Fuente: hechosdehoy.com
"Anthony Weiner, atrapado en un humillante caso de envío de fotos obscenas suyas a mujeres a través de Internet, dimitió poniendo fin a semanas de escándalo que ha desencadenado peticiones de renuncia tanto de sus compañeros demócratas como de los republicanos. "Tenía la esperanza de ser capaz de continuar el trabajo para el que me habían elegido los ciudadanos de mi distrito, luchar por la clase media y por los que luchan por llegar a ella", dijo Weiner en un centro para la tercera edad de Brooklyn, el lugar donde anunció por primera vez su intención de presentarse al Ayuntamiento de Nueva York hace 20 años.
"De buenas intenciones están llenos los cementerios." (Refrán popular)
"Desafortunadamente, la distracción que he creado lo ha hecho imposible, por lo que hoy anuncio mi dimisión del Congreso", anuncio Weiner. Quien era una estrella en alza en el Partido Demócrata, y posible candidato para la alcaldía de Nueva York, hizo su anuncio en dramática soledad tras el escándalo que ha dejado destrozada a su mujer.
Weiner es el tercer miembro del Congreso de EEUU en renunciar este año por un escándalo sexual. La dimisión de Weiner supone el final de la carrera política de quien fue el miembro más joven del ayuntamiento de Nueva York, con 27 años, y que ha sido un destacado portavoz en la Cámara de Representantes. Weiner, de 46 años, lleva casado menos de un año con Huma Abedin, de 35 años, una colaboradora de la secretaria de Estado,Hillary Clinton. El ex presidente Bill Clinton ofició su boda el pasado julio.
Presionado por el presidente Barack Obama, Weiner, de 46 años, decidió finalmente renunciar después de haber insistido en quedarse en su puesto, anunciando que se sometería a terapia y se tomaría una "breve licencia" de la Cámara. Irónicamente, para alguien que había utilizado con éxito las redes sociales como Twitter y Facebook para impulsar su carrera política, la caída deWeiner empezó cuando, accidentalmente, publicó a través de la red social de microblogs un primer plano de sus calzoncillos.
El congresista negó durante más de una semana que hubiera enviado esa foto suya a una mujer en Seattle el 28 de mayo, alegando que su cuenta de Twitter había sido pirateada. Pero después admitió que había mentido y que había tenido intercambios sexuales con seis mujeres, algunos tras su boda. Al margen de las cuestiones políticas y morales, analistas indicaron a Hechos de Hoy que Weiner se convirtió en Estados Unidos en la primera víctima de Twitter, en una caída de la que se sacarán consecuencias.
más aquí:
... ...
"El caso de Anthony Weiner me trae a la memoria aquel viejo y conocido adagio, "El Espíritu está dispuesto, pero la carne es débil" [en inglés original “The spirit is willing but the flesh is weak.”. Extraído de la cita del apóstol Mateo (26:41) donde se refiere al riesgo que comporta abandonarse a los sentidos físicos. N. del T ].
En mi opinión la caída en desgracia de Weiner demuestra que nosotros, en tanto que psicólogos tratando de explicar las compulsiones sexuales, necesitamos girar el calcetín de esta expresión para darle una renovada comprensión: "la mente es débil mientras la carne permanezca dispuesta".
A día de hoy, la mayor arte de nosotros está al corriente de este sórdido affair que amenaza una vez más con torpedear la carrera política de una estrella naciente del partido democrata estadounidense. Supuso todo un shock hace dos años constatar que el congresista de Nueva York había sido obligado a retirarse tras haber sido públicamente expuesto, literalmente por enviar fotos de sus partes íntimas a una mujer que nunca llegó a conocer. Muchos pensamos que después del vergonzoso revuelo, él habría aprendido la leccción. Pero por sorprendente que suene, esta misma semana se reveló y publicó en los medios que el sr. weiner continuaba con su exhibicionismo en internet incluso tras su renuncia pública plagada de remordimientos, de disculpas a su esposa y ciudadanos neoyorquinos, y lo que es más importante desde mi perspectiva, su promesa de cambiar su actitud y detener su altamente arriesgado comportamiento. Ahora, tras haber obtenido una vez el perdón público y de su mujer, Weiner se ve ante la disyuntiva de bajarse de la carrera a la alcaldía de Nueva York. Con todo se mantiene firme, sin grietas. Apareció en una conferencia de prensa junto a su mujer y prometió mantenerse en la carrera electoral. Ella admitió que le costó un gran trabajo perdonarle. A tenor de su compulsión, quizá tenga que volver a perdonarle más veces en el futuro...
Hace un año hice un comentario en mi blog respecto a la renuncia de Weiner como congresista, terminando con una frase que resultó ser premonitoria: "Él se ha escapado, pero sus necesidades permanecen." Superficialmente puede parecer un simple pensamiento, pero comprender que quien dirige en el puente de mando son las necesidades inconscientes e insaciables es clave para comprender porqué hombres tan inteligentes pueden hacer cosas tan estúpidas.
No entraré en la cuestión de si debe o no dimitir. En otros paises con baremos de moralidad diferentes este asunto sin duda habría pasado más desapercibido que en nuestro país (EEUU) donde la doble moral alcanza cotas estratosféricas que urgentemente necesitan ser diagnosticadas con honestidad. Mi pregunta es otra: "¿qué es lo que hace que alguien decida correr tales riesgos, poniendo en juego su matrimonio y su carrera profesional? ¿Qué fuerza es tan poderosa que una figura política con un intelecto tan formidable – y tanto que perder– no puede dominarla, especialmente cuando todo el país está observándole? ¿Por qué no puede atenerse a razones que le hagan desistir de continuar su comportamiento?
En su conferencia de prensa Mr. Weiner admitió que él y su esposa acuden a terapia psicoanalítica con la intención de dilucidar qué es lo que no funciona en su mente. Pero se engaña si cree que alguna vez llegará al fondo de la cuestión respecto de su compulsión sexual por medio de la habitual terapia cognitiva. Si no me creen, pregúntele a Woody Allen.
El Psicoanálisis está destinado a reforzar el intelecto cortical. Ambos tienen un historial de desencuentro palmario. Esa parte del cerebro –y de la Psyche– permanece intocable por completo respecto de los profundos impulsos que conducen al Sr. Weiner hacia su escenificaciones sexuales en serie. Durante años ha tratado, estoy seguro, de averiguar. Cuanto má lo intenta más distante y desconectado queda respecto de la fuerza en la que radican esos impulsos incomprensibles e incontrolables por el intelecto. ¿Cómo lo diría...?Veamos, sí: "Las fuerzas a las que está combatiendo no reconocen al intelecto como contrincante."
Igual que un arquitecto ante una seria grieta en la fachada dirigirá a su equipo de ingenieros hacia los cimientos del edificio, también un terapeuta que se precie debe dirigirse a otro lugar diferente al tejado (intelecto) del edificio de la Psique, sino al sótano de la misma, allí donde esos impulsos habitan, si es que quiere tener éxito resolviendo patologías obsesivas. Cualquier otra terapia que ignore dos tercios del cerebro está condenada a fracasar.
Sigue aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si lo deseas puedes compartir algún comentario...