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viernes, 17 de septiembre de 2010

LA CIENCIA DE LA PAZ

¿Existe un campo de Conciencia de energía mental irradiante que todos compartamos? ¿Está este mencionado campo siendo la causa real del llamado calentamiento global en la Tierra, con efectos similares en todos los planetas de nuestro sistema solar? ¿Está teniendo dicho campo algún efecto en nuestro ADN, incluyendo la capacidad de transmutar una especie en otra? ¿Están estos procesos evolutivos teniendo lugar y sucediéndonos AHORA MISMO de manera acelerada, tal como sucedieran hace cientos de miles de años cuando el Hombre de Neanderthal mutó a Homo Sapiens?

Las vías científicas no oficiales están afirmándolo.


La mayoría de nosotros somos corderos sonámbulos, viviendo una gran ilusión (entendido el término como engaño, no como esperanza).

En las noticias (prensa, TV, revistas especializadas…) dicen…

"…que la luz solar produce cáncer"

"…que la luna es un satélite natural donde no hay nada de interés"

"…que la Tierra es un cuerpo celeste compacto estratificado con un núcleo que alcanza los 6700 grados de temperatura" ( y no han estado allí para constatarlo)

"…que hemos evolucionado, como especie, a través de mutaciones aleatorias (azarosas)"

"…que no hay evidencia científica de vida inteligente fuera de la Tierra."

Pero, ¿qué es lo que nos empuja a creernos tan fácilmente y a la ligera todas esas cosas que nos cuentan en los medios de masas diariamente, sin cuestionarlas en absoluto, simplemente porque lo dice el cuarto poder?

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Posiblemente no pensemos la mayoría, al menos en un nivel consciente, en Dios como entidad o idea. Pero sin duda todos poseemos una reflejo divino ancestral condicionado que nos empuja a buscar seguridad, alimento, confort, calor en invierno, frescor en verano, gratificación sexual, comprensión, aceptación y amor. Cuando esas necesidades (y otras que me dejo en el tintero) están colmadas nos sentimos íntimamente amados por "Dios", y nos sentimos fenomenal. Todo son risas y alegría. PERO… en el momento que esas necesidades dejan de estar satisfechas (como sucede ahora con el colapso financiero mundial) nos desanimamos (algunos incluso se ponen furiosos), nos deprimimos e incluso pensamos en que la vida no tiene sentido.

Una de las cosas que nos proporcionan un mayor grado de seguridad es el sentimiento de pertenencia a un grupo, ser parte de y estar amparados por una mayoría. Estar del lado de los "ganadores", es decir, de los que piensan como la mayoría, nos proporciona una sensación gratificante de seguridad. No desentonar del discurso general nos transmite tranquilidad. Sin duda nuestro instinto animal anclado tribalmente en la manada, constituye todavía una herencia de intenso arraigo. Es la necesidad de mirar arriba en tiempos de dificultad y hallar seguridad, protección y dotes de liderazgo en el "macho alfa" al que todo rebaño que se precie debe respetar.

TENEMOS UN PROBLEMA…

La perspectiva de la realidad que la corriente mediática general nos ha presentado no funciona. En realidad nos está matando lentamente, y lo que es peor, induciéndonos a que nos aniquilemos (moral y hasta físicamente) los unos a los otros. Los recursos aparentan escasear en el mundo y resurge el instinto de atacar a todo el que evidencia "tener" más que yo. Y si, por el contrario, te hallas del lado de los congraciados con la abundancia material y empiezas a sentirte amenazado por alguien que ya no tiene lo suficiente para sobrevivir y que decide mirarte mal e incluso atacarte porque considera injusto y desequilibrado el reparto de la riqueza, entonces no es raro que surjan brotes discriminatorios en razón de raza, cultura-religión o estatus económico. Discriminar por cualquier razón refuerza la idea subyacente de que los menos agraciados, los más desfavorecidos no merecen tu respeto o tu compasión. Incluso que sus muertes en guerras que acabas por considerar justas o inevitables, pueden fácilmente ser catalogadas como "daños colaterales".

IMAGINA…

Imagina por un momento que unos investigadores consiguiesen probar "científicamente" (qué mejor prueba, verdad?…) que el daño que le causamos a otros –sin importar lo malvados o deshumanizados que consideremos a esos otros– nos regresa, en una suerte de efecto-boomerang, afectándonos reflejado en nuestras propias vidas en el momento menos esperado.

Imagina que existiese la prueba científica de que no estamos separados y aislados los unos de los otros. De que a pesar de las diferencias aparentes (religión, raza, cultura…), por el mero hecho de estar vivos en la Tierra, estemos compartiendo no solo el aire que respiramos, sino incluso los pensamientos…

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MAS ALLA DE LAS MENTIRAS


A estas alturas quizá ya hayas imaginado que la óptica de la realidad que ofrecen los medios no es simplemente la exposición de una cadena de acontecimientos aleatorios. Tampoco se trata de un proceso democrático resultante de un pacto colectivo. El nº 1 de los 40 principales, no es el más escuchado/vendido (perdón descargado. Soy de la vieja escuela) pero lo será como consecuencia de ello.

Los desgraciadamente cada vez menos frecuentes debates televisados han sido previamente maquillados/diseñados para asegurar que te lleves la impresión de total frescura cuando en realidad se aseguran de que la información expuesta SIEMPRE alimente nuestra percepción ilusoria y NUNCA atente contra el equilibrio de poder establecido por los que secretamente sostienen los hilos del mundo entre bambalinas.

Lo que el ciudadano medio sabe o cree saber que es correcto y verdadero –porque ellos lo han dicho– puede estar tan alejado de la realidad (normalmente en las antípodas) que se convierte en información completamente inútil.


Hay quien se autodefine como "escéptico" y paradójicamente idolatra el común pensamiento colectivo que todos los demás escépticos asumimos como dictados válidos de los medios ("la economía se reactivará pronto, tal como pasó tras el crack de 1929") porque algún gurú supuestamente versado en la materia (el macho alfa) lo dice en los medios de comunicación de masas.


"Si lo dicen el diario no lo cuestiono porque en la prensa/TV sale lo que dicen los otros, nunca lo que digo yo, pobre de mi que no tengo nada que decir que a nadie pueda interesar…de todos modos nadie me haría caso, hay tanta gente culta en el mundo y yo –ya lo decía mi padre– no soy más que un ignorante, así que mejor escuchar a aquellos que tienen más seguridad en si mismos".


REGLA nº1 para el escéptico: Únicamente asumirá una información como válida y la incorporará a su almacén de verdades incontestables (de las que se convertirá en el mejor apóstol) en el caso de que el informante demuestre vehementemente poseer la certeza inquebrantable de que lo que dice es cierto (tal como decía Papá…). Si es así, el escéptico te adoptará como Macho Alfa y te defenderá más allá de su vida.



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La historia se repite cíclicamente y no queremos enterarnos. El colapso de la economía mundial fue intencionadamente inducido en 1929 tras una década (los alegres años 20) en la que, desde las instituciones financieras se estimuló el consumo desenfrenado y los gobiernos se inhibieron a la hora de poner límites a la salvaje explosión del llamado libre mercado. Al igual que ha pasado ahora, se ofrecían créditos a muy bajo interés y a muy largo plazo. Hay expertos que auguran que esta vez va a ser peor que la depresión de los años 30. Entre otras cosas porque la economía mundial entonces solo se reactivó tras el calculado impulso que supuso la Segunda Guerra Mundial. Solo que entonces las armas eran todavía convencionales. Tras Hiroshima y Nagasaki nada volvió a ser igual. El malo ya no eran Hitler/Mussolini/Hiro Hito, sino Stalin y la órbita soviética/comunista. Guerra fría y ala, a empezar las hostilidades Corea, Camboya, Vietnam, Cuba, hasta que los ojos del mundo se posaron sobre la madre de todos los conflictos: Oriente Medio. Y no olvidemos del papel de policía mundial que se autoatribuyeron desde las más latas esferas, los EEUU (el macho ALFA con mayúsculas), sobretodo desde la pérdida de equilibrio tras la caída del muro de Berlin. Muchos se creyeron que el mundo estaba perdido sin los Marines /Cascos azules. Se inventaron la amenaza terrorista procedente de un nuevo eje del mal (Piong Yang - Bagdad - Teherán) para justificar el allanamiento de las moradas de medio mundo.


Si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar


Que Dios nos pille confesados…


Y, no obstante, sigues teniendo la capacidad (libre albedrío) de creerte la realidad que te pintan o de cuestionarla directamente por muy sólidas que aparenten ser las evidencias que sostengan sus argumentos. Y te aseguro que están doctorados cum laude en técnicas maniupulatorias, por lo que si escoges la segunda alternativa y decides investigar por tu cuenta, te recomiendo que te apretes el cinturón porque vienen curvas…


Buen viaje.




Inspirado de: divinecosmos.com



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