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jueves, 29 de diciembre de 2011

Adrian Salbuchi, crónicas planetarias





El escenario de caotico frenesí que están escenificando los verdaderos poderes fácticos  de este mundo, está viendose despojado de cualquier tipo de artificios diplomáticos. El lobo se ha quitado la máscara por así decirlo. Los poderosos izquierdocerebrales que han dominado desde la trastienda este mundo de ilusiones y simbolismos saben que su tiempo se termina y pretenden despedirse hasta otra ocasión sembrando el mayor caos y destrucción posible. Yeso incluye sugestionar al mayor porcentaje de todavía indecisas almas en la crucial hora de optar entre el miedo o la paz. Y Adrián Salbuchi hace una descripción certera de los personajes que interpretan en la escena y de los ocultos matices que cada papel esconde, aunque pintado así el panorama, se diría que quedasen dos alternativas:
–1. Zambullirse en un estado depresivo, desconectarse de la experiencia vital.
–2. Combatir la evidente desvergüenza y plantear  alternativas viables a la vista del aparente fracaso del vigente sistema.

Épicos momentos los que estamos sin duda testimoniando en este inicio de milenio. Cercana ya la fecha del advenimiento del llamado tiempo del 'no-tiempo' ya vaticinado por los registros de muchas culturas indígenas (mayas, hopis, etc.) está concluyendo el plazo determinado para la transicion del planeta y de toda criatura que lo habite hacia un maravilloso y nuevo ciclo de experiencia.

Sumar la propia ira a la ola de desatada violencia que sucederá al clamor popular contra la perversión y la desvergüenza, o lograr tomar distancia frente a la demencia imperante de unos y otros. El matiz definitorio no es otro que dejar de considerar al 'otro' como tu potencial enemigo sino como un hermano 'confundido'.
Todo, en definitiva es cuestion de la perspectiva a adoptar. Que arroje la primera piedra quien este libre de culpa dijo el maestro galileo. Lo sé. Es por momentos desquiciante estar vivo en estos momento en la Tierra, pero miralo así. Estás aquí y ahora porque lo escogiste. Fue tu valiente decisión. Optaste por presenciar in situ un acontecimiento que será registrado en los anales de la humanidad como el momento en que el hombre consiguió despojarse del velo de la ignorancia acerca de su verdadera y eterna naturaleza, y regresar a casa tras la diaspora operada en la Superconciencia (mente unificada) de la que procedemos.
¿Qué hacer mientras ese velo de Isis de la representacion va cayendo? Dejar de juzgar y aceptar es el salvoconducto que nos conducira de nuevo al hogar que nos pertenece por derecho propio. Compasión y paz, las dos claves a aplicar a uno mismo y a tus hermanos. Ingente tarea. La luz no combate las sombras. Las disipa con su sola presencia. Y las sombras piden ser disipadas. Estan cansadas de interpretar ese papel...asi que a brillar se ha dicho.

"No te permitas sufrir por causa de las consecuencias imaginarias de lo que no es real. Libera tu mente de la creencia de que eso es posible. En dicha imposibilidad radica tu única esperanza de liberación. ¿Qué otra esperanza desearías albergar? La única manera de liberarse de la percepción ilusoria es dejando de creer en la misma ilusión, dejando de dar crédito ilimitado a los sentidos provistos por el limitante cuerpo físico. No existe el ataque. El 'otro' es tu hermano asustado. Tu ego cree que tu eres tu cuerpo y nada más. Para el ego el cuerpo ajeno es algo de lo que defenderse y el cuerpo propio algo con lo que atacar. Puesto que te equiparas con el cuerpo, el ego te enseña que tu propósito es atacar. Lo único real es la comunicación sin límites. Todo lo demás es desquiciante demencia de la que uno se desprovee dejando de creer en sus alocados dictados y titulares. Lo único real es la eterna plenitud. Y la plenitud tiene el poder de extenderse. Estás sumido en un sueño donde todo lo que experimentas es limitante. Despierta pues. No dejes que tus pensamientos se detengan en este mundo y tu mente se volverá receptiva a la Creación de Dios. Eres una chispa de eternidad. Ánimo. No estás sol@.

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