desactivar la injerencia externa de todo orden. Todo lo lo que necesitas es asumir tu responsabilidad sobre tu destino. No tienes que ser mejor. No tienes que perfeccionarte, ni flagelarte por no alcanzar las inalcanzables cotas de autoexigencia que insistes en imponerte. Ya es bendito tal como eres. La confusión radica en todas las máscaras que te has puesto y con las que te has identificado en este baile de disfraces en que hemos convertido la vida. Tan solo se trata de dejar que tu coraza protectora se derrumbe. Ni siquiera debes destruirla (ha sido tuya y cumplió una función mientras fue necesaria), sino permitirte sentir el dolor, reprimido, que te ha causado vestir esa ya oxidada coraza, la actitud defensiva frente a la vida y sus circunstancias¿Estas hart@ de secretos y manipulación por parte del 'sistema'? Deja de tener secretos en tu entorno más cercano. Atrévete a viajar hasta el pozo de todos los secretos y vergüenzas escondidos en los entresijos de tu pasado. Vuelve a conectar, desde la cloaca de tus repudiadas emociones, con tu integridad y tu identidad. La verdad reclama limpieza del retrete. Y los perversos gerentes de este mundo, sin darse cuenta, están facilitando (forzando, sin duda) esa ducha emocional que ya no puede esperar, necesaria para acceder a la nueva era de abundancia que aguarda a la vuelta de la esquina y que las precesiones equinocciales anuncian desde el mismo inicio de los tiempos. Ríndete a esa ducha purificadora. Son tus hermanos de la oscuridad y están cumpliendo, sin duda inconscientemente, su papel. Sé que quizá desees crucificarme por esto, pero créeme si te digo que un día les agradecerás que te arrebaten todo lo accesorio, esas bolsas de basura mental a las que te aferras como esos afectados al síndrome de Diógenes que tanto asco te da ver. También ellos son un reflejo de las miserias arrastradas por tu ego. Personalmente estoy cumpliendo con el mío, que incluye ayudarte a despertar de tu sueño ¿Vas a cumplir tu el tuyo? ¿Vas a responsabilizarte finalmente de curar las heridas que tu mismo te has ocasionado? ¿Vas a dejar de condenar el escenario holográfico que perciben tus sentidos y finalmente aceptar brillar en todo tu esplendor para iluminar este mundo que tanto te necesita aquí y ahora?

 

Publicado con Blogsy