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viernes, 15 de julio de 2016

Mesalina y Perséfone


-Qué forma tan graciosa de explicarlo.
-Sé que te vas a reir, pero existe una relación cuántica (magnetismo) entre la proporción de avaricia (miedo a perder) y la propensión a ser robado, estafado o multado. El universo no "juega a los dados". Acumula y perderás.
-¿Quieres decir que una mujer violada atrae sin darse cuenta a su violador?
-Si te digo que sí, sin más, me vas a crucificar. Pero si te digo que las niñas abusadas en su infancia por la violencia masculina generan homofobia (miedo al hombre) quizá te permitas reflexionar...Los abusos causados en la infancia de una niña por un hombre (no necesariamente el padre, de hecho rara vez lo es) atraen situaciones similares...
-¿a qué te refieres?
-No hace falta que te explique que los perros muerden solamente a quienes les tienen miedo y los caballos desmontan fácilmente a los jinetes inexpertos, por poner dos ejemplos. Una niña abusada desarrolla dos arquetipos dicotómicos alternativos:
A. Mesalina: la castradora/controladora/viuda negra (prostituta de lujo/femen-feminazi). O bien,
B. Perséfone: La sumisa/vulnerable/ama de casa resignada con un marido igual de violento/depresivo/iracundo/ausente que Papá (que de puertas afuera era un encanto). Esta puede ser también la «prostituta "barata"», casada con su proxeneta. Esa que presume de su hombre bien macho, caso paradigmático en sociedades centroamericanas, aunque en distintos grados también en la cultura matriarcal (mediterranea)
Ambas asocian hoy a los hombres con el abusador de ayer. La primera los ve a todos como una amenaza y los rechaza. La segunda busca a un chulo, un "macho alfa" (que siempre acabará saliendole rana/chulillo de mierda) porque su niña interna busca un varón protector válido (del que careció de niña= papá). Ambas amparan su distorsionada psique en el recuerdo de un episodio dramático (traumático) que no las deja conciliar el sueño. La primera fue una niña cuya madre faltó (murió o estaba depresiva/sometida a un padre/marido déspota) en etapas en las que ellas no podían valerse por si mismas y quedaron indefensas ante la violencia paterna. La segunda sufrió violencia por desamparo paterno. Papá no estuvo y ella lo reemplaza, de adulta, por sucedáneos de quita y pon, chuloputas de tres al cuarto. Mindundis que la explotan (y ella se deja con tal de tener un marido...un hombre. Lo curioso es que ambas se atraen, ambas responden al arquetipo bicéfalo de la pareja de lesbianas. Tarde o tempreano, si no solventan/sanan su neurosis acaban emparejándose. Se identifican como la major pareja que puedan tener, cuando el ideal de hombre de una (B) se desvanece y es reemplazado por la castradora de hombres/protectora de mujeres desvalidas (A). La desconsolada hija (B) acaba regresando a su madre (A). "Nadie me querrá más que mamá", parece decirse. Fíjate sino que en las parejas de lesbianas este juego de roles es muy acusado.
-¿Y en los gays?
-También, también. La maricona (Don Juan) busca a un papá al que seducir...Detrás de todo hay un por qué...
-Pero ¿qué se arregla sabiendo las causas??
-Te sorprendería cuantas personas violentas, en este caso las mujeres castradoras, se derrumban cuando conocen (incorporan a su conciencia) la verdad acerca de la fuente de su violencia, la que repercuten sobre los "desvalidos" (hijos, maridos pusilánimes, subalternos) para poder así soportar el peso de su drama pasado.
-¿y las personas que siempre han estado sometidas?
-para estas, conocer la verdad que ocultan en su subconsciente es el resorte que los libera de su esclavitud y los catapulta hacia su integración como seres libres.

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