-Moraleja: Hay que leer más.
-Yo también creí en un tiempo que la mejor, la
única manera para preservar mi mente del atontamiento era leer. Pero
luego vi demasiadas 'lumbreras', demasiadas mentes privilegiadas acabar
mal, demasiados compañeros con expedientes académicos brillantes acabar
con una jeringuilla en el antebrazo, o con un tumor cerebral...En el
mejor de los casos mentes privilegiadas infectados de misantropía.
Pasaron de ser amables y desprendidos a engreídos miembros de foros
profesionales, devoradores de periódicos e índices bursátiles. De hecho
el destino de los intelectuales bienintencionados se ha demostrado que
es o bien el de la marginación y el descrédito (Tesla,...) o bien el del
elitismo, esos a los que Adrien Brody llama aquí "la gente que está en
el poder" y que forman parte de logias masónicas en diferentes grados de
la pirámide illuminati del fascismo cognitivo, estratos de poder desde
el que dirigen como titiriteros, los hilos de la fantasia de este mundo.
-Sigo pensando que leer es muy aconsejable. Si estudias tendrás una vida mejor.
-Eso es lo que tu te crees, privilegiado que no estudiaste lo
suficiente para comprobarlo. ¿Leer qué? ¿Los libros que ellos publican y
comercializan (a precios desorbitantes, por cierto)? Eso en mi pueblo
se llama adoctrinamiento. Cuando demuestras en la escuela que tienes un
cerebro válido, rápidamente aparecen los enviados de los doctos
ofreciéndote beneficios (becas,...) para que estudies más, para que
puedas seguir leyendo más. Y a tus padres se les cae la baba de
'orgullo'...Entre ellos y tus padres te comen el tarro para que tu
aspiración sea leer más. Si perseveras -la mayoría afortunadamente se
quedan por el camino- entonces te ofrecen la guinda del pastel: el
privilegio de pertenecer a la élite. Ser uno de ellos. Pasas un rito
iniciático que te ancla a un juramento de pseudofraternidad del que no
podrás inhibirte y ya está: has accedido al redil de la intelectualidad,
ese supuesto limbo de conocimiento, el luminiscente faro de este mundo,
como predican los masones, pero que en el fondo no es más que una
pirámide inversa, una oscura cueva compartimentada de estratificadas
jerarquías. Su acceso es escalonado. Al entrar te fascinará. Y querrás
prosperar (en el fondo buscarás en el elitismo la aceptación que no
tuviste de tu ausente papá) y cuando hayas bajado -subir, dirán ellos-
unos cuantos peldaños más te darás cuenta del engaño a que fuiste
sometido, pero la puerta de entrada se te habrá cerrado. No hay salida.
-Pero y el machismo, ¿cómo se cura?
-El machismo no se cura leyendo, te lo garantizo. De hecho leer tan
solo distraerá el machismo que aprendiste en casa, viendo como tu padre,
un ávido lector, humillaba intelectualmente a tu madre (o viceversa).
Ellos te alientan a leer para que acumules basura, para que infles tu
herencia intelectual y pierdas de vista lo más genuino y puro que
tienes, tu inocencia. Cuanto más leas más académico te volverás, más
culpables verás, más justicia exigirás...y menos amor serás capaz de
dispensar.
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