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miércoles, 9 de mayo de 2012

Un mundo sin sentido

Duele estar en este mundo. Podría ser tan armonioso y sin embargo...Por momentos dan ganas de 'bajarse en la siguiente', ¿verdad?. Tanta estupidez, tanta inhumanidad, tanto desconsuelo y abandono, tanto miedo abruma. Y sin embargo me tranquiliza sentirme capacitado para vivir el dolor, pues me reconcilia con mi naturaleza humana. He pasado del cartesiano y caduco "Pienso, luego existo", al "Siento, luego Soy".
Comprendo a los niños autistas. Su fragilidad en este mundo de locos. Pero también siento una enorme compasión por los malvados, la élite psicópata que manipula la información y censura el conocimiento, porque sé que no saben lo que hacen. Que el día que se den cuenta, rechinarán los dientes. Es más, en su dramática ignorancia están cumpliendo un papel esencial. Nada es inocuo. En medio de tanto sinsentido, todo 'tiene sentido'. Sus 'errores' (¿quién no los tiene?) están ofreciéndonos un espejo en el que reflejarnos, mágicamente despertándonos del letargo de "bienestar" en el que estábamos sumidos. Rechazamos de la realidad externa (Abominamos en el espejo) lo que realmente ocultamos en el doble fondo del cajón de la Psiquis, nuedtro inconsciente. Y quienes ejercen de espejos, sin darse obviamente cuenta, están facilitando y acelerando el ocaso de un estadio, conduciéndonos al final de una fase, de un ciclo anunciado por muchas civilizaciones y etnias aborígenes (Mayas, Hopis,…). Es lo que ha sucedido hasta ahora lo que apestaba. No lo que sucede a partir de ahora. Todo este caos es el signo glorioso de que la casa de la ignorancia está siendo barrida. El polvo levantado es prueba fehaciente de ello. Los medios te acusarán a ti, griego, español, italiano o portugués de haber malgastado el dinero que te prestaron desde Bruselas, cuando en realidad nunca lo pediste (lo hicieron los gobernantes a los que entregaste el poder de representarte). Ahira puedes optar entre rebelarte y pretender tomarte la justicia por tu mano, o bien dejarte llevar por el dolor y aceptar la sanación que esa opción conlleva.

Sentir dolor es la consecuencia inmediata de aceptar la esclavitud frente a la demencia de los egos particulares (propio y ajeno) y, consecuentemente, del ego global que se nutre de nuestras aportaciones individuales, ese inconsciente colectivo –del que habló Carl Jung– aferrado al sinsentido de sus frenéticas y exigentes expectativas. Sentir dolor es aceptarlo sin juzgarlo, o condenarlo. Quítate la máscara de la risa ficticia, de la ironía o del sarcasmo y adéntrate en el ignoto valle de tus lágrimas contenidas. Este mundo, en el que todo es verdad pero nada es real, te brinda la posibilidad de experimentar y manifestar el más sagrado de tus potenciales: empatía por el dolor ajeno, es decir, compasión. Pero solo puedes ser compasivo cuando has sufrido en tus 'propias carnes' aquello que tu hermano (tu semejante) está atravesando, cuando has sentido el mismo dolor (lo has atravesado). Y la compasión es sanadora.
Compasión es todo lo que todos necesitamos, todo lo que andamos buscando desde que pisamos con los pies en la Tierra: un testigo, consciente de su labor, que presencie nuestra catarsis, sin emitir ningún juicio de valor, sin que traten de disuadirnos o convencernos de que lo que sentimos es ridiculo, no sirve de nada o que ya pasará, o de que veamos el lado bueno de la situación. Un testigo de nuestro dolor. Porque el dolor –pregúntaselo a cualquier parturienta– sabemos que estamos capacitados para sentirlo. Estamos hartos de que nos digan lo que está bien o mal, de que nos den consejos, de que nos digan lo que conviene o no hacer o decir. Nadie más que tu mism@ está capacitado para conectar con tu coherencia interna.
Lo que sientes es lo real. Lo que piensas (analizas, etiquetas, diseccionas...) son los barrotes de tu prisión.
Lo que nos irrita es que traten de disuadirnos de que no es real. Si eso sucede en la infancia, acabamos comulgando con ruedas de molino y autocensurándonos en adelante cualquier expresión de dolor. El sello del ridículo y la censura padecido, nos ha convertido en miembros del staff censor de este mundo. Deshacer el camino andado a ciegas es volver a sentir, es volver a Ser.
Eres un ser multidimensional, una chispa de la Lux Aeterna.
Todo saldrá bien. Confía. Bendit@ seas.

1 comentario:

  1. Agradezco esta claridad que comunicas a diario, Lars.
    Bendito eres.

    Pues, a sentir (que son dos días)!!
    Lore.

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