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lunes, 5 de diciembre de 2011

No hay nada que temer

No hay nada que temer. No es culpa de tuya. Griego, italiano, español, ciudadano del mundo, no eres un mal deudor. No eres un vago por ser griego o español portugués o italiano. Tampoco eres un nazi por ser alemán o checo. Simplemente estabas confundido. Y tus pretendidos acreedores estaban a su vez también confundidos. Seres con personalidades escindidas, carentes consecuentemente de empatía por sus congéneres. Personas tan confundidas acerca del propósito de su existencia (y por lo tanto doloridas), con su experiencia como humanos, que se vieron obligados a evadirse de la realidad, de huir hacia adelante, y crear una realidad paralela, inundada de mensajes ilusorios, falsos. Son personalidades cuya identidad no merece la pena mencionar, pues estaríamos dándoles el foco que sus asustados egos tanto reclaman y del que, por su propio bien, deben ser privados. Igual que falsean constantemente la realidad con sus titulares en los medios (de los que son propietarios), también falsearon la historia escrita y legada para adaptarla a la conveniencia de sus dementes propósitos, y ahora, después de haber interpretado el papel de manipuladores de mentes (la tuya y la mía), esquilmado por el camino los recursos energéticos del mundo entero abocando a pueblos y culturas al sometimiento y la esclavitud financiera, han falseado también los balances de los países de las naciones de la periferia europea para hacer encajar a sus ciudadanos en el delirio de una unión monetaria europea imposible. Todo ha sido larga y estudiadamente planeado para conducir a las confundidas mentes hasta este preciso momento del vórtice de ansiedad y desesperación global. El maquinado sueño de una Europa unida y poderosa como mediadora entre las antiguas potencias 'opuestas' (USA-URSS) por las que temía ser fagocitada se está viniendo abajo. Tristes personalidades cuyos insatisfechos delirios de grandeza, fruto de un doloroso abandono en la infancia, están sin embargo participando, sin darse cuenta por supuesto, de un ingenioso plan a mayor escala.

El propósito de los que idearon la forzada entelequia unitaria europea, a imitación de la norteamericana, se está finalmente cumpliendo: el derrumbe de todas las frágiles estructuras sobre las que se sustentaban las vacuas campañas publicitarias es un hecho. Y está sucediendo gloriosamente en este preciso instante. Lo estás viendo. Eres testigo de excepción de un momento histórico, de un punto de inflexión catárquico para toda la civilización, del que nacerá un nuevo hombre. Un ser humano que lleva gestándose durante al menos todo el siglo XX. Estás presenciando un parto del que tu eres a la vez la comadrona y el recién nacido.

Lo que ellos no saben es que la pseudo estrategia de sus narcisistas personalidades de reordenar las normas de convivencia y establecer un 'Nuevo Orden' a partir del caos, está englobada a su vez en un plan de metas más 'elevadas' cuyos designios escapan a las maquiavélicas ensoñaciones de estos señores de la oscuridad, aquellos que han dirigido los hilos de la historia, los que se han creido los arquitectos del mundo.

Un plan más elevado en el que tú como aparentemente simple ser humano estás viéndote directamente involucrado, interpretando un papel protagonista y esencial en la última escena de una gran representación. Un papel que te incumbe directamente a ti mismo. El papel culminante de tu odisea en esta gran epopeya que ha sido la experiencia humana hasta el momento, tras algo más de 26000 años, momento aquél en que el homo sapiens sapiens apareció en escena. Dos ciclos de 13000 años aproximadamente se han desplegado, cada uno encarnando una de las dos facetas polarizadas de la energía primordial. Yin y Yan, masculino y femenino se han repartido el rol preponderante de dominio. Y ahora presenciamos el fin de la dualidad y el fin de la utilidad de seguir participando de la rueda karmika de causa y efecto. Las experiencias acumuladas han obrado un aprendizaje. Y ahora es tiempo de salir de la Matriz de tu experiencia holográfica. Tiempo de acceder definitivamente al conocimiento de tu verdadera y eterna identidad como actor en el escenario. Tiempo de desidentificarte de todos tus papeles. Tu verdadera identidad, tu eterna e inalienable identidad vas finalmente a tener que reconocer cuando todas tus máscaras caigan ante la presión que sobre tu inconsciente están ejerciendo los amos del teatro.










Se acerca un punto de inflexión en la historia augurado desde hace miles de años por culturas ancestrales. Un momento en el que las consensuadas estructuras mentales que han regido en este mundo están cayendo por su propio peso, quedándose caducas. Todo lo concebido como inamovible, todo pensamiento anquilosante va a ser puesto en tela de juicio.


Todo el delirio del que la escena se está contagiando va encaminado a que las emociones contenidas durante cientos (sino miles) de años, a través de tus continuados regresos a esta escena para retomar los distintos papeles que has ido interpretando, finalmente salgan de su estado represivo. Los inconscientes agentes que finalmente se están autodesenmascarando y revelando abierta e impunemente sus hasta ahora maquilladas estrategias, son nuestros 'hermanos de la oscuridad', quienes durante miles de años han cumplido el papel que les encomendaron los llamados dioses de la antigüedad, el papel de pastores del rebaño interpretado desde sus posiciones entre las élites de las diferentes civilizaciones. Un papel que sin duda podría haber sido más magnánimo, pero que no deja de tener un valor necesario en el desarrollo de la Consciencia humana. De hecho algunos de ellos (Buda, Krsna, Zaratustra, Jesús) se sacudieron el frenesí de sus ancestros para iluminar la senda del verdadero camino por el que va a transitar finalmente la humanidad en un futuro muy próximo. La senda del amor y la compasión, el respeto mutuo y la creatividad sin límites. Este es el mensaje que los que se autoetiquetaron como ministros de Dios, representantes de Cristo en la Tierra, deberían estar ahora mismo difundiendo. Su mutis es un claro signo del partido que han tomado. Y es que tienen ya suficiente con tratar de representarse a si mismos.


Para que el nuevo escenario que se avecina se pueda convertir en realidad y plasmar para todos, es necesario que las emociones contenidas durante la odisea, la cólera emponzoñante que nos devora por dentro, la vergüenza, las dudas, la pereza, todas esas energías que hemos heredado y que han formado parte del menú diario con el que hemos condimentado nuestras relaciones, sean purgadas, exorcizadas y compasivamente abrazadas.
Es tiempo de sacudirse la basura mental heredada, los pensamientos de impotencia, la mentalidad defensiva-ofensiva que desencadena una actitud beligerante frente a la vida. No se puede acceder de nuevo al paraíso con una carga inconsciente de desconfianza en la eternidad. Y todos esos miedos están ineludiblemente viéndose vistos obligados a salir de su escondrijo, del doble fondo de la maleta donde fuimos ocultándolos para poder adaptarnos a esta desquiciante y frenética realidad. Todo está obedeciendo a un plan muy vasto y amoroso. Todo está bien. Todo está en su sitio. Incluso tú estás en el sitio y momento que te corresponde. Todo lo que te ha sucedido, todas las reacciones que has tenido frente a impactos 'externos' tenían que haber sucedido. Tu Consciencia se ha expandido. El único obstáculo es el estado de la herramienta con que fuiste dotado para poder 'funcionar' en esta trama holográfica (Matrix): tu mentalidad (tus egos). Lo único que impedirá que cobres tu nueva herencia y accedas al lugar que te corresponde entre la inmensa hermandad de seres que pueblan el cosmos, son los pensamientos rígidos y recalcitrantes. La pesada losa de la culpa que insistas en cargar sobre tus espaldas, y que se traduce en intransigencia, exigencia, juicio…es el verdadero enemigo, el obstáculo que conviene 'desintegrar' para franquear el umbral de la paz. No tienes nada que temer. Si no quieres no eres culpable de nada. Sí eres sin embargo responsable del estado de tu consciencia. ¿A quién has herido tratando de arrimar el ascua a tu sardina en esta merienda de negros que ha sido el progreso occidental? ¿De qué poder has claudicado para poder adaptarte/acceder al frenético tren de vida que te pintaron en las portadas de sus telediarios? ¿Qué sentimientos tuviste que proteger y entregar en la consigna? Has participado de la odisea como esclavo y también como tirano (más te valdrá reconocerlo).  Y como el gran Gilgamesh y Alejandro de Macedonia, te has hecho preguntas acerca de tu destino que finalmente están obteniendo respuesta. ¿sabrás leerla entre el caos imperante? La habitación oscura donde la mente colectiva tenía escondidas sus miserias y vergüenzas está siendo aireada por los mismos que empujaron a tus ancestros (y ellos a su vez a ti) a utilizarla de basurero y condenar su acceso. Su papel ha sido mantenerte dormido, llevándote a pastar periódicamente. Pedíste rutina para soportar la sordidez del entorno que te recibió al nacer, y la tuviste. Periódicamente te trasquilaban, pero ahora afilan los cuchillos tras haber arrinconado al rebaño en el redil. Para ellos es el momento del 'sacrificio'. Tuyo es el poder para bajarte del escenario agradeciendo la oportunidad de haber crecido interpretando tu papel en esta gran obra. Abraza el río de la vida. Deja de luchar contra las circunstancias o la ira misma te conducirá al sumidero. Deja de protegerte contra las supuestas amenazas que te anuncian. No existe tal amenaza. Todo es falso. Lo único que puede activar el potencial destructor de las amenazas que obscenamente anuncian es tu miedo. Vive sin miedo. El enemigo más grande que tu tienes es tu ego abrazado a sus miedos.

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