Bienvenidos al Nuevo Mundo, amados y amadas. Lo hemos conseguido! Para todos. Hemos mantenido encendida la suficiente luz y amor, intención y alineamiento y lo hemos conseguido. Hemos usado nuestra capacidad de amar y nuestros más profundos deseos para convertirnos en humanos re-evolucionarios. Hemos alcanzado el estadio evolutivo desde el que se accede a la comprensión de lo que significa ser ángeles en forma humana. Ser chispas de divinidad experimentando la existencia como humanos.
Hemos visionado cientos de videos, leido decenas de libros, asistido a numerosos talleres, seminarios, clases, cursos mostrando la determinación de ponernos al servicio de nuestro verdadero y principal cerebro: el corazón. ¿Y ahora qué?
Juntos y con todo el apoyo que se nos presentó y que aceptamos, conseguimos apartar los velos de la ilusoria ignorancia, derritiendo así arcaicos patrones humanos, liberándonos de campos de fuerza atenazantes que nos mantenían como rehenes, para lograr así vencer el miedo a descartar al dios de nuestros ancestros y aceptar al Dios que se nos ha revelado sin intermediarios, a creer en nosotros como sus embajadores, en un mundo de probabilidades infinitas, toda vez que nuestros cuerpos de luz, libres de las armaduras ya oxidadas que habíamos heredado de nuestros ancestros, han quedado fortalecidos, realizados todos los alineamientos galácticos que pudimos, renacidos como Ave Fénix de nuestras cenizas, lo hicimos. El puente se ha tendido. Hemos dado literalmente a luz a un Nuevo Mundo y al milagroso y nuevo Humano Divino que lo va a poblar en el nuevo ciclo de milenios que se acaba de iniciar.
De ahora en adelante vamos a dar los pasos gentilmente, conscientemente, sabiamente, compasivamente, ofreciendo el debido respeto al modo en que deseamos que nuestra vida se despliegue y al modo en que los demás desean vivir sus vidas.
Quizá observes que, a tu alrededor, los demás continúan durmiendo. Camina entonces de puntillas, respetando su respetable sueño y descubre en ello la perfección de sus propios ritmos, igual como perfectos sabes que fueron los tuyos.
Cuando les llegue el momento de abrir sus ojos, el fulgor de tu brillo será suficiente para ayudarles a despertar sin necesidad que 'hagas' nada.
...
· Despertar no es un acontecimiento espectacular, aunque llenará de magia tu vida.
· Despertar no derribará los obstáculos en el mundo externo, pero te concederá una incrementada sagacidad para descubrir el brillo allá donde otros no ven sino mezquindad y corrupción.
· Despertar no borrará tu pasado de un plumazo. Ese no es su propósito. Pero al mirar atrás lograrás observar tu historia desde otra perspectiva, como la de alguien muy querido que maduró a base vivir muchas y variadas experiencias. Con todo sentirás que ese 'alguien' ya no eres tú, pues tu nueva perspectiva te ha hecho cambiar.
· Despertar no hará más conscientes a tus prój(x)imos, pero sin duda que ellos se verán más esplendorosos ante tus renovados ojos, pues tu mirada estará limpia de juicios gratuitos y vanos.
· Despertar no te librará de sentir el dolor que ocasionan los ignorantes juicios de valor ajenos (y sus consecuentes actitudes). Al haber cicatrizado las pasadas heridas abiertas (sentimientos) que el desamor del presente disparaba con extrema facilidad y que gobernaban tiránicamente tus actitudes, dejarás de sufrir.
· Despertar probablemente no te hará rico por arte de magia y sin embargo te sentirás inmensamente agraciado al haber recuperado un tesoro que creías ya perdido: tu consciencia.
· Despertar no te hará más popular. Es probable incluso que descubras que aquellos que se llamaban tus amigos te dejen de lado, pero nadie que vibre en tu nueva frecuencia se sentirá solo o abandonado en tu compañía.
· Despertar no embellecerá tu aspecto físico ante los ojos de los demás, pero sin duda te verás perfecto ante tu propia mirada, abandonando la distorsionante y enjuiciante óptica que tenías respecto de ti mismo.
· Despertar no te dará más dominio sobre las circunstancias externas, y sin embargo redescubrirás un hasta ahora ignorado universo de poder sobre tu capacidad de tomar decisiones. Verás que tu mera actitud generará cambios en el mundo desplegado ante ti.
· Despertar puede que no disuelva los barrotes de las prisiones actuales, pero te dará la libertad de volar alto por encima de tu miedo a ser aprisionado.
· Despertar no te quitará responsabilidad, muy por el contrario, enriquecerá tu consciencia respecto de las consecuencias de tus actitudes y elecciones.
· Despertar no te dará la razón, sino deseos de dársela por igual a todos los que la pidan.
· Despertar tiene poco que ver con enamorarse y tiene todo que ver con el amor.
· Despertar no inundará repentinamente tu vida del amor de los demás que tanto anhelaste; sin embargo descubrirás que el caudal de amor que desde las alturas ha estado alimentando al mundo siempre habitó en ti y que tu eres su responsable co-distribuidor.
· Despertar no cambiará el mundo, te cambiará a ti.
Despertar es recordar el amor que sientes por ti mismo incluído el fardo de tus milenarias experiencias toda vez que ya no constituyen un lastre con el que seguir cargando. Despertar es amar al otro tal como líbremente escogió manifestarse. Despertar es amar la diversidad en el Universo, esta bella vida tan sorprendente y variada en todos sus matices.
Despertar es permitirte disfrutar de la experiencia de ser el maravilloso Ser que ya eres, fuiste y por siempre serás, sabiendo que nunca has estado solo y nunca lo estarás, de que la soledad y el abandono tan solo han sido una amarga pero necesaria experiencia que a la postre ha enriquecido tu capacidad de compasión, esa que te proyecta hacia las infinitas posibilidades que el Universo te ofrece de interactuar en cualquier circunstancia que decidas co-crear.
Tu vida es un acto sagrado pues es la Creación del Espíritu divino que te habita y anima.
Si a pesar de todo sientes que tu vida está dejando de tener el sentido que le habías dado y al que –reconócelo– te habías apegado, si sientes que estás todavía como empezando a despertar de una suerte de ensoñación, de una fantasía a la que tus padres y abuelos llamaron vida, detectando en tus esquemas cotidianos apre(he)ndidos los barrotes de una prisión que nunca antes consideraste existiera, entonces busca toda la ayuda que puedas recabar, toda la asistencia que acuda mágicamente a tu encuentro: lee los libros que encuentres, asiste a las charlas a las que te inviten, medita, contacta con la naturaleza, respira y...espera. Todo ayudará, sin duda, a tu despertar…, pero recuerda que finalmente eres tu y nadie más que tu quien decide consciente y voluntariamente operar la alquimia, pues nada puede precipitar tu despertar salvo tu intención de que suceda. Y aún si crees que no estás 'haciendo' nada, o incluso que estás involucionando, espera tranquilo, pues eso es síntoma evidente de que todo está ya ocurriendo...
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