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viernes, 17 de junio de 2011

hijos de puta

Mari de la Luz me dice que todas las noches, desde hace 1 mes, se despierta a las cinco de la mañana. Trabaja hasta deslomarse limpiando escaleras. Su cuerpo está agotado pero hay un despertador interno que le impide continuar durmiendo. Tumbada en la cama, empieza a dar patadas y rodillazos. Su marido le dice "¿qué te pasa?". Parece que te hubiera picado un bicho.
Hace cosa de tres meses me había confesado, en un arranque de 'sincericidio', que de pequeña, a los 13 años sufrió de repetidas violaciones por parte de su padre y hermano mayor.


– querida amiga, ¿eso pasaba a las 5 de la mañana?
–…sí. Es verdad. Era a esa hora. 
– Y tu madre? 
– …se hacía la dormida…pero lo sabía todo.


Las cicatrices no duelen. Duelen las heridas abiertas. No sufrimos por el recuerdo, sufrimos por el olvido.

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