Han pasado escasas 48 horas desde que la conferencia concluyese y deseo manifestar, mientras aún mantengo vivo el calor que el impacto de la misma me ha producido, lo que a continuación he redactado.
Muchas han sido las impresiones que el discurso de NH (Nassim Haramein) ha tenido sobre mi, y que de forma indeleble se han adherido a mi consciencia. Estoy tratando de mantenerlo vívido en mi memoria para que la impresión permanezca imborrable y fresca. Varios han sido los momentos álgidos y altamente emotivos a lo largo de 8 horas de intenso "bombardeo" (si se me permite descontextualizar el término) de información que inmediatamente he catalogado como de vital importancia para todos. Una de las 'primicias' hacía referencia al desarrollo, por parte del equipo de Nassim Haramein (The Resonance Project) de dispositivos capaces de alterar el Ph del agua, posibilitando que una flor cortada sobreviva durante más de un mes (!) en dicha agua con pérdida prácticamente nula de vitalidad. Me recordó a esas historias que circulan sobre las aguas medicinales de Vilcabamba en Ecuador, un pueblo donde la media de edad parece superar los 90 años y a donde está emigrando mucha gente procedente de países desarrollados. Uno de esos momentos especiales y de "alto voltaje" que han salpicado esta exposición (ha habido muchos) y del que se deriva toda su enseñanza ha sido aquél en el que NH soltó aquello de que Todo puede ser dividido hasta el infinito
El caudal de conocimientos con el que me he sentido nutrido, procedente de un ser a todas luces consciente de su papel y de su luz, no me ha dejado, en definitiva, en absoluto indiferente. Al igual que tantos otros que están efectivamente pudiendo transferir a la humanidad su sabiduría, NH se ha plantado en España para sacudir nuestras conciencias con la intención de que despertemos del letargo inducido en el que todos hemos estado sumidos. Una sagrada tarea, ésta de abanderar el llamado despertar a este nuevo y esta vez sin duda definitivo renacimiento de la especie humana a la comunión con la nueva longitud de onda, la nueva vibración que va a bendecir todo lo que existe.
, de forma repetida y persuasiva, ha invocado a nuestras conciencias, sujetándonos metafóricamente por las solapas, para rogarnos encarecidamente que pongamos en práctica y sin excusa la enseñanza que se desprende de la información ofrecida y de la que hemos verdaderamente disfrutado.
Y digo disfrutado porque es evidente que NH a parte de su sólido y avalado expediente curricular, es un excelente entertainer (no confundir con Showman) áltamente capacitado para hilvanar un discurso de la manera más amena posible. Conseguir que un mensaje del "voltaje", densidad y diversidad abarcativa del que hemos tenido la suerte de presenciar, percuta incansablemente en nuestras neuronas hasta conseguir horadarlas anclándose en cualquiera de nuestros protones no es tarea fácil. Decía Oscar Wilde que "si quieres comunicar algo serio y solemne a un grupo de personas, debes hacerlas reir. De lo contrario te matarán."
Todos hemos agradecido el tono calculadamente distendido y en ciertos momentos hasta jocoso con el que NH ha teñido su discurso. Ha sido una inolvidable prueba de cómo el humor hace las veces de innegable pegamento para que un postulado como éste se haga digerible para la mayor cantidad de escuchantes.
Mi intención es hacer incapié en lo que considero es el meollo de la cuestión: Tras haber demostrado aritméticamente que la densidad del universo es la misma que la de cualquiera de nuestros protones, induciendo de ello la justificación científica para la máxima "todos somos uno", hubo un momento en el que, inclinándose vehementemente hacia adelante, tratando de clavar la mirada en todos y cada uno de los asistentes (y a fe que conmigo lo consiguió) NH nos confirió a título individual el atributo de la omnipotencia. Sí, sí, que todos tenemos el poder, que nadie nunca nos lo arrebató (en todo caso lo hemos delegado voluntariamente, como hacemos cada día que nos creemos los titulares de los medios de comunicación de masas). De ese atributo se desprende que no solo tenemos la capacidad y el poder para generar la realidad que nos rodea –alimentando con ello al vacío autoorganizador– sino que dicho espacio nos va a devolver, en virtud de las leyes de Sincronicidad y Causa-Efecto, el fruto de la aportación de todas la demás realidades.
En pocas palabras, que tenemos incorporada la misma materia prima creadora del Universo y que nuestra capacidad creativa es ilimitada. Dicho lo cual, sentí que la pelota estaba, desde ese mismo instante, en mi tejado y en el de cada uno de los individuos que despierten al "modo operativo" de su consciencia, tras mucho tiempo en stand by. Dicho de otro modo: ostentar el poder que se deriva de haber accedido a suficiente información "privilegiada" como para variar el rumbo de la propia consciencia lleva implícita una consecuencia innegable: La Responsabilidad.
Todos los que estábamos ayer en el centro de convenciones AXA de Barcelona lo hicimos por propia voluntad, y eso ya es encomiable. Eso habla de seres que "buscan". Eso ya merece una medallita (yo ya me la he puesto). Algo verdaderamente digno de celebrar (hoy día se celebran tantos eventos que podrían francamente desaparecer del calendario en virtud de la oculta intención que los anima. Cada uno puede poner su cruz donde desee. No los echaríamos en falta, verdad?…). Pero por el amor que nos une, no nos detengamos allí. "We MUST come together", repitió NH. Debemos unirnos. Se me puso literalmente la piel de gallina…¿a ti no?
DEBEMOS UNIRNOS ¿QUÉ SIGNIFICA?
Cada cual regresó, tarde o temprano, esa noche a su hogar, sin duda con una sensación de renacido entusiasmo por la vida. Personalmente estuve dándole vueltas a lo que para mi es la quintaesencia de un conmovedor mensaje: Todos somos responsables. ¿responsables de qué? ¿Acaso se trata de otra carga más para el sufrido esclavo del sistema?…No, me dije, ése es justamente el mensaje proveniente del ego. Si quieres profundizar en la sutil diferencia de conceptos entre culpa y responsabilidad, haz click aquí) Si todos somos uno y cada uno de nuestros pensamientos cristaliza en actos que, al igual que el batir de las alas de una mariposa en África, va a tener repercusión en las antípodas por obra del efecto de concatenación de eventos, entonces se deduce que despertar genuinamente a la consciencia y actuar en despierta consecuencia sucede simultáneamente.
Y no obstante la responsabilidad entendida como la aceptación de un compromiso…uff algo a lo que la testosterona que nos impregna desde el hemisferio izquierdo tanto a la mayoría de los hombres como a demasiadas mujeres, no va a poner todo su interés en aceptar, me dije. Demasiado énfasis en el YIN en este mundo, como afirmaba NH, como para atrevernos a ser el cambio que deseamos. Y, sin embargo la esperanza es lo último que hay que perder.
No estábamos el sábado frente a un acto electoral de un político solicitando el voto para la causa que abandera, sino ante alguien que ha dedicado 25 años de su vida, en práctica ausencia de recursos financieros, a estudiar y elaborar unos fundamentos que finalmente han fructificado en un plan. Un plan para llevar a término la teoría que brillantemente expuso anteayer.
A riesgo de que, dicho así, en frío y fuera del contexto de la presentación, suene ridículo, quiero remarcar algo que, a pesar del calor del momento, no sé si fue efectivamente incorporado en toda su magnitud y medida por la mayoría de los asistentes: Queda poco tiempo. Estamos prácticamente "fuera de crono" en lo que concierne al plazo que la ascensión planetaria se ha otorgado. La cadena de acontecimientos mundiales lo demuestra en el orden global, y cada cual tiene suficientes pruebas fehacientes en su entorno más cercano, de que la realidad de la diaria y cotidiana rutina está viéndose alterada dramáticamente. Nos hallamos ante una disyuntiva, un punto de inflexión, un cruce de caminos que reclama que nos posicionemos, un cambio de planteamientos ante convencionalismos caducos, un abandono de rigidez ante estructuras mentales jamás antes revisadas o cuestionadas y que, indefectiblemente, gobernaban nuestro hemisferio izquierdo cerebral y regían nuestro particular devenir diario (que cada cual pase revista a su cajón de sastre). Y lo hacían desde unos mandatos que operaban incuestionada y automáticamente desde las regiones ignotas de nuestra mente subconsciente.
En el fondo, despertar y ayudar a despertar es básicamente la misión que todos los que hemos venido a este mundo intencionadamente. En lo que concierne al modo, la forma, cada cual descubrirá las herramientas que más encajen con su potencial. Una tarea que puede ser abordada desde múltiples y diferentes ópticas pero con una clara finalidad: hacer sonar el timbre. Y para no caer de nuevo en el sueño de Morfeo que los poderes terrenales pretenden eternizar, una vez que el despertador haya sonado, es imprescindible hacer un ejercicio de profunda introspección, de saneamiento de la memoria, para recordar quienes somos y la tarea que una vez aceptamos realizar cuando nos presentamos voluntarios al rescate de nuestros hermanos, aceptando sumergirnos en la espesa piscina que supone la densa experiencia de vivir como humanos (encarnación). Hay, no obstante, mucho ruido e interferencias en nuestra mente como para que el yo interno y luminoso consiga comunicarnos finalmente, de una vez por todas, aquello que hemos olvidado con el paso de los años. La tarea ahora consiste en despejar del camino toda la basura mental propia incorporada.
Nassim Haramein nos ha ofrecido, a los efectos, una vía acompañada de su demostración totalmente racional y aritméticamente empírica. Más claro el agua…perdón, el vacío. El más escéptico de los escépticos debe cerrar la boca ante el apabullante despliegue de evidencias matemáticas.
NH nos ha obsequiado esta noche con la clave que nos abrirá la puerta del viaje hacia el interior, y lo ha ilustrado euclidianamente. (Ya existe algo en el mercado que imagino es parecido, la denominada terapia de 'fractal healing') Un viaje hacia el YAN, la parte contractiva del doble toro, hacia la pirámide inversa de tetraedros, como ruta para indagar en el subconsciente y desalojar a todos los demonios (miedos, culpas, frustraciones, rabias, energías condensadas tras los traumas pasados en definitiva…) que "okupan" ese hasta ahora ignoto y olvidado para muchos, rincón de nuestra integridad y de cuya presencia debemos extraer una enseñanza. Alcanzar la síntesis de ambas pirámides, el cuboctaedro y su punto de equilibrio entre los 12 vectores que lo sustancian. El 13º miembro de la última cena, es decir, la Consciencia Crística, fruto de la síntesis de los opuestos/antagonistas (noche/día, frio/calor, bien/mal, tarde/pronto, lleno/vacío, siempre/nunca…) escenógrafos de la realidad dualística que manifiesta la realidad en este mundo tridimensional que hemos experimentado y cuyo aprendizaje está siendo dado por concluído.
Nassim Haramein pudo decirlo más alto (sus cuerdas vocales lo hubieran lamentado), pero afortunadamente no más claro. Sin demagogias baratas. Yo aquí no hago sino tratar de sintetizar su mensaje. Él, afortunadamente para todos los que lo presenciamos, nos ha marcado el camino con su potente luz, regalándonos su sabiduría sagrada acumulada con su approach desde la geometría sagrada.
¿QUÉ PUEDO HACER YO?
Cada cual posee una batería de preguntas clave que nos hacemos la práctica mayoría de los que estamos mínimamente despiertos. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hay vida inteligente más allá de la Tierra? ¿Tiene mi vida un propósito? Si así es…¿cuál es? Una pregunta que a buen seguro la mayoría de los asistentes a la conferencia, a estas alturas se están planteando y que le planteé al iniciarse la pausa para almorzar (no tuve la paciencia de esperar a ver si lo decía más tarde).
Ayer por la noche todos nos fuimos a dormir con un recuerdo difícil de eliminar (aunque la desidia y la pereza todo lo pueden…) y 8 horas de información privilegiada no pueden caer en saco roto. Cuál se supone que debe ser mi aportación al equilibrio de los acontecimientos, es una de las preguntas claves.
NH no ha hecho ni una sola vez mención de derribar muros o acabar con sistemas económicos o gobiernos e instituciones corruptos. En ningún momento ha hecho apología de protestas públicas, aunque muchos –demasiados me temo– acaben creyendo que el camino ante la avalancha de acontecimientos caóticos que se están desencadenando minuto a minuto es la rebelión o la insurgencia. El sistema externo está colapsando de puro desgaste, y porque tenía impresa una fecha de caducidad: Aquí y ahora.
Lo que NH y otros que mencionó y que les precedieron, están tratando de decir es que los muros que hay que derribar no se hallan en el exterior, sino en nuestro interior. Lo que está sucediendo en la realidad global, manifestada colectivamente, no va a cambiar per se pues se está manifestando en función de los nutrientes que cada uno, individualmente, hemos inoculado al inconsciente colectivo. Es el destino de la Realidad colectiva manifestarse en virtud del mandato que individualmente hemos transferido al campo morfogénico global que alberga el pensamiento colectivo del que todos, a su vez, nos nutrimos. Por esotérico que aparente ser este razonamiento, es de una solidez indiscutible y apabullante. No luchemos contra los elementos, sino aceptemos las circunstancias que el espejo de la realidad nos está proyectando, los huracanes de los que hablaba NH que hemos generado al batir nuestras alas cual mariposas que inconscientemente desatan una cadena de acontecimientos, y cambiemos cada uno las condiciones internas que obstaculizan el despertar al estado consciente de existencia para que desde ahora, individualmente, empecemos a nutrir al vacío autoorganizador de un alimento (información) exento de personalidades defensivas, los llamados egos, que pueda a su vez retroalimentarnos colectiva e individualmente de forma más digna. Esa es nuestra responsabilidad y no otra. Cada uno es responsable de su aportación. Es importante "tomar conciencia" de que las dunas de un desierto, por ejemplo, poseyendo entidad colectiva propia , solo se desplazan por el desierto en una determinada dirección si los granos de arena que las componen, deciden moverse en conciencia individual, en esa misma dirección de forma consensuada. Si no hay consenso, el movimiento es caótico y existe serio riesgo de escisión para la duna. (Ahora reemplaza 'duna' por especie humana' y asume el vértigo de la metáfora). La condición Schwarzchild de nuestros protones, demostrada maravillosamente por NH, determina que nuestra existencia es desencadenante, en el Universo, de eventos de tan vital importancia como lo son las órbitas planetarias o el colapso de estrellas. Sabernos equipados con una masa tan densa como la de la misma Via Láctea debería empujarnos a meditar acerca de nuestro papel en el orden de las cosas.
Lo queramos o no, por activa o por pasiva, consciente o inconscientemente dejamos una impronta. De nuevo, nuestro batir de alas tiene consecuencias en nuestro entorno. Más nos vale que la huella que dejamos tras nosotros sea grabada conscientemente. Y ahora viene una pregunta…Pero, ¿qué es exactamente 'ser consciente'? se podrá decir alguno/a. Reconozco que no tengo ninguna ecuación que lo plantee y solvente desde un aborde científico, ya sea mecánica o cuánticamente, pero a estas alturas, no debería ser necesario. Estar consciente es el estado de existencia resultante de asumir que tenemos libre albedrío para manifestar la realidad que deseemos y que aquello que nos lo ha concedido es la energía primigenia que, por convención, hemos denominado Dios o sencillamente Amor, aunque otros sencillamente lo denominan La Fuente. Y puesto que Dios anima a todo lo que es, de forma, responsable y consecuente tenemos la responsabilidad de liberar en nuestro interior la forma imitativa de actuar que se desprende de nuestra naturaleza, y que se halla dañada en el alma.
¿Y qué es amar?…hmmm…la madre de todas las preguntas. Parecería merecer una respuesta aparte, pero me voy a atrever a dar una pincelada de mi perspectiva al respecto diciendo que, básicamente y dicho con palabras sencillas, amar consiste en conocer/manifestar la dinámica creativa del universo descrita magistralmente por NH y que ha demostrado gráficamente con la animación del doble toro (dos donuts superpuestos en permanente torsión): dar-recibir/darse. La dinámica sucede simultáneamente y se activa ejercitando indistintamente las partes activas que sostienen la definición: dando o pidiendo. Y se mantiene retroalimentándose por vía de la pasión (recepción). Ello a su vez regenera el dar/pedir, creandose con ello una espiral interminable de sístole y diástole, de ACCIÓN-PASIÓN-ACCIÓN-PASIÓN-ACCIÓN-PASIÓN-ACCIÓN-PASIÓN-ACCIÓN-PASIÓN-ACCIÓN-PASIÓN-…Si esta explicación no te convence, búscala una mejor en tu interior…
Rescatando las palabras de Albert Clayton Goulden (Sedona Intensive):" Debemos purificar ya, sin excusa ni demora, los rincones enfermos del alma". Ese es el camino que despejará el velo personal de cada uno/a que actualmente oculta a la conciencia. Ahora mismo lo que de verdad importa es hacer "revisión interna de daños". Los traumas sufridos y el daño que inconscientemente hemos repecutido. Aceptar que nuestro paso por la vida no ha sido inocuo nos mantendrá maravillosamente ocupados en despertar nuestra consciencia, impidiendo de paso que sigamos salpicando al mundo con nuestras difusas exigencias acompañadas de violencia verbal y física. Que cada cual asuma y se aplique la parte de responsabilidad que le toca. Quien tenga oidos para oir que oiga.
Quien más quien menos tenemos nuestro proyecto o nos adherimos superficial o intensamente al de quien quiera que con el suficiente caudal de evidencias nos presente una opción convincente por la que poder inclinarnos. Muchos tratan de enarbolar una bandera y atraer adeptos con los que compartir nuestras inquietudes. Desgraciadamente, en el proceso –si no desde el mismo principio– surgen a la superficie los egos, las múltiples facetas o personalidades que nos caracterizan en virtud del terreno que pisemos, para acabar de asumir el mando de la nave, relegándonos a un papel secundario, y prendiéndose del timón de cualquier empresa que decidamos acometer, por muy solidaria y encomiable que aparente ser a los ojos de los todavía adormecidos miembros del "rebaño". Y ahí es cuando todo corre el riesgo de empantanarse de dispersarse, de acabar en luchas internas de poderes. El momento en que lo genuino acaba pervirtiéndose. Hace falta mucha entereza y consistencia para no salir herido en el envite. Es por ello que cuando alguien de la talla, la convicción y densidad de evidencias y postulados de Nassim Haramein solicita lisa y llanamente ayuda para recabar fondos para que su investigación en un nuevo dispositivo pueda plasmarse en realidad, no debemos darle la espalda. A riesgo de que "pedir dinero" suene desubicado o poco "resonante" con la sensibilidad coyuntural que al respecto de este peliagudo asunto seguramente tenían la mayoría de los asistentes, considero importante recordar algo sobre lo que no conviene perder la perspectiva: El dinero es energía. Tuve la ocasión de escuchar esto de boca de NH y vino a corroborar mi óptica al respecto. Me pareció perfectamente coherente, de paso, con su discurso. Nada es bueno o malo, sino en función del uso que se hace de dicha energía. Es imperativo que asumamos que lo poco que le pueda quedar al dinero como convención de intercambio en los mercados en los que todos para bien o para mal seguimos participando, debe ser invertido en generar luz. Hasta el último día en que siga existiendo el papel moneda, continuará siendo una energía valiosísima para proveer de recursos a los proyectos desinteresados (sin ánimo de lucro) que tienen como primera meta, el bien de la humanidad. Ningún ser venido de las estrellas va a darle los recursos financieros a Nassim Haramein, por mucho que los necesite. Porque, todos lo sabemos, eso sería alterar el libre desarrollo de una civilización. En definitiva, y rescatando la definición de amor, la tarea de NH es pedir y la nuestra es la de dar ¿queremos formar parte, entre otros compromisos, y viajar en la duna que pretende liderar Nassim Haramein? Creo que esa es la pregunta clave a la que todos debemos responder.
Gracias Nassim, has demostrado ser uno para todos. Seamos ahora todos para uno, contigo.
Lars Quetglas