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viernes, 1 de marzo de 2019

Dumb, deaf, blind monkey do what monkey see

A ver si así se entiende mejor:
El estado español (Rajoy, Pedro Sánchez,..) es el padre adoptivo de un niño (Catalunya) que no quiere vivir ya más con él, bajo su techo, entre otras cosas porque lo explota laboralmente y a fin de cuentas ni siquiera es su padre. Es a la madre (ADN mitocondrial: tradiciones, lengua,..) a lo que están ligados los hijos. El niño le ha dicho ocultamente a su hermano menor que si mamá (Puigdemont) no se divorcia, la convivencia se hace insoportable y los dos hermanos deberían irse de casa...
La madre ha escuchado secretamente esa conversación y se la trasmite a su marido. Entonces él, para retener a los hijastros bajo su custodia, persuade a la madre para que convenza a sus hijos que va a pedir el divorcio. Ambos hermanos la creen -pues ¿quien desconfía, de entrada, de una madre?- y se cruzan de brazos esperando ver como su madre formaliza los trámites. El problema es que el hermano menor cree que su madre va a hacer efectiva la separación, cuando en realidad ella en absoluto tiene esa intención SINO TODO LO CONTRARIO. Mientras tanto su hermano mayor (Directe68.cat) más atento y perspicaz (su madre nunca terminó de demostrarle haberlo deseado), se da cuenta de la trama oculta urdida por ambos tutores y le advierte de las oscuras intenciones de la mala madre de ambos. Pero el menor (bases procesistas), incapaz de pensar "mal" de su progenitora, lo acusa de malpensado y de sabotear el trámite de un divorcio que, sin duda (cree él), no puede tardar mucho más...
Los días pasan y el divorcio se va dilatando, con careos ante el juez y discusiones eternizantes (sobre la custodia, etc.). El mismo juez está secretamente interesado en retener a los niños bajo la custodia de sus desalmados tutores, por lo que despliega una ineptitud profesional digna de un Oscar de Hollywood, al alcance de cualquiera que tenga ojos y oídos. Lamentablemente el hermano pequeño se esfuerza por mantener ambos sentidos obstruidos. Los tres participantes en el juicio (padre putativo /P.P., madre genética y juez) escenifican una parodia que solo tiene por meta hastiar a los hijos, y de paso a todo espectador que decida aliarse con una de las dos partes supuestamente litigantes.

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