La partida de ajedrez que los estrategas del club de los iluminados están desplegando, acaba de ofrecer otro movimiento.
Comentarios publicados en La Vanguardia por los internautas:
- Un atentando "oportunista" para el rey de Marruecos. Ahora puede sacar el ejército a la calle, decretar la ley marcial, y así acabar con las revueltas populares de los últimos meses. La política del shock!
- "Tenemos dos líneas de investigación...." A las autoridades marroquíes les conviene mucho más que sea un atentado que un accidente.
Piensa mal y acertarás, dicen…¿Por qué será que esto también huele a movimiento de ajedrez? Los eventos dramáticos que está presenciando, sospechosamente de manera bastante sincronizada el magreb islámico, posiblemente estén íntimamente ligados más allá de los efectos contagiosos pretendidamente atribuibles a las redes sociales (facebook, twitter…) creadas, sin duda, por la misma CIA.
El siguiente paso, obviamente, es que el atentado se lo atribuya una célula islámica de Al Qaeda –esa organización creada por el infame hasta ahora secretario de defensa de Obama, Robert Gates durante su etapa como director de la misma CIA en 1991. En EEUU está la cosa también muy caliente por los recortes sociales anunciados por Obama, mientras desde el senado se está tratando de auditar a la Reserva Federal por el desconocido destino que corrieron los 2,8 trillones de dólares que han salido de los impuestos de los norteamericanos desde 2008 y que con toda probabilidad han ido a financiar guerras estrategicas (pseudo-humanitarias) en todo el mundo que ya avergüenzan a una gran parte de la población norteamericana. Para distraer la atención la opinión pública está siendo distraída con el asunto de la dudosa nacionalidad estadounidense de Barack Obama. Donald Trump lidera la supuesta cruzada para indignar a los estadounidenses. Ahora que un certificado de nacimiento aparentemente legal ha aparecido, la cortina de humo se desvía hacia las el expediente académico del Presidente Obama (mientras surgen voces que afirman que el certificado exhibido ha sido manipulado…) A todo esto los ciudadanos de la hasta ahora primera potencia mundial están frotándose los ojos y quitándose lentamente las legañas que les mantenían sumidos en el sueño americano (nunca mejor dicho) y despertando a la ignominiosa manipulación de la que han sido objeto desde prácticamente la segunda guerra mundial (si no desde 1913, fecha en la que el dinero deuda es impuesto al mundo por medio de la creación de la Reserva federal de Wall Street). Guerras maquiavélicamente cocinadas, y aprobadas por el corrupto Consejo de Seguridad de la ONU, con la excusa del humanitarismo: ¿Cuándo ha sido humanitaria una intervención militar? ¿Realmente alguien se cree a estas alturas el cuento de que los EEUU entraron la segunda guerra mundial para agraviar la afrenta de Pearl Harbour y de paso para liberar a la vieja Europa de sus ancestros, de las garras de un loco llamado Hitler?
La verdad os hará libres, pero antes deberás presenciar la caída del velo de Isis. Presenciar el fin de la ilusión (Maya) está sacudiendo los cimientos de los esquemas sobre los que creías que se sustentaba la realidad percibida con los sentidos. Y estás lleno/a de esquemas y juicios a priori de los que eres inconsciente esclavo. Ahora es el tiempo de aceptar que el más que evidente caos (desorden) actual del mundo es consecuencia de la limpieza que tu casa particular (tu consciencia) y la casa común de todos (La Tierra) está atravesando.
Todo está en cuestión: relaciones quebradas, cuentas pendientes, abusos ocultados, ausencias insostenibles…las endorfinas que genera naturalmente el cuerpo físico para mantener a raya el dolor emocional del pasado, han dejado de tener efecto desde el fin de la segunda guerra mundial. El umbral de dolor en los humanos ha estado descendiendo porque el recuerdo del dolor ya no soporta más la incontenible presión que la rabia liberada está reclamando.
Afortunadamente todo se viene abajo. Ninguna escenografía dura mil años. Si invoco a tu ser interno y le pido que no tenga miedo, ¿me harás caso? Cuando todo se sale de madre, cuando todo ya te saca de quicio, cuando ya no comprendes nada ni quieres comprender, es justamente cuando estás más cerca de la solución. Comprender desde el intelecto los engranajes y las razones de toda esta sinrazón es un peldaño. Pero apelo a tu sabiduría interna para que no te generes un apego a ese peldaño en tu ascensión. Existe un serio riesgo de que 'saber' te cabree. Pero si te enfadas y no usas conscientemente ese enfado para sublimar el odio y trascender un estadio evolutivo transitorio, podrías quedarte en él.
Los controladores del mundo se han quitado la máscara. Saben que el fin del ciclo en el que ellos han ejercido el dominio está próximo a su fin. Pero se resisten a aceptarlo. Los autoproclamados pastores se han pasado un buen rato decidiendo sobre el destino de las adormecidas consciencias de los corderos. Ahora saben que su era concluye. Y van a tratar de enturbiar tu consciencia en tu despertar. Y no escatimarán esfuerzos. La sesión termina. pero ellos parecen haber decidido no despojarse de sus adicciones y prefieren quedarse para dar la bienvenida a la nueva camada de corderos y a los "repetidores" de curso. Yo mismo he sido uno de esos repetidores procedente del ciclo anterior. La vida es como un gran teatro. Si te detienes, en tu salida y miras atrás, corres el serio riesgo de convertirte en estatua de sal. Y mirar atrás incluye utilizar tu rencor para obtener revancha.
Si los recuerdos de dolor antiguo se despiertan, expulsa la ira contenida. De eso se trata. expulsarla (via catarsis emocional) no implica que el destinatario de tus vómitos esté presente. De hecho es suficiente con que seas consciente de qué representa cada lágrima o grito procedente de lo más profundo de tu alma. Permítete derrumbarte en un entorno íntimo. Permítete mostrarte débil si has necesitado demostrar fortaleza para eludir ser víctima de las circunstancias. Esa fortaleza, útil durante cierto tiempo, te ha mancillado tu integridad y has salpicado con ella a tu alrededor, a los que más querías. Si insistes en mostrarte inquebrantable esa fuerza se volverá contra ti.
Llora mientras puedas. Solo los valientes se atreven a hacerlo. Cobardía es seguir ocultando tu oscura y oculta herencia. La Tierra, como ser consciente, se está depurando. Es su deber para consigo misma. ¿Te atreves a imitarla? Escucha a tu corazón. Escucha a tu corazón…
Comprender que la tolerancia (paciencia), la empatía, la fe y la caridad, serán las fuerzas que nos ayudarán a transmutar y trascender la violencia colectiva –a la que todos hemos alimentado desde nuestras individualidades– es comprender el significado del término evolución.
Los humanos, como especie, saldremos de ésta, igual que hemos salido adelante en otras muchas ocasiones y circunstancias a lo largo de nuestra dilatada historia desde que aparecimos como especie en la Tierra. Estamos animados y constituidos de una fuerza que siempre ha salido ganadora en todas las apuestas. El amor, entendido como capacidad de empatía, compasión y comprensión, es nuestro mayor y más equilibrante activo. El tiempo, fuera de los limites de esta experiencia que llamamos vida en la Tierra, no importa.
Salir de casa, sonreir, ponerle buena cara al mal tiempo, dejar de sentirte agraviado constantemente por cualquier semejante que se te cruce por el camino, permitir que afloren tus dones personales, es la clave para sembrar la semilla de la armonía en este mundo y transmutarlo en el paraíso que puede ser. Tu tienes el poder de restituir el equilibrio global. Ninguna negatividad puede destruirte si eres capaz de conectar con tus sentimientos. Ya no tienes que fingir más tus emociones, ni seguir engañándote. Sé natural. Sé tu mismo/a. ¿Estás triste? Exprésalo sin temor o vergüenza. ¿Te sientes solo/a? ¿Desde cuándo? Deja que tu ser interno te guíe hasta la fuente de tu dolor…el epicentro de tus convulsiones emocionales. Al fin a y a la postre de lo único que eres responsable es de toimar consciencia de quién eres, tanto individualmente como parte de una colectividad llamada Ser Humana. Todo lo demás han sido circunloquios, paráfrasis, derroteros. Hasta ahora te han proporcionado caminos por los que discurrir y experimentar vivencias a veces dolorosas pero siempre instructivas. Has aprendido por el camino del dolor, verdad? Has crecido. Todos lo hemos hecho. Pero ahora ya no hace falta seguir atado a esas cadenas. ¿Te hirieron? ¿Heriste a otros? Discúlpate. Con aquellos a los que has maltratado y con tigo mismo/a por haber sido inconsciente de tus actos. No tienes la culpa. Desde el momento que te das cuenta ya no tienes la culpa. Devuélvesela a los que te la endilgaron. Que cada palo aguante su vela. Esto no es, reprobable, contrariamente a lo que puedas creer. Sujetar el propio mástil es tomar responsabilidad de que el rumbo de la propia vida solo es responsabilidad de cada cual. Y eso es una bendición. Ámate egoístamente. Nadie más lo hará por ti. Lo sabes. Hay un límite para vivir de la beneficencia, el mismo que marca el inicio de la responsabilidad. Y la tuya es para contigo y los que has decidido que te sucedan (tus hijos). Hazlo porque vas a necesitar equilibrio para poder regalarte tu mismo todo eso que siempre deseaste pero que nunca te había llegado y a la vez mostrarte sólido y confiable para los que vienen detrás de ti. Una vez que te hayas colmado de todo lo que deseas (sin vejar a los demás en el empeño, por supuesto), y solo entonces, podrás amarnos a los demás y considerarte merecedor de nuestro amor. Solo si has bebido hasta saciarte y conoces la fuente que te provee de ese maná, puedes darme de beber. Hasta entonces, buena suerte.
Rescatando las palabras de Albert Clayton Goulden (Sedona Intensive):" Debemos purificar (ya), sin excusa, los rincones enfermos del alma". Ese es el camino que despejará el velo personal de cada uno/a que actualmente oculta a la conciencia. Ahora mismo lo que de verdad importa es hacer "revisión interna de daños". Que cada cual asuma y se aplique la parte de responsabilidad que le toca. Quien tenga oidos para oir que oiga.
El otro día me encontré con mi primo. Habitualmente muy ocupado, yendo de aquí para allá buscando una nueva inversión que realizar o desarrollando un nuevo proyecto, me reveló que lleva un tiempo cansado, sin ánimo de seguir "luchando". – Todo está parado y yo siento que tengo que dejar de correr y estar con los míos. No sé que va a pasar pero las circunstancias me están forzando a parar…
Ciertamente vivir en la Tierra ha sido hasta ahora como estar dentro de un tío vivo (carrusel). Cuando las tradiciones mayas, hopis o cualquier tipo de profecía indígena habla de que estamos en un cambio de ciclo, no hay palabras para explicar a qué se refiere, a menos que se utilice una metáfora. Para el caso te diría que es como si el carrusel se estuviera deteniendo. Llevados por la inercia rotatoria, nos hemos acostumbrado a ese ritmo de vida. Y ahora que la atracción se detiene, entre otras cosas porque hay que reparar la estructura (Tierra) y extraer conclusiones de la experiencia vivida, la cabeza nos da vueltas…todo parece estar patas arriba.
Hasta ahora observábamos exclusivamente lo que sucedía en el interior del Carrusel, ocupados en mejorar nuestra posición (subir a un caballito más grande o bonito) o impedir que nos derriben del nuestro. Luego, transcurrido un tiempo, algunos de nosotros –los mayores– decidimos echar una mirada, de vez en cuando, real paisaje exterior, visible desde el caballito. Y éste se nos mostraba, como efecto del movimiento, de forma borrosa. Los rostros de los espectadores externos (nuestros hermanos mayores en la Galaxia) empiezan ahora a aclararse y empezamos a percatarnos de la ilusión en la que hemos estado montados.
Si no has visto "Nemo", la famosa película de los estudios Pixar, quizá sea una buena oportunidad para verla. Independientemente de si tienes hijos o no. Nunca un diálogo tan breve y tan bien ilustrado,ofrece una enseñanza acerca de la actitud a tomar frente a lo que está sucediendo en el mundo en estos instantes… Marlin, el papá de Nemo, en su búsqueda desesperada por reencontrar a su hijo desaparecido Nemo, se encuentra en el interior de una ballena, junto a Dory, el pez despistado que no conoce el miedo…
– "He says it's time to let go. Everything is gonna be all right" (Dice –la ballena–que simplemente tienes que soltar. Todo va a ir bien)
– "How do you know?" (¿cómo lo sabes?)
– "I don't know" (no lo sé)
Este "No saber" lo que va a suceder, y aceptarlo, es el paso necesario para que el cambio de ciclo se complete sin la rémora de tu resistencia. Aceptar los acontecimientos individualmente es contribuir con tu aportación personal (tu luz) a que todo lo bueno que está por sucedernos colectivamente, suceda de un modo menos dificultoso.
Pasa el mayor tiempo posible con los tuyos, aquellos a los que quieres. Regálate y regálales en la medida de tus posibilidades todo aquello a lo que tus esquemas mentales heredados no te permitieron decir "sí, lo quiero". Te darás cuenta de que eres dueño/a de tu tiempo y de la forma en que decidas administrarlo, de que el mayor regalo que puedes hacer es brillar en toda tu magnitud, soltando los lastres (miedos) que te atan al antiguo esquema de las cosas, la aprendida forma de vivir.
Disfruta del instante, del aquí y ahora. No es fácil, lo advertirás. Pero la esperanza es lo último que se pierde. Acepta toda la ayuda que se te presente. Sabes que eres más valiente de lo que nunca has imaginado. El amor y la imaginación lo pueden todo. Gracias.
Soy la Tierra hablándoos a vosotros. Yo soy vuestra madre y os llevo en mi regazo durante toda vuestra vida. Sois abrigados por mí, incluso sin ser conscientes de ello, estando como habitualmente estáis, demasiado ocupados y metidos en vuestros asuntos y ocupaciones diarios. Yo os sostengo y os invito a conectaros conmigo, mientras deseo agitar vuestros recuerdos y haceros recordar algo… Se trata de algo antiguo y precioso que en el mundo moderno parece haberse olvidado. Se trata de la sensación de natural seguridad de estar en la Tierra.
Para recordar la seguridad natural de ser, podéis observar toda la naturaleza que os rodea. Tomaos un respiro en vuestra agitada existencia y bservad las estaciones, cómo van y vienen por sí mismas. Mirad las plantas y los animales llevando a cabo sus vidas diarias, escuchad el susurro del viento o el murmullo del agua en los riachuelos y en el mar. De este modo brevemente recordáis que las cosas más importantes en la vida suceden automáticamente, sin pensarlas, como resultado del curso de la naturaleza. La naturaleza está por todos lados a vuestro alrededor y está en vosotros también, porque también vosotros albergáis una naturaleza en vuestro interior que es también parte de la naturaleza exterior como un todo.
Especialmente en Occidente, os habéis orientado tanto a vivir especulando desde la racionalidad de vuestras mentes que habéis olvidado que sois seres naturales, como las plantas y los animales. Mirad a los animales. Observad cómo ellos naturalmente se rinden al ritmo de la vida. No podrían hacerlo de otra manera. Ellos conocen sin duda las emociones tales como el miedo y la resistencia, pero ellos no pueden oponerse a la vida tanto como podéis hacerlo vosotros los humanos. Vosotros tenéis la habilidad de pensar. Y el pensamiento tiene la finalidad de otorgaros la capacidad de obrar con sentido común frente a las disyuntivas que se os presentan a diario. Es un privilegio tener la capacidad de pensar. Pero los seres humanos, por medio del pensamiento excesivo, podéis crearos, como habéis hecho, una jaula de oro para vuestra propia naturaleza libre y eso, al fin y a la postre, acaba ocasionando serios problemas. La vida, el flujo natural de la existencia, no puede ni debe ser organizada y controlada por el pensamiento humano. Las fuerzas fundamentales de la naturaleza son más vastas que eso. Tarde o temprano acabaréis descubriéndolo. Habrá un momento en el cual acabaréis rindiéndoos a la poderosa y majestuosa fuerza de la naturaleza. Esta escena de una recientemente famosa película de animación, ilustra bien lo que quiero decir:
A menudo tales momentos os llegan a través de una crisis, una situación en la que os atascáis. Una situación que en esencia os está pidiendo que soltéis el control, porque ya no os quedan recursos para sujetaros a las situaciones que habéis creado desde el miedo. Soltar el control duele y puede implicar una lucha. Aún así soltar es lo único que os devolverá a casa…
Pensáis que estáis perdidos y ahogándoos en el caos, pero en realidad os estáis acercando a la seguridad natural del Ser mismo. La vida os sostiene y os ama. Las crisis con frecuencia aparentan ser crueles e injustas (la muerte de un hijo, la devaluación de una moneda…), pero en verdad ellas siempre portan consigo la invitación de la naturaleza, o –si lo preferís– de Dios, que os dice: “venid a casa, regresad a mí”. Hay una mano que guía dentro de toda crisis, la cual busca apoyaros y mostraros el camino.
Todos los que leéis esto estáis en el viaje interior hacia la totalidad y la consumación del ser. Estáis buscando llevar vuestra alma a la vida habitando un cuerpo humano de carne y hueso. En este camino vosotros pasan por diferentes etapas. El alma se encarna – o desciende dentro – del cuerpo en diferentes fases. Cuando acabábais de iniciar vuestro viaje interior, probablemente fuisteis puestos al corriente de esto por medio de vuestra mente (cabeza para que nos entendamos). Por ejemplo, podéis haberos sentido atraídos por ciertos libros o personas que arrojaron una luz diferente sobre ideas y valores que siempre dieron por sentados. Podéis sentiros sacudidos por esa nueva forma de pensar de los autores de los libros que leéis, y aún así extrañamente atraídos hacia ellos. Os fascinará leer y escuchar más acerca de eso. Liberaréis algunas de las estructuras más rígidas de vuestro pensamiento y os abriréis a algo nuevo. Leer y hablar con personas de otra mentalidad pueden ser incentivos que os ayuden en el proceso. Así es como el viaje interior comenzará para muchos de vosotros. Devoráis los libros espirituales como si se tratara de alimento. En lo profundo, dentro de vosotros algo quiere despertar y cambiar, y ello primero se traduce como la necesidad de una nueva forma de pensamiento.
Tras un tiempo comenzáis a anhelar algo más. Empezáis a pensar: “vale, entiendo de lo que hablan en esos libros pero ahora ¿cómo aplico todo esto a mi propia vida? ¿Cómo se le da vida a este conocimiento y cómo lo traduzco verdaderamente a mis sentimientos y acciones en la Tierra?” Estas preguntas pueden rondaros y llevaros a la desesperación, pero sabed que no podéis forzar el curso natural de la vida. Y sin embargo, en cierto momento, algo sucederá en vuestras vidas que os ayudará a dar el salto desde la cabeza al corazón. Con frecuencia consistirá en algún tipo de crisis. Pueden suceder cambios en el área del trabajo, de las relaciones, de la salud o la pérdida de un ser querido. Sea lo que sea, en un determinado momento surgirán sentimientos dentro de ustedes que serán tan intensos que no podréis ignorarlos. Debéis aceptarlos y permitir que la transformación se opere. En ese momento vuestra alma arraigará más profundamente dentro de vuestro corazón.
En un principio vuestra alma había descendido a vuestra cabeza, inspirándoos a asimilar nuevas ideas a través de libros, charlas, etcétera. Luego el alma golpea a vuestra puerta en un nivel más profundo, el nivel de los sentimientos. Conoceréis capas de emociones que nunca antes supísteis que existían. Las crisis estimulan esto; harán que viejas emociones de la infancia afloren a la superficie, tal vez incluso recuerdos de otras vidas. Exploraréis estas capas de emociones. Así es como el centro del corazón se abre. Vuestra alma se encarna incluso más profundamente, llenando el chakra del corazón con esa energía.
La transformación que tiene lugar en esa etapa puede dar surgimiento a varias complicaciones. Comenzáis a mirar al mundo con otros ojos y vuestras relaciones con los demás también cambian. En lo profundo de vosotros despierta la conciencia de la unidad. La conciencia de la unidad significa que comprendéis que todos nosotros, los hombres, los animales, las plantas, la naturaleza, estamos todos juntos sostenidos por una fuerza divina, y que estamos unidos unos con otros, cada uno como un espejo del otro. Esta conciencia puede ser abrumadora y para muchos de vosotros el cambio de la cabeza al corazón genera una gran sensibilidad interior. Esta elevada sensibilidad puede crear desequilibrios. Los límites con los demás se borran, pudiendo vosotros llegar a asimilar una gran cantidad del componente emocional de otras personas, sin saber cómo liberarlo, y vuestros estados de ánimo pueden ir desde muy arriba a muy abajo. Sin embargo, el salto de la cabeza al corazón, aunque esencial y poderoso, no es la última etapa en la encarnación del alma. El alma quiere descender incluso más profundo, dentro del vientre.
Cuando el alma ha descendido al nivel de vuestro corazón, habéis despertado parcialmente. Sois conscientes de vuestros sentimientos, os atrevéis a observar vuestras emociones, estáis preparados para ir hacia adentro y enfrentar vuestras heridas internas. Pero también os sentís debilitados por vuestra nueva y alta sensibilidad y por la inestabilidad que aparece como consecuencia de esto. Debido a que vuestro corazón está tan colmado de sentimientos, por momentos perdéis vuestro arraigo, y esto puede ser difícil. Esto os sucede a muchos de vosotros. Cuando el centro del corazón está radicalmente abierto, vuestra sensibilidad puede llegar a ser demasiado para vosotros y podéis llegar a desear apartaros del mundo. Ya no os expresaréis más creativamente porque todo es demasiado abrumador. Esto puede dejaros ansiosos y exhaustos.
La respuesta a este problema no es ir hacia atrás hacia vuestra cabeza. La respuesta está en el vientre. Estáis listos para el próximo paso en el proceso de la encarnación del alma: la transición del corazón al vientre. El alma quiere fluir incluso más profundamente dentro de vuestro cuerpo. En el centro de vuestro abdomen hay un espacio o punto de silencio. Id ahí con vuestra consciencia ahora mientras yo hablo. En ese espacio no hay idioma, ni pensamiento, ni conceptos. Podéis oír el susurro de las hojas en el viento o el sonido del batir de las olas. Esos sonidos pueden ayudaros a volveros conscientes del silencio que hay en ese centro.
En este nivel vuestro conocimiento espiritual y sentimiento se vuelve instintivo, o como uno podría llamarlo, una segunda naturaleza. No hay más necesidad de pensar o incluso de sentir. Se hace presente un profundo conocimiento desde el cual actuáis y la vida fluye hacia vosotros fácilmente. Vuestra alma entonces se ha vuelto vuestra naturaleza, ha descendido al nivel de la conciencia instintiva. ¡Esto es lo que os otorga el equilibrio que necesitáis! Podéis permanecer centrados y calmos en medio de un entorno exigente y turbulento. Vuestro centro de los sentimientos (vuestro corazón) quiere conectarse con su vientre, para de este modo estar verdaderamente arraigado y para queos sintáis a salvo en la Tierra.
Visitemos ahora ese lugar en vuestro vientre. Confiad en que está ahí. Decidle a vuestra alma que es bienvenida ahí. Permitid que vuestra alma fluya desde vuestra cabeza, inspirando vuestro pensamiento, hacia vuestro corazón, irradiando amor y bondad, hacia el vientre, dándoos confianza, autoestima, un profundo conocimiento interior de que sois quienes sois y de que sois hermosos tal como sois. Sentid vuestro abdomen abriéndose a vuestra alma. Sentid cómo la luz dorada de vuestra alma fluye abajo hacia vuestro chakra raíz y se conecta conmigo, la Tierra. Id adentro a lo profundo. Sed el centro de silencio y sabed que desde ahí vuestra elevada sensibilidad se equilibrará con paz y tranquilidad. En este estado equilibrado, sabréis cómo poner límites alrededor de vuestros sentimientos. Sabréis cuándo abriros y cuándo mantener distancia. Vosotros determináis cuándo decir “sí” y cuándo decir “no”, cuándo conectaros y cuándo soltar. La clave está en vuestro vientre.
Para ayudaros a conectar con este centro, yo os sugiero que imaginéis a un animal que representa el poder interior que reside en vuestro abdomen. Tomad el primer animal que venga a vuestra mente. Recordad, los animales son unas criaturas muy espontáneas, ellos viven desde sus instintos, sus reflejos naturales. Este animal refleja vuestro conocimiento interior instintivo. Ya está ahí. Los está esperando. No necesitáis crearlo, sólo necesitáis verlo y reconocerlo. Invitad a este animal a acercarse a vosotros, decidle hola y míradlo a los ojos. Ahora preguntadle si tiene un mensaje para ustedes, que os ayude a descender más profundamente dentro de vuestro vientre.
Dejad que al animal hable. El animal encarna la sabiduría de lo instintivo y vosotros podéis recibir esa sabiduría, porque tenéis una cabeza y un corazón. Podéis sentir y articular esa sabiduría. Esa es la belleza de la cooperación entre la cabeza, el corazón y el vientre. Ninguno de ellos es mejor o superior que el otro. Más bien es su cooperación equilibrada lo que los hace totales y completos. Vuestra cabeza puede daros mucho placer. Pensar puede ser útil y divertido. Os da la oportunidad de comunicaros con los demás, mientras provea un idioma común. El corazón ofrece la posibilidad de experimentar alegría y todo el rango de emociones humanas que comprende la vida. Es un don hermoso. El vientre les da vuestro cimiento, vuestro “yo”, si acaso es esa la palabra adecuada. Os permite realmente ser vosotros, firmes y arraigados, trazando vuestros propios límites y usando vuestro discernimiento. Desde esta base, la interacción con vuestro corazón y vuestra cabeza se vuelve un juego alegre. Vientre (cuerpo físico), Corazón (cuerpo emocional) y cabeza (cuerpo mental). Si estas tres capas están alineadas unas con otras, os sentís completos, y la vida en la Tierra es digna de ser vivida. Puede estar llena de inspiración, amor y felicidad. Podéis rendiros a lo que los emociona y os inspira, mientras al mismo tiempo no perdéis vuestras bases, vuestro punto interior de silencio. Podéis permanecer cerca de vosotros mismos, y al mismo tiempo dar y recibir libremente lo que la vida os ofrece o solicita.
Os saludo. Mi amor y compasión siempre está cerca de vosotros. Yo estoy jugando este juego junto con vosotros y soy parte de él. Vosotros, como seres humanos, sois hermosos y ricos. Tened fe en la belleza y en el poder de los instrumentos que se hallan disponibles para vosotros, los instrumentos de pensar, sentir y ser.
No hacen falta más palabras para explicar lo que el genial Jim Carrey tan bien ha sabido transmitir con su particular estilo.
Tan solo, acaso, abundar de nuevo en el aspecto ilusorio de los pensamientos. Pienso, luego existo postuló René Descartes. Para mi esta máxima significa simplemente que la prueba de que yo –y todo objeto animado o aparentemente inanimado que acceda al campo de percepción de mis sentidos (vista, oído, olfato, tacto y gusto) existimos– es que yo pienso que estoy/están existiendo (en la forma que mis sentidos me revelan). Pensar acerca de la propia existencia, por consiguiente, es cualidad inherente al ser humano. No existe ser humano sin pensamiento. Sin embargo estaremos de acuerdo en que pensar es fuente de agotamiento…(psíquico, emocional y físico)
Sé que quizá esto suene a enredo, pero ya termino…
Ahora bien, si uno puede, como parece ser, hacer un ejercicio de 'desdoblamiento' y desapegarse del tirano pensante que portamos y 'aparcarlo' para observarlo…entonces estamos asumiendo que nos estamos observando a nosotros mismos, que somos más que 'egos' pensantes, la prueba de que somos, más allá de nuestros sentidos físicos, seres intemporales, libres CUANDO QUERAMOS y DECIDAMOS de las ataduras de ese ego que no para de pensar.
Siddartha Gautama (Buda) logró, como algunos otros alcanzar voluntariamente ese estado de consciencia y mantenerse en él a voluntad. Otros como Krsna, Lao Tsé, Confucio, Jeshua el galileo, igualmente alcanzaron ese estado de 'gracia' cuya frecuencia vibratoria fugazmente ha atinado a sintonizar este afamado actor estadounidense. Y ahí está la madre del cordero…¿Quién mejor que un actor para transmitir la revelación de que, según como se vea, todo lo que percibimos (es decir, lo que pensamos) no es sino una ilusión, un holograma?
El matemático y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, más conocido bajo el seudónimo de Lewis Carroll escribió su famoso cuento Alicia en el País de las Maravillas en 1865. Conoces de sobra el argumento, pero quizá no hayas caído en la cuenta de las implicaciones existenciales de este relato tan psicodélico y que el mismo Salvador Dalí ilustró en 1969. Es algo extenso, pero te propongo que te pongas en el lugar de Alicia, por no decir que la tomes a ella como un símbolo de cada uno de los humanos que habitamos el planeta y de nuestras vicisitudes, sin perder de vista que todo es un sueño. Verás que todo tiene más sentido del que nunca imaginaste.
…
Todo comienza cuando Alicia se encuentra sentada en un árbol al aire libre aburrida junto a su hermana. La hermana, que parece estar tratando de impartirle una lección de historia, lee un libro "sin ilustraciones ni diálogos", lo que hace que Alicia empiece a distraerse debido al tedio.
Capítulo I: El descenso por la madriguera
Las divagaciones de Alicia la conducen a un estado de ensoñación a la luz del cual el contexto anterior va quedando difuminado. La hermana desaparece de la escena y Alicia empieza a dirigirse a su gato tal que a un humano, imaginando y anhelando un mundo donde todo fuese "al revés de como es", por el puro deleite de experimentar algo 'diferente'…En este estado de pseudotrance, aparece junto a ella un conejo blanco, vestido con chaqueta y chaleco, que corre murmurando que llega tarde, mirando su reloj de bolsillo. El 'tiempo' cronológico entra en escena…Alicia, sorprendida por la aparición del conejo (aparición que no está sino haciendo honor a los anhelos expresados por la niña en su anterior estado de vigilia), se interesa por él y decide seguirlo hasta su madriguera. He aquí una maravillosa metáfora ilustrativa del inicio de la experiencia humana. La madriguera resulta ser un túnel que súbitamente se torna en un pozo sin asidero alguno, por donde Alicia inicia un descenso sin fin…
Al finalizar su descenso y sin haberse lesionado, Alicia accede a un mundo de absurdos y paradojas donde todo está regido por una convención totalmente desquicianta para Alicia: la lógica. El conejo del reloj ha desaparecido y Alicia encuentra una pequeña botella, la primera de varias que encontrará en su aventura. Una botella que sólo dice «Bébeme». Y Alicia, atraída por la curiosidad, bebe. La poción encoge su tamaño hasta los veinticinco centímetros de altura, revelándose sutilmente el simbolismo de la transformación dimensional de Alicia, para adaptarse a las nuevas circunstancias. A continuación, Alicia intenta abrir, llena de curiosidad, una pequeña puerta para continuar explorando el mundo nuevo. A través de la puerta se atisba un atractivo jardín, pero la llave que abre la puerta está sobre una mesa que Alicia no puede alcanzar, debido a su nueva estatura. La niña intenta entonces recuperar su estatura original, comiendo un pastel que encuentra con el letrero «CÓMEME».
Capítulo II: Un mar de lágrimas
El pastel tiene el efecto esperado, y Alicia crece más de tres metros. Con su nueva altura, la niña consigue tomar la llave, pero al no parar de crecer, choca contra el techo y queda imposibilitada de acceder a la puertecita. Alicia comienza entonces a llorar, llenando la habitación con un charco de lágrimas de cien centímetros de profundidad. En eso, el Conejo Blanco pasa nuevamente frente a Alicia, apresurado. Sin querer, el conejo dejó caer un abanico, que Alicia utiliza para refrescarse. El abanico resulta ser mágico, pues consigue que Alicia comience a encoger de nuevo, hasta que lanza lejos el abanico para detener el proceso.
El charco de lágrimas es ahora un mar donde Alicia se ve forzada a nadar para no ahogarse. A su lado pasa nadando un ratón, y Alicia intenta entablar conversación con él. El Ratón se ofrece a guiarla hasta la orilla. En el camino, Alicia ve que otros animales también se encuentran nadando y tratando de salir del mar de lágrimas. Entre los animales, Alicia distingue a un Pato, un Dodo, un Aguilucho y un Loro.
Capítulo III: Una carrera en comité
Alicia y los animales consiguen llegar a tierra firme. (El nombre de este capítulo –The Caucus Race en inglés– hace mención de la carrera frenética de los candidatos políticos, la campaña electoral ya sea para elegir un candidato en las elecciones primarias de un partido, o para ganarse el voto de los votantes)El Dodo organiza, así, una carrera para secarse. La carrera no tiene reglas ni duración definida, salvo correr en círculos (nadie sabe para qué), lo que hacen todos hasta quedar secos (descubren la utilidad de correr al comprobar que se han secado) El Dodo también decide declarar ganadores de la carrera a todos los participantes, y decide que Alicia es quien otorgará los premios. Ante el acoso general, Alicia hurga en sus bolsillos y encuentra varios confites, que reparte entre todos. Como la niña también fue ganadora de la carrera, pero no recibió confite, su premio es un dedal que ella misma tenía en el bolsillo, y que da al Dodo para que, simbólicamente, éste entregue el premio.
El capítulo finaliza con el relato del Ratón, donde explica la razón de su odio hacia los gatos y los perros. Imprudentemente, Alicia menciona a su gata Dina, a la que aún recuerda, y su habilidad para cazar ratones, consiguiendo así sacar de quicio a todos los animales, que se retiran hasta dejar a la niña sola nuevamente.
Capítulo IV: La habitación del Conejo Blanco
En este capítulo, tras haberse quedado nuevamente sola, Alicia ve pasar nuevamente al Conejo Blanco. El animal está buscando su abanico desesperadamente, y al ver a Alicia, la confunde con su criada Mary Ann, y le exige que vaya a buscar el abanico a su casa. Alicia obedece, fingiendo ser Mary Ann, para no entrar en discusiones, aunque eso le va a traer consecuencias; y llega a una casa en cuya puerta dice "C. BLANCO". Cuando Alicia entra, sube a un cuarto donde encuentra el abanico, y otra botella con líquido. A pesar de que la botella no tenía letrero alguno, esta vez Alicia bebe por curiosidad, ya que todas las bebidas de ese mundo le han provocado efectos sorprendentes. Esta no es la excepción, y el tamaño de Alicia aumenta hasta hacerla quedar atascada dentro de la habitación. Cuando el Conejo Blanco llega para reclamar su abanico, sólo ve un enorme brazo saliendo de la ventana en el piso superior de su casa. El conejo corre entonces a pedir ayuda, ignorando que el brazo pertenece a una niña gigante; y la multitud que se reúne afuera comienza a proponer varias soluciones para retirar al brazo, llegando a proponer el prender fuego a la casa. El capítulo termina cuando la multitud comienza a arrojar panecillos mágicos por la ventana. Alicia come algunos y disminuye de tamaño hasta poder salir de la casa. Alicia huye de la multitud y se pierde en un bosque cercano, donde se detiene frente a una seta gigante.
Capítulo V: El consejo de una oruga
Encima de la seta gigante, Alicia encontró sentada a una oruga azul, fumando un narguile. La Oruga, de manera prepotente, interrogó a la niña sobre su identidad. Ésta no pudo responder de una manera sencilla, pues consideraba que tras haber cambiado de tamaño varias veces, su propia identidad se había perdido y en ese momento ella misma ya no sabía quién era. Ambos personajes discuten entonces hasta volver al punto de inicio más de una vez. Finalmente, Alicia expresa su inconformidad con su estatura actual de siete centímetros, al considerarla una birria. Como esa era la altura de la Oruga, el animal se retira ofendido, no sin antes indicarle a Alicia que la seta también puede afectar su estatura, para disminuirla, si comía de un lado de la seta; o para aumentarla, si comía del otro. Como Alicia no podía saber qué lado era cual, cortó dos pedacitos de los extremos opuestos. Al probarlos, los pedacitos surtieron el efecto esperado: uno hacía que Alicia encogiera, mientras que el otro estiraba su figura, desproporcionándola. Alicia tuvo que comer varias veces de cada uno de los pedazos hasta alcanzar una estatura satisfactoria. Finalmente, Alicia vio una casita de un metro y veinte de altura, a la que decidió llamar, por lo que ajustó su estatura a veinticinco centímetros.
Capítulo VI: Cerdo y pimienta
Antes de que Alicia se decidiera a aproximarse a la casita, surgió del bosque quien parecía ser un lacayo, pero con cabeza de pez. El lacayo llamó a la puerta y apareció un segundo lacayo, con cabeza de rana. Alicia escuchó que el Lacayo Pez traía una invitación para la Duquesa, dueña de la casa, de parte de la Reina de Corazones, para jugar al croquet. Acto seguido, el Lacayo Pez se fue, y el Lacayo Rana se quedó sentado fuera de la casa. Alicia quiso primero llamar a la puerta para entrar, y que el Lacayo Rana le abriera. Sin embargo, el Lacayo Rana no tenía intenciones de abrir la puerta, ni de conversar con Alicia, por lo que la niña simplemente abrió la puerta ella misma y entró a la casa.
Dentro de la casa estaba la Duquesa, sosteniendo a un bebé, y junto a su cocinera que preparaba una sopa que, a juzgar por el ambiente, tenía demasiada pimienta. También estaba en el suelo un gato sonriente, al que la Duquesa presentó como un gato de Cheshire. La Duquesa entregó al bebé a Alicia para que lo arrullara un poco, y aprovechó para desaparecer arguyendo que debía asistir al juego de croquet de la Reina. Cuando Alicia intentó mecer al bebé, que se movía incansablemente, éste comenzó a transformarse en un cerdo. Alicia salió de la casa y puso al cerdo en libertad. La niña continuó su camino por el bosque, donde reencontró al Gato de Cheshire, quien la invita a visitar al Sombrerero o a la Liebre de Marzo. Alicia decide ir a la casa de esta última.
Capítulo VII: Una merienda de locos
Cuando Alicia llega a la casa de la Liebre, observa que ésta, el Sombrerero y un Lirón se encuentran tomando el té al frente de la casa. Alicia se une a los comensales, y comienza a conversar con ellos. Los personajes hacen una serie de acertijos y confunden a Alicia con su aparente falta de lógica, hasta que la niña abandona el lugar, convencida de haber asistido al "té más insufrible" que había visto en su vida. A continuación, Alicia encuentra de nuevo una puertecita esta vez en un árbol, la cual atraviesa para entrar al jardín de croquet.
Capítulo VIII: El croquet de la reina
El rey y la reina de corazones, son literalmente naipes. En la entrada del jardín, Alicia encuentra a un trío de jardineros pintando un rosal. Los jardineros habían plantado un rosal blanco donde debía haber uno de color rojo, por lo que estaban pintando las rosas, antes de que la reina descubriera el error. Sin embargo, los reyes de corazones y su cortejo pasaron por allí. La reina, al descubrir la treta de los jardineros, ordena que sean decapitados. Para evitarlo, Alicia esconde a las cartas, y los verdugos, para salir del aprieto, hacen creer a la reina que ya cumplieron con la sentencia. La reina ordena entonces que vayan hacia donde se jugará al croquet, invitando a Alicia a participar en el juego. Alicia los acompaña y percibe que a su lado va el Conejo Blanco, quien estaba aterrado por la imponente presencia de la reina. El Conejo casi no habló en el trayecto, más que lo suficiente para informar a Alicia que la Duquesa había sido hecha prisionera por llegar tarde al juego.
Una vez en el campo, Alicia vio que el juego tenía características peculiares: en vez de bolas, se usaban erizos; y en vez de mazos, flamencos. Tampoco había arcos, pero en su lugar, los naipes se colocaban en cuatro patas para marcar el curso del juego. Todo el mundo jugaba sin ningún orden, discutiendo continuamente, los erizos escapaban cuando podían, y la Reina de Corazones ordenaba que le cortaran la cabeza a todo el que se le ocurría.
En medio del caos, apareció en el aire la cabeza del Gato de Cheshire, y Alicia se sintió aliviada de poder conversar con alguien conocido. El Rey de Corazones se sintió intrigado por el gato. La reina, al ver al gato, como era su costumbre, ordenó que le cortasen la cabeza. El verdugo y el rey se confundieron terriblemente pues el gato sólo había hecho aparecer su cabeza y no era evidente que hubiera un cuerpo de dónde cortarla. Alicia sugirió que para aclarar la confusión, habría que preguntarle a la Duquesa que, al fin y al cabo, era la dueña del gato. La reina ordenó entonces que se liberase a la Duquesa de la cárcel. Sin embargo, cuando la Duquesa llegó al jardín, el gato había desaparecido nuevamente.
Capítulo IX: Historia de la Falsa Tortuga
En este capítulo, la Duquesa se porta muy amable con Alicia, contrariamente a lo relatado en el capítulo VI, lo que hace a Alicia pensar que tal vez la pimienta tiene un efecto negativo en el carácter de la gente; concluyendo también que el vinagre y la manzanilla deben ser también negativos, y es preferible el consumo de azúcares y golosinas para tener buen carácter. Alicia notó, además, que la Duquesa era feísima. Mientras Alicia y la Duquesa conversaban amistosamente, llegó la Reina de Corazones y ahuyentó a la Duquesa, quien no vuelve a aparecer en la obra. En ese momento, la reina parece haberse olvidado del juego de croquet, del gato y de sus súbditos, pues lleva a Alicia ante un grifo durmiente, y le pide a éste que lleve a la niña a donde se encuentra la Falsa Tortuga, para que le cuente "su historia". El Grifo obedece, y transporta a Alicia a donde se encuentra una criatura sollozante, con caparazón de tortuga, pero cabeza y patas de novillo.
Capítulo X: La contradanza de los bogavantes
En este capítulo, la Falsa Tortuga canta una canción sobre un baile de langostas en el fondo del mar. Alicia, por su parte, narra sus aventuras desde que cayó por la madriguera del Conejo Blanco. El Grifo y la Falsa Tortuga escuchan hasta el encuentro con la Oruga Azul, y encuentran que la historia es muy extraña. La Falsa Tortuga canta entonces una canción sobre la sopa de tortuga, y súbitamente son interrumpidos por un grito lejano, que anuncia el comienzo de un juicio. El Grifo toma a Alicia y la lleva corriendo al juicio, mientras la Falsa Tortuga se queda, terminando su canción.
Capítulo XI: ¿Quién robó las tartas?
Cuando Alicia llega a donde se efectuará el juicio, ve que se ha constituido un jurado de animales frente a los tronos del Rey y la Reina de Corazones; alrededor de los cuales estaba el mazo de naipes y una multitud de animales espectadores. El acusado era la Sota de Corazones, y el Conejo Blanco fungía de heraldo de la corte. Según un poema recitado por el conejo, la Sota era acusada de haber robado las tartas que la reina preparóen un día de verano. El Sombrerero fue llamado como primer testigo, y acudió acompañado de la Liebre de Marzo y el Lirón. El testimonio del Sombrerero rápidamente derivó en una discusión con el Rey de Corazones, quien estaba intrigado por la etiqueta del sombrero,14 y por el té que el Sombrerero tomaba antes de llegar. Mientras esta discusión tenía lugar y los personajes dejaban de prestar atención al juicio, Alicia comenzó a crecer repentinamente. El capítulo termina cuando el Conejo Blanco llama a Alicia como siguiente testigo.
Capítulo XII: La declaración de Alicia
El capítulo final comienza narrando la participación de Alicia en el juicio. Habiendo olvidado que súbitamente recuperó su altura normal, se levanta para comparecer como testigo y derriba sin querer todo a su alrededor. El testimonio de Alicia termina enseguida, al preguntarle el rey qué sabe de este asunto, a lo cual Alicia responde que nada. Acto seguido, el Conejo Blanco lee la última prueba de la que dispone: una carta sin firma que, en forma de poema, describe cómo las tartas regresan a su dueña original. Cuando el rey analiza los versos, todos ven que las tartas, en efecto, se encuentran sobre la mesa. La reina, sin embargo, insiste en dar una sentencia a la Sota, incluso antes de escuchar un veredicto del jurado. Alicia encuentra absurda la situación, y la reina ordena entonces que sea decapitada. Cuando las cartas saltan para atacar a Alicia, ésta vuelve súbitamente al regazo de su hermana.
El lector percibe entonces que la niña se había quedado dormida, y que tras el sueño fantástico, despertó al sentir que unas hojas de árbol caían sobre su rostro. Acto seguido, Alicia cuenta el sueño a su hermana, y va a prepararse para tomar el té vespertino. El capítulo termina narrando cómo la hermana de Alicia se queda bajo el árbol, recordando la historia que Alicia relató.
Aunque no me descargaré la traducción de este libro, evitando caer en la tentación de fastidiarle a su esforzado autor, una posible y legítima edición en castellano, me permito ofrecerte el enlace a las páginas iniciales de la obra de David Swanson. Quizá las encuentres interesantes: http://mentirasdeguerra.wordpress.com/
Sin duda que las guerras han sido en el pasado y siguen siendo en el dramático presente, algo terrible y triste. ¿Qué podemos hacer para detener tanta incomprensible violencia? Parece como si no nos quedara más alternativa que suscribir los alegatos de uno de los bandos contendientes (siempre son dos esencialmente dos, ¿alguien ha presenciado o participado en una disputa a tres bandas?), con la vaga esperanza de que la razón (el gran tirano de las sociedades desarrolladas) esté de parte del contendiente que mejor nos ha vendido sus argumentos. Y mientras tanto tratamos de seguir sobrellevando nuestro día a día, pagando nuestras facturas, pólizas de seguros de riesgos, tratando de disfrutar de algún instante de utópica tranquilidad en la vida que nos ha 'tocado' interpretar. Y es que elegir bando, decantarnos y posicionarnos en cualquier conflicto polarizado es lo que no nos ha quedado más remedio que hacer a los humanos a lo largo de la historia, independientemente de si interveníamos o no directamente como combatientes. ¿Qué alternativa teníamos? te preguntarás… Optar, apostar, postularse por un bando…parece una actividad inherente a la condición humana. Y es natural porque desde que nacemos nos han enseñado que en el mundo hay ricos y pobres, malos y buenos, justicia e injusticia, victorias o derrotas, Barça o Madrid, PP o PSOE, Comunismo o Capitalismo, creyentes o ateos… A menos que nos atreviésemos a convertirnos en outsiders frente a la corriente básica social (tu familia, tus amigos, tus compañeros de trabajo, tus superiores…) arriesgándonos a vernos defenestrados, ridiculizados por no 'tomar partido', comprendimos que debíamos afiliarnos a algo. Eran las reglas de juego. Socio de un equipo de fútbol, militante de un partido político, suscriptor de un periódico con cuya ideología poder comulgar, una religión que te ofrezca un paraíso no excesivamente inalcanzable, miembros de un club filantrópico o de una ONG (dependiendo del status social) que te ofrezca unos principios morales aceptables de los que poder presumir… Ahora entiendo el origen del autismo y de los trastornos de personalidad antisocial.
¿Qué tal si, como sugería el historiador Howard Zinn, decidiésemos que nuestros principios no se venden al mejor postor? Quizá descubriésemos que en el fuero interno, en ese secreto lugar del alma donde tomamos nuestras más íntimas decisiones, nunca hemos aceptado la palabra guerra, ni siquiera como mal menor. Nunca nos hemos creído eso de que existen guerras justas o buenas…
Mañana saldré a la calle tratando de respetar todos los pasos de cebra y semáforos que me salgan al encuentro. Y daré los buenos días a todo el que me encuentre. Y pondré toda mi voluntad en ofrecer una sonrisa amable al mundo, la misma que quisiera observar en el rostro de quien me encuentre. Mañana voy a contribuir con mi granito de arena a que mi vida y la de aquellos que caminen a mi lado sea un poco más agradable. Trataré de incrementar la calidad del tiempo que pase con los míos, pensando en que quizá fuese el último día que paso con ellos…Y si cometo alguna equivocación, sin darme cuenta, me disculparé conmigo mismo y con quien haya sufrido por mi ignorancia. No me parapetaré tras el muro infranqueable del rencor, el orgullo, la culpa o la vergüenza, porque sé que esas energías son mis peores enemigos, hijos del miedo, de cuya esclavitud me propuse liberarme en cuanto tomé consciencia de que el único obstáculo para mi verdadera libertad está en mi mente, ese cajón de sastre donde hasta ahora han cabido todo tipo de paradigmas y esquemas que recibí en herencia o que asimilé de la confundida colectividad.
Y si tales trampas mentales –erigidas por mis egos inevitablemente para permitirme sobrevivir en este mundo de locos– se me vuelven a colar por las rendijas para tratar de dirigir mi nave (mi vida), las abrazaré consciente de su presencia y las reconduciré, como aquél celador de hospital psiquiátrico que al observar a un paciente tratando de salir a la calle en pijama (para dirigir el caótico tráfico rodado, dice) cariñosamente lo acompaña de nuevo a la sala de visitas.
Porque quiero volver a sentir la inocencia, la fascinación de los niños por lo imprevisto y la esperanza por un mañana lleno de paz y armonía entre todos los hombres y mujeres de buena voluntad en este planeta.
El columnista y antiguo editor jefe del diario británico The Sun, Kelvin McKenzie, dice que no existe razón para que el Reino Unido y Francia intervengan en los asuntos internos de Libia.
“Ante todo, lo ocurrido con la masacre de Benghazi” el periodista declaró a Russia Today, "ha sido consecuencia de la decisión unilateral de nuestro primer ministro David Cameron de tomar cartas en el asunto"
"Aquí no hay más que libios luchando contra libios, McKenzie apuntó. “¿Quienes somos franceses, británicos o norteamericanos para decidir quien debe dirigir el estado libio?Después de todo no recuerdo que ningún ciudadano libio interviniese en nuestra propia guerra civil en 1135 o en la Revolución francesa."
El periodista británico afirma que, teniendo en cuenta todos los aspectos del actual conflicto, incluida la más que dudosa composición de las fuerzas rebeldes al régimen de Gadaffi, hay serias dudas acerca de cual será la relación entre libia y el Reino Unido una vez que el conflicto concluya. “Tenemos sin duda a Al-Qaeda al acecho a la espera de beneficiarse de la carroña que deje esta guerra. ¿Cómo sabemos que ellos no acabarán dirigiendo finalmente las riendas del país?” dijo.
Francamente, prefiero la postura de Rusia o la china, o la alemana, que desean lo mejor para el restablecimiento de la vía diplomática sin necesidad de disparar un solo tiro“
……
Los medios de masas te mienten todos los días, con alevosía y premeditación. La manipulación de las conciencias dormidas nunca necesitó de tantos recursos propagandísticos como en estos inicios del s. XXI, para llevar a cabo los maquiavélicos planes intervencionistas en esta actual y gran partida de ajedrez que se juega en el tablero del mundo. Quien es quien en esta partida. Probablemente me equivoque, pero la apreciación que actualmente se tiene, del bando de las figuras negras, puede ser:
· EL Rey: probablemente Peter Hans Kolvenbach, Superior General de la Orden Jesuita de facto (aunque oficialmente haya 'abdicado' recientemente de su cargo, asumido por el palentino Adolfo Nicolás Pachón) · La Reina: Joseph Ratzinger · Los alfiless: Henry Kissinger, Zbignew Brzinski · Los caballos: George Soros, David Rockefeller · Las torres: Benjamin Bernanke, Jean Claude Trichet · Los peones: Rupert Murdoch, Nicolas Sarkozy, David Cameron, Barack Obama/Hillary Clinton/Robert Gates (honor compartido), Juan Carlos I, Isabel II de Inglaterra, Silvio Berlusconi, Osama Bin Laden (aunque seguramente a estas alturas ya lleve muerto tiempo), George Bush padre…de momento me quedo ahí.
Las figuras blancas implican a muchos más (afortunadamente) personajes. Sería injusto mencionar a uno solo porque el tintero rebosaría. Pero por poner a algunos de relevancia actual, yo diría que:
·EL Rey: el emperador Akihito de Japón · La Reina: Hu Jintao, presidente de China · Alfiles: Vladimir Putin, Rey Abdullah de Arabia Saudí · Caballos: Asif Ali Sardari (presidente de Pakistán), Mahmud Ahmadineyah · Torres: Hugo Chaves, Lula Da Silva (aunque ya no ejerce) · Peones: …lo dejo para otro día…
Y que conste que no se trata de malos y buenos. Dios me libre de juzgar a nadie. Que tire la primera piedra quien esté libre de culpa. Esto no debe servirte de acicate para posicionarte de parte de uno de los dos bandos. La partida la juegan ellos. Tú eres, como diría Buda, el impasible espectador de la ilusión, capaz de caminar por la delgada linea que separa los dos lados del precipicio; esa linea a la que tanto cuesta encaramarse y desde cuyas alturas más dura la caída puede ser…
El banco central norteamericano, desde el que se imprimen los dólares, la llamada Reserva Federal, causante, con las constantes guerras que ha provocado a lo ancho del mundo, el expolio y bancarrota del gobierno federal norteamericano –y consecuentemente a sus ciegos (secuestrados?) aliados occidentales– está enfrentándose al declive inevitable de su influencia. Es lo que tiene el exceso de testosterona…
Prueba de ello es que la embajada norteamericana en Tokio está vendiendo dólares americanos y dinares iraquíes, al contado, a bandas criminales yakuzas para poder hacer frente a sus facturas diarias y pendientes , todo ello de acuardo a fuentes Yakuzas, afirma el periodista Benjamin Fulford. Los billetes están siendo vendidos, con la colaboración de funcionarios japoneses corruptos (en todas partes los hay) en la oficina de la fiscalía general de Japón a gangsters Yakuzas que pagan por esas divisas en yenes japoneses, afirman las mismas fuentes. Un dinar Iraquí valía 3.8 $ antes de que los EEUU invadiesen Iraq, pero se depreció hasta 2 céntimos por dolar tras la invasión, momento en que los especuladores de Wall Street los compraron todos, afirman fuentes del MI6 (Servicios secretos británicos).