Buscar este blog

viernes, 7 de mayo de 2010

Revolución o Evolución?

Están proliferando por doquier campañas de movimientos organizados de personas que invocan al esfuerzo colectivo para revertir la situación de injusticia, caos y manipulación que está presenciando el mundo. No hace falta mencionar dichos movimientos. Cada cual tendrá en mente alguno. El personal está que echa humo. A buenas horas…
El mundo se está polarizando cada vez más en lo que respecta a las actitudes de las personas con respecto a los acontecimientos mundiales. La percusión de información globalizada ha hecho estragos en el subconsciente colectivo. Ya pocas personas se sienten insensibles al impacto de los medios de masas. El constante mensaje erosivo que solapadamente culpabiliza a la raza humana como colectivo depredador de los recursos planetarios , ha calado tan hondo que es de temer que pronto se cumplan los pronósticos más agoreros y pronto a alguien se le ocurra denunciar a un vecino por no separar los residuos en el contenedor adecuado, por ejemplo.
Y es que a pesar que la estrategia de los Rockefellers, Oranges y Rotschilds de turno y demás jerifaltes del Fondo Monetario Internacional esté tan elaborada que causa espanto tan solo de entreverla, estoy convencido de que quien crea que esto se soluciona dirigiendo al populacho a las barricadas, está tristemente equivocado. Por dos razones fundamentales. La primera es, como bien afirma David Icke, que esa es justamente la reacción que los causantes del problema están esperando. Todo está saliendo como estaba previsto.

"Los "magos del mundo" se sirven de las flaquezas humanas resultantes del apego a la vida material y social, como instrumentos propicios para alcanzar su fin infinitamente execrable. […] por desgracia nuestros sentidos superiores (no los físicos) están tan apabullantemente embotados, es decir, estamos hasta tal punto desconectados de nuestra verdadera esencia espiritual, que cuando nos tropezamos frente al verdadero mal no somos capaces de reconocerlo. Es decir, que los Jerarcas del Infierno pasan inadvertidos por nuestro lado.
–¿Piensa Ud. que ellos mismos ignoran el mal que encarnan?
–Así lo creo. Al igual que la santidad y el genio, el verdadero mal en el hombre es un éxtasis del alma, algo que rebasa los límites naturales del espíritu y que escapa a la conciencia." (Louis Pauwels y Jacques Bergier en 'El retorno de los Brujos')

Lo extraño (y catastrófico) para ellos sería que todos nos uniéramos en un abrazo fraternal, olvidando nuestras particulares rencillas y desterrando cualquier conflicto que tuviésemos cocinándose en los fogones. Desde disputas conyugales, diferencias paterno-filiales, vecinales, etc. Y si de paso dejásemos de ver la TV todos de golpe y nos dedicásemos a disfrutar el tiempo que ahora más ampliamente nos queda libre para jugar y disfrutar con nuestros hijos, escucharles, despertar nuestra creatividad, ponernos a pintar a hacer cerámica a hablar con los animales, con los árboles, a cantar, bailar, a rendir respeto a la Creación y visualizar la existencia como ese gran regalo que nos ha sido dado y que persistimos en no querer desempaquetar…es decir simplemente a dejar de luchar por sobrevivir y empezar a sonreir y dar gracias al Sol por el mero hecho de que se haya dignado salir esta mañana para calentarnos con sus benéficos rayos, o a la lluvia por regar y limpiar, entonces el gran teatro de la manipulación de los poderes fácticos quedaría desarmado, sin pegar un solo tiro. Esa, es la segunda razón.
A todos los que abiertamente comienzan a predican el resentimiento ante la injusticia, les diría que se inspirasen en Gandhi, o mejor aún en Jesús de Galilea. Y sobretodo que se mirasen al espejo y honestamente revisasen su balance personal de susceptibilidades y que se preguntasen qué es lo que realmente les ha cabreado toda la vida. De qué estaba lleno el vaso para que ahora la última gota lo colme…Un resentido disfrazado de Che Guevara es el líder perfecto para dirigir a una pléyade de atormentados desvalidos a un seguro suicidio masivo.

Todos hemos cometido errores por omisión, descuidando la sanación mental propia. Ahora que Mefistófeles está a punto de quitarse la careta de buen pastor para cerrar de nuevo las compuertas de los vagones del nuevo tren a Auschwitz, muchos encuentran la oportunidad de oro para buscar algo de redención y el prestigio que su triste y apagada vida les ha negado, para erigirse en las nuevas Juanas de Arco, en los nuevos Robin Hood, defensores del moderno bosque de Sherwood.

La Pacha Mama de los indígenas americanos, nuestra amada Tierra, está experimentando una transición de la que por desgracia solo un pequeño porcentaje de huéspedes planetarios están siendo conscientes. Cambios climáticos sin precedentes en los anales de nuestra reciente historia están siendo mantenidos deliberadamente ocultos para no inquietar a las masas. Quien esté interesado en cambiar su perspectiva acerca de la realidad, seguro que hallará respuesta a sus plegarias. Mientras tanto tan solo se nos pide que aprovechemos el impasse de este proceso para revisar el baúl de nuestras susceptibilidades, para que aligeremos nuestra carga emocional reprimida, soltando así el lastre que esta bendita transformación precisa. Para que nos congraciemos con nosotros mismos y con el olvidado autorespeto y demos rienda suelta a nuestra generosidad, lo último que nadie puede quitarnos. Que los acontecimientos nos cojan ocupados en querernos, restabaleciendo el balance interno, haciendo examen de conciencia –no exclusivamente con las faltas ocasionadas a los demás, sino y sobretodo, con las que nos hemos ocasionado a nosotros mismos– y si la conciencia nos da para más, de paso haciendo algo por alguien que esté necesitado y nos pida un favor.




Nota: Ser usuario de HOYxTI no implica necesariamente estar de acuerdo con las opiniones expresadas desde la Coordinación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo deseas puedes compartir algún comentario...