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martes, 27 de diciembre de 2011

La cura: unir los dos hemisferios (I)

Todas las parejas de Seres (independientemente del sexo físico de que estén revestidos sus miembros) responden indefectiblemente a patrones o roles internos polarizados. Yin/Yan, masculino/femenino, dominante/sumiso, progresista/conservador, intelectual/intuitivo, ideal/racional, lento/rápido, rígido/flexible…son roles en apariencia opuestos, a veces incluso hasta el punto de enfrentarse. Los opuestos no obstante, ya se sabe, se atraen por naturaleza. Y eso sucede en virtud de la pulsión que albergan ambas 'mitades' por hallar respuesta al misterio de su propia y hasta ahora ignota naturaleza. Ahí radica la necesidad de emparejarnos.
En la búsqueda de nuestro particular grial hemos tendido a darnos de bruces con el anhelado 'otro', experimentando lamentablemente siempre decepción ante unas expectativas nunca satisfechas, sin percatarnos de que su presencia constituye la incómoda lección de un inconsciente maestro, enviado por su/nuestra propia divinidad (que es la de todos) que, operando mágicamente como espejo, refleja aquellas de nuestras energías 'siniestras' de las que, desde el nivel inconsciente de nuestra mente (= sin darnos cuenta), hemos estado tratando de escapar. Tratar de huir de nuestro secretro más íntimo ha sido paradójicamente el motor que durante milenios nos ha posibilitado expandir y conquistar las fronteras del universo exterior conocido, perceptible por los sentidos físicos. El precio: la lucha entre los opuestos, la experiencia dualística...las guerras. Esta perpetua huída hacia adelante está próxima a concluir (si no es que ya ha concluido y lo que experimentamos es el epílogo de nuestra colectiva odisea). Una vez exhaustos de buscar afuera al culpable/solución a nuestra perpetua insatisfacción, el universo interno, aquél donde yace la paz que tanto hemos reclamado en los demás, es ahora más que nunca la dimensión que aguarda ser explorada.

Del mismo modo (como es arriba es abajo) ocurre con los hemisferios cerebrales. Cohabitan en un mismo cuerpo físico pero están alejados entre si por naturalezas dispares –y sin embargo complementarias. Como miembros de una pareja magnetizada conscientemente por los atractivos expuestos a la vista (conscientes) de ambos 'partenaires'  con los que satisfacer los sentidos físicos (y fruto de ello perpetuar genéticamente la especie) y por los inconscientes (ocultos a los cinco sentidos físicos) de los que obtener respuestas a las preguntas existenciales, los dos hemisferios del cerebro se comprometieron a convivir y extraer de la vida, en insoslayable sociedad, remembranzas de épocas y lugares lejanos en el tiempo y el espacio, experiencias de reconocimiento mutuo. Existe pues un constante flujo de información entre ambos hemisferios cerebrales en modo de recuerdos provenientes de los niveles profundos del lado derecho (femenino) contándole al izquierdo (masculino) sus pesares y tribulaciones, pero hasta la fecha éste no ha querido escuchar...remitámonos a los hechos:

Esposa (progresista/intuitiva/ideal/emotiva/confusa-creativa/rápida/plural/misteriosa-siniestra-oscura, temible izquierda…). Ha estado 'de hecho'.
– Escúchame querido, hay algo que me preocupa, algo que llevo tiempo sintiendo [teniendo ganas de] y debo decirte, algo que puede salvar nuestra convivencia y nuestras vidas…

Esposo (compañero/conservador/razonable/diestro-acertado-derecho/ intelectual/racional/pragmático/lento/singular…) Ha estado 'de derecho'.
– Ahora no, quizá más tarde. Ahora estoy ocupado.

Esposa
– No entiendes. Necesito comunicarte algo…y tú pareces tan...lejano. No me siento bienvenida. Algo nos pasa y no quieres verlo.

……

Casi todos sabemos que nuestro cerebro está compuesto de dos hemisferios: el izquierdo y el derecho. Ambos son muy diferentes entre si. Se diría que son dos partes separadas de nosotros. Poseen sus propias y distintas  'personalidades' y funciones. Una está más abocada a los sentimientos humanos que la otra, tal como veremos.
Cuando no trabajan 'juntas' se produce un conflicto y tenemos problemas. Aunque suene algo apocalíptico decirlo, podemos, como consecuencia, enfermarnos a edades tempranas e incluso llegar a morir prematuramente. Una buena conexión entre ambos hemisferios salva vidas.  Ambos lados necesitan desesperadamente reconciliarse para poder fundamentar nuestra esencia humana. Y esto no es tan solo una aserción intelectual. Si no trabajan coordinadamente somos menos humanos, tal como mostraré en este artículo. Y en eso radica la cuestión fundamental: ser o no ser humanos. La pregunta es, ¿qué es lo que hace que ambos hemisferios cerebrales no trabajen conjuntamente en armonía? ¿Cómo conseguir que lo hagan? y ¿Cuáles son exactamente las atribuciones de cada hemisferio?




Echemos un vistazo a cada lado del cerebro y veamos cómo actúan:

EL HEMISFERIO DERECHO

Ante todo, deberíamos saber (y ya está demostrado empíricamente) que el lado derecho fue el primero en aparecer. Es esencial y primordial en todos los sentidos. Es el hemisferio que 'siente'. Ayuda a almacenar antiguos recuerdos emocionales en su esfera de dominio. Absorbe y registra nuestros traumas más tempranos acaecidos durante la gestación in utero
Nuestras experiencias vitales tempranas no estuvieron rodeadas de palabras ni estuvieron envueltas en escenas con cuyo 'recuerdo' consciente pudiésemos revivirlas. Todo lo que hay allí son sensaciones y…consecuentemente sentimientos. El cerebro derecho tiene la responsabilidad clave de integrar ambos hemisferios, pero no puede hacerlo solo. Necesita de un compañero. Veremos de quien se trata. Clara y definidamente el hemisferio derecho es más 'humano'. Cuida de la vida y de los sentimientos. Es más sensible, compasivo y cuidadoso, capaz de captar matices, la honestidad y detectar la falta de sinceridad pues funciona desde la intuición, cualidades éstas que han sido históricamente vinculadas a la mujer. Ahora sabemos que todos los humanos, hombres y mujeres, tenemos acceso a esa área. Y estamos accediendo. A regañadientes, sin duda.

El hemisferio cerebral derecho es flexible y prefiere un abanico de opciones entre las que escoger. No es de extrañar que muchos de quienes hayan 'sido bendecidos' con un accidente cerebrovascular (apoplejía, ictus…) habitualmente en el hemisferio izquierdo y lo han sobrevivido, hayan visto incrementada notablemente su capacidad creativa [el cerebro derecho controla la parte izquierda del cuerpo y viceversa]. Muchos de mis pacientes, tras haber sido expuestos al dolor experimentado en la parte derecha de su cuerpo, han descubierto unos talentos artísticos innatos tras la terapia. Los sentimientos están pues íntimamente ligados a la creatividad.

Una de las razones por las que el hemisferio derecho es inherentemente flexible es porque está mejor 'mielinado' ya desde una etapa temprana. Es decir, está cubierto de una funda más gruesa de mielina (una proteína fosfolipídica) que rodea con su 'grasa' a las células nerviosas ayudándoles en la transferencia de información de unas a otras. El hemisferio derecho está mejor capacitado para informar al Neocórtex acerca de qué información, incluida la concerniente al dolor, se conserva en niveles profundos. Hay sin duda mucho todavía por debatir acerca de este asunto, pero las investigaciones van indefectiblemente por este camino.

El hemisferio derecho es musical, comprende el tono, el matiz, las sutilezas de los sonidos. Es por ello que todo terapeuta que se precie (y aprecie su profesión) necesita ser consciente y sensible al cambio de tono en la voz del paciente pues éste ofrece un 'subtexto', una sutil información acerca de lo que está sintiendo el paciente y que es incapaz de transmitir verbalmente. El tono delata, pues, al cerebro derecho: mientras que el cerebro izquierdo parlotea incesantemente con sofisticadas y grandilocuentes palabras y expresiones tratando de analizar y dar vueltas (intelectualizar) a conceptos en la creencia de que la comprensión analítica procura la paz que tanto anhela, como terapeutas debemos captar la presión ejercida en el lado derecho por medio del torrente de palabras que usa el paciente desde su lado izquierdo. Si el paciente se halla saturado de sentimientos no expresados, las  palabras se precipitarán urgentemente una sobre otra, viéndose como escupidas. El nivel de represión es así directamente proporcional al caudal verbal manifestado. Un ligero bamboleo en la garganta delata que los sentimientos están ahí, listos para ser expulsados. 

MI mujer, por ejemplo, 'experta' en contener emociones, se derrumba cada vez que escucha a Nino Bravo…Su padre desapareció de su vida sin motivo coherente para una niña de 9 años. La ruptura continua sin ser asimilada.



La música nos ayuda a tratar a los pacientes. Facilita que las escenas y los sentimientos claves emerjan de su 'cueva'. La música evoca un momento especial en sus vidas. Se trata del hemisferio derecho expresándose, su ser emocional (lo que Gustav Jung denominó el 'niño interno'). Y cuando los pacientes evocan escenas y eventos a veces les pedimos que canten una canción que está sonando en el reproductor o la radio, hasta que los sentimientos afloran. Estamos entonces concediendo la palabra al cerebro derecho. A este respecto existe un asunto respeto a las frecuencias de afinación, afirmándose que en 1991 fueron modificadas (de 432 Hz a 440 Hz) eliminándose mucha resonancia y "aplanándose" la música (curiosamente desde la aparición de la MTV). Más aquí...

Pero sigamos. El cerebro derecho es, para bien y para mal, el que siente. Acumula en su buche toda la infelicidad presenciada en momentos de nuestra vida temprana, incluidos aquellos de la vida intrauterina: una madre gestante que abusa del alcohol, que se ciñe a una dieta estricta de adelgazamiento para mantener la forma con la que seguir sintiéndose atractiva y deseada por su pareja (en realidad aceptada/amada por papá), o que padece un trabajo estresante o los efectos de relación de pareja absorbente/exigente/sofocante/violenta/humillante, etc. El hemisferio derecho es el guardián de la traumática verdad de los estadios tempranos de nuestras vidas, la esponja responsable de absorber y contener las emociones, salvaguardándolas hasta que en un estadio más maduro de la existencia puedan (y deban) ser expresadas y así liberadas (sublimadas)

El cerebro derecho no puede mantener la atención enfocada en un solo acontecimiento, mientras que el izquierdo no solo puede sino que lo hace a la perfección. El hemisferio izquierdo está interesado en lo que está sucediendo precísamente aquí y ahora. El derecho mantiene una vigilancia más general.
En clase, durante el periodo escolar, los niños con un hemisferio derecho 'desatado' (los más intuitivos, sensibles, musicales, artistas...) son incapaces de enfocarse en los deberes ordenados por el profesor. Cuando una persona con un cerebro izquierdo 'defectuoso' (no operativo) entra en pánico el aprendizaje se bloquea. La ansiedad sofoca entonces los intentos del cerebro izquierdo por aprehender/asimilar nuevos conocimientos.

El hemisferio derecho está a menudo tan sobrecargado de sentimientos reprimidos –y experimenta el dolor de dicha represión– que se ve incapaz de prestar la adecuada atención al presente, al ahora. La razón es bien simple (y dramática): el pasado irresuelto reclama, también, atención. Y la atención solo puede estar puesta en el pasado o en el presente pero no en ambos simultáneamente.

Cuando el pasado (la memoria) está cargado de terror y ansiedad, los recuerdos se desvanecen (y ello se acentúa con la edad hasta degenerar en Alzheimer y otros trastornos neurodegenerativos). No es casual que el hipocampo derecho sea el que gestione la memoria emocional y no el izquierdo. El derecho siempre percibe una perspectiva más amplia de los eventos y busca siempre patrones de comportamiento que encajen en ese todo. 

En el hemisferio derecho hay pobreza de detalle, algo que el izquierdo sabe proveer con soltura. Es más, el izquierdo adora los detalles, la visión microscópica. Al derecho no le molestes con detalles. Si la receta de la salsa dice 'poner dos cucharadas soperas', las personas derechocerebrales se quedan en blanco. Los pragmáticos cerebros izquierdos funcionan bien con órdenes concretas, con tareas mecánicas y repetitivas. El derecho funciona a base de impulsos intuitivos y acierta a base de adivinar/intuir. La precisión no es su fuerte. Ese lado intuitivo es necesario en una terapia de sentimientos, pero...un poco de ciencia también ayuda. No en vano, cada uno de nosotros posee ambos hemisferios y la meta consiste en congraciarlos.

Una cosa es que un paciente pueda explicar lo asustado que está durante todo el día, y otra cosa es que, yaciendo en el suelo, lo sienta y reviva el contexto pasado, algo que solo puede suceder cuando el pasado no está "resuelto" (integrado, sanado). El hemisferio izquierdo percibe terror vagamente, pero solo el derecho es capaz de abrir las puertas y acceder a ese terr-itorio, sintiéndolo con toda su fuerza. Cuando los sentimientos se filtran al cerebro izquierdo (gracias al acceso que brinda el cerebro derecho) puede llegar a experimentarse un ataque de pánico…síntoma de que el derecho se está entonces desamordazando, purgando. Dichos ataques no duran de promedio más de 10 minutos.

Todo lo concerniente a los traumas de la vida temprana se procesa pues en el hemisferio derecho, antes incluso de que haya madurado el cerebro izquierdo. Esas tempranas experiencias, repito, quedan grabadas en el sistema cerebral [que engloba ambos hemisferios]. Y puesto que la experiencia original no es verbal, debe ser revivida, para liberarla, de modo no-verbal también.

Si la experiencia traumática temprana estuvo acompañada de una presión arterial de 170 (sístole) y 115 (diástole), el recuerdo/revisión de dicha experiencia irá ineludiblemente ligado, por resonancia, a una subida de tensión igual. El sello emocional no miente. Está recordando a su manera, neurobiológicamente. No es una revisión consciente, analítica, sino ad libitum. Y cuando se revive el traumático proceso del nacimiento hay múltiples signos/constantes vitales que se disparan elevándose por encima de promedio. Ese es el modo en que un terapeuta debe verificar que el evento recordado fue o no real, la prueba de que el paciente no miente. Es por ello que ninguna terapia cognitiva (que tenga como base un proceso meramente intelectual de los recuerdos) servirá para este fin. Tiene que mediar un tipo diferente de lenguaje para conseguir que el paciente regrese conscientemente a la 'escena del crímen'. ¿Se podría regresar inconscientemente por medio de hipnosis inducida? Sí, pero el posterior despertar del paciente al inicial estado consciente de su mente en nada aporta a su salud mental, pues ningún recuerdo consciente permanece de su 'bajada a los infiernos', siendo el consciente y el inconsciente dos estados mentales incompatibles entre si. El consciente tiende a olvidar a su compañero de fatigas, el inconsciente. Y éste no ceja en su empeño de despertarle (de ahí que los hombres etiqueten a las mujeres de 'pesadas' (hinchabolas, como dicen los argentinos), Los 'beneficios', si es que realmente se les puede llamar así, de la hipnosis solo conciernen, en último término, al terapeuta, a los efectos de estudios estadísticos. Estudios que a su vez adulan al cerebro izquierdo de los lectores, quedando todo abandonado a un plano intelectual que en si no hace sino 'marear la perdiz' en lo que respecta al asunto emocional.




Ningún nivel de tejido cerebral puede hacer el trabajo de un nivel diferente de función cerebral (y los dos hemisferios son niveles diferentes). Es necesario conducir los dolientes sentimientos hasta el nivel en que ocurrieron y en el contexto cerebral (hemisferio) que los contienen. No podemos, repito, usar palabras para regresar a tiempos pre-verbales de la existencia. Este es el error básico que comete la Psicoterapia actual: los psicólogos cognitivos tratan de explicar y hacer comprender (forzar la asimilación) verbalmente lo que no puede ser comprendido racionalmente. Es como tratar de involucrar al sistema límbico en complejos problemas matemáticos. Esa no es su competencia. No es su trabajo. 

El evento censor, represor (el trauma) necesita ser revivido (no comprendido) finalmente sin palabras, pues las palabras no intervinieron en el evento que ocasionó la disfunción emocional que se refleja en el momento presente. Y puesto que no deben mediar palabras puedes tatarear/silbar, susurrar una melodía, hasta llegar allí. Esa es la razón por la que cantar detiene el tartamudeo. Cuando eliminamos las palabras de la ecuación, todo es más simple. El sistema educativo se resiste pero acabará por caer presa de su propia naturaleza amnésica-represora.

El colega más cercano del hipocampo derecho es la amígdala derecha, el agente del miedo y de los sentimientos profundos. La amígdala derecha es el órgano clave cuyo estímulo facilita el acceso al área límbica de los sentimientos, estando también involucrada en el proceso general del proceso emocional. Cuando un nivel de terror profundo aflora uniéndose a la emoción del miedo alojada en el sistema límbico puede producirse un ataque de pánico, como dije, totalmente descontrolado. 


Cuando la amígdala cerebral derecha está sobrecargada de sentimientos no expresados (lo sano y equilibrado en un ser humano es liberar periódicamente esa sobrecarga expresando espontáneamente los sentimientos: alegría, compasión, ternura, amor…), entonces se muestra inflamada, síntoma inequívoco de la urgencia de descargar su pesado y reprimido lastre. Recientes estudios indican que los bebés de madres deprimidas tienen amígdalas más grandes. Entre sus funciones, las amígdalas tienen la tarea de denunciar las amenazas que detecte en el entorno y envía señales de miedo para que el cerebro izquierdo (papá) pueda reaccionar apropiadamente...Lamentablemente una vez reprimido el mensajero (el miedo) estos bebés se convierten en adultos dotados de una hipersensibilidad a las amenazas. En casos extremos hallamos individuos paranoicos, es decir, personas que ven amenazas por todas partes. Esto es particularmente cierto en los adictos a fumar cannabis, para quienes las defensas del hemisferio derecho están hasta tal punto debilitadas por la marihuana que el izquierdo, masculino y racional se percibe amenazado. Una amenaza que obliga al cerebro izquierdo a producir extrañas ideas, esencialmente delirantes, paranoicas (el mundo se va a acabar...etc). Ideas asociadas a eventos presentes (amenazas terroristas, la caída de un meteorito...) que están fundamentadas en el miedo al derrumbe de las defensas acaecido en la infancia y a la consecuente creencia en que la expresión de los sentimientos suponga un debilitamiento del sistema, una amenaza para la existencia (etiquetada desde entonces como supervivencia). Hay que estar alerta –se dicen–hay peligro por todas partes. A medida que pasan los años esas ideas quedan fijadas, endurecidas e invulnerables. 

Revista Science: "Cómo las madres tristes alteran el cerebro del niño". 22 Agosto de 2011).
La profunda depresión de una madre gestante opera un cambio en el cerebro del  bebé. No existen escenas o palabras para expresar esa alteración ni tan siquiera recordarla. El recuerdo es orgánico. Hay una etiqueta en él, una marca hecha por medio de un proceso conocido como metilación que etiqueta la experiencia y altera por consiguiente la manifestación de los genes, generando una influencia en el comportamiento. Los genes a menudo son interpretados erróneamente por parte del sistema nervioso, pero añadida la intervención del grupo químico metílico a las células, la marca queda grabada de por vida. La metilación crea por tanto un acontecimiento epigenético que cambia la forma en que los genes se van a desplegar, o por lo menos el modo en que el cerebro va a interpretar la información almacenada en esos genes. Cuando un gen cambia así 'su rostro', dicho cambio no siempre será reconocido. Este cambio no solo va a afectar al futuro comportamiento del individuo sino que puede incrementar la propensión de ciertas enfermedades graves, incluido el cáncer, a manifestarse. Estos traumas están fuertemenmte originados en el cerebro derecho. 
Durante la terapia, muchos psicólogos se dirigen al paciente y consiguen que les cuenten lo que le está molestando. Pero simplemente no lo sabe ("Doctor, no sé qué me pasa..."), obviamente porque el cerebro izquierdo no estaba al tanto en el momento de desencadenarse la fuente del malestar presente.

Como ya hemos dicho, el cerebro derecho no informa con palabras. Y sin embargo el paciente está deprimido, y no sabe por qué ni sabe cómo demonios salir de ese estado. Mientras tanto el acontecimiento está etiquetado a la espera de que se produzca el enlace, la 'conexión'. Hasta entonces el daño se estará produciendo. Solo una terapia sistémica y orgánica que pueda abordar eventos preverbales podrá cambiar las cosas y ayudar al paciente a que mejore. Y eso implica no usar por defecto el cerebro izquierdo para alcanzar esa meta.
El cerebro izquierdo se halla jerárquicamente en segunda posición. 

Hay suficiente información hoy en día respecto del stress que una mujer embarazada inocula en forma de hormonas a su criatura dentro de la placenta, hormonas as cuales impactan en el feto, quien padecerá desde ese momento, y quizá para toda la vida, los efectos del estrés de su madre, hasta que le llegue el turno de liberarse de ellas (si es que asume esa tarea de modo consciente).

Las estructuras/órganos (Hipocampo, amígdalas) que rigen el sistema límbico forman parte ineludible en la expresión de los sentimientos de nuestro Ser y son esenciales al tratar con las emociones. Debatir acerca del miedo concierne al cerebro izquierdo. Sentir el miedo es dominio exclusivo del cerebro derecho. 

Explicar un sentimiento sin manifestarlo no tiene significado alguno, tal como veremos. No cura NADA. Analizar el sentimiento DESPUÉS DE haber revivido el recuerdo almacenado es perfectamente válido y enriquecedor. El carro de la evolución tampoco precede al caballo que tira de él. Tal como el sistema dice: "A cada cual su turno. Cuida los modos: Los sentimientos van primero, los pensamientos y los análisis después".

Cuando el hemisferio derecho está saturado de sentimientos dolorosamente reprimidos, se torna imperiosamente incontenible. Necesita descargar. Es una ley física. Eso se muestra más tarde en la vida por medio de la incapacidad de realizar diversas tareas a la vez debido a que la gota del input entrante en el cerebro izquierdo simplemente hace colmar el vaso del espacio disponible. Es cuando el sujeto evita a toda costa asumir cualquier tarea que suponga el desborde del contenedor. El cerebro izquierdo no está seguro de por qué evita asumir dichas tareas y sin duda permanece en gran medida inconsciente de ello. Simplemente se dedica a interpretar un papel ante el que permanece tan inconsciente como frente a los sentimientos reprimidos. La persona simplemente se torna fácilmente susceptible, sobrepasada, cansada en apariencia por lo acontecimientos externos presentes, cuando en realidad está sobrepasada por recuerdos de un pasado, lejano y paradójicamente tan...presente, al que está ineludiblemente ligada. Recuerdos que pugnan por hallar una salida.

sigue en parte II

Arthur Janov
http://www.arthurjanov.com/


11 comentarios:

  1. Me ha parecido extremadamente interesante, novedoso, diferente, su artículo sobre los hemisferios.

    Me sería muy interesante su opinión acerca de si la meditación trascendental, o la fe en una inteligencia superior, pueden ayudar a equilibrar los dos hemisferios.

    Muchas gracias. Juan.

    kapalua@ya.com

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  2. Hola me gustaria saber que ejercicios se pueden hacer, si es que hay aparte de la terapia, para conectar estos dos hemisferios,

    Espero su pronta respuesta!

    Gracias dejo mi mail: consultascarla@yahoo.com.ar

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    1. podes integrar los hemisferios cerebrales con Brain Gym,busca en google o youtube hay demostraciones, es una terapia derivada del touch for health

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  3. portentoso y sublime, enhorabuena y gracias.

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  4. ACTIVACION DE LA PINEAL. UNIFICACION DE LOS 2 HEMISFERIOS.
    Tiempo de despertar mas, ser creador de tu propia realidad (ATRAE TODO LO QUE NECESITAS , CUALQUEIR COSA EN TU VIDA; DINERO, TRABAJO, PAREJA,PROPIEDADES, CASA ).

    Autosanacion.INCREMENTA TU AUTO ESTIMA, AMOR PROPIO, ALIVIA DEPENDENCIAS!

    Date cuenta de una vez quien eres conectate con tu divinidad.
    EL COMO:
    Activando tu Glandula Pineal.

    VOCALIZA:
    DESDE EL SR. DIOS DE MI SER INTERIOR ,ORDENO ACTIVAR MI GLANDULA PINEAL, QUE ASI SEA!

    oir 3 veces el audio del yo soy durante el dia.
    oir el secreto por la noche
    MAS DETALLES:

    https://www.youtube.com/watch?v=zXqWf6UoN88

    http://www.ivoox.com/secreto-meditacion-mente-universal-audios-mp3_rf_2183187_1.html

    http://www.ivoox.com/yo-soy-yo-soy-activa-audios-mp3_rf_2640604_1.html

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  5. podrin enviarme este articulo???mi mail :lavascaoyola@gmail.com...GRACIAS!!!

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    1. puedes descargarlo de aqui, con tal de que menciones la fuente.

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  6. Excelente informe. Debe difundirse por todos los medios.

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