Todo es mentira, todo es irreal. Nada de lo que leas o escuches de los medios de difusión contiene un ápice de realidad. Tu esfera de dominio es tu consciencia. Tu mentalidad es lo único que puedes (y debes) cambiar.
El miedo es irreal. Está solo en tu mente. Y tu mente es tuya. Es una herramienta de la que puedes extraer un uso u otro. La mente colectiva permanece en un estado de inconsciente contaminación. Tú decides si quieres absorber la irrealidad que proyecta o bien decides expandir tu consciencia.
Eres un ser eterno, una chispa de luz procedente de la energía que todo lo ha creado. Aún estás a tiempo de bajarte de la frenética demencia en que se te ha aleccionado desde que naciste. Ama incondicionalmente pues amor incondicional es aquello de lo que tu esencia está compuesta. Todo lo demás es falso, un espejismo proyectado sobre un velo que ya está cayendo por el peso de su propia decadencia. Conecta con tu paz y permanece en ella. Todo lo demás se está yendo por el desagüe. Permanece vinculado a tu energía vital y serás testigo del renacer más vertiginoso que los eones han testimoniado.
Eres luz y has venido, de nuevo en esta vida, a anclar definitivamente tu luminosa esencia en la Tierra. No estás solo. Somos muchos los que compartimos el coraje que demuestras. No desfallezcas. Ahora más que nunca el universo te necesita íntegro, pacífico y compasivo.
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