Si tienes hijos o si todavía guardas una perspectiva inocente de tu infancia, no dejes pasar la oportunidad de (volver a?) ver esta maravillosa película. La vida siempre sigue. No importa cuan duras aparenten ser las circunstancias. Llora y ríe a partes iguales con esta película que nos reconcilia con nuestra real y eterna esencia. Todos somos Elsa y Todos viajamos a bordo de esta maravillosa nave, nuestro planeta, transportados alrededor del Sol a una velocidad de 107.000 Km/h y a su vez orbitando alrededor del Sol central de nuestra Vía Láctea ¿no es acaso un fascinante viaje, digno de ser disfrutado, ahora ya, en armonía? Paz para todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
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