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viernes, 13 de julio de 2012

Que se jodan (II)



A estas alturas, esta intervención – desafortunada para muchos– de la diputada del Partido Popular, Andrea Fabra seguramente ha corrido como un reguero de pólvora.
Independientemente de que se haya producido una rectificación que aclare que el destinatario a quien iba dirigido tal improperio era a la bancada del partido socialista y no la comunidad de ciudadanos desocupados, convendremos en que todos hemos proferido en alguna ocasión algún exabrupto del que nos hemos avergonzado. Probablemente no lo hayamos hecho a micrófono abierto, on the record...pero no por ello la desconsideración ha sido menor. Que tire la primera piedra quien esté libre de culpa, no es cierto?. Quien conserve un ápice de corazón –y consecuentemente un resquicio de capacidad para sentir– convendrá en que la mejor decisión, visto el panorama, es bajar los brazos que, sin darnos a penas cuenta, hemos mantenido fuertemente armados y alzados en actitud defensiva durante toda nuestra vida. Por mucho que el vaso de la indignación esté ya rebosando el límite de lo tolerable, mejor no lanzar esa pedrada que tanto lamentaríamos.
Todos damos gracias porque alguien alguna vez nos disuadiese de lanzar algún objeto incendiario cuyas consecuencias, cual efecto boomerang, hubiésemos tenido que lamentar.
Personalmente no dejo de dar gracias por ese golpe de volante que, milagrosamente hace unos años, evitó que atropellase a una persona que cruzaba la calzada. Tenía por entonces 24 años y había discutido con la que entonces era mi novia. Estaba fuera de mis casillas. Pero claramente sentí una presencia angelical que me advirtió en décimas de segundo de la inminencia de una catástrofe.
La ira y la cólera, que el desubicado e incontenido exabrupto de la diputada puedan desencadenar en ti, y que sin duda delata el contaminado estado de la consciencia de quien lo profiere –y de quien calladamente se adhiere a él– están siendo alimentadas por las mismas instancias de poder global que te quieren ya en la calle, enfrentándote a las fuerzas del orden público que controlan. Ni el mismísimo autor del ya famoso 'indignez-vous' hubiera imaginado un esperpento tan útil para su causa.

Con todo, esta insignificante (en el contexto mundial) 'salida de tono', como tantas otras quizá menos mediáticas, es verdaderamente sintomática, y muy de agradecer, para cualquiera que esté presenciando sin apegos este derrumbe de las estructuras del teatro de la vida, pues revela el signo de los tiempos, el fin de la represión, pues destapa lo que se hallaba contenido en la mente inconsciente colectiva, no solamente de todo el estamento social dirigente, sino de todos y cada uno de nosotros en la medida que precisamos una cura de desintoxicación mental.
La clase gobernante y financiera ha despreciado a todo aquel que no alcanzaba los estándares de productividad y eficiencia al que las clases 'emprendedoras' se han abocado. Y es que el desprecio y la indiferencia ante el sufrimiento de seres humanos considerados como inferiores, tiene unas raíces muy profundas que se anclan en la desconexión con los propios sentimientos.


Tu papel en este momento, tu responsabildad para contigo mismo, reside en tu voluntad de conectar y restablecer ahora tu propia paz interna, ese eterno tesoro que te viste obligado a esconder para salvaguardarlo de este mundo sinsentido, de este mundo sin amor. Tomar las riendas de tu Consciencia y desautorizar a todas tus personalidades, esas facetas/máscaras de tu propio ego que han socavado tu autonomía. Ha llegado el momento de perdonar. Y de disculparse. La humanidad no puede permitirse el lujo de esperar más.
Y para perdonar es imprescindle recuperar la capacidad de sentir. Es la hora de invocar la paz global.
Esto es muy serio. Son tiempos muy delicados para la Humanidad. Un conflicto mundial está a la vuelta de la esquina, y tu puedes cooperar para restituir el equilibrio en este escenario delirante. El advenimiento de la armonía ya no puede esperar más. Tanta demencia no solo es insostenible sino que está presenciando el advenimiento de su fecha de caducidad. Es el wagneriano Ocaso de los Dioses, derrumbándose frente a tus ojos. Ahora más que nunca, cuando salgas a la calle saluda a quien te encuentres, da los buenos días, sonríe a quien te mire a los ojos...Detente en un paso de cebra si vas al volante de un vehículo, hay mil pequeñas cosas cuya resolución está en tu mano. Toma la decisión consciente de contagiar tu entorno de paz y el mundo verá, en mayor medida de lo que imaginas, atenuado el nivel de miedo ( y consecuentemente de violencia) que lo embarga hoy más que nunca. Como el efecto que provoca batir de alas de una mariposa en las antípodas, tu papel es más crucial de lo nunca imaginaste...

La suma de tu paz y la mia es una fuerza poderosa destinada a devolver el equilibrio global que una vez existió. Un mundo dirigido desde el corazón es posible. Un mundo donde la mente colectiva se libere de la tiranía del miedo ancestral al abandono, a la soledad y de la culpa germinal del pecado original. No estamos solos en este gran universo que nos rodea. Nunca lo hemos estado, por mucho que así lo hayamos creído. Ojos compasivos te han acompañado desde que diste tus primeros pasos.

La película Titanic tiene multitud de escenas que no tienen desperdicio a nivel psicológico y de las que quizá un día haga una exposición. Entre todas ellas, me viene ahora a la mente, y a colación de lo que estoy diciendo, una de las escenas iniciales: Jack Dawson (Leonardo di Caprio) y su compañero italiano de andanzas están tratando de conseguir, en una última y favorecedora mano de cartas, dos pasajes a Nueva York a bordo del flamante buque de la naviera White Star. Sus adversarios son dos suecos. Quedan diez minutos para que el transatlántico zarpe y uno de ellos, Sven (así creo recordar que se llama) decide apostar, seguramente en un ultimo intento por recuperar el dinero perdido en manos anteriores, los pasajes que ambos habían adquirido. Finalmente el famoso protagonista de la película 'se lleva el gato al agua' y estalla en entusiasmo, momento en que el más callado de sus contrincantes se levanta, enfurecido e indignado y amenaza con darle un puñetazo...pero, tras unos breves instantes de profunda reflexión (toma de consciencia) decide dirigir su ira contra quien verdaderamente considera el culpable de la irreversible situación, su propio compañero. Los anglosajones denominan a estos instantes en que la consciencia asume el mando, 'aha moments'.
Tarde o temprano Andrea Fabra, incluso después de haberse visto obligada a disculparse públicamente, se verá expuesta a uno de esos 'aha moments' en el que su 'que se jodan' tomará otro rumbo y se dirigirá inevitablemente hacia todo su entorno (familiar y profesional/ideológico) al que vomitará toda la basura mental y emocional que se vio obligada a asumir -reprimiendo su verdadera y amorosa esencia- para poder tener un lugar y ser aceptada en dicho entorno cuando llegó a este mundo. Y ese instante será detonado cuando la caza de brujas que su involuntario exabrupto está a punto de ocasionar la ponga contra las cuerdas, igual que le sucedió a Arantxa Sanchez Vicario al ser acorralada por la Hacienda Pública y acabar publicando un libro que deja muy a las claras el origen de su desgracia. Pero no solo a ella le sucederá. Le está pasando cada día a cientos de miles de personas...

Todos atravesamos, tarde o temprano, una catárquica (y muy necesaria) 'oscura noche del alma'. Unos ya están saliendo de ese necesario túnel de lavado mental al que se entregaron en su momento de modo totalmente consciente, y otros se están viendo abocados a la global expiación que se está operando. Una expiación necesaria para la salvación, la verdadera libertad que a pesar de creernos vivir en un mundo libre, todos continuamos buscando ya desde los albores de los tiempos. La verdadera libertad que nos exculpe de todas las culpas y resentimientos cargados precisa de la sanadora catarsis que estamos presenciando. Al sistema patriarcal (todas las jerarquías de pastores) le aterra la idea de perder su influencia sobre las masas en el concierto mundial, de presenciar la libertad (toma de consciencia) de aquellos a quienes considera sus corderos. Todos buscamos una redención que nos libere y exonere de toda culpa. Los tiranos y los esclavos. Maestros y sirvientes. En verdad agota a partes iguales ser esclavo que ser tirano.
Vamos yendo de regreso a casa, deshaciéndonos por el camino de lo prescindible. Soltando lastre. Le duele al ego desprenderse de los apegos creados. Todo está yendo como tu mismo lo has previsto desde otra dimensión (perspectiva) diferente.
Pero para soltar el lastre hay que mirarlo a la cara. Sentir es lo que sana. ¿Quieres reir? Ríe, con toda tu energía, sin cortapisas. Ahora bien..¿Quieres llorar? Llora, sin ambages, sin censura, sin miedo a la vergüenza, sin importarte el qué dirán. Llora para poder reir. Hazlo con toda la intensidad de que seas capaz. Al 100 por 100. Vive y sé feliz. Vive y deja vivir.
La anestesia como recurso permanente es un salvoconducto para el sufrimiento, un billete seguro para retomar la cíclica rueda de acción-reacción.
Mi padre siempre me decía, "Todo pasará. La historia pone a cada cual en el lugar que merece. Hasta que eso llegue, pórtate con los demás del mismo modo que quiseras que hicieran contigo."
Indignarse por culpa de los corruptos de este mundo te obliga a invertir un tiempo precioso enfadándote. A parte de que el único perjudicado por el mal humor es uno mismo, ese tiempo se podría invertir haciendo feliz a dos personas: a ti mismo y a la/s persona/s que presencia/n tu indignación. Por eso creé la red de favores HOYxTI: Para ofrecer un cauce válido de expresión a quien quiera invertir en amor y no tenga a nadie en quien hacerlo.
Te parecerá una locura, pero si lo piensas bien, estar de mal humor es una decisión voluntaria.  A todos nos gusta ver una sonrisa en quienquiera que nos encontramos y nos salude. Si el mundo fuese un remanso de paz no sería un mérito sonreir.

Tu decides tu destino. Siempre lo has hecho. Tu decisión es soberana.
Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias.








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