Madre nuestra que estás en la Tierra,
a tu abrazo nos entregamos.
Santificado sea tu nombre
y venga a nosotros tu reino.
Hagase tu voluntad,
así en los mares como en los cerros.
El pan nuestro de cada día, te lo agradecemos hoy.
Y disculpa nuestra ignorancia pasada,
así como nosotros disculpamos a los que te ignoran.
Ayudanos a mantener viva nuestra memoria
Y no nos dejes caer en el olvido.
Amén
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