Por la presente decreto que, puesto que me quiero y respeto, allí donde yo esté o resida, la negatividad, cualquiera que sea la forma que adopte, no tiene poder sobre mi ni sobre aquellos que me quieren.
Mis necesidades están cubiertas con lo suficiente en cada circunstancia.
Soy responsable de mis actos, humilde para reconocer mis fallos y capaz de disculparme por el dolor que me he causado a mi mismo y a otros en mi ignorancia, ya sea por acción u omisión.
Acepto las circunstancias y situaciones que me acontecen como maestros y lecciones que yo mismo sembré con antelación en mi camino.
Soy consciente de la importancia de estar presente y alerta, con todos los sentidos despiertos, en el aquí y el ahora, como si fuese éste el último día de mi vida en este mundo,
sabedor/a de que las oportunidades presentadas son irrepetibles en el largo camino de mi eterna existencia, del que esta vida solo es una escala/escuela.
Hoy es el primer día del resto de mi vida.
Año nuevo desde hoy, sin ayer solo mañana.
Con todo mi corazón
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