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martes, 15 de octubre de 2013

Es verdad pero no es real

–Aquello que convenimos en llamar «La Matrix» no es sino una superposición de estratos perceptuales, como si de las pinceladas de una acuarela se tratara. Dichas capas, superpuestas, componen y configuran lo que llamamos vulgarmente la «Realidad».
Esta realidad no consiste exclusivamente en una percepción colectivamente consensuada "sin pensarlo demasiado" al despertarnos todos cada amanecer. 
Cada capa de la realidad es también una 'marca de la casa', un sello (deleble), la creencia firme y personal –mía y tuya– en la autenticidad de los límites (marcas de la casa) individuales que hemos soportado (y aceptado soportar). Nuestras creencias son así vistas la distintas percepción erróneas de que estos límites son así y que no se pudo hacer nada por sortearlos porque NO HABÍA NADA 'más allá' de ellos. Pero ESTO, aunque fue una "verdad" entonces inevitable, era entonces y es –aquí y ahora– FALSO. Es mentira.

–Pero ¿qué diferencia hay entre verdad y realidad?
–Ayer murió tu abuelo al que estabas muy unido. ¿qué sentiste?
–Tristeza, soledad. Que me había quedado solo, vacío.
–La tristeza y la soledad son verdad. Son emociones legítimas. Pero que estás solo es falso. Y no me refiero a que hay otras personas. Es falso el vacío. Eso es una percepción errónea, un pensamiento, una creencia infundada transmitida de padres a hijos, un...espejismo. TODO ESTÁ LLENO.

Cada uno de nosotros somos un glorioso e inabarcable papel de acuarela, que acumula incontables capas de pigmento adheridas unas sobre otras a lo largo de todas nuestras experiencias vitales (encarnaciones). Cuantas más capas, más turbia –e intensa– es la mezcla, la realidad testimoniada, y más opacado queda consecuentemente el papel.

A base de practicar la dinámica de añadir capas de pigmento al papel hemos olvidado nuestro origen como papel, nuestra naturaleza esencial. Un papel agotado ya de soportar la carga de tanto pigmento confusamente superpuesto. Muchos lo intuimos. Pero la amnesia nos hizo olvidadizos por lo que al ignorar los pasos para revertir la delirante dinámica podemos caer en la tentación de atajar camino aplicando una capa de barniz a la obra o incluso una capa de pintura opaca blanca que tape el escenario desagradable y nos dé una cierta 'sensación de vivir'. 


Todo consiste en aceptar que algo que una vez fluyó, está taponado. Atreverse a destapar los conductos y revertir el proceso aditivo implica levantar las capas que determinan los limites. Hasta desacreditar las capas de pigmento aplicadas en contextos de miedo, para re-descubrir el potencial interno, el del papel como medio de expresión. 

Los términos 'paranormal' sincronicidad, y magia no hacen justicia a la experiencia que se vive una vez los conductos, antes obturados, se han destapado. El poder, la alegría y la autorealización no casan con la palabra "esperanza" porque ya están aquí –y ahora– al alcance y su naturaleza es insondable. Pero exigen compromiso, precisan un estado de 'sana alerta'. Un compromiso con la vida que va más allá de querer tener la razón, de quién la tiene y quién la da o la quita, más allá de solventar problemas de convivencia...

De hecho aquello a lo que convenimos en llamar nuestros 'problemas', nuestros CONFLICTOS, nuestras DIFERENCIAS, en el fondo, aunque SEAN VERDAD en el contexto de la MATRIX tan solo se manifiesten porque nos hemos desacostumbrado a reflexionar en términos de infinitio, nos hemos olvidado de la Eternidad."


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