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jueves, 9 de diciembre de 2010

Sé el cambio que quieres en el mundo

Eres afortunado/a por poderte permitir el lujo de tener una conexión a internet con la que mantenerte 'informado' de lo que sucede, y estar también en contacto con tus amigos/familiares lejanos. Sería bueno que reflexionases y fueses consciente de esta obviedad. Tienes el frigorífico provisto. Hoy comerás caliente. Tienes luz eléctrica y un techo para cobijarte esta noche. Quizá tienes un vehículo con el que desplazarte. El depósito está cubierto al menos por unos días…Mañana…no sabes. Hoy, ahora todo eso está a tu alcance. ¿Empiezas a sentirte privilegiado? Enhorabuena. Lo eres.

Mientras tanto el mundo está entrando en barrena. Las columnas que sostenían todo aquello que dabas por sentado, las que nunca sospechaste que desaparecerían, están simplemente colapsando. Todo parece estar, más que nunca patas arriba.

¿Te parece injusto todo el caos financiero que estamos presenciando? ¿Te produce rabia quizá darte cuenta, ahora que tienes los ojos abiertos, de que este colapso se ha estado cocinando durante los años en que eras ignorante e inconsciente? Quizá ya intuías que algo no funcionaba del todo bien antes de esta 'crisis', pero te hacías el sueco, como si la cosa no fuese realmente contigo, porque ya tienes bastante con ir a votar una vez cada cuatro años y ejercer ese derecho que otros han dicho que tienes, pero por el que tú poco sientes que has luchado (a menos que hayas vivido la postguerra) ¿Crees aún que cuando todo esto pase y se restablezca la 'normalidad' sabrás cuál es la ventanilla a la que acudir para reclamar daños y perjuicios? ¿Acaso tienes ganas de impartir la justicia que el sistema parece estar incapacitado de conceder? Quizá tengas ganas de descargar toda la rabia acumulada tras muchos años de personales esclavitudes y servilismos? ¿Sufres porque otros se han quedado sin trabajo? ¿Acaso porque muchos no han podido viajar a ver sus familiares el pasado puente de la Constitución? ¿Eres de los que van a empapelar a los controladores a demandas, siguiendo los consejos de 'papá gobierno'? ¿Estás consternado porque el deporte profesional está echando por tierra todos los ideales de aquél lejano Pierre de Coubertin?
Permíteme que te diga que aún no has visto nada…

Y no lo digo por dramatizar ni por atemorizarte. Nada de eso, sino para ayudarte a ayudar a despertar a una realidad más vasta y amplia de los acontecimientos. Si crees que ya lo has visto todo, te diré que lo que estás presenciando no es sino la antesala de lo que la humanidad entera va a ser testigo. Es más, no vas a poder hacer nada para impedirlo. Desengáñate.

¿Qué me empuja a escribir esto? No obtengo nada. Este es un simple blog sin la más mínima repercusión mediática, que nadie lee (salvo tú y algún otro). Sin embargo quizá consigamos todavía sacudir tus cimientos y oxigenar tus raíces. Quizá tu conciencia esté recuperable a tiempo para el gran espectáculo que se avecina. Quizá todavía llegues a contagiar de paz a algunos de tus hermanos, esos que están empezando a correr de aquí para allá, como pollos descabezados.

Si tu corazón está lleno de ira y quieres interpretar el papel que crees que esta vida se ha empeñado en no querer concederte, si deseas convertirte en el último héroe que otros desesperadamente buscan (o que te impones ser) te ahogarás en el intento. Pero si tratas de mantener escondida la cabeza como el avestruz, tampoco estás colaborando demasiado. Como todo siempre se trata de encontrar el equilibrio. El arte de vivir, verdad?

Cada uno de tus/mis pasos han sido milimétricamente previstos y calculados por aquellos que han manejado ocultamente el devenir de los acontecimientos de la historia. Los que la han escrito porque han decidido quien debía ganar o perder. Los mismos que, generación tras generación (encarnación tras idem) nos han puesto la zanahoria a la vista para obtener de nosotros el resultado esperado. Planearon cuando y a qué debíamos tener miedo. Ellos mismos se disfrazaron de los fantasmas de nuestros cuentos infantiles. Hemos reaccionado tal como ellos esperaban. Hemos transitado por las carreteras que ellos diseñaron.
A base de ceder soberanía individual, ahora nos pegamos el gran batacazo justamente en los puntos negros que ellos estratégicamente dispusieron a lo largo de la ruta. ¿Eres capaz de dar un paso atrás y colocarte fuera de ti mismo, para observar todo como si se tratara de una película? De tu habilidad para reconocerte como actor de la gran tragicomedia de la vida, para liberarte de ese rol y para tomar la distancia para pasar a ser espectador del teatro del mundo, depende que tu particular despertar sea doloroso o armónico. Cualquier reacción que tengas, provocada por la ira, la frustración, en definitiva, cualquier desajuste energético derivado de la desalineación de tus cuerpos mental, emocional y físico, entrará dentro de las previsiones de aquellos a los que yo y algunos otros llamamos 'hermanos de la oscuridad', aquellos miembros de esa fraternal familia –a la que todos pertenecemos, incluso ellos– que decidieron interpretar el papel de descarriados e insolentes chicos malos. Los resentidos del barrio que prefirieron ser cabeza de ratón, antes que cola de León, y a los que los primeros registros escritos de la humanidad denominaron Nephilim, o Ángeles Caídos. Su plan milenario de sometimiento ha estado vigente durante cientos (miles) de años. Por lo que a ellos respecta, las cosas están muy claras. Son muy conscientes de que el ciclo, por mucho que les pese, también concluye para ellos. Algunos de ellos, quizá más de los que imaginas, están cansados de ser tiranos. También para ellos es una oportunidad para dejar de servir a la oscuridad. Para otros la apoteosis, el cénit de sus perversos planes, está ya tomando forma.

Curiosamente está teniendo lugar, a una mayor escala y de manera sincrónica, la finalización de un ciclo evolutivo más amplio en el que todos (ellos incluidos) participamos consciente o inconscientemente. Porque los ciclos regulan la evolución de todo, igual que a los estudios primarios les siguen los secundarios y, concluidos éstos, se inicia el ciclo universitario, para quien opte a él.

Se trata, pues de una conjunción de eventos de índole complementaria, en la que todos interpretamos un papel y donde, de nuevo, el despertar de la Conciencia juega un rol crucial, insustituible, intransferible.

El subconsciente, con todos los impactos que sufre de forma indefensa desde que nacemos a esta realidad, queda sellado instantes después de renovar nuestra dentadura, más o menos a los 7 años de edad. Los esquemas y valores, la moral y la ética, las costumbres y modos, los prejuicios y las virtudes quedan fijadas entonces. Es entonces cuando empezamos a manifestarnos autónomamente, a dejar nuestra particular huella, a vivir. La esponja deja de absorber, y desde entonces nos dedicamos a cocinar todo lo que la vida nos sirve en esa olla (Conciencia) ya moldeada –según los patrones heredados– y bien fraguada. Eso no es malo ni bueno. Simplemente es. Tampoco es azaroso. Por increíble que te parezca, todo responde a un plan. Un plan de 'estudios' magistralmente diseñado y consistente en una serie de cíclicas y periódicas zambullidas en lo ignoto, lo desconocido.
Esa 'esponja' indefectiblemente debe acabar volviendo a abrirse, para poder darse por concluido ese ciclo, que se inició al despedirnos del verdadero estado de vigilia (superconsciencia) y zambullirnos voluntariamente en este Mundo dual, regido por la oposición y el enfrentamiento. Así es como el Universo se expande. Nosotros somos los valientes exploradores. Fue doloroso –qué parto no lo es por mucho que las 'epidurales' insistan en mantenerlo a raya, verdad?.
Y para toda exploración que se precie, existe un requisito sin el que la condición de explorador simplemente no es posible: desconocer el medio que se pisa. La condición de la ignorancia, básica para poder 'funcionar', fue acompañada de una norma: el karma. Ninguno de los impactos que tenga tu tránsito por lo desconocido será inocuo. Fantástica y magistral norma que ha impedido que nos saliésemos 'de rositas' con la excusa del 'yo no sabía'.

Para no enredarte más, resumiré deiciéndote que ahora la ignorancia debe morir. Su plazo de vigencia ha terminado. La Caja de Pandora se está abriendo. Lo aceptes o no, ha llegado el momento. Si el bostezo de desperezamiento (los eventos mundiales, geológicos y provocados por el hombre) que acompañan al 'despertar' han de producirte dolor o no, tú vas a decidirlo. Eres soberano hasta para eso.

Cada cual se posiciona allí donde permite que su conciencia le dicte. Unos, los que se invistieron con los hábitos de 'pastores', desean conservar sus privilegios, largamente atesorados, para lo que necesitan a toda costa mantener dormido al rebaño. Si éste osa despertar, procurarán que eso suceda no en el prado –donde hasta ahora le permitían pastar confiado, hasta su engorde– sino ya masivamente en las mismas dependencias del matadero. La mayoría del rebaño permanece dormido, o a lo sumo consternado y atenazado por el escenario de los acontecimientos. Demasiados años formando parte del redil dejan una profunda huella de la que solo los miembros más despiertos del rebaño consiguen liberarse. Pero inevitablemente algunas ovejas están despertando a su condición. Unas con ira y rabia, con ganas de llegar al 'ojo por ojo, diente por diente'. Para ellas, los 'guardianes', tienen ya prevista –con mucha antelación– medidas adecuadas, disuasorias ('divide y vencerás') en principio y represoras si hace falta. Llegado el momento de la batalla, están sobradamente preparados. No en vano han afilado cuchillos por milenios, acumulando maestría en las artes de la guerra.

Pero curiosamente, para lo que los pastores guardianes no tienen respuesta efectiva, es para el despertar pacífico, consecuencia de habernos quitado las verdaderas telarañas. Lo único que te impedirá irte esta vez por el desagüe de la cloaca (junto con todos los que decidan rebelarse contra el sistema) es que un CAMBIO de PERSPECTIVA se opere en tu conciencia.

Sé que te ofrezco una solución muy alternativa que probablemente rechaces de plano. Es posible que me 'maldigas' por hablarte en estos términos. A pesar de eso te hablo con esta franqueza porque no encuentro palabras más adecuadas para expresarlo. Si estás leyendo estas lineas es que estás más cerca de comprender la naturaleza de la realidad que estás presenciando.

Créeme si te digo que solo saldrá de ésta, victorioso/a, quien deje de hallar en el enfrentamiento a la solución para dirimir las disputas con quien sea, a cualquier nivel. Y ojo, que eso no significa 'bajar los brazos' y darse por vencido, o esconder la cabeza en el hoyo como hacen las avestruces. Simplemente significa asumir el coraje de decir 'no' cuando sepas (y lo sabrás) que debes decir no. Sin violencia, con asertividad. Y sepas decir sí, y agradecer todo lo recibido. Eso no te lo puede quitar nadie.

¿Cómo adquirir el discernimiento? Dirás. Buena pregunta. Para empezar te diré que no se trata de qué puedes adquirir, sino de qué es aquello de lo que tienes que desembarazarte para que ese 'discernimiento' se desatasque y aflore naturalmente en ti.
Sacúdete la rabia. Grita NO a todo lo que sucedió y ante lo que nada pudiste hacer. Grita BASTA YA. Basta de intelectualismos, basta de esquemas trasnochados, basta de abusos. GRÍTALO en la vasta llanura de tu soledad. No necesitas vomitárselo a nadie. Ellos ya no van a corregir los abusos que te infligieron. Bastante tienen con lo que, en toda justicia, tarde o temprano el inevitable boomerang les ha devuelto. Simplemente necesitas integrarte. Recomponer las parte perdidas de tu puzzle. Búscalas, raclámalas. Primero lo harás a tientas. Si eres constante empezarás a verlas. Todas esas energías dispersas son parte de ti. Pediste que se mantuvieran ocultas mientras tratabas de hacerte un hueco en esta jungla, con la promesa de recomponerte cuando fuese consciente de tu fuerza. Pues bien. Ha llegado el momento.
¿Quieres hacer algo de provecho? Para empezar, deja de ver las noticias. Están contaminadas. Todas. No compres periódicos. Tu mente no está preparada, todavía para seguir soportando el acoso de los titulares de prensa. Aún no estás capacitado ( o sí?) para reirte de los infantiles alardes de tus oscuros hermanos, los burdos intentos de los medios de comunicación de masas por aterrorizarte. No permitas que entren en tu casa. Al menos no hasta que vuelvas a estar integrado. Corres el riesgo más que evidente de que la sangre se te envenene.

No luches contra el sistema. El poder vive y se alimenta de tu aversión hacia él. Gírale la cara. A él y a todos los pequeños agoreros con los que te encuentras a diario. A todos los charlatanes, difusores de rumores, y demás correveidiles. Incluso a los creadores de tendencias. Ofréceles tu compasión y sonríeles cortésmente. Y si insisten, te rechazan y/o agreden, ignóralos y aléjate de ellos.
Y por lo que más quieras, NO SUFRAS por los demás, por aquellos que sufren. No te digo que ignores su sufrimientos. Lo que digo es que harás más por todos (y por ti), dejando de aportar rencor y rabia por la situación que otros padecen. Quizá luego, canalizada la rabia de un modo constructivo, consigas manifestar compasión por los desheredados.

Cada manifestación pública (o privada) de descontento con los administradores del poder público es una fuente de alimento para los mismos manipuladores de la información. Viven de aplacar los disturbios que provocan. Disfrutan de hallar excusas para represaliar. Pero no les juzgues por ello. Esa fue su 'tarea' en la gran escenificación. Ese ha sido el rol que quisieron interpretar, el anzuelo que desde instancias más elevadas se lanzó y que ellos 'picaron' (aunque de eso hace ya muuucho tiempo). Si 'tienes' rabia es porque está dentro de ti. Sácala gritando allá donde no te oiga nadie. Es una necesidad fisiológica tan esencial como sudar o expulsar las heces o la orina. Grita hasta quedar exhausto/a.
Pero en ningún caso la uses como arma contra nada o nadie. Por muchas razones que tengas para odiar la existencia que te ha tocado y las injusticias que has sufrido o presenciado, solo hallarás paz reconociendo y expulsando tus propios demonios internos. Esa es la única vía para hacerte de nuevo con el timón de tu existencia. Esa esa la única manera de conectar con el humor, la creatividad y el ingenio.

No juzgues a nadie –ni a ti mismo/a– por sus/tus decisiones. Eso es dar libertad y tener respeto. Cada cual es libre (si lo desea) de liberar sus cadenas. No te atribuyas el rol de héroe ni enarboles la bandera que otros que otros te sugieran sujetar. Todos somos eslabones de una gran cadena. Solo la liberaremos si cada uno se libera de sus propios grilletes. La única forma de ocasionar un impacto global, de ejercer una influencia en el entorno es desde la individualidad sanada. Recuperar la libertad personal es el mejor estímulo y ejemplo para que otros se percaten de cómo hacerlo. No lo digas. Simplemente hazlo. Sé el cambio que quieres.


¿Tienes hijos? ¿amigos? ¿Familiares a los que realmente quieras? Pasa el mayor tiempo que puedas con ellos. Concédete aquellos placeres que, de corazón, tanto has anhelado y a los que siempre hallaste una excusa para aplazar. Sé generoso, compasivo y agradecido, fiel a tu intuición e íntegro con tu naturaleza, mientras puedas. No odies, porque el rencor y el odio, siendo ciertamente destructivos solo destruyen en última instancia, a quien los ejercita.

Hazlo HOY, POR TI y por todos a los que amas y respetas.

Aprovecha cada segundo de tus instantes, porque el plazo para la reconciliación se está agotando. Ser valiente significa dejarse llevar por la corriente del río de la vida. Tener coraje es enfrentarte al único 'enemigo' real: el miedo.

2 comentarios:

  1. Deberías hacerte un perfil de facebook para mover y hacer llegar esta información a más gente. Gracias otra vez!

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  2. Me lo pensaré. Aunque confieso que escribo para ayudarme a mi mismo, te agradezco tu comentario.

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