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martes, 9 de abril de 2013

El Mago


María canalizada por Pamela Kribbe
2013 – www.jeshua.net
Traducción del inglés por Sandra Gusella

Queridos amigos,
Os saludo a todos en este claro y brillante día en el corazón del invierno. Soy María, llegando a vosotros desde un reino de cristal claro, aquél que es realmente vuestro hogar. Sentid la luz a vuestro alrededor, la luz que toca la Tierra desde mi reino, una luz que sin embargo también emana directamente desde vuestros corazones.

Hoy estamos reunidos aquí con una intención hermosa, a saber para permitir que vuestra alma brille en la Tierra. Todos vosotros estáis unidos en torno a este propósito, y eso os hace hermosos y puros. Observad a través de nuestros ojos, observaos desde cierta distancia: sois valientes ángeles bajo una forma humana de carne y hueso. Sentid nuestro amor y aprecio por el camino que atravesáis. Un camino que a veces puede parecer muy solitario y oscuro. Sin embargo vuestra luz es innegable – ¡es tan brillantemente visible para nosotros! Sentid su resplandor en vuestro corazón, envolvéos con ella. Permitid que vuestra luz fluya al unísono con la luz de nuestro lado, y bañad con ella desde vuestra corona hasta vuestros pies. Hay energía sanadora disponible para todos vosotros en este mismo momento, en cualquier forma que la necesiten. Recibidla porque sois hermosos y puros en vuestra intención.

Muchos de vosotros os sentís llamados a acomodar a otros en su camino vital, y se os hace difícil recibir. Muchos de vosotros lleváis fácilmente vuestra luz hacia los demás, y entráis en acción siempre que hay dolor o sufrimiento, pero cuando se trata de daros a vosotros mismos, a menudo os volvéis suspicaces y reacios. ¿Por qué? ¿Por qué os negáis tanto? 

Tenéis miedo de recibir, y ese miedo os empequeñece. Se os ha enseñado a estar al servicio de otros y a ser sumisos ante las necesidades de los demás, enseñanzas éstas arraigadas desde una vieja tradición de normas y autoridades, tanto seculares como religiosas.
Ese tiempo ahora está terminado. Habéis venido aquí, en este siglo, para defender vuestro propio corazón, vuestra propia verdad, vuestra propia luz. No más escuchar lo que los demás prescriben para vosotros. Estáis aquí y ahora para ser un faro de luz desde el cual los demás puedan entibiar sus polaridades y extremismos. El mundo está lleno de miedos y de mandamientos basados en esos miedos; normas y valores que no os sirven. Vosotros habéis venido aquí para reclamar maestría sobre vuestra propia vida y para romper con el pasado. Estáis aquí para ser un llameante ángel de luz, ¡a través de vuestra propia inspiración! 
Tomaos un momento para sentir el poder fluyendo a través de vosotros, pulsando como un corazón cósmico. ¡Esto es lo que vosotros sois! Permitid a vuestra propia grandeza mostrarse y atreveos a poneros de pie y a dejaros ver.

Habéis alcanzado el final de un largo camino de muchas vidas. Las emociones y los profundos sentimientos con los que ahora estáis luchando no son exclusivamente de esta vida. Habéis estado esparciendo vuestra luz durante muchas encarnaciones; tratando de anclarla aquí en una realidad que se ha vuelto muy oscura y densa. Todos vosotros sois valientes y audaces. Habéis perseverado. De otro modo no estarías aquí ahora, en este tiempo. Reconoced vuestra propia fuerza y dignidad como el guerrero espiritual que sois. ¡Estad orgullosos, alegres de quienes sois y de lo que habéis logrado!

Descender a la Tierra siempre requirió dejar atrás una parte de vuestra luz más elevada y de vuestro conocimiento para sumergiros inevitablemente en la ignorancia causada por una cierta amnesia, y desde ahí, poco a poco, parte por parte, nuevamente redescubrir vuestra luz. Ése es el verdadero trabajo de luz que habéis venido a hacer; zambulliros en la ignorancia para, nuevamente, redescubrir vuestro verdadero ser. Eso es algo extraordinario que nosotros no podemos replicar desde el Cielo. Irradiamos luz, amor, paz y confianza, porque estamos en el reino de la unidad, que nos permite hacerlo así. Pero vosotros estáis inmersos en una realidad densa, donde se requiere tesón, esfuerzo y fortaleza para reconocer vuestra propia luz y sentir la verdad cuando se manifiesta en el interior. Debido a esto, sois muy valientes y audaces. Y así se os considera.

En este tiempo, un gran proceso de transformación se está desplegando en la Tierra y todos vosotros jugáis un papel en estos acontecimientos. Todas las personas en la Tierra juegan un rol, pero vosotros [todos a los que estas palabras os toquen el corazón. N. del T.] estáis entre aquellos que cumplen un rol pionero.
Ya sentís la realidad nueva y más armoniosa que desea revelarse en la Tierra; una que conocéis desde nuestro lado y que durante mucho tiempo habeis querido traer a la Tierra. Por lo tanto no sois jóvenes e inexpertos en cuanto comenzáis a cumplir vuestro rol pionero. Traéis mucho con vosotros en la forma de sabiduría interior, carisma y compasión en vuestro corazón. Y aun así dudáis a la hora de cumplir vuestro rol, a la hora de poneros de pie y asumir el liderazgo que os pertenece en esta época.
¿Por qué dudáis? ¿De dónde emerge ese miedo e incertidumbre que sentís? Está ahí parcialmente debido a experiencias personales de rechazo, y en parte debido a la presencia masiva de miedo en la Tierra, un miedo colectivo. La humanidad en un sentido está perdida, y deambula por no saber a qué atenerse. ¡Realmente, el mundo se está volviendo loco! Pero ahora, en esta época cuando hay crisis en muchas áreas – economía, política, medio ambiente – precisamente en estos tiempos hay una necesidad de nuevas voces y de una nueva energía.

Vosotros sois muy modestos, a menudo escondiéndoos detrás de vuestras propias dudas y temores, pero es a vosotros a quienes el mundo está esperando – a vosotros y a personas como vosotros. ¿Podéis creerlo? ¡Desterrad esa falsa modestia! Vinisteis aquí a la Tierra con una intención pura y hermosa - ¡creed en vuestra fuerza! Sentidla fluir a través de vuestro cuerpo. 

Muchas veces os habéis sentido rechazados en la Tierra porque vinisteis a traer algo para lo que el tiempo no parecía maduro. Sin embargo hay brotes creciendo que han germinado de las pequeñas semillas que sembrásteis durante vuestras muchas vidas pasadas. Habéis  ayudado a hacer posible este momento de transformación.
Lo que os concierne ahora, personalmente, es encontrar un equilibrio entre vuestro ser personal y vuestra tarea como un trabajador de la luz, ésa que vosotros quieréis transmitir al mundo. Si hay un mandato que deberíis obedecer, es éste: ¡cuidaos!¡Poneos en primer lugar! Envolveos con ternura y compasión, del mismo modo que hacéis con lo demás. Sois el canal, ¡el instrumento a través del cual una nueva conciencia quiere manifestarse! ¿Cómo puede este canal funcionar adecuadamente si no lo tomáis seriamente y no lo nutrís? ¿Qué es lo que ahora más os necesita? Dejad que vuestra parte más espontánea hable. Sentid al niño dentro de vosotros gritar. Poseéis algo que es lo que más queréis – permitidle manifestarse.
Tal vez sea paz y espacio para vosotros mismos. Tal vez se trate de soltar todos aquellos pensamientos de autocrítica que os “arrojáis” sobre vosotros mismos. Tal vez queráis discutir con alguien vuestras emociones no resueltas y expresarles vuestros sentimientos. Dejad que el niño dentro de vosotros os diga qué es lo que más necesita de vosotros, lo que podéis hacer por él. Creed en lo que ese niño os dice, porque es la parte más honestamente espontánea de vosotros mismos.
Ser bueno con vosotros mismos implica especialmente que os toméis en serio vuestros propios sentimientos, y no dejarse guiar por los “debe” y “debería” del exterior, sino por la voz interior, el anhelo que habla a través de vuestro corazón y de vuestro vientre. Ésa es vuestra verdad, y ése es el camino que os llevará exactamente a donde queréis estar. Tomaos en serio vuestros sentimientos y veréis que la realidad material os responde a eso.

En muchos de vosotros habita un miedo a la escasez, a la falta de dinero. Miedo a alcanzar la abundancia material en caso de elegir lo que realmente queréis en esta vida. Vosotros dudáis de si verdaderamente hay un lugar para vosotros en este mundo. Y esta duda se traduce en un miedo a carecer de recursos financieros. Pero el núcleo de esta ansiedad no tiene que ver con el dinero, sino que da vueltas alrededor de la cuestión de si realmente podéis ser quienes sois. ¿Podéis creer que tenéis la libertad y los medios para hacer lo que realmente os inspira? ¿Confíais en los susurros de vuestra alma? Lo que os retiene y encadena no es el mundo externo sino vuestras propias reservas respecto al merecimiento de verdaderamente abrazaros y recibir lo que sea que necesitéis para florecer y encontrar alegría.
Mirad dentro de vosotros. Imaginad que estáis sentados en un bello lugar en la naturaleza. Ha llegado la primavera, la vegetación está brotando y el sol brilla sobre vuestra piel. Os sentáis en un claro del bosque y de repente aparece un mago que viene hacia vosotros. Llega a donde estáis, y de su manga hace aparecer monedas de oro que él, sonriendo, os arroja. “Cuántas quieres, dilo”, dice él. Observad vuestra respuesta. ¿Cuál es vuestra primer reacción a ese ofrecimiento? ¿Podéis recibirlo? ¿Podéis decirle exactamente qué es lo que necesitáis? ¿O sentís que algo lo bloquea en vuestro corazón? Preguntad “¿Se me permite tener esto? ¿Puedo pedir tanto? ¿Necesitáis pensarlo y tenéis dudas? Simplemente registrad vuestra primer reacción.
Luego tomad una de las monedas de oro y sostenedla en vuestra mano. Sentid su energía. Ved o sentid qué es lo que hay dentro de esa moneda. En esa moneda de oro hay una promesa de abundancia en la Tierra, ya sea un hermoso hogar en el cual vivir, un lugar de trabajo agradable, o suficiente dinero para gastos de manutención. Realmente se trata de la libertad de explorar y descubrir y crear, del sentimiento de estar seguro y a salvo – todo lo que asociáis con la abundancia terrenal. Experimentad la cálida energía dorada en esa moneda y ved si podéis sentir su flujo a través de vuestros brazos hacia vuestro corazón – vean si podéis recibirla. Preguntadle al mago: “¿Cómo puedo aprender a recibir mejor? Más sencillo y travieso, si cabe...preguntadle: “¿Puedes enseñarme este truco?” Permitid que el mago os muestre con una palabra o con un gesto cómo la clave para la abundancia terrenal yace dentro de vosotros.
La clave para la abundancia yace dentro de todos vosotros. En esta fase de vuestras vidas ha llegado el tiempo para una manifestación más fuerte de vuestro ser superior, de vuestra alma. Asegurásteis esta intención para vosotros mismos cuando comenzásteis esta vida hace mucho tiempo, e incluso antes de eso. Habéis llevado esta intención con vosotros durante un largo ciclo de vidas. Confiad pues que hay un camino preparado para vosotros con cualquier clase de apoyo y de ayuda para que lo mantengáis. Al escuchar constantemente lo que realmente deseáis, y lo que os nutre por dentro, os mantenéis en curso y el camino os encuentra. No tenéis que esforzaros por lo de más aquí o luchar por lo de más allá, el camino sencillamente os encontrará.

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