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lunes, 2 de marzo de 2015

Hombre mono


Seguramente te has preguntado alguna vez por qué llamamos a este planeta como lo llamamos. Los anglosajones lo llaman Earth (Erthe en inglés medieval). Los alemanes Erde (Erda en antiguo alemán alto); Jördh en islandés (corrígeme Andrea si me equivoco), Jord en danés, noruego y sueco; Airtha en lengua gótica. Más hacia el este (y atrás en el tiempo), Ereds o Aratha, en arameo; Erd o Ertz, en kurdo; Eretz en hebreo...
Al mar arábigo se le llamó no hace mucho mar de Eritrea y hasta hoy Ordu en persa significa asentamiento. ¿Te has percatado de las similitudes, no? ¿De dónde procede el vocablo? La respuesta se halla (oh, sorpresa!) en las tablillas sumerias halladas en Nínive (hoy Mosul/Irak) por Sir Henry Austen Layard en 1848. Tablillas de barro escritas con textos cuneiformes que se conservan hoy en los sótanos de algunas universidades y museos del mundo anglosajón, que relatan la llegada al planeta del primer contingente de 50 Nephilim/Anakims/Anunnaki ("Aquellos que del cielo a la Tierra llegaron"). Los textos datan el suceso hace 450 mil años y cuentan que el grupo arribó capitaneado por uno de ellos llamado E.A. ("Aquél cuyo hogar es agua"). Sucedió en las pantanosas aguas del Golfo Pérsico y allí establecieron su primer asentamiento. Y lo llamaron E.RI.DU.("Hogar en la lejanía"). Un nombre de lo más apropiado. Si sabemos que Nicolás y Miguel (Michael, en ingles, Micolai en ruso) son el mismo nombre intercambiadas la M por la N y la G por la C, igual que Jacobo, Tiago y Jaime, de Eridú a Earth...no hay que ser un Einstein en fonética para deducir lo obvio. cada vez que alguien pronuncia la palabra Earth está honrando a ese grupo de astronautas que aterrizaron allí.

El término científico que usaban los sumerios para identificar al globo terrestre y su superficie firme (tierras emergidas) era Ki, pronunciado Chi o Shi (Chi-na). A E.A se le concedió el título de En·Ki, es decir "Señor de la Tierra". Ki literalmente significa "la agrietada, la partida". Con los milenios Ki devino en Gi y Ge. Así pasó del sumerio al acadio y al hebreo. De éste al griego (Gaia) y al Latín (Gea). Al llamar Ki al planeta, los sumerios invocaban el relato cosmogónico de la "batalla celestial" acaeida hace 3.900 millones de años cuando dos cuerpos celestes, Tiamat y Nibiru, colisionaron tras haber éste invadido la órbita del primero. En realidad chocó uno de los 4 satélites/luna, el "viento norte" de Nibiru con la mencionada Tiamat, la prototierra. Dicha colisión fue en realidad un coito planetario, una fecundación en toda regla. ¿De qué otro modo si no se transmite la vida?...todo lo que hoy puebla nuestro planeta procede de semillas de vida procedentes de Ni.bi.ru...
La hasta entonces plenamente acuosa (totalmente cubierta de agua) Tiamat inició su gestación de vida (no en vano el agua/líquido amniótico es propio de la naturaleza femenina), aunque tuvo que pagar un precio: una parte de ella, fruto del encontronazo, salió despedida en forma de arco de hielo y rocas, convirtiendose en lo que hoy conocemos como el cinturón de asteroides. La parte mayor, la 'hendida' (cuenca pacífica actual) se convertiría en la Tierra y por efecto carambola sería desplazada de su órbita hasta adquirir una nueva, entre Marte y Venus. NIbiru quedó, desde entonces, atrapado en nuestro sistema solar, dibujando una órbita elíptica (algo no inhabitual viendo la vuelta de Plutón) de 3600 años (!)...
Hace 450 mil años seres procedentes de aquel mismo planeta 'invasor' aterrizaron en la Tierra, concretamente en el Gofo Pérsico, cerca de la desembocadura de los rios Tigris y Eufrates. La colonizaron y modificaron genéticamente al homínido más evolucionado que allí hallaron, en Africa, y le otorgaron el par de cromosomas necesarios para modificar su anarquía natural, para que pudieran pensar, para que pudieran recibir órdenes y trabajar extrayendo oro de las minas suadfricanas...oro que poder pulverizar y reenviar con lanzaderas vía Luna y Marte desde una plataforma de despegue situada en Baalbeck (hoy Siria) y desde allí a Nibiru, aprovechando su hipogeo orbital. La meta: esparcirlo en las altas capas de su feneciente atmósfera para contener así la pérdida de calor interno de un planeta 'enfermo' como consecuencia de los efectos del exceso de testosterona: las guerras y la marginación del hemisferio derecho cerebral. De ahí la importancia ancestral del oro para el hombre. Moctezuma honró a Hernán Cortés al confundirlo con Quetzalcoatl, aquél 'Dios' rubio, barbado y la cruz de Malta en sus naves (quien prometió regresar) sirviéndole gustoso el oro que los dioses habían buscado...Para cuando llegaron los españoles, casi todo el oro había salido de la Tierra. Quedaron las migajas en comparación. En cierto modo se puede afirmar que el planeta sufrió un desfalco en toda regla, un robo de recursos naturales que está próximo a ser resarcido. Esta es la base de la venidera edad dorada.

Aquellos Nefilim fueron, pues, quienes crearon al ser que hoy etiquetamos como Homo Sapiens, es decir, nosotros, a "su imagen y semejanza". Tras un riguroso estudio de las inscripciones cuneiformes asirio-babilónicas, en 1876 George Smith publicó «The Caldean Genesis» (El Génesis Caldeo), una obra en la que el asiriólogo inglés sacaba a la luz una incómoda verdad: los textos hebreos que conforman lo que conocemos cimo la Sagrada Biblia, y en especial los que hacen referencia al Génesis, son una copia casi idéntica de la epopeya de la creación babilónica «Enuma Elish», así como de muchos otros «mitos» presentes en tablillas de arcilla sumerias de más de 6.000 años de antigüedad…El libro del Génesis no deja lugar a dudas «hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza» (Gen. 1-26), un texto que no es sino reproducción de los registros cuneiformes hallados en la actual Irak y que antedatan a la biblia por lo menos en 2500 años; ellos lo llamaron Lulu Amelu (el trabajador mezclado). Mejor dicho, aceleraron la evolución del Australopithecus (Afarensis, aunque hay dudas al respecto de este matiz), la conocida mona "Lucy". Fue a propuesta de En·Ki (E.a/Neptuno romano, el Poseidón griego y el dios Ptah egipcio) ante un motín de los propios Nefilim que trabajaban en esas obras de extracción, hartos de excavar en las profundidades de la Tierra. Pero fue el hijo pequeño de E.a quien lo llevó a cabo: Ningishziddah (Toth y Serapis en Egipto, Hermes, Mercurio y Quetzalcoatl en Mexico) junto con la inestimable ayuda de la hermanastra de En·Ki: Ninmah (Ninhur.sag, Hathor), la enfermera jefe del grupo, también llamada -registran las tablillas- Mami (de ahí el apelativo 'mamá' para las madres en este planeta.
Y esto no es un invento, está escrito. Y está siendo filtrado finalmente desde hace 25 años al mundo en libros y publicaciones en internet. Todo el caos mental que estamos presenciando ahora en el mundo es fruto de la confusión porque aquellos astronautas prometieron a sus lacayos (sacerdotes, reyes, etc.) regresar para darles nuevas instrucciones...y no lo han hecho. ¿Por qué?
Nuestro destino como especie es madurar, llegar a la edad adulta y dejar de depender de otros hermanos mayores para tomar decisiones. Es como si hubiéramos estado en cuarentena, en esta apartada orilla de la galaxia, a la espera de abandonar la niñez, y la cuarentena hubiera sido dada por concluida. ¿te recorre un cosquilleo por la columna al asimilar esto? Ya somos dos.

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