Buscar este blog

jueves, 2 de julio de 2015

Metilación (II)




Hay personas que rechazan relacionarse con cualquier semejante que ofrezca síntomas de deterioro físico. Personas cuya amistad presumes pero que a la hora de la verdad, notificados de que padeces una dolencia, sobretodo alguna para la que la ciencia no tenga una 'cura' firmemente prescrita, huyen de tu presencia como de la peste alegando cualquier excusa (o incluso sin mediar palabra), demostrando con ello que: 1. están peor que tu mism@ y 2. Que el miedo a lo desconocido (en realidad al dolor) es el germen del mismo dolor. ¿Es este miedo totalmente infundado? Esto es lo que trataré de desgranar hoy.

Mi padre falleció hace 20 años de un cáncer de cólon. Yo mismo fui diagnosticado de un cáncer de vejiga hace tres años, que mágicamente se esfumó (sin drogas)...Este es el motivo de este post.

¿Cómo vincularte con un paciente/enfermo/aquejado de cáncer?

Al igual que las personas con actitudes anteriormente mencionadas, existen también otras, igual e íntimamente atemorizadas ante el calado de tu padecimiento, pero que aciertan a confesártelas en un alarde de sinceridad realmente digno de aplauso. Las estadísticas oficiales de mortalidad les abruman igual que a los anteriormente mencionados, pero algo más genuino les enfrenta a la necesidad de confesar su propio miedo... (a morir?)
Si alguien de tu círculo íntimo recibe ese diagnóstico y no eres presa de la cobardía, ante todo conviene que tengas en mente que un enfermo de cáncer es una persona agotada, abatida incluso, alguien que está siendo pasto de una confusión a niveles muy profundos. En realidad arrastra esa confusión desde prácticamente su nacimiento (si no antes). Una confusión no obstante que se ha estado negando reconocer, producto sin duda del mismo estado de confusión (los depresivos, los que hacen de su victimismo su bandera no enferman de cáncer) ocultando esa 'verdad' en el doble fondo de su maleta mental: el inconsciente…Ya sé ahora es cuando dejas de leer porque esa manoseada palabra te bloquea las entendederas. Normal, el inconsciente no se conjuga desde la consciencia, igual que no puedes hacer música explicando las notas musicales. Tampoco conocer el reglamento del tráfico rodado te convierte en un experto conductor…
El cáncer es el epítome de la contradicción entre las ganas de vivir y la impotencia para plasmar ese anhelo de modo práctico. Una impotencia profunda arraigada en la íntima creencia en ella…
Un paciente de cáncer no solo está agotado físicamente; eso es solo la consecuencia visible (somática), unos efectos que se harán más patentes a medida que el desarreglo celular avance. Sobretodo está agotada mentalmente, incluso resignada probablemente a ese agotamiento. Cuando una persona está agotada, hastiada, falta de motivación, esencialmente está enfadada. Lo mires por donde lo mires. Ojo, es muy probable que niegue eso de entrada. Pero si tienes la paciencia suficiente y perseveras en tu voluntad de rescatar a esa alma de su aturdimiento mental (¿aún no estás list@ para esa sagrada misión?), acabarás magnetizando su profunda (y nada contradictoria) voluntad de plasmar su verdadero anhleo: vivir. Si perseveras serás testigo de la solución que guarda en su propia recámara: su necesitada catarsis emocional. Poner en funcionamiento la válvula de escape del inconfeso atasco no implica obligatoriamente ponerse a gritar a los cuatro vientos toda la represión mental acumulada (eso es lo que tu habrás hecho previamente para alcanzar la paz que precisas para atender a tu amigo/familiar). Para cuando los síntomas físicos se hayan manifestado, el cuerpo físico de un enfermo de cáncer no está para esos 'trotes'. ¿Es posible curarse de un cáncer? Por supuesto que sí. ¿es una cuestió de fe? Si te digo que sí, ¿dejarás de leer este artículo? Vayamos al cómo...
Todos necesitamos un hombro en el que apoyarnos cuando 'el agua nos tapa' como dicen los argentinos. Un paciente de cáncer es alguien a quien el agua se le ha desbordado.
-¿Cómo hacer para que las aguas regresen a su cauce?
-Ante todo, como dije, es preciso la fe del 'paciente'.
-¿fe en qué?
-¿Querrás decir en quien?
-Sí, claro
-fe en ti.
-¿cómo?
-Se trata de facilitarle un escenario propicio en el que se atreva a liberar, al ritmo que pueda, el caudal de íntima frustración emocional contenida en su diafragma (plexo solar/3er chackra).
-¿Pero de qué está frustrado alguien que 'tiene' cáncer?
-De entrada no lo sabe (si pudiera decirlo no estaría enfermo). No de entrada, pero en un rincón oscuro de su alma sabe perfectamente cuál es la fuente, el origen de su atormentada y emponzoñante contradicción. En algún lugar/tiempo sabe perfectamente dónde y cuándo su mecanismo autodestructivo fue autorizado a ponerse en funcionamiento. La memoria nunca falla si está en modo activo.
-ya, para eso se estimula la memoria de las personas con Alzheimer con juegos de memoria.
-Esos juegos son distractivos. Son juegos ideados por ignorantes a sueldo del sistema oficial de salud, ignorantes respecto de lo que la memoria límbica y encefálica implica. Un enfermo de cáncer que no se ha sometido a quimioterapia tan sólo necesita un pequeño empujón para recuperar su 'sano juicio': el apoyo de alguien en quien confiar (alguien que "conozca el terreno que pisa"), para volcar la basura mental que se vio obligado a incorporar para hacerse con un hueco en el dominio de lo aceptable…Esta es la sucinta explicación metafísica (si te gusta esa palabra) de la realidad del cáncer. Pero veamos ahora qué dice la nueva ciencia al respecto.

Lars Quetglas
...

LA CAUSA DEL CANCER: DESORDEN EN EL SISTEMA REGULADOR GENETICO.
Los investigadores del Dana-Farber Cancer Institute y los del Broad Institute del MIT y Harvard descubrieron (dic. 2014) que el caos celular presente al desatarse un cáncer [y consecuentemente cualquier enfermedad degenerativa?] obedece a un desorden en el proceso de encendido y apagado de los interruptores genéticos que regulan los mecanismos de reproducción celular. A este proceso natural se lo llama técnicamente Metilación. Estos descubrimientos, publicados online en el "Cancer cell Journal", indican que el caos que embarga a la Metilación es lo que ayuda a los tumores a extenderse. En otras palabras: el origen de la deriva autodestructiva celular está en el errático funcionamiento de los "botones" de encendido y apagado de los genes. Un tumor sería pues un desorden de un proceso natural. Un desorden muy íntimo y profundo. Pero ¿de qué desorden hablamos?

Los investigadores del MIT (Massachussets Institute of Technology) mostraron que los desarreglos en el natural proceso de metilación están directamente relacionados con la efectividad de las terapias anticancerígenas tradicionales, de modo que, por ejemplo, en pacientes aquejados de Leucemia Linfocítica aguda (crónica), LLA/CLL, se halló que la terapia anticancerígena habitual producía remisiones más cortas (retracciones tumorales menos significativas) si el tejido tumoral mostraba signos de elevada desorganización metilatoria. Ese 'desorden' sería pues beneficioso para la actividad tumoral, volviendo los tumores menos vulnerables, es decir, fortaleciéndolos más, frente a las drogas habitualmente recetadas (quimioterapia), convirtiendo a las mismas drogas combativas en disparadores del proceso autodestructivo. Hablando llanamente, que la quimioterapia contribuye exponencialmente al desajuste "metilatorio".

"El comportamiento de una célula 'cancerígena' no solo está dictado por la información genética", afirma Catherine Wu, coautora del estudio y miembro asociado del Dana Farber Institute. "Los genes expresados están activos, es decir, su información es utilizada por la célula que 'les obedece'. Bien pues, uno de los métodos que las células utilizan para regular la expresión de la información genética es asociando unidades químicas llamadas Grupos Metilos (Moléculas pequeñas compuestas por un átomo de carbono y tres átomos de hidrógeno. Los grupos metilos se agregan a las proteínas o los ácidos nucleicos, o se extraen de estos y pueden cambiar la forma en que estos actúan en el cuerpo.) a secciones del ADN en un proceso llamado Metilación. El agrupamiento preciso de los Grupos Metilos ayuda a determinar qué genes obtienen expresión. Sabemos –continua la doctora Wu– que los tumores están compuestos de muchos subgrupos de células, cada una con su propio abanico de mutaciones genéticas, afirmó. En el estudio queríamos comprobar si ese tipo de diversidad genética coincide con la diversidad "epigenética" (del griego epi, en, sobre, por encima de, y -genética) En otras palabras, ¿es el rango de patrones de metilación un reflejo de la variedad genética que hallamos en los tumores?
Para averiguarlo, el equipo de la doctora Wu, se alió con el del dr. Alexander Meissner del Broad Institute, usando una nueva tecnología llamada Secuenciación por Bisulfito, que permite a los investigadores rastrear la presencia o ausencia de Grupos Metilos en determinados peldaños de la escalera del ADN. Asímosmo los investigadores idearon una medida simple llamada PDR (Percent Discordant Reads=Lecturas porcentuales discordantes) para cuantificar el alcance de metilación irregular en una muestra de tejido. Cuanto mayores eran las lecturas porcentuales más variablemente estaban dispuestos los grupos metilos.
Midieron el PDR y la cantidad de diversidad genética en 104 muestras de células afectadas de Leucencia Linfocítica Aguda (CLL) y en 27 muestras de células normales B (el CLL es un cáncer de células B que ayudan a combatir la enfermedad). "pensamos que la estructura epigenética se amoldaría perfectamente sobre la estructura genética", dijo Meissner, "es decir, que el grado de diversidad genética apaarecido en cada muestra de tejido casaría con la variación de marcas de metilación de un modo organizado." Para su sorpresa los patrones de metilación mostraron un tremendo grado de desorden aleatorio. "Sabemos que los tumores individuales se disponen en patrones cuadriculados con grupos genéticamente distintos de células. La secuenciación por bisulfito nos permitió ver que la disposición de los grupos metilos a lo largo de las células tumorales en el ADN también varía sustancialmente entre las células del mismo tumor. De hecho, la metilación desordenada impregna al tumor por completo."

Los resultados revelaron que la diversidad en los tumores individuales aparentemente avanzan por dos caminos independientes y sin embargo entrelazados: uno resultante de una mezcolanza genética de grupos de células, y otro consecuencia de una metilación azarosa. Las irregularidades metílicas, técnicamente conocidas como "desorden metílico local", eran muy evidentes en la Leucemia así como en los otros tipos de cáncer.
Puesto que los grupos metilos controlan la manifestación genética, la metilación desordenada podría creerse la causante de que la actividad genética 'pierda la razón' incluso en un solo tumor. Esto es, de hecho, lo que la investigación descubrió. De cara a sobrevivir un tumor, la alteración disfuncional de los mecanismos de metilación podrían parecer responder a procesos azarosos, pero los investigadores teorizan ya acerca de que los tumores puedan usar el desorden existente en su beneficio.

"Igual que en el caso de heterogeneidad genética en los tumores, un incremento aleatorio en la variación del perfil epigenético podría aumentar la diversidad y proliferación de células 'malignas'" afirmó Dan Landau. "La habilidad de los canceres para mantener altos niveles de diversidad es una estrategia efectiva para asegurarse la cobertura de extensión que 'desean', permitiendoles adaptarse mejor a la quimioterapia, y a la vez perfeccionar el proceso de 'prueba y error' en la búsqueda de trayectorias evolutivas mejores." El también co-autor del estudio Kendall Clement de la Universidad de Harvard y del Instituto Broad, añadió que "esta investigación presenta un argumento irrefutable respecto a las perjudiciales consecuencias de una metilación disfuncional, es decir al incremento y heterogeneidad en la progresión del cáncer." La Dra. Wu resaltó que "el cáncer se extiende gracias a su creatividad a la hora de inventar ideas alocadas a las que agarrarse para sobrevivir. Y sobrevivir es su delirante meta. Las células tumorales no saben que están destruyendo el ecosistema que las acoge. Simplemente hacen lo mejor que pueden para hacer valer su condición. Y la metilación desordenada es una de las maneras que ingenian para adaptarse a su imperiosa necesidad."


Traducción (texto negro): Lars Quetglas (quetglars@gmail.com)

Fuente: http://www.sciencedaily.com/releases/2014/12/141208145512.htm

Artículo del Dr. Arthur janov respecto de los desarreglos en la Metilación y sus consecuencias:
http://cigognenews.blogspot.com.es/2015/06/on-breakdown-of-our-adaptive-capacity.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo deseas puedes compartir algún comentario...