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miércoles, 5 de abril de 2017
Aproximación al lesbianismo (I)
-¿Tú lo entiendes?
-Te iba a decir que vivas y dejes vivir, que al final todos los caminos conducen a Roma, pero ya que lo preguntas, te diré que para mi está claro: la mujer en la pareja lesbiana se siente magnetizada por la masculinidad (hemisferio izquierdo/energía Yan) -de igual modo que la mujer de tendencia hetero (la que puede amar a los seres dotados de atributos físicos masculinos)-, pero idealiza ese energía anhelada porque no pudo ver eso en papá, un calzonazos (homme mou, en francés), un hombre de masculinidad dudosa dominado/expulsado del nido por una mujer castradora. Al principio puede que esta mujer busque hombres dominantes, pero la frustracion ante la falta de ternura en ellos la hace acabar encontrando en otra mujer lo que creía que encontraría en un marido (pero como papá no estuvo, ese arquetipo se idealiza hasta el extremo de buscarlo/encontrarlo en...una mujer).
Su contraparte/partenaire, la marimacho (mujer masculinizada) reúne todos los ingredientes que necesitan las lesbianas femeninas: es una mujer (conoce la ternura) pero también es "el hombre" (incluso físicamente lo parece), transmite seguridad-protección; lamentablemente hay un lado oscuro: la necesidad de control/celos, propia de las personas izquierdo-cerebrales/Yan. Las marimachos huyen ya lo sabemos sentimentalmente de los hombres, pero no los rechazan en el ámbito laboral: saben competir perfectamente con ellos, incluso enfrentarlos) porque ellas mismas se sienten muy machos ya que aprendieron a serlo porque no les quedó alternativa: a falta de patrón femenino (la ternura) mamá postrada/depresiva/enferma (o incluso muerta/padre viudo), en casa solo flotaba testosterona (un padre tradicional (militar). Su psiquis busca lo que buscaría un macho alfa, una mente femenina a quien defender. Quizá se emparejen al principio con hombres blandos pero si la frustración les sobrepasa (ellos dan muestra de rebrotes de masculinidad/energía Yan) acaban reemplazándolos por mujeres directamente. Ambas salen de Guatemala y acaban en Guatepeor. Lo mismo para los hombres pero al revés. El lesbianismno y la homosexualidad está latente en todos los humanos en mayor o menor medida y una vez manifestado abiertamente es la prueba patente de la sensibilidad herida de sus miembros. Otra forma, como los lapsus, los chistes o los sueños, que tiene el inconsciente de contar tristezas y hasta dolores insostenibles en la infancia. Si no fuera por la tristeza que implica y porque el hablarlo no sirve de nada, sería tema para escribir libros...
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arquetipos,
lesbianismo,
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martes, 19 de enero de 2016
Qué es el machismo
-¿Qué es el 'machismo'? ¿Dónde están sus raíces? Quiero decir, ¿qué
provoca que un hombre no tenga reparos en entender que su condición
genética masculina le convierte en alguien superior, privilegiado?
-Tenemos dos hemisferios cerebrales. Por lo general uno de ellos está más 'entrenado' que el otro. Hay, por ejemplo, seres humanos con un hemisferio cerebral derecho atrofiado (=poco mielinado). Porcentual e históricamente eso les ha venido sucediendo a los humanos genéticamente varones (aunque esa tendencia se va corrigiendo. Prueba de ello son las Esperanzas Aguirres, Margareths Thatchers, Angelas Merkels, Hillarys Clintons o Cristines Lagardes, para que nos entendamos. Están para romper la norma y solicitar su cátedra en el patriarcado. ¿Por qué el machismo? Todo niño varón que escoja la violencia (verbal o incluso física) para hacer prevalecer su condición dominante (no solo sobre las mujeres; lo harán sobre cualquier ser de otras especies, animal o vegetal) contiene información en su ADN muy antigua, memoria ancestral (vidas pasadas) arraigada en tradiciones/experiencias (epigenética) en cuyo contexto la mujer ejercía un rol sumiso. Así era y se aceptaba. Los musulmanes varones en la actualidad podrían ser calificados de machistas por las mujeres occidentales 'progresistas'. Pero es que estas mujeres también considerarán ofensiva (o opor lo menos trasnochada) la galantería de sus abuelos. Así es como se deshacen los nudos. El vínculo reclama que la dependencia se rompa para poder ser sanado (ver 'Brave', de Pixar). Y sin embargo una mujer magrebí, por ejemplo, no se considerará una víctima. Para ella lo normal es caminar un paso por detrás de su marido y nunca ha deseado ni imaginado ponerse un bikini en una playa de Marbella o Hawaii. No entra en su cabeza. Por no hablar de que un hombre machista fue un niño criado –¿hace falta recordarlo?– entre mujeres. Mujeres que se lo consentían todo, en un núcleo familiar donde la figura paterna equilibrante brilló por su ausencia (y si hacía acto de presencia era de modo violento).
-¿y una mujer machista de qué entorno procede?
-Fue hermana del futuro varón machista.
-Y una mujer feminista?
-La mujer feminista es aquella que con formas varoniles defiende a las mujeres desamparadas. Su actitud está arraigada en una infancia donde la madre estuvo ausente, habitualmente porque estaba tan emancipada que era la quye traía el pan a casa. Una mujer feminista idolatra a su padre, que fue el progenitor sensible y considerado.
La frontera entre un machista y un gay es muy fina, por no decir que ambas cosas son lo mismo. Lo mismo que entre una marimacho y una feminista. No en vano los homosexuales rechazan (y hasta aborrecen) la presencia femenina. Igual que las marimachos se sienten incómodas en presencias de los macho-men. No porque odien esa idiosincrasia, sino porque los 'machistas' se la usurpan a las marimachos. Una mujer muy femenina es una amenaza para un gay (que la verá como un peligroso rival). Éste, hastiado de presencia femenina en la infancia, aún está buscando al papá ausente. hablemos claro. Si los gays tienen amigas siempre son guapas y bien plantadas.
¿Por qué?
-Porque son el perfecto anzuelo para los hombres guapos, los donjuanes que ellos andan a la pesca (el papá que nunca tuvieron). Los enredos de la Psiquis humana son insondables. Obviamente no todos los machistas son gays pero se podría decir que están en el umbral. Se casan y forman familias, pero perpetúan la dominación sobre su pareja (que 'casualmente' tiene un carácter sumiso) y tratan de imponer el 'yo mando y ordeno' entre su prole, aunque siempre acaban teniendo un vástago díscolo que les enfrenta con su neurosis.
-Tenemos dos hemisferios cerebrales. Por lo general uno de ellos está más 'entrenado' que el otro. Hay, por ejemplo, seres humanos con un hemisferio cerebral derecho atrofiado (=poco mielinado). Porcentual e históricamente eso les ha venido sucediendo a los humanos genéticamente varones (aunque esa tendencia se va corrigiendo. Prueba de ello son las Esperanzas Aguirres, Margareths Thatchers, Angelas Merkels, Hillarys Clintons o Cristines Lagardes, para que nos entendamos. Están para romper la norma y solicitar su cátedra en el patriarcado. ¿Por qué el machismo? Todo niño varón que escoja la violencia (verbal o incluso física) para hacer prevalecer su condición dominante (no solo sobre las mujeres; lo harán sobre cualquier ser de otras especies, animal o vegetal) contiene información en su ADN muy antigua, memoria ancestral (vidas pasadas) arraigada en tradiciones/experiencias (epigenética) en cuyo contexto la mujer ejercía un rol sumiso. Así era y se aceptaba. Los musulmanes varones en la actualidad podrían ser calificados de machistas por las mujeres occidentales 'progresistas'. Pero es que estas mujeres también considerarán ofensiva (o opor lo menos trasnochada) la galantería de sus abuelos. Así es como se deshacen los nudos. El vínculo reclama que la dependencia se rompa para poder ser sanado (ver 'Brave', de Pixar). Y sin embargo una mujer magrebí, por ejemplo, no se considerará una víctima. Para ella lo normal es caminar un paso por detrás de su marido y nunca ha deseado ni imaginado ponerse un bikini en una playa de Marbella o Hawaii. No entra en su cabeza. Por no hablar de que un hombre machista fue un niño criado –¿hace falta recordarlo?– entre mujeres. Mujeres que se lo consentían todo, en un núcleo familiar donde la figura paterna equilibrante brilló por su ausencia (y si hacía acto de presencia era de modo violento).
-¿y una mujer machista de qué entorno procede?
-Fue hermana del futuro varón machista.
-Y una mujer feminista?
-La mujer feminista es aquella que con formas varoniles defiende a las mujeres desamparadas. Su actitud está arraigada en una infancia donde la madre estuvo ausente, habitualmente porque estaba tan emancipada que era la quye traía el pan a casa. Una mujer feminista idolatra a su padre, que fue el progenitor sensible y considerado.
La frontera entre un machista y un gay es muy fina, por no decir que ambas cosas son lo mismo. Lo mismo que entre una marimacho y una feminista. No en vano los homosexuales rechazan (y hasta aborrecen) la presencia femenina. Igual que las marimachos se sienten incómodas en presencias de los macho-men. No porque odien esa idiosincrasia, sino porque los 'machistas' se la usurpan a las marimachos. Una mujer muy femenina es una amenaza para un gay (que la verá como un peligroso rival). Éste, hastiado de presencia femenina en la infancia, aún está buscando al papá ausente. hablemos claro. Si los gays tienen amigas siempre son guapas y bien plantadas.
¿Por qué?
-Porque son el perfecto anzuelo para los hombres guapos, los donjuanes que ellos andan a la pesca (el papá que nunca tuvieron). Los enredos de la Psiquis humana son insondables. Obviamente no todos los machistas son gays pero se podría decir que están en el umbral. Se casan y forman familias, pero perpetúan la dominación sobre su pareja (que 'casualmente' tiene un carácter sumiso) y tratan de imponer el 'yo mando y ordeno' entre su prole, aunque siempre acaban teniendo un vástago díscolo que les enfrenta con su neurosis.
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lunes, 5 de agosto de 2013
Todo por la patria?
Hijos de Uta
"La Primera Guerra Mundial se llevó la vida de millones de soldados y mutiló la vida sexual de muchos que al volver a casa no podían procrear, bien por incapacidad física o por arrastrar traumas psicológicos. Ante tal crisis demográfica un joven fue destinado a compensar la situación. La doctora británica Helena Wright, pionera en manipulación de la libertad sexual, propuso en 1919 una secreta y controvertida solución: recurrir a los servicios de un hombre que ayudara a muchas de estas mujeres a ser madres sin la necesidad de establecer lazos emocionales con un compañero. El candidato "debía ser alto, guapo (con buena dentadura), inteligente, educado, saludable y viril", según informa el portal ‘The Daily Mail’. La elección recayó sobre un joven de 20 años llamado Derek, al que la doctora conoció a través de la esposa de éste, la enfermera Suzanne. Las mujeres que requerían de dichos "servicios" se ponían en contacto con la Dra.Wright, y ella les fijaba una cita con Derek a través de un telegrama a cambio de 10 libras y la promesa de guardar el secreto."
(Extracto de Rusia Today). Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/102071-joven-500-hijos-primera-guerra-mundial
... ...
Si esta noticia es cierta –y entonces hubo sin duda, por resonancia, muchos más Derecks en toda Europa (me acuerdo ahora de la teoría del centésimo mono)–, nos hallamos ante el secreto motivo donde se arraiga, en gran medida, el incremento sintomático de la homosexualidad en Europa (solamente?) a partir de la Segunda revolución industrial del s.XIX. Una huella indeleble se grabó a fuego en toda una generación de descendientes del candidato escogido para repoblar Gran Bretaña. Para sintetizar los dividiré en dos ramas, los hijos (varones) y las hija (mujeres). Lo que voy a hacer es aventurar una teoría que estoy todavía esbozando. Toma de ella lo que te interese...y no me juzgues si la consideras poco verosímil o incluso descabellada.
A. JOHN, así lo 'bautizo' para no perdernos en el mar de arquetipos que se derivarán. Pertenece a esa raza de hombres criados en un entorno de padre ausente quienes, conscientemente feminizados (a la par que hastiados) ante la inevitable sobreprotección ejercida por parte de su omnipresente madre (para el caso Uta), controladora y fagocitadora, –y quizá también por el resto de féminas del entorno de Uta (estadísticamente está comprobado que la gran mayoría de mujeres que voluntariamente deciden ser madres solteras están rodeadas, protegidas controladas, por un grupo de mujeres de confianza: hermanas, tías, madres...)– se vieron empujados, en la denodada búsqueda de la anhelada figura protectora arquetípica del progenitor masculino ausente, a magnetizar/atraer/seducir y dejarse seducir a/por otros individuos que psíquicamente colmasen el vacío nunca ocupado por el padre biológico (Dereck). En lo psicológico, la condición esencial que para John debía reunir su "padre ideal" era la rigidez pragmática, el autoritarismo, pues tal es la condición que debe revestir al príncipe (hombre o mujer tanto da) que rescate y libere a John del inevitablemente asfixiante abrazo materno sobreprotector...Aunque Uta escogió 'conscientemente' su maternidad en soltería, no pudo soslayar la consecuencia de condenarse y 'forzarse' a hacer de padre y madre a la vez.
La condición de las futuras/futuros parejas cuya compañía John tanto anhela , se revelará enmascarada tras un seductor y autoafirmante donjuanismo, el que revestirá exteriormente a toda persona que anhele aquello que John ha experimentado en exceso y que por tanto bien conoce, la emotividad. Todo Don Juan esconde a una personalidad (mujer u hombre tanto da) abandonada por la madre, alguien que no ha tenido oportunidad de experimentar la dedicación desinteresada, el 'calor' materno y estuvo condenado/a a un entorno saturado de testosterona. Tal es la naturaleza del narcisista Dereck –quien aceptara, muy a gusto sin duda, participar del experimento de la Dra. Wright (¿quizá participó secretamente ella misma de su propio experimento?)– y el de los futuros amantes de John. Sucede, no obstante que los extremos, ya sabemos, se tocan...los excesos y los defectos revelan una huida de un trauma afectivo.
La Psiké disfuncional (feminizada) de John reclama pues la presencia de una figura masculina definitivamente presencial (en contraposición a la fantasmagórica ausencia de su progenitor) que le "arranque" de las faldas de su "agobiante" entorno femenino, el de su mamá-pulpo ("nadie-te-querrá-como-mamá-recuérdalo"). La futura pareja de John, SEA CUAL SEA el sexo físico del que esté revestida su persona, presentará sin duda, y de inicio, las deseadas credenciales en el momento del primer flirteo, aunque atesorará secretamente condiciones ocultas que a la larga incidirán, como veremos, en la herida psicológica ya abierta en el niño huérfano. Por retorcido que parezca todo esto (y lo es) refleja la pura realidad tras la confusión mental en las relaciones humanas. La ausencia de un padre equilibrado en el núcleo familiar 'obliga' (repito, inconscientemente) inequívoca y consecuentemente a John a buscar denodadamente ver realizada su FILIACIÓN NO EXPERIMENTADA, a realizarse como hijo construyéndose una figura paterna experimental a imagen y semejanza de un ideal imaginario. La ansiedad por hallar al papá nunca vivido, le conducirá a "fabricarse un padre" a medida, a idealizar la masculinidad que, latente en su interior, el mismo John ignora en si mismo, un seductor ocultamente misántropo (Odia al hombre), un 'macho alfa', un 'hombre-como-dios-manda' (aunque en el fondo sea un soberano maricón). Y lo hará del mismo incansable y frenético modo en que perseguiría el mismo Dr. Frankenstein a su criatura imposible.
Resumiendo: John = madre controladora/absorbente + padre ausente.
La filiación paterna no vivida por John será, consecuentemente completada bien por una de estas dos alternativas:
A2. Nora. Existe una posibilidad de que John, en virtud de su cuadro de necesidades, acepte a una mujer en su vida como compañera. Pero para ello esa mujer debe reunir ciertas cualidades (las mismas, de hecho, que Peter) que para sintetizar se pueden condensar en una esencial: que esa mujer 'sea un hombre'. Una mujer castradora, procedente consecuentemente de un núcleo familiar desestructurado en el que el padre ha sido violento psíquica y/o físicamente (quizá también abusador sexual, aunque de haberse dado, dichos abusos no necesariamente deben proceder del padre) a la par que carente de ternura.
Nora huye como de la peste de su padre y de todo hombre que le recuerde a él, fruto de la Psicosis misándrica que padece como consecuencia de un abuso traumático insoportable. Hija, al igual que Peter, de madre abstenida (fallecida, físicamente postrada o mentalmente recluida) y padre resentido y violento (y abusador?) Nora buscará completar, de entrada, su filiación insatisfecha buscando inconscientemente la presencia de una madre tierna y dulce, a la que proteger (escenificando el rescate/protección de su propia madre) con las armas (ímpetu masculino) heredadas forzosamente codificadas en el duro sello paterno recibido.
Sucede, como en todos los casos, que buscando el equilibrio sanador en el exterior (no estando equilibrados nosotros mismos) acabamos encontrando a personajes que se hallan en nuestras antípodas experienciales (ergo igualmente desequilibrados). Tal es el caso de John, en quien Nora verá a esa madre desvalida que tuvo y a quien proteger. Si John no ha salido por entonces todavía del armario, aceptará a Nora como "marido", para amarla y respetarla hasta que su salida del armario los separe. Será entonces cuando Nora, despechada, buscará consuelo en el verdadero amor de su vida, Mary. Pero eso solo sucederá cuando Mary quede desencantada de todos los Stevens/Donjuanes que hayan pasado por su alcoba/vida y le queden fuerzas para seguir necesitando encontrar a su padre (Dereck)
Nora fue una niña extraordinariamente sensible que en su huida del abominable patrón paterno que su padre (Gordon) le transfirió, y en su particular búsqueda de un grial patriarcal armonioso, acaba topando con alguno de los hijos varones de Dereck, 'hombres' como John, que se halla aparentemente en las antípodas del carácter del padre del que Nora huía, pero finalmente mucho más cerca, en la realidad, del verdadero (aunque oculto-inconsciente) patrón psicológico que representa Gordon, de lo que Nora nunca imaginó...Por supuesto también Gordon es hijo de padre desconocido. Lo conocido nos persigue por mucho que huyamos de ello. (Cuento sufí: Samarkanda/visir).
Nora conocerá así a John y hallará en él "a la esposa-madre" (pues ella se considera el marido) absentista que rescatar y paradójicamente también 'castigar' (humillar) por su ausencia, alguien lo suficientemente sumiso (y a fe que John lo es) como para pagar los 'platos rotos' (rotos en el hogar paterno de Nora) sin rechistar. John, a su vez y como no podría ser de otro modo, magnetizará a Nora, pues está destinado a atraer aquello de lo que precisamente huye, su propia madre (Uta), el único patrón 'paterno' que verdaderamente conoce. Uta (suegra) y Nora (nuera) responden así íntimamente al mismo arquetipo de Viuda negra. De hecho, Nora escoge a John con las mismas ocultas intenciones que Uta: utilizará secretamente a John para satisfacer su deseo de ser madre, pero nunca le concederá sus favores sexuales abiertamente (eso si no lo abandona y se lleva los hijos con ella). Las consecuencias de este cuadro familiar en la descendencia de John y Nora son fáciles de deducir. La historia de la filmografía, en este contexto, ofrece personajes fácilmente identificables, con conflictos de identidad como por ejemplo el padre de James Dean en Rebelde sin causa, quien es el calco de nuestro John. La madre es Nora/Uta). Lo que básicamente concordaría a Nora y a John a la hora de emparejarse es la compatibilidad de las necesidades de ambos. John necesita al padre que Nora encarna. Nora necesita a la madre que John representa. Impresiona, verdad? La verdad os hará libres...(Resumiendo: Nora=padre violento+madre abstenida*)
B. Mary. La consecuencia de no haber tenido un padre deja a las descarriadas hijas de Dereck en una no menos desesperanzadora situación. En su búsqueda por completar su filiación insatisfecha, Mary, que atravesó por el mismo calvario que su hermano John, y no teniendo siquiera un patrón agresivo (no menos traumático) paterno del que huir para siquiera imitar la deriva de Nora, sino el de una absorbente madre hiperprotectora (Gothel, la madre de Rapunzel en la reciente cinta de Disney) se verá, hasta que se libere (es factible) del abrazo materno asfixiante, abocada a repetir el patrón de su madre. En lo psicológico, para Mary la condición esencial que su "padre ideal" debía reunir es la misoginia, pues tal es la naturaleza esencial, oculta tras el donjuanismo del narcisista Peter Pan (Dereck) que aceptó, muy a gusto sin duda, participar del experimento de la Dra. Wright. De encarnar el arquetipo de viuda negra, castradora sexual ya se encargaría de activarlo secretamente la propia Mary en si misma. Tal es el papel que tienen programado todas las mujeres que decidan emparejarse con un narcisista aquejado de donjuanismo. (en el inconsciente fondo de su mente Mary realmente una sumisa prostitUTA, ingenua víctima sexual de su propia necesidad por hallar, a cualquier precio, al padre que nunca tuvo, y víctima inconsciente también qué duda cabe de los eugenistas experimentos de otra Dra. Wright. Resumiendo: Mary=madre controladora/absorbente+padre ausente). Los candidatos a victimizar a Mary son:
B1. Steven. Lobos esteparios, esos niños abandonados, probablemente no deseados ya en la fase uterina, hijos de madres ausentes o distantes emotivamente, madres a su pesar, víctimas probablemente de abusos/incesto en la infancia) mujeres masculinizadas para defenderse de los hombres maltratadores y abusadores. Devenidas en mujeres pragmáticas, izquierdo cerebrales, hechas a si mismas, mujeres con una muralla defensiva portentosa, dedicadas a defender causas injustas en el exterior, feministas convencidas de no necesitar que un hombre les abra ninguna puerta o las colme de flores por San Valentín. La galantería es una máscara del hombre abusador, se dicen (y con razón pues probablemente así fue). Hablamos de Helga, para el caso. Muy próxima psíquicamente a Uta (la madre de los hijos de Dereck), para la que probablemente el temprano embarazo supuso un obstáculo en su anhelada carrera profesional, (patrón, éste, propio e inevitable en el frenético contexto de las sociedades desarrolladas impulsadas por el belicismo desenfrenado del siglo XX, donde la conciliación trabajo-maternidad a facha de hoy aún no ha sido resuelta ni por las sin duda vanguardistas sociedades escandinavas que con tanto ahínco la han perseguido durante los últimos 70 años).
Pero regresemos a Steven. Es un niño primogénito radicalmente disgustado con su experiencia filial respecto del amor de madre no vivido, por cuyos atributos físicis naturales (pechos, nalgas) acabará obsesionado. Un "amor distante" como dijimos, el de Helga por su hijo Steven quien, ocultamente, abriga celos de su hermano más pequeño, James, quien sí pudo disfrutar de una madre realizada y estabilizada profesionalmente. Steven, quien busca secreta y compulsivamente ver satisfecha su imperativa y acuciante necesidad de ser amado (tocado, susurrado, cantado, nutrido por los senos maternos) por su madre, desarrollará, en una hiperbólica búsqueda por hallar a la figura femenina ausentada, una particularmente efectiva capacidad seductora (donjuanismo) teñida de un soterrado proxenetismo/misoginia. Desea a las mujeres, pero teme comprometerse con sus mentes y disfruta secretamente haciéndolas sufrir (misoginia). Si el aspecto físico de Steven está generosamente dotado (y habitualmente lo está), entonces nos hallamos ante un cocktail especialmente explosivo del que inconsciente e inevitablemente caerán embriagadas las hijas (Mary) descarriadas de Dereck, las Geishas sumisas que desean ser. Eso, por supuesto, hasta que decidan indagar en su inconsciente en busca de la solución a su esclavitud psíquica. Steven y Mary encajarán mientras Mary se resigne a tener un don juan por pareja, algo intrínsecamente incompatible. Mientras ella consienta sentir cargar con el dolor ante la falta de empatía (amor real) de él. La baraja se puede romper por hastío, falta de motivación, de él. Eso dependerá del umbral de dolor que ella esté dispuesta a consentir. (Resumiendo: Steven=madre abstenida+padre violento)
B2. Nora. Si Mary no es seducida por los quizá muchos Stevens que halle en su camino, es probable que caiga en los brazos de la anteriormente mencionada Nora, en el caso de que ésta no hubiese optado por la remota opción de emparejarse con John o ya hubiese sido abandonada por él. Nora quien en su búsqueda de la madre ausente (tempranamente fallecida o evadida del hogar familiar, algo porcentualmente poco usual) encuentra a su pareja perfecta en Mary. Mary es una amiga de la infancia, muy estereotípicamente femenina en sus formas, de quien Nora siempre estuvo secretamente enamorada. Mary es, ya lo vimos, desgarrada/perdidamente femenina aunque nada tonta (Marylin Monroe, Evita Perón), al contrario, por supuesto, que Nora quien probablemente haya sido abusada por su padre o algún pariente cercano de sus padres, por cuyo motivo se haya parapetado tras una dura (desarrapada) coraza refractaria hacia la masculinidad (que paradójicamente ha adoptado para si misma como herramienta defensiva (Margaret Thatcher, Hillary Clinton). Nora oculta su feminidad por todos los medios. Lleva el pelo corto a lo garçon quizá y calza botas militares en la juventud. De mayor liderará causas que precisen la beligerancia que ineludiblemente tratan de sublimar. Mary, por su parte, es ingenua, desconoce las artimañas seductoras del lobo-varón, esas de las que Nora tanto quisiera advertirle. La seducción es una estrategia para "atrapar" a la pareja idílica. Nora, sin embargo, desconoce las tácticas y estrategias seductoras femeninas que toda niña crecida en un hogar mínimamente equilibrado ha adquirido de su madre relajada. Mary, en el polo opuesto, es una cándida, que pasea ingenua y peligrosamente sus encantos como un apetecible cordero en los aledaños de un matadero. Probablemente su imparable pulsión por hallar a su padre la conduzca a caer prisionera del sistema mediático, convirtiéndose en una estrella del Show business (actriz, cantante). Todo con tal de llamar la atención del hombre entre los hombres, el macho Alfa/padre por excelencia (John Kennedy, Juan Domingo Perón). Los extremos, ya se sabe, están destinados a tocarse. Pero la redención solo llega tras experimentar los opuestos.
Nora anda a la búsqueda de esa corderita sobre la que poder desplegar su masculino y adquirido control, aprehendido en un hogar donde abundaron seguramente las costumbres y hábitos varoniles (hermanos, padre, abuelo controladores/abusadores). Mary es hija de madre soltera, recordémoslo. Y secretamente anda a la búsqueda de un hombre equilibrado, tierno y protector, esa figura idílica que yace en el inconsciente de toda niña, de toda 'hija de Uta', es decir de madre voluntariamente soltera (ergo abominadora de hombres). Como ese hombre no llega, ni llegará hasta que ella no descubra/revele (con la apropiada ayuda terapéutica por supuesto) el oculto mecanismo mental que la empuja a huir como de la peste de la soledad de un futuro como madre soltera (igual que su madre), su pulsión la habilita a ejercer un magnetismo sobre hombres carismáticos y seductores, los donjuanes narcisistas en busca de palomitas desprevenidas. Ahí entra en juego Steven.
Me pregunto en qué estado mental/emocional se hallarían las mujeres que se prestaron a ser complacidas por Dereck. Sin duda que la Primera Guerra Mundial tuvo que dejar marcadas a muchas mujeres, hasta el punto que antepusieran, frente a su natural deseo de servir a la continuidad de la especie en el contexto de un hogar feliz, las 'necesidades de su patria', vertebrando así a toda una generación de HIJOS e HIJAS de prostitUTAS. Es lo que tiene huir permanentemente de las emociones –considerándolas "lazos" insolventables– como pretendía la Dra. Wright. Acabas cayendo en el polo opuesto, volviéndote un inconsciente adepto al plan de selección genética, ideado por el nazi Heinrich Himmler y que recibió en nombre de Lebensborn (=fuente de vida).
Todo por la patria. Una patria ya esquilmada de por si debido a las bajas habidas en combate que dejaron, cierto, a tantas mujeres jóvenes viudas. Mujeres que tampoco pudieron dejarles a sus hijos en herencia más que probablemente la foto del padre. Un padre que no obstante SÍ desearon para sus hijos (al contrario que las miles de Utas que se prestaron inconscientemente al experimento científico desalmado de la Dra. Wright.)
Los hijos de viudas, a pesar del drama de la orfandad padecido, no tendrán la pulsión de John ni de Mary, pues en sus genes habita el amor que sus padres se tuvieron al concebirlos, a diferencia de la indiferencia afectiva que se profesaron Dereck y todas las Utas que aceptaron ser simplemente fertilizadas.
Afortunadamente los estudios del Dr. Janov y muchos neurólogos que caminan tras sus pasos, están abriendo las puertas a una nueva concepción y comprensión del trauma ancestral que rodea a la condición humana.
*no es lo mismo una adre que se abstiene de interpretar ese rol que una madre inexistente. Frenteva la primera se acumulan resentimentos. A la segunda se la persigue idílicamente.
"La Primera Guerra Mundial se llevó la vida de millones de soldados y mutiló la vida sexual de muchos que al volver a casa no podían procrear, bien por incapacidad física o por arrastrar traumas psicológicos. Ante tal crisis demográfica un joven fue destinado a compensar la situación. La doctora británica Helena Wright, pionera en manipulación de la libertad sexual, propuso en 1919 una secreta y controvertida solución: recurrir a los servicios de un hombre que ayudara a muchas de estas mujeres a ser madres sin la necesidad de establecer lazos emocionales con un compañero. El candidato "debía ser alto, guapo (con buena dentadura), inteligente, educado, saludable y viril", según informa el portal ‘The Daily Mail’. La elección recayó sobre un joven de 20 años llamado Derek, al que la doctora conoció a través de la esposa de éste, la enfermera Suzanne. Las mujeres que requerían de dichos "servicios" se ponían en contacto con la Dra.Wright, y ella les fijaba una cita con Derek a través de un telegrama a cambio de 10 libras y la promesa de guardar el secreto."
(Extracto de Rusia Today). Texto completo en: http://actualidad.rt.com/sociedad/view/102071-joven-500-hijos-primera-guerra-mundial
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Si esta noticia es cierta –y entonces hubo sin duda, por resonancia, muchos más Derecks en toda Europa (me acuerdo ahora de la teoría del centésimo mono)–, nos hallamos ante el secreto motivo donde se arraiga, en gran medida, el incremento sintomático de la homosexualidad en Europa (solamente?) a partir de la Segunda revolución industrial del s.XIX. Una huella indeleble se grabó a fuego en toda una generación de descendientes del candidato escogido para repoblar Gran Bretaña. Para sintetizar los dividiré en dos ramas, los hijos (varones) y las hija (mujeres). Lo que voy a hacer es aventurar una teoría que estoy todavía esbozando. Toma de ella lo que te interese...y no me juzgues si la consideras poco verosímil o incluso descabellada.
A. JOHN, así lo 'bautizo' para no perdernos en el mar de arquetipos que se derivarán. Pertenece a esa raza de hombres criados en un entorno de padre ausente quienes, conscientemente feminizados (a la par que hastiados) ante la inevitable sobreprotección ejercida por parte de su omnipresente madre (para el caso Uta), controladora y fagocitadora, –y quizá también por el resto de féminas del entorno de Uta (estadísticamente está comprobado que la gran mayoría de mujeres que voluntariamente deciden ser madres solteras están rodeadas, protegidas controladas, por un grupo de mujeres de confianza: hermanas, tías, madres...)– se vieron empujados, en la denodada búsqueda de la anhelada figura protectora arquetípica del progenitor masculino ausente, a magnetizar/atraer/seducir y dejarse seducir a/por otros individuos que psíquicamente colmasen el vacío nunca ocupado por el padre biológico (Dereck). En lo psicológico, la condición esencial que para John debía reunir su "padre ideal" era la rigidez pragmática, el autoritarismo, pues tal es la condición que debe revestir al príncipe (hombre o mujer tanto da) que rescate y libere a John del inevitablemente asfixiante abrazo materno sobreprotector...Aunque Uta escogió 'conscientemente' su maternidad en soltería, no pudo soslayar la consecuencia de condenarse y 'forzarse' a hacer de padre y madre a la vez.
La condición de las futuras/futuros parejas cuya compañía John tanto anhela , se revelará enmascarada tras un seductor y autoafirmante donjuanismo, el que revestirá exteriormente a toda persona que anhele aquello que John ha experimentado en exceso y que por tanto bien conoce, la emotividad. Todo Don Juan esconde a una personalidad (mujer u hombre tanto da) abandonada por la madre, alguien que no ha tenido oportunidad de experimentar la dedicación desinteresada, el 'calor' materno y estuvo condenado/a a un entorno saturado de testosterona. Tal es la naturaleza del narcisista Dereck –quien aceptara, muy a gusto sin duda, participar del experimento de la Dra. Wright (¿quizá participó secretamente ella misma de su propio experimento?)– y el de los futuros amantes de John. Sucede, no obstante que los extremos, ya sabemos, se tocan...los excesos y los defectos revelan una huida de un trauma afectivo.
La Psiké disfuncional (feminizada) de John reclama pues la presencia de una figura masculina definitivamente presencial (en contraposición a la fantasmagórica ausencia de su progenitor) que le "arranque" de las faldas de su "agobiante" entorno femenino, el de su mamá-pulpo ("nadie-te-querrá-como-mamá-recuérdalo"). La futura pareja de John, SEA CUAL SEA el sexo físico del que esté revestida su persona, presentará sin duda, y de inicio, las deseadas credenciales en el momento del primer flirteo, aunque atesorará secretamente condiciones ocultas que a la larga incidirán, como veremos, en la herida psicológica ya abierta en el niño huérfano. Por retorcido que parezca todo esto (y lo es) refleja la pura realidad tras la confusión mental en las relaciones humanas. La ausencia de un padre equilibrado en el núcleo familiar 'obliga' (repito, inconscientemente) inequívoca y consecuentemente a John a buscar denodadamente ver realizada su FILIACIÓN NO EXPERIMENTADA, a realizarse como hijo construyéndose una figura paterna experimental a imagen y semejanza de un ideal imaginario. La ansiedad por hallar al papá nunca vivido, le conducirá a "fabricarse un padre" a medida, a idealizar la masculinidad que, latente en su interior, el mismo John ignora en si mismo, un seductor ocultamente misántropo (Odia al hombre), un 'macho alfa', un 'hombre-como-dios-manda' (aunque en el fondo sea un soberano maricón). Y lo hará del mismo incansable y frenético modo en que perseguiría el mismo Dr. Frankenstein a su criatura imposible.
Resumiendo: John = madre controladora/absorbente + padre ausente.
La filiación paterna no vivida por John será, consecuentemente completada bien por una de estas dos alternativas:
A1. Peter. Hombres criados en un entorno familiar compuesto de un padre tiránico, inflexibe e incluso violento (Frank) y una madre "hibernada" (Allison) abstenida/abstraida progresivamente de su rol como madre, desconectada de su instinto maternal, aterrorizada y fagocitada por un hombre controlador, humillante y dominante en extremo, réplica de su propio padre.
Pretendiendo escapar de la huella violenta de tal patrón paterno por vía de la rebeldía, Peter inconscientemente cayó en la analogía (la asimilación imitativa consistente en enfrentar al padre con sus mismas armas violentas, buscando a un hombre femenino (su alter ego) al que 'proteger'
Frank por su parte responde al rol del homófobo Coronel del cuerpo de marines interpretado por Chris Cooper en la excelente cinta "American Beauty", marido y padre dotado de un carácter colérico e intransigente, militar y dictatorial, calcado, matemáticamente del patrón del propio padre (Benjamin) de Allison. El matrimonio de Allison fue bendecido por el mismo Benjamin. Ésta, no habiendo podido huir de la violencia y austeridad de su propio padre en la polarizada dirección que tomó su rebelde hijo Peter, acabó quedando magnetizada por el inicialmente galante y educado Frank (de hecho fue un magnetismo recíproco).
Peter sirvió, con su rebeldía, el plato frio que Benjamin obligó a Frank a comer y que Frank, no queriendo asimilarlo, obligó a su hijo a comer. Frank acabó víctima de su secreta adicción al alcohol y de la violencia que se derivaba, adicción en la que cayó escapando de un padre homófobo. Aterrado de las atrocidades de las guerras sintéticas (Corea, Vietnam) en las que tuvo que combatir forzosa o sugestionadamente (despojado de libertad para decidir en conciencia, en todo caso). Nunca es uno suficientemente maduro para combatir en una guerra. Frank se sintió atraído por un tipo de mujer sumisa, incapaz de responderle, una mujer que encajase en silencio la cólera acumulada de Frank respecto de su propia madre, quien no supo/pudo proteger a Frank de la violencia psicológica y física del abuelo de Peter.
Peter, al igual que su padre, detesta pues secretamente a las mujeres en general y a su madre en concreto por no haberle amparado, por haberle puesto prematuramente en manos de su tiránico padre. Peter es pues el misógino perfecto (repite el patrón de su padre) que busca John. Alguien sin duda con los huevos necesarios para arrancarle de las faldas de su omnipresente madre (recordemos, Uta). Frank provocará en su rebelde hijo primogénito varón Peter, una huída hacia las antípodas psíquicas del patrón paterno vivenciado por su hijo. En su búsqueda del padre amable y comprensivo que nunca tuvo, Peter topará causal-mente (en realidad la ley de atracción no contempla las casualidades) con algún hijo descarriado de Dereck. Y ahí entra en escena John. Un hombre tierno y sensible (el varón ideal de Peter) valores aprendidos de su madre. Tan sensible que...sencillamente no es hombre. Un hombre externamente, que nunca será violento físicamente con Peter (aunque sí psicológicamente, como buena 'mujer' que es...)
En el fondo de su conciencia John no es que se sienta mujer sino que anhela tanto sentirse contenido por un padre que confundirá su sexualidad con tal de ver realizada su filiación frustrada. Peter podrá poner en práctica un rol activo como hombre, papel imposible para él de ejercer con una mujer, habida cuenta de su declarada y lastrante misoginia, con John, su hombre-mujer perfecto.
Detrás del reprimido John hay una "loca" desatada, un hombre reconvertido a mujer por obra y des-gracia de la ausencia paterna, a la espera de su macho-man, escultural y arquetípico Adonis (habitualmente el prototipo físico de los 'gays activos' lo encontramos en muchos gimnasios) al que idolatrar y "someterse" a cualquier precio. Ese Adonis vigoréxici de confusa sexualidad es Peter. John encaja obviamente en el rol pasivo gay, aunque a día de hoy queda mucho por escribir acerca de los roles sexuales gays que demuestran ser intercambiables.
Peter, al igual que su padre, detesta pues secretamente a las mujeres en general y a su madre en concreto por no haberle amparado, por haberle puesto prematuramente en manos de su tiránico padre. Peter es pues el misógino perfecto (repite el patrón de su padre) que busca John. Alguien sin duda con los huevos necesarios para arrancarle de las faldas de su omnipresente madre (recordemos, Uta). Frank provocará en su rebelde hijo primogénito varón Peter, una huída hacia las antípodas psíquicas del patrón paterno vivenciado por su hijo. En su búsqueda del padre amable y comprensivo que nunca tuvo, Peter topará causal-mente (en realidad la ley de atracción no contempla las casualidades) con algún hijo descarriado de Dereck. Y ahí entra en escena John. Un hombre tierno y sensible (el varón ideal de Peter) valores aprendidos de su madre. Tan sensible que...sencillamente no es hombre. Un hombre externamente, que nunca será violento físicamente con Peter (aunque sí psicológicamente, como buena 'mujer' que es...)
En el fondo de su conciencia John no es que se sienta mujer sino que anhela tanto sentirse contenido por un padre que confundirá su sexualidad con tal de ver realizada su filiación frustrada. Peter podrá poner en práctica un rol activo como hombre, papel imposible para él de ejercer con una mujer, habida cuenta de su declarada y lastrante misoginia, con John, su hombre-mujer perfecto.
Detrás del reprimido John hay una "loca" desatada, un hombre reconvertido a mujer por obra y des-gracia de la ausencia paterna, a la espera de su macho-man, escultural y arquetípico Adonis (habitualmente el prototipo físico de los 'gays activos' lo encontramos en muchos gimnasios) al que idolatrar y "someterse" a cualquier precio. Ese Adonis vigoréxici de confusa sexualidad es Peter. John encaja obviamente en el rol pasivo gay, aunque a día de hoy queda mucho por escribir acerca de los roles sexuales gays que demuestran ser intercambiables.
Lo que básicamente une a Peter y a John a la hora de emparejarse es la distancia que íntimamente ambos desean marcar respecto de las mujeres. Si bien John tiene muchas amigas (que se acecan a él porque no le consideran sexualmente amenazante) y disfruta de compartir chismorreos (eso aprendió en su entorno familiar), también es cierto que siente ese secreto hastío por el género femenino anteriormente comentado. Peter por su parte detesta abiertamente a las mujeres por el resentimiento acumulado hacia su madre. (Resumiendo: Peter=padre violento+madre abstenida)
Nora huye como de la peste de su padre y de todo hombre que le recuerde a él, fruto de la Psicosis misándrica que padece como consecuencia de un abuso traumático insoportable. Hija, al igual que Peter, de madre abstenida (fallecida, físicamente postrada o mentalmente recluida) y padre resentido y violento (y abusador?) Nora buscará completar, de entrada, su filiación insatisfecha buscando inconscientemente la presencia de una madre tierna y dulce, a la que proteger (escenificando el rescate/protección de su propia madre) con las armas (ímpetu masculino) heredadas forzosamente codificadas en el duro sello paterno recibido.
Sucede, como en todos los casos, que buscando el equilibrio sanador en el exterior (no estando equilibrados nosotros mismos) acabamos encontrando a personajes que se hallan en nuestras antípodas experienciales (ergo igualmente desequilibrados). Tal es el caso de John, en quien Nora verá a esa madre desvalida que tuvo y a quien proteger. Si John no ha salido por entonces todavía del armario, aceptará a Nora como "marido", para amarla y respetarla hasta que su salida del armario los separe. Será entonces cuando Nora, despechada, buscará consuelo en el verdadero amor de su vida, Mary. Pero eso solo sucederá cuando Mary quede desencantada de todos los Stevens/Donjuanes que hayan pasado por su alcoba/vida y le queden fuerzas para seguir necesitando encontrar a su padre (Dereck)
Nora fue una niña extraordinariamente sensible que en su huida del abominable patrón paterno que su padre (Gordon) le transfirió, y en su particular búsqueda de un grial patriarcal armonioso, acaba topando con alguno de los hijos varones de Dereck, 'hombres' como John, que se halla aparentemente en las antípodas del carácter del padre del que Nora huía, pero finalmente mucho más cerca, en la realidad, del verdadero (aunque oculto-inconsciente) patrón psicológico que representa Gordon, de lo que Nora nunca imaginó...Por supuesto también Gordon es hijo de padre desconocido. Lo conocido nos persigue por mucho que huyamos de ello. (Cuento sufí: Samarkanda/visir).
Nora conocerá así a John y hallará en él "a la esposa-madre" (pues ella se considera el marido) absentista que rescatar y paradójicamente también 'castigar' (humillar) por su ausencia, alguien lo suficientemente sumiso (y a fe que John lo es) como para pagar los 'platos rotos' (rotos en el hogar paterno de Nora) sin rechistar. John, a su vez y como no podría ser de otro modo, magnetizará a Nora, pues está destinado a atraer aquello de lo que precisamente huye, su propia madre (Uta), el único patrón 'paterno' que verdaderamente conoce. Uta (suegra) y Nora (nuera) responden así íntimamente al mismo arquetipo de Viuda negra. De hecho, Nora escoge a John con las mismas ocultas intenciones que Uta: utilizará secretamente a John para satisfacer su deseo de ser madre, pero nunca le concederá sus favores sexuales abiertamente (eso si no lo abandona y se lleva los hijos con ella). Las consecuencias de este cuadro familiar en la descendencia de John y Nora son fáciles de deducir. La historia de la filmografía, en este contexto, ofrece personajes fácilmente identificables, con conflictos de identidad como por ejemplo el padre de James Dean en Rebelde sin causa, quien es el calco de nuestro John. La madre es Nora/Uta). Lo que básicamente concordaría a Nora y a John a la hora de emparejarse es la compatibilidad de las necesidades de ambos. John necesita al padre que Nora encarna. Nora necesita a la madre que John representa. Impresiona, verdad? La verdad os hará libres...(Resumiendo: Nora=padre violento+madre abstenida*)
B. Mary. La consecuencia de no haber tenido un padre deja a las descarriadas hijas de Dereck en una no menos desesperanzadora situación. En su búsqueda por completar su filiación insatisfecha, Mary, que atravesó por el mismo calvario que su hermano John, y no teniendo siquiera un patrón agresivo (no menos traumático) paterno del que huir para siquiera imitar la deriva de Nora, sino el de una absorbente madre hiperprotectora (Gothel, la madre de Rapunzel en la reciente cinta de Disney) se verá, hasta que se libere (es factible) del abrazo materno asfixiante, abocada a repetir el patrón de su madre. En lo psicológico, para Mary la condición esencial que su "padre ideal" debía reunir es la misoginia, pues tal es la naturaleza esencial, oculta tras el donjuanismo del narcisista Peter Pan (Dereck) que aceptó, muy a gusto sin duda, participar del experimento de la Dra. Wright. De encarnar el arquetipo de viuda negra, castradora sexual ya se encargaría de activarlo secretamente la propia Mary en si misma. Tal es el papel que tienen programado todas las mujeres que decidan emparejarse con un narcisista aquejado de donjuanismo. (en el inconsciente fondo de su mente Mary realmente una sumisa prostitUTA, ingenua víctima sexual de su propia necesidad por hallar, a cualquier precio, al padre que nunca tuvo, y víctima inconsciente también qué duda cabe de los eugenistas experimentos de otra Dra. Wright. Resumiendo: Mary=madre controladora/absorbente+padre ausente). Los candidatos a victimizar a Mary son:
B1. Steven. Lobos esteparios, esos niños abandonados, probablemente no deseados ya en la fase uterina, hijos de madres ausentes o distantes emotivamente, madres a su pesar, víctimas probablemente de abusos/incesto en la infancia) mujeres masculinizadas para defenderse de los hombres maltratadores y abusadores. Devenidas en mujeres pragmáticas, izquierdo cerebrales, hechas a si mismas, mujeres con una muralla defensiva portentosa, dedicadas a defender causas injustas en el exterior, feministas convencidas de no necesitar que un hombre les abra ninguna puerta o las colme de flores por San Valentín. La galantería es una máscara del hombre abusador, se dicen (y con razón pues probablemente así fue). Hablamos de Helga, para el caso. Muy próxima psíquicamente a Uta (la madre de los hijos de Dereck), para la que probablemente el temprano embarazo supuso un obstáculo en su anhelada carrera profesional, (patrón, éste, propio e inevitable en el frenético contexto de las sociedades desarrolladas impulsadas por el belicismo desenfrenado del siglo XX, donde la conciliación trabajo-maternidad a facha de hoy aún no ha sido resuelta ni por las sin duda vanguardistas sociedades escandinavas que con tanto ahínco la han perseguido durante los últimos 70 años).
Pero regresemos a Steven. Es un niño primogénito radicalmente disgustado con su experiencia filial respecto del amor de madre no vivido, por cuyos atributos físicis naturales (pechos, nalgas) acabará obsesionado. Un "amor distante" como dijimos, el de Helga por su hijo Steven quien, ocultamente, abriga celos de su hermano más pequeño, James, quien sí pudo disfrutar de una madre realizada y estabilizada profesionalmente. Steven, quien busca secreta y compulsivamente ver satisfecha su imperativa y acuciante necesidad de ser amado (tocado, susurrado, cantado, nutrido por los senos maternos) por su madre, desarrollará, en una hiperbólica búsqueda por hallar a la figura femenina ausentada, una particularmente efectiva capacidad seductora (donjuanismo) teñida de un soterrado proxenetismo/misoginia. Desea a las mujeres, pero teme comprometerse con sus mentes y disfruta secretamente haciéndolas sufrir (misoginia). Si el aspecto físico de Steven está generosamente dotado (y habitualmente lo está), entonces nos hallamos ante un cocktail especialmente explosivo del que inconsciente e inevitablemente caerán embriagadas las hijas (Mary) descarriadas de Dereck, las Geishas sumisas que desean ser. Eso, por supuesto, hasta que decidan indagar en su inconsciente en busca de la solución a su esclavitud psíquica. Steven y Mary encajarán mientras Mary se resigne a tener un don juan por pareja, algo intrínsecamente incompatible. Mientras ella consienta sentir cargar con el dolor ante la falta de empatía (amor real) de él. La baraja se puede romper por hastío, falta de motivación, de él. Eso dependerá del umbral de dolor que ella esté dispuesta a consentir. (Resumiendo: Steven=madre abstenida+padre violento)
B2. Nora. Si Mary no es seducida por los quizá muchos Stevens que halle en su camino, es probable que caiga en los brazos de la anteriormente mencionada Nora, en el caso de que ésta no hubiese optado por la remota opción de emparejarse con John o ya hubiese sido abandonada por él. Nora quien en su búsqueda de la madre ausente (tempranamente fallecida o evadida del hogar familiar, algo porcentualmente poco usual) encuentra a su pareja perfecta en Mary. Mary es una amiga de la infancia, muy estereotípicamente femenina en sus formas, de quien Nora siempre estuvo secretamente enamorada. Mary es, ya lo vimos, desgarrada/perdidamente femenina aunque nada tonta (Marylin Monroe, Evita Perón), al contrario, por supuesto, que Nora quien probablemente haya sido abusada por su padre o algún pariente cercano de sus padres, por cuyo motivo se haya parapetado tras una dura (desarrapada) coraza refractaria hacia la masculinidad (que paradójicamente ha adoptado para si misma como herramienta defensiva (Margaret Thatcher, Hillary Clinton). Nora oculta su feminidad por todos los medios. Lleva el pelo corto a lo garçon quizá y calza botas militares en la juventud. De mayor liderará causas que precisen la beligerancia que ineludiblemente tratan de sublimar. Mary, por su parte, es ingenua, desconoce las artimañas seductoras del lobo-varón, esas de las que Nora tanto quisiera advertirle. La seducción es una estrategia para "atrapar" a la pareja idílica. Nora, sin embargo, desconoce las tácticas y estrategias seductoras femeninas que toda niña crecida en un hogar mínimamente equilibrado ha adquirido de su madre relajada. Mary, en el polo opuesto, es una cándida, que pasea ingenua y peligrosamente sus encantos como un apetecible cordero en los aledaños de un matadero. Probablemente su imparable pulsión por hallar a su padre la conduzca a caer prisionera del sistema mediático, convirtiéndose en una estrella del Show business (actriz, cantante). Todo con tal de llamar la atención del hombre entre los hombres, el macho Alfa/padre por excelencia (John Kennedy, Juan Domingo Perón). Los extremos, ya se sabe, están destinados a tocarse. Pero la redención solo llega tras experimentar los opuestos.
Nora anda a la búsqueda de esa corderita sobre la que poder desplegar su masculino y adquirido control, aprehendido en un hogar donde abundaron seguramente las costumbres y hábitos varoniles (hermanos, padre, abuelo controladores/abusadores). Mary es hija de madre soltera, recordémoslo. Y secretamente anda a la búsqueda de un hombre equilibrado, tierno y protector, esa figura idílica que yace en el inconsciente de toda niña, de toda 'hija de Uta', es decir de madre voluntariamente soltera (ergo abominadora de hombres). Como ese hombre no llega, ni llegará hasta que ella no descubra/revele (con la apropiada ayuda terapéutica por supuesto) el oculto mecanismo mental que la empuja a huir como de la peste de la soledad de un futuro como madre soltera (igual que su madre), su pulsión la habilita a ejercer un magnetismo sobre hombres carismáticos y seductores, los donjuanes narcisistas en busca de palomitas desprevenidas. Ahí entra en juego Steven.
Total, que tras muchos desengaños, y si no busca ayuda terapéutica para desenredar su perenne confusión afectiva (o en su defecto trata de enfermarse/suicidarse) "Mary-lin" tiene muchos números para acabar contentándose con la advenediza Nora, quizá una amiga de la infancia (de la que posiblemente llegue a creer estar enamorada), un persona que reune la cualidad esencialmente requerida por Mary: exteriormente es mujer, luego no la va a dejar embarazada para luego irse (como le pasó a su madre Uta). Pero es esencialmente hombre, con todo lo que ello connota: firmeza, decisió, segura de si misma y protectora (lástima que no pueda darle hijos, se dice Mary), rasgos éstos en los que Mary hallará la sensación de protección, esa que instintivamente todos buscamos y que ella no tuvo de su ausente padre ni de el/los narcisistas y descomprometidos Stevens de los que cayó hechizada y que tras dejarla embarazada, la abandonaron (razón de su suicidio/enfermedad). Sucede que justo la pieza de puzzle que Mary psíquicamente rechaza en su madre (control) va a ser inconscientemente atraída en la piel de Nora. Sin duda que antes que suceda eso tienen que haber pasado por la-s vida-s de Mary muchos lobos esteparios (Steven) en el rol tanto de parejas como de padres. Lo que une a Nora (desde la infancia) y a Mary (desde sus repetidos desengaños) finalmente, es su rechazo hacia los hombres. Mary desencantada de ellos al no hallar el padre idílico que buscaba. Nora los odia al haber sido vejada y abusada por ellos cuando no podía defenderse. (Resumiendo: Nora=madre ausente+padre abusador; Mary=madre controladora+padre ausente)
Así se escribe la historia reciente de la humanidad a grandes rasgos.Me pregunto en qué estado mental/emocional se hallarían las mujeres que se prestaron a ser complacidas por Dereck. Sin duda que la Primera Guerra Mundial tuvo que dejar marcadas a muchas mujeres, hasta el punto que antepusieran, frente a su natural deseo de servir a la continuidad de la especie en el contexto de un hogar feliz, las 'necesidades de su patria', vertebrando así a toda una generación de HIJOS e HIJAS de prostitUTAS. Es lo que tiene huir permanentemente de las emociones –considerándolas "lazos" insolventables– como pretendía la Dra. Wright. Acabas cayendo en el polo opuesto, volviéndote un inconsciente adepto al plan de selección genética, ideado por el nazi Heinrich Himmler y que recibió en nombre de Lebensborn (=fuente de vida).
Todo por la patria. Una patria ya esquilmada de por si debido a las bajas habidas en combate que dejaron, cierto, a tantas mujeres jóvenes viudas. Mujeres que tampoco pudieron dejarles a sus hijos en herencia más que probablemente la foto del padre. Un padre que no obstante SÍ desearon para sus hijos (al contrario que las miles de Utas que se prestaron inconscientemente al experimento científico desalmado de la Dra. Wright.)
Los hijos de viudas, a pesar del drama de la orfandad padecido, no tendrán la pulsión de John ni de Mary, pues en sus genes habita el amor que sus padres se tuvieron al concebirlos, a diferencia de la indiferencia afectiva que se profesaron Dereck y todas las Utas que aceptaron ser simplemente fertilizadas.
Afortunadamente los estudios del Dr. Janov y muchos neurólogos que caminan tras sus pasos, están abriendo las puertas a una nueva concepción y comprensión del trauma ancestral que rodea a la condición humana.
*no es lo mismo una adre que se abstiene de interpretar ese rol que una madre inexistente. Frenteva la primera se acumulan resentimentos. A la segunda se la persigue idílicamente.
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jueves, 26 de mayo de 2011
Incesto
"He tratado a numerosas prostitutas, incluyendo a una en Francia, hija de un oficial de la Alemania nazi. Casi todas las prostitutas sufrieron casos de incesto en la infancia. De todas las mujeres psicóticas que he tratado, un buen 90% de ellas sufrió ataques incestuosos en edades tempranas. También hubo chicos, peros francamente esos casos son más excepcionales. Tan solo he tratado un caso; sufría un gran dolor, pero no había degenerado en psicosis [estado mental descrito como una pérdida de contacto con la realidad]." (Arthur Janov. Psicólogo, psicoterapeuta y escritor estadounidense. Obtuvo notoriedad en los años 70 del s.XX al tratar a John Lennon en el contexto de la Terapia Primaria, térino acuñado por el propio Janov; un tratamiento para la enfermedad mental que implica descender, sentir y experimentar el dolor de la infancia reprimido.
Una de dos, o asumiran el arquetipo de la prostituta (seductoras compulsivas) o bien se convertirán en mujeres castradoras que bien abrazarán el lesbianismo como fuente de placer alternativo y ternura protectora. Un entono afectivo desprovisto de riesgos. Aunque ante de llegar a ese estadio puede que se aventuren a emparejarse con hombres pusilánimes a los que, inconscientemente hacer culpables del abuso recibido en su infancia.
"En los casos de incesto, la persona que se supone debe ser el protector (padre, tío, tutor, hermano mayor, amigo de la familia) se convierte en la inesperada fuente de peligro. Al drama en si se añade a menudo la complicidad de la madre (si es que está presente). La niña no tiene a nadie a quien acudir, por lo que no tiene más opción que reprimir lo evidente, guardárselo para sus adentros, 'hacer como que no está sucediendo', con consecuencias horrendas por ello para su porvenir. Si el agresor resulta ser un miembro de la iglesia, entonces el abuso 'no tiene perdón de Dios' (utilizando una expresión ilustrativa).
El resultado de ello será una vida miserable. Ningúna medida pseudocompensatoria (disculpas, dinero...prisión para el agresor) podrán ser de ayuda. La conclusión inconsciente a la que la víctima ineludiblemente llega es: "Estoy indefensa, no hay nada que hacer, no valgo nada, no merezco que nadie me quiera por lo que soy realmente. Tan solo mi cuerpo vale, lo odio/menosprecio, (o...le saco partido)."
Hay muchas razones por las que una mujer se prostituye (sin necesidad de mencionar la prostitución profesional, que no es más que profesionalización de la neurosis más antigua del mundo). La prostituta es un arquetipo de la personalidad que hallamos en muchas esposas, novias, madres, amas de casa, empleadas de hogar…Sin embargo todas coinciden en que a muy temprana edad aprendieron que su único papel válido en la vida consiste en servir, proveer de placer a otros varones dominantes y abusadores. Dicha creencia alcanza tal extremo, que la víctima literalmente desea que se vuelvan a reproducir las circunstancias que envolvieron su trauma inicial (adictos al dolor). Creen que lo disfrutan, que nacieron para prostituirse, llevando vidas que implican no solo vivir al filo de la navaja en lo que a salud emocional se refiere sino también un permanente riesgo para su integridad física pues buscan el contacto con perfectos desconocidos de cuya salud mental nadie puede dar crédito.
Hablemos ahora de las madres de estas niñas abusadas... Por si el trauma padecido por sus hijas no fuese suficiente, ciertas madres adoptan una postura neutral de naturaleza trágica. Felizmente liberadas de la seguramente apremiante insistencia de contacto sexual (de la que llevan rehuyendo por sus propias razones que ellas mismas deberían descubrir) por parte de su pareja/consorte/marido/el padre/padrastro de la niña, estas madres suelen, en la mayoría de los casos, y para liberar la tensión que les produce ser perfectamente conscientes del abuso sexual que sufre su hija, hallar una vía de escape intelectual totalmente insconsciente: acusan a la niña de seducir al agresor (padre, tutor, familiar político...). Como si una niña fuese capaz de maquinar tal comportamiento…
Así pues, estamos frente a un dolor por duplicado. El del abuso del agresor y el de la connivencia/acusación tácita materna. De ese modo las madres obtienen la (inventada) y perfecta excusa que su ego reclama para abstraerse (a la larga toda una entelequia, no obstante) de "la insoportable levedad del Ser" y permanecer insensibles ante el crimen que sus hijas padecen y que con toda probabilidad ellas mismas padecieron de pequeñas. Un crimen del que estas mujeres llevan huyendo toda la vida.
Paradójicamente, en la huida inconsciente del lamentable episodio, acaban atrayendo la presencia de un varón cuyo patrón responde al de aquél de quien llevan huyendo: el propio padre.
Esta insensibilidad será heredada por sus mismas hijas, a menos que enfrenten conscientemente el caudal de dolor reprimido. Las defensas se construyen para apartar de la memoria (olvidar) que tales abusos existieron. Una de dos, o asumiran el arquetipo de la prostituta (seductoras compulsivas) o bien se convertirán en mujeres castradoras que bien abrazarán el lesbianismo como fuente de placer alternativo y ternura protectora. Un entono afectivo desprovisto de riesgos. Aunque ante de llegar a ese estadio puede que se aventuren a emparejarse con hombres pusilánimes a los que, inconscientemente hacer culpables del abuso recibido en su infancia.
Muchas de las pacientes fueron advertidas, en su infancia, tras haber sufrido las innombrables vejaciones:
· "si se lo cuentas a alguien te mato"
· "este será nuestro secreto…"
· "¿verdad que no se lo contarás a nadie?
¿cómo sobrevivir a esto?…
El caudal de dolor a lo que conduce todo esto va más allá de los límites de cualquier imaginación; implica meses y meses de constante insistencia en escarbar conscientemente en las incómodas actitudes adictivas cotidianas del paciente antes de que se roce el epicentro de la tragedia. Es como hacer prospecciones petrolíferas. A veces hay que perforar hasta varios kilómetros para encontrar el 'crudo' origen del dolor. Cualquier otra terapia que 'evite' sentir el dolor, ni tan siquiera va a rozar el problema. Tenemos grabaciones de algunas de estas mujeres que en el transcurso de la sesión terapéutica, reviven el incesto. Serán hechas públicas en los próximos meses (con su expreso consentimiento).
Por mucho que trate de explicarte con palabras, no tienes ni la menor idea de lo que les sucede en esos instantes, de aquello por lo que están pasando. La furia que sienten, golpeando las paredes acolchadas y necesariamente aisladas acústicamente de la sala durante meses.
Habitualmente se hallan bajo los efectos del alcohol a causa del dolor que desean mitigar.
La chica alemana mencionada al principio no se desmoronó (no permitió que sus defensas se derrumbaran) hasta que tuvo conocimiento de que su padre había dejado de abusar de ella debido a que decidió reemplazarla como objeto de deseo por una hermana más pequeña. Esta mujer tenía una severa adicción al alcohol. Llegaba a las sesiones completamente borracha.
Por mucho que trate de explicarte con palabras, no tienes ni la menor idea de lo que les sucede en esos instantes, de aquello por lo que están pasando. La furia que sienten, golpeando las paredes acolchadas y necesariamente aisladas acústicamente de la sala durante meses.
Habitualmente se hallan bajo los efectos del alcohol a causa del dolor que desean mitigar.
La chica alemana mencionada al principio no se desmoronó (no permitió que sus defensas se derrumbaran) hasta que tuvo conocimiento de que su padre había dejado de abusar de ella debido a que decidió reemplazarla como objeto de deseo por una hermana más pequeña. Esta mujer tenía una severa adicción al alcohol. Llegaba a las sesiones completamente borracha.
Las iglesias que permiten, a sabiendas de que ocurren, dichos abusos, no merecen más que el apelativo de mafias criminales. Si se demostrase que personas pertenecientes a cualquier otro tipo de organización no religiosa (ONG, Cruz Roja, etc…) hiciese lo mismo, las masas reclamarían al unísono su encarcelamiento (si no su linchamiento). La religión ha encubierto (y sigue encubriendo) un sinfin de pecados…
Estas chicas son forzadas a guardar en secreto el terrible crímen, hasta que literalmente explotan, su capacidad de asimilar la realidad se escinde; a menudo acaban sufriendo un Trastorno por déficit de atención, lo que conduce a menudo a la hiperactividad, una necesidad compulsiva de hacer permanentemente algo para mantener la mente ocupada en multitud de asuntos y actividades para huir del traumático recuerdo. Una chica a la que conocí, empezó a tener alucinaciones en la calle. Era una antigua paciente, que ahora se daba cuenta de que algo malo estaba sucediendo. Regresó a la terapia y se abrió al recuerdo del incesto, que hasta entonces permanecía en el inconsciente, negado por pánico a sentir dolor. La cantidad de dolor almacenado era tal que la impedía mantener su funcionalidad cotidiana y ejercitar su sentido común.
Es común que muchas de las víctimas de incesto se conviertan en lesbianas: todos los hombres, para ellas, son peligrosos y conviene evitarlos a toda costa, y los únicos hombres con los que se relacionarán serán hombres afeminados que no suponen ninguna amenaza física para ellas. Evitan así, revivir el dolor, evitando estar en contacto con nada/nadie que les recuerde esos terribles sucesos. ¿La medicación ayuda? Por supuesto. Ayuda a reprimir el dolor cuando es insoportable, pero, ¿es eso lo que queremos? El dolor pide ser expresado (liberado), de manera dosificada, no reprimido. No queremos que esas chicas/mujeres se vean superadas por la devastadora realidad de un golpe. Por ello accedemos al epicentro de la emoción reprimida de forma pausada, hasta que el paciente demuestra que está listo para
asumir la realidad oculta. Cuando eso sucede, cuando finalmente alcanzan ese clímax, saben que finalmente van a eliminar de su disco duro su dolor primal, la causa originaria de todos sus miedos presentes. La vida tal como es, se vuelve más asumible.
Para deshacerte del dolor ocultado, para exorcizarlo, HAY QUE VIVIRLO. Cualquier otro aborde es ilusorio."
Para deshacerte del dolor ocultado, para exorcizarlo, HAY QUE VIVIRLO. Cualquier otro aborde es ilusorio."
Psicólogo y psicoterapeuta
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