-Creo que soy de esas mujeres que aman demasiado. Me siento atrapada en un círculo vicioso de atracción por hombres que 'me hacen daño'...hombres imposibles de alcanzar. Hombres casados, hombres que mantienen varias relaciones, hombres adictos al sexo, adictos a las mujeres [a la teta que les faltó. n. del A.], alcohólicos o drogadictos, mentirosos compulsivos, misóginos- en cualquier caso inaccesibles emocionalmente, esclavos de sus necesidades insatisfechas; todos estos tipos de hombres conforman el arquetipo de ese 'hombre imposible' que me atrae hasta niveles enfermizos, que me vuelven literalmente loca.
-El único patrón que encaja dentro de todos esos calificativos que atribuyes al 'hombre imposible' es tu Papá. No lo conociste, pero intuyes que todo eso 'casa' con sus personalidades. Por eso lo buscas en otros hombres. Lo busca el terapeuta que se esconde en tu interior. La necesidad de restablecer la cordura en tu mente te impulsa a buscar conflictos familiares para solventarlos. Por eso te atraen los 'chicos malos'. Bajo la compulsión por el contacto sexual con el hombre, reconozcámoslo, subyace la necesidad de ver satisfecha la ternura que no experimentaste con tu padre -o con un hombre que lo reemplazara- en la ventana de tiempo en que los niños y niñas necesitan que el 'patrón' les rescate de las faldas de mamá y les muestren el rango de posibilidades que ofrece el hemisferio cerebral izquierdo...
-¿Qué quieres decir?
-Ya lo dijo Freud. Si no integras tu Edipo/Electra, es decir si no se te permite enamorarte de tu madre o padre cuando ello es legítimo y completamente natural, reprimirás esa pulsión y la trasladarás inevitablemente al tardío escenario de la vida adulta y entonces no solo será desubicado sino que generarás caos, no solo creyendo que prefieres a un individuo de tu mismo sexo como pareja (en realidad porque no soportas a los del otro sexo), sino que llegarás a creer que es legítimo comprar vidas ajenas (maternidad subrogada)
-¿Y esa necesidad de estar con papá cuándo necesita satisfacerse?
-En el segundo septenio (7-14 años) según Rudolf Steiner. hasta entonces, la presencia de mamá es la imprescindible. No es que el padre no sea necesario entonces, lo es como marido-esposo, pareja de tu madre, para darle tranquilidad y que pueda desplegar su maternidad en paz.
Apostaría a que eres de esas mujeres a las que el lesbianismo le da literalmente asco.
-Casi que sí...
-Es lo que se desprende de cualquier mujer que busca compulsivamente la presencia del hombre como si le fuera el alma en ello. Si esa necesidad no fue satisfecha y naciste biológicamente mujer, tienes muchos números para prostituirte (no necesariamente por dinero). Si por el contrario naciste genéticamente hombre y papá se ausentó dramáticamente del nido familiar, hay pocas probabilidades de que no seas gay (pocos curas no lo son). Y si no te muestras abiertamente gay, por lo menos exhudas (reprimes/exhibes) una misoginia que te devora por dentro. De ahí que la jerarquía católica sea esencialmente machista, resistiéndose a ultranza a aceptar a mujeres en su círculo de poder (si un día sucede se parecerá mucho a Angela Merkel si no es que ponen directamente a un transexual), fruto del hastío, del hartazgo (asfixia) por las mujeres que te rodearon en tu tierna infancia.
Todos los humanos buscamos bien a Papá, bien a Mamá, en función del grado de ausencia que experimentamos. Y todas las adicciones confesas e inconfesas son sucedáneos con los que tratamos de satisfacer la carencia de ternura de uno u otro imprescindible para no volvernos locos. El regusto por los lácteos, por ejemplo, delata la necesidad insatisfecha por mamá(r), quien o bien fue sumisa al dictado paternalista o incluso estuvo postrada/enferma o incluso falleció y no fue reemplazada (padre viudo). El cacao/café por el contrario reemplazan al amor ausente de Papá. ¿Sabías que muchos curas -sobretodo en las altas esferas de la jerarquia eclesial- tienen intolerancia a la lactosa y son muy cafeteros y chocolateros?
-¿No tuvieron papá?
-No solo eso, sino que hartos de influencias femeninas se adhirieron al club de los buscadores del Papá cósmico (cristianismo) e incluso vistieron a uno de ellos de blanco (catolicismo), le dieron un báculo y una casulla y lo idolatran como quien venera a un receptor de televisión, en la creencia de que dentro de este receptor se encuentra la señal que únicamente...capta.
Reconocer esto es permitir que los sentimientos heridos afloren, lo cual es la antesala de la sanación. Negarlo es un billete seguro a perpetuar este infierno.
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